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49-Juntos a la par

Sin haberse marchado aún del norte de Berlín, donde alguna vez estuvo el monte Grünmeer, Ephraim observó a los Fragmentos de Omega liderados por su hermano menor, Steven, marcharse espacialmente hacia África, donde la siguiente reliquia astral mora. Con una sonrisa de satisfacción, piensa ahora en volver a su residencia en compañía de sus nuevos lacayos.

-Segnog, ¿pog qué songuíe?

-Segnog, ¿está feliz?

-Segnog, ¿piensa en la tuegta?

-¡Jajajá! ¡No! Bueno, un poco sí. – confiesa con un poco de sonrojo - ¡Pero en realidad sonrío porque he alterado el portal de Steven!

-¿Cómo lo ha hecho, segnog? – le pregunta Hugo.

-Simplemente utilicé mis poderes para alterar el tiempo que rodea al portal. ¿Saben a lo que me refiero? ¡Llegará a África como todo un anciano, junto al resto de sus esbirros! ¡Ahora que atravesó su propio portal comenzará a envejecer meses o años! ¡Del mismo modo, aparecerá en su destino para mitad del próximo año, calculando!

-¿Cómo está segugo, segnog? – pregunta ahora Pieter.

-¡Porque al alterar el portal, vi el futuro de Steven! ¡En esa visión lo escuché pronunciar la fecha en la que se encontrará! ¡Junio de 2010!

-¿Cómo puede teneg semejante enegjía pese a seg electuocutado, segnog?

-¡Es simplemente mi voluntad! Nada me deten…drá…

Rápidamente el manipulador del tiempo cae agotado, siendo sujetado a tiempo por sus fieras de piedra.

-Ahhhhh… Realmente estoy cansado… Espero que lo que me quedaba de poder sirva para dejar a los Fragmentos de Omega como todos unos vejetes…

-Segnog, ¿desea igse?

-Segnog, guesista.

-Segnog, no se duegma.

-¡Sí, Hugo, sí! ¡Deseo volver a mi casa, pero no me hace falta que me llevéis allá! ¡Crearé un portal!

Y con sus poderes del elemento Espacio ganados, Ephraim crea un portal para su propio deleite, semejante al de Stroyer por parecerse a una ventana. 

-¡JAJAJÁ! ¡LO HE LOGRADO!

-Veo una guan mansión. ¡Guan mansión!

-Veo agua. ¡Adogamos el agua!

-Veo ágboles y flogues. ¡Me gustan!

-¡Les gustará mi hogar! ¡Ahora vengan conmigo!

Las tres gárgolas obedecen a su señor, atravesando con él la puerta dimensional hacia el hogar de éste. Al mismo tiempo, en otro punto cercano a la ya desvanecida Secta Astral, Geremaia y sus guardaespaldas se reúnen con los otros mercenarios.

-¡Eso estuvo cerca! ¿Se imaginan la cara que pondría Dean si se entera que yo pude haber muerto allí dentro?

-¡Jefe, está bien! – le dice Byron, contento.

-Claro que estoy bien. Gracias a Laimar y a Connor.

-¿Ha averiguado lo que quería allí? – le pregunta Nala.

-He descubierto muchas cosas. E incluso he descubierto un buen lugar para nuestros dos tortolitos…y el otro Zachary.

-Pero señor, su nombre es Jerome si no me equivoco… - le corrige Thomas - …espere un momento, ¿Qué no los envió ya a un lugar seguro?

-No. Simplemente improvisé. ¡Pero no se preocupen! ¡Ya he llamado al piloto del avión y le pedí que dejara a nuestros amigos en Tanzania!

-¿Tanzania?

-¡Sí! ¡Allí estarán bien seguros de la Secta Astral! Hasta que eventualmente tengan noticias de los Fragmentos de Omega de nuestra parte.

-¡Pues me alegro mucho, jefe! Espero volver a verlos.

-Los verás Thomas. Todos los volveremos a ver, así como yo volveré a ver a los de Hidden Heaven... - pronuncia con cierto rencor - ...y sé que lo haré. Ahora tan sólo volvamos a Berlín, que quiero dormir algo.

-...¿Dejará a su hijo aquí?

-¡Sí! ¡Tiene que limpiar el desastre causado por los Fragmentos de Omega, junto a Tabnir y los demás miembros de su equipo!

-Oh bueno. Me pregunto cómo estarán los tres ahora mismo…

Y casi entre las nubes, Zack, Jane y Jerome esperan sentados y pacientes el llegar a África. Los tres saben que nuevamente se cruzarán allí tanto con los Fragmentos de Omega que con los Blancos. Y tal vez también con algunos otros homúnculos como los que conocieron en Europa. 
Aún así, saben además que esta vez todos estarían juntos.

-¡Realmente quiero quitarme este estúpido uniforme! – anhela Jerome, asqueado - ¡Tuve que ponérmelo cada día que pasé allí en esa Secta Astral!

