EL DISEÑO DEL BLOG ESTÁ AÚN EN RENOVACIÓN. GRACIAS POR LA PACIENCIA

Capítulos

45-Escape germano

En toda la Secta Astral Europea, fuertes temblores comienzan a sentirse como consecuencia de la batalla entre el Sombrerero y el homúnculo Rangery Myrmekid, que cayó víctima de su propia habilidad. 
Algunas estructuras se derrumban, y algunas salas quedan destruidas y sin posibilidad futura de acceso. Otras en cambio se mantienen igual, como el subsuelo, donde dos seres humanoides luchan en medio de llamas azules y rocas marrones.

-¿¡Por qué hay varios temblores!? – se pregunta Fireblast, mientras aún pelea contra Cromatonio.

-¡JUJUJU! ¡YA NO LOS HABRÁ! ¡RANGERY HA MUERTO!

-¿¡Quién es ese!?

-¡ERA OTRO DE NUESTROS COMPAÑEROS! ¡Y CON SU MUERTE Y LA DE PIERCIVALS EL ESCUADRÓN “N” YA ES HISTORIA!

-¡Pues qué mal por ustedes!

-¿¡TE CREES QUE NOS PREOCUPARÍA!? ¡QUE UN ESCUADRÓN HAYA DESAPARECIDO NO SIGNIFICA QUE LOS DEMÁS SÍ!

-No hablarás en serio… - se sorprende.

-¡CLARO QUE SÍ! ¡LUEGO DEL ATAQUE SORPRESA POR PARTE DE LOS GUARDIANES A NUESTRA BASE, TODOS LOS LÍDERES DE LOS ESCUADRONES SOBREVIVIMOS, DEL “A” AL “Z”! ¡CON, O SIN ALGUNOS MIEMBROS A NUESTRAS ÓRDENES! ¡ADEMÁS, EL ÚNICO QUE LOGRÓ EVITAR PÉRDIDAS ES DE HECHO EL MÁS FUERTE DE TODOS, EL “H”! ¡Y EL DICHOSO CABALLERO DE PLATA QUE RESIDE AQUÍ ES UN MIEMBRO DE DICHO ESCUADRÓN!

-Si pertenecía a dicho escuadrón, ¿por qué entonces trabaja con los humanos?

-¡ESO QUEREMOS SABER OFIDIUS Y YO! ¡AHORA MUERE, JUJUJU! – le contesta, pateando con uno de sus pies el suelo, para disparar del mismo un pedazo de piedra que patea hacia el enmascarado.

-¡AGH! – gime, siendo empujado por la roca hasta el mismo suelo de la que vino.

Y en los pasillos del nivel superior, mientras corre a toda prisa, Stroyer y sus esbirros intentan perseguir a la agente Quinquel, quien huyó aterrada de ellos.

-¡Quinqueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel! ¿¡En donde estaaaaaaaaaaaaaaaaaas!? – la llama burlonamente Antlar, que esgrime su guadaña mientras corre.

-¡Los pasillos parecen no terminar! – advierte Railo.

-En toda Secta Astral hay pasillos así. – le dice Stroyer, suponiéndolo.

-¡Crreo que la veo! ¡Está allí, de espaldas! – nota Schlafdat, con pesar, que corre hacia ella.

-No vayas, Schlafdat-san. – intenta detenerlo Tetsu, en vano.

Y cuando el Fragmento de Tierra parece acercarse hacia la agente, termina chocando contra algo invisible.

-¡Auch!

-Me lo imaginé. – se dice el samurai, que corta con su katana el óleo que impide el paso, partiéndolo en dos.

-¿Ha pintado un cuadro así pese a la situación en la que se encuentra? Debe de tener talento. – se pregunta el líder.

-¡Y lo tiene, Steven! ¡Quinquel es conocida por poseer unas manos tan rápidas como su imaginación artística! ¡No importa el momento o el lugar, ella logra realizar en el menor tiempo posible las mejores pinturas! Aunque eso no la salvará de nuestros ojos…

-HAHAHAHAHA, QUIERO COMÉRMELA – añade Finem.

-¡Tú te quieres comer a todo el mundo, vampiro asqueroso!

-Suficiente. Sigamos hacia delante. Tenemos que llegar hacia la reliquia.

Los Fragmentos continúan hacia delante, pasando por cada pintura que destruyen. Y a su vez, a pocos metros de distancia de ellos, Quinquel corre hasta llegar hacia las escaleras en forma de espiral que la llevarían hacia el tejado. Pero su esperanza de escapar se ve desvanecida, al notar cómo por los terremotos dichas escaleras terminan derrumbadas, con cada escalón hecho pedazos.

-No… ¿Ahoga qué hagué? – se pregunta, a punto de perder los nervios - ¡Aún si me ocultaga en la pagued con una de mis pintugas, me encontuaguían! ¡Y si sigo hacia delante segué atuapada de igual manega!

Desesperada, escucha entonces los pasos acrecentados de sus perseguidores.

-Oh, no…¡QUE ALGUIEN ME AYUDE! – pide a gritos, lagrimeando.

Entonces, de una de las paredes maltrechas, sale rápidamente Millos, tomándola por sorpresa para volver a meterse por el cuarto secreto del que salió.

-¿Estás bien? – le pregunta su compañero, acariciándole el cabello.

-F-Fuancesco… - lo llama, aferrándose a su pecho para llorar en silencio por ser salvada.

-Cálmate, Fleur… Ahora, no realices ni el menor ruido posible mientras nos escabullimos por este pasillo.

Ella asiente. Y cuando Stroyer y compañía llegan hacia donde está, no la ven por ningún lado. Ni siquiera logran encontrar algún otro óleo por las paredes con sus ojos rojos, ya que no hay ninguno.

-¿¡En dónde está la agente!? – demanda saber su mano derecha.

-HAHAHAHAHA. HUELO SU SANGRE. – avisa el vampiro, aterrándola.

-Su rastro, querrás decir. - le dice el samurai.

-ESTÁ POR AQUÍ.

-¿Cuándo nos detendrremos...? – pregunta el perezoso, más nervioso que antes.

-Cuando tengamos lo que buscamos... – le responde el cuervo.

-Si está por aquí, debió de seguir de largo por los siguientes pasillos, como era de esperarse. Andando.

Y todos avanzan, abandonando sin saberlo a su presa y a otra más, las cuales salen de su escondrijo cuando encuentran el momento oportuno para hacerlo.

-Tuvimos suerte de que los bordes de estas paredes falsas no se noten, ni con la visión perfecta de los dispositivos elementales. O de que incluso Antlar sepa de estos pasadizos que el maestre Wombat creó.

-Sí… Güealmente ignogaba que también estuviegan aquí. ¿Qué fue lo que pasó con Zack, Fuancesco?

-¡Se me escapó, y todo por la aparición del Dragón, que también está aquí!

-¡Pero Natalie y Guillegmo estaban contigo!

-¡Por alguna razón Guillermo dejó de tocar su endemoniada arpa, y Natalie fue a por Zack y compañía aquí dentro!

-Ahoga que lo dices sí, y ha estado en guandes puoblemas.

-¿Ha estado?

-¡Se enfuentó sola a los Fuagmentos, hasta que un tipo enogme se la llevó del lugag! Cueo que ega uno de los megcenaguios que el padue de Dean contuató…

-De ser así creo que entonces ella estará bien. Ahora vayamos hacia la entrada...aunque no te agrade estar allí.

-¿P-pog qué?

-No querrás saberlo.

-¡Chicos, es terrible! ¡Tan terrible como apacible! – los llama Guillermo, o también Troval, ahora consciente, habiendo venido desde la entrada misma.

-¡Guillermo! ¿¡POR QUÉ DEJASTE DE TOCAR!? – le pregunta su enojado compañero. 

-¡No quise dejar de tocar, pero un tipo me atacó por la espalda, dejándome inconsciente como un corcel tras excesivo andar!

-Bueno, tiene sentido, aunque me pregunto cómo fue que te encontró... ¡Da igual! ¡Tenemos que salir de aquí ahora mismo! Aunque tengamos que hacerlo por la entrada…

-¡Oye, Fuancesco! ¿Me vas a decig qué pasó allí en la entuada? ¡Me imagino que hay cadávegues, pego pog tu gostuo sé que me ocultas algo!

-Pues sí, hay cadáveres, pero no querrás verlos…

-¿Pog qué? - exige saber, mirándolo con enfado.

-¡Descuiden, ya no los hay! – interrumpe Wombat, junto a Koala, Calamar y Mako.

-¡Maestre Wombat! – se sorprenden los tres Caballeros, saludándolo con respeto.

-Ahórrense el saludo. Ya he “limpiado” la entrada, y he colocado esos pobres cadáveres en otra parte. – empieza a explicar, mientras sus esbirros presentan cierto asco en sus rostros. – Además, les hemos hecho una escalera que los llevará hacia el tejado, donde se reunirán con los demás visitantes.

-¡Entendido, señor! ¿Pero qué sucederá con los Fragmentos de Omega? – pregunta Millos.

-Nosotros cuatro iremos a por ellos. Bien sabrán ya que uno de ellos resultó ser un infiltrado en mi propio equipo...

-Mantis… - suspira con rencor Quinquel, al mismo tiempo que los otros Sin Nombre presentes.

-¡Espere un momento, señor! ¿En dónde está Canguro, la del corazón puro? – le pregunta Troval.

-Canguro no vino con nosotros. Está en Berlín, cuidando de la hermana menor del propio Mantis. El maldito bastardo quería meterla en la organización de su líder, pero logramos sacarla de sus manos a tiempo.

-Yo quiero verle la cara cuando se entere de esto... – anhela Koala, enfadada.

-Yo en cambio quiero partirle más que los dientes. – declara Mako.

-¡Y yo quiero darle una lección a ese Fragmento del Alma! – añade Calamar.

-Ya, ya. Todos aquí queremos que Mantis, o mejor dicho, Antlar de la Hierba sufra. En fin. ¡Partaco, Medina, Rafelle! ¡Salgan de inmediato! Déjennos esto a nosotros.

-¡Sí, señor! – obedecen los tres agentes, que se marchan.

-Muy bien. Ahora es nuestro turno, chicos. Odín y Oni llegarán a través de los pasadizos ocultos.

-¡Sí, señor!

Los cuatro Sin Nombre se mueven hacia su destino. Y por otra parte, desde la cima del monte Grünmeer, Zack, junto a Jane, que lo abraza, conversa con compañía en medio de la situación, al mismo tiempo que Byron se burla de un todavía maniatado Lazarus, sin que Tabnir pueda hacer algo más que mirar como también hacen Thomas y Nala.

-Tu hermano gemelo es idéntico a ti, Zack. – le dice Soleyu, pensando también en la vez que Zorro Blanco intentó matarlo hace tres meses – Aunque…es algo bocón.

-¿¡Bocón!? ¡Zack! ¿¡Dijiste eso de mí!? – le pregunta su hermano.

-¡Ups, lo siento!

-¡Mmph, y me decías a mí “bocón”! 

-¡Jajaja! – ríe, con su característica y estúpida