-Claro que lo harás Jerome, pero por ahora déjatelo puesto. – le pide su hermano, que toma de la mano a su amada. – No quiero verte desnudo.

-¿Desnudo? ¡Pero si debajo de esto poseo nada más que una camiseta y unos boxers!

-¡Eso es estar desnudo!

-Jajaja. Zack, si es por mí, me daría igual ver a tu hermano "desnudo". Quisiera verte así a ti alguna vez.

-Jane… - se sonroja el muchacho.

-¡Hmph, qué afortunado eres Zack! ¡Tú con mi cuñada y yo aquí respirando! Espero conocer a alguna chica allá en África. ¡Pasé mucho tiempo sin coquetear! - se sincera, pensando aún en Laia y en Nala - En aquella cima estaban esas dos bellas señoritas...

-Jerome, su nombre es Jane…

-¡Lo sé! En fin, lo siento Jane.

-No te preocupes. Por cierto, iremos ahora mismo a Dodoma.

Jerome se sorprende enormemente.

-¿Qué? ¿Cómo sabías que iba a preguntarte a dónde iríamos? ¿Zack?

-¡Jajaja! Jerome, Jane es más lista de lo que jamás habrás imaginado. - le aclara, mirando con cariño a su amada.

-¡Si aún no la conozco del todo! ¡En fin! ¿Dodoma es un país?

-¡Nunca oí de él!

-Jajaja, tontitos. Dodoma es la capital de Tanzania. Iremos allí.

-¿A Tanzania? ¡Genial! ¡Tengo el presentimiento de que veremos leones, elefantes, hienas, ciervos, o incluso cebras!

-Pues sí. ¡Es África, Zack! – afirma su hermano.

Los tres comienzan a reír. Y hallándose en medio de su amada y de su hermano, Zack entonces los abraza a cada uno con cada brazo.

-¡Jajaja! ¡Todavía no podemos volver a casa pero por lo menos estaremos los tres juntos, sin que nadie nos moleste! ¡Cuánto los quiero!

-¡Sí! ¡Te he echado tanto de menos...!

-Y yo también, aunque solamente por casi todo un día, Zack…

-¡Ey, no se emocionen aún! ¡JAJAJA! – ríe, con su estúpida risa.

-Esa risa estúpida, jajaja.

-Hmph, ahora sí que no lloraré.

Paralelamente, dentro del jet, el equipo de Soleyu viaja en dirección hacia Manhattan a fin de dejar a Syrinne de vuelta en casa. Con pena, ésta ignora en todo momento a su amado, quien es consolado por Stuart.

-Soleyu…

-No intentes consolarme, Stu. Me imaginé que algo así pasaría con Syrinne, pero me da igual.

-¿Te da igual?

-Sí. Puede odiarme de ahora en adelante si quiere, pero yo jamás lo haré. Hago esto por su bien, y sé en el fondo que ella lo sabe. Pero que aún así está ofendida por no querer aceptar esto.

-¿Y por qué no la llevas contigo?

-¡Porque estará en peligro! No…no es por eso.

-¿Qué dices?

-Quiero dejarla…por mí. Verás, desde que me he “encontrado” a mí mismo, no paro de pensar en si realmente merezco estar a su lado. Siento por el momento que no puedo. Siento que pese a saber quién soy ya todavía me falta mucho por descubrir de mí…

-Te entiendo. Eso fue sólo el principio.

-Sí. Y la única manera de lograr descubrirme por completo es ayudándolos a ustedes, ya que son mis amigos…

-Lo encuentro lógico. Yo también quiero saber quien soy, y por eso mismo ayudo al maestro Abraham, a Laia y a Alan.

-Claro... Creo que no nos tomará mucho saber eso, ya que estaremos juntos en esto. 

-¡Desde luego! Y no como captores y rehenes si sabes a lo que me refiero, je je je.

-Jajaja. – ríe Soleyu, siendo escuchado sin saberlo por su propia amada, que a la vez sonríe.

De vuelta en el hotel Rothaus de la ciudad de Berlín, una preocupada Canguro, en pijamas, mira el horizonte desde su habitación al presenciar la desaparición del pequeño triángulo que representaba al monte Grünmeer desde su vista. Justo a su lado, Allie duerme con mucha tranquilidad, reflejada en una leve e inconsciente sonrisa ocasionada por las caricias que su guardiana le hace en el pelo.

-Espero que lo que acabo de ver sólo sea parte de mi imaginación… - se dice la agente en un intento de calmarse.

De pronto, su teléfono móvil suena. Con prisa ella lo atiende. Es su hermana, Karen.

-¡Karen! ¿Estás bien? – pregunta rápidamente, teniendo el descuido de gritar. Por suerte la joven no despierta.

-Cálmate Kay. Lo estoy, junto con el resto. No hay necesidad de gritar.

-Lo siento. Casi despierto a Allie. – contesta, pasando a poner una voz baja - ¿Qué pasó?

-La Secta Astral Europea es historia. Todo el monte Grünmeer fue destruido.

-¿¡En serio!? ¡Desde aquí lo vi desaparecer! ¿¡Pero cómo!?

-Hubieron varios terremotos, por parte de una gran bestia semejante a los Entes. Más sin embargo, no es uno de ellos.

-¡No entiendo nada!

-Es lógico que no lo entiendas ahora. Sabrás todo en cuanto nos reunamos.

-¿Han…luchado contra Alban?

-Le hemos dado una paliza por ti y por Allie, pero aún así consiguió escapar.

-Ya veo… ¿Y qué hay de Eli...?

-Intentamos sacarlo de la organización, pero nos lo arrebataron...

-Entiendo... Pero por lo menos sigue vivo. En fin.

-¿Cómo está ella? Sé que está durmiendo ahora mismo, pero antes de eso, ¿estaba bien?

-…Seguía dolida por enterarse de que su hermano no era un científico como creía. Pero por lo menos no sabe todo aún. – explica, mirando a su durmiente y joven amiga.

-Entiendo. Es mejor así, como tú dijiste. Me cayó muy bien en cuanto la conocí junto al resto en la Alexanderplatz. Es muy parecida a ti de joven.

-Karen, no empieces…

-Jijiji, lo siento. Bueno, ambas descansen. Nosotros tenemos que ayudar a rescatar las cosas que puedan quedar de valor entre los escombros de la base...

-De acuerdo. Nos vemos luego.

-…Kay.

-¿Qué ocurre? Casi te cuelgo.

-Te quiero mucho, hermanita. Estoy muy orgullosa de ti.

-…Yo también te quiero, Karen. Gracias…por ser mi hermana.

-Kay, no llores…

-Tú me hiciste llorar… Adiós.

-Jijiji, que descanses.

Con esas palabras Kaitlyn cuelga, emocionándose como hace un rato. Compara las palabras de su hermana mayor con las que le dijo a Allie cuando las dos se dirigían, entre sollozos, a reunirse con los otros Sin Nombre. 
Ambas palabras dichas reflejan lo mismo pese a ser levemente diferentes. Reflejan el amor. El amor fraternal de dos personas que se mantienen y mantendrán unidas por el cariño más que por los lazos sanguíneos. Sabe de todas formas, que aún no conoce completamente a la hermana de aquel desgraciado que la traicionó, pero lo hará de ahora en adelante, teniéndola bajo su cuidado.
Se imaginó cómo sería Allie en el futuro. La imaginó como una mujer completamente bella, por fuera y por dentro. Como una señorita creyente de sí misma e inteligente, bastante más que su infame hermano. 
Como alguien bastante altruista, deseando ayudar a los demás que utilizarlos para sus propios fines. 
Como una persona que se mantiene siempre positiva aún con las adversidades que la vida le traería. 
Como alguien serena, que no quiere que otros pasen por lo que ella ha pasado desde muy pequeña... 
Como alguien...capaz de vivir una vida feliz.

Secándose las lágrimas, termina ya de pensar. Y sin nada que hacer más que dormir, la agente decide acostarse ya junto a la inocente hermana de su traicionero compañero. Al quitar las sábanas para ponérselas encima, despierta por accidente a su amiga.

-…Kay… ¿Qué hora es?

-Oh…lo siento Allie… Te desperté sin querer.

-¿Estás…llorando…? – le pregunta, notando sus húmedos ojos.

-No es nada, jaja. Tan sólo es por estar despierta… ¡Qué sueño tengo ya!

-Jajaja, pues duerme. Has hecho mucho trabajo, sobre todo por ser una agente.

-Así es. Una agente que de ahora en adelante te cuidará como a una hermana…aunque apenas te estoy conociendo, claro.

-Jajaja…gracias, Kay… Realmente quiero eso… Me importas mucho, ¿sabes?

-Oh, Allie, no seas cruel conmigo. ¡No me hagas llorar otra vez!

Ambas se abrazan bajo las sábanas.

-Estemos siempre juntas, Kay… ¿Sí?

-Lo estaremos siempre, Allie. – le asegura, con un beso en la frente. – Te quiero.

-Y yo a ti… Bueno, realmente yo te quiero… ¡matar por despertarme!

-¿¡Eh!?

La Sin Nombre entonces es víctima de un cariñoso ataque de cosquillas por parte de la joven.

-¡AHHH! ¡NO, ALLIE! ¡NO ME GUSTAN LAS COSQUILLAS!

-¡Jajaja, sufre Kay, sufre!

-¡JAJAJA! ¡Entonces sufre tú también! – le responde, contraatacando con otras cosquillas.

-¡Ahhh, no! ¡Para! ¡Jajajajaja!

-¡Jajaja!

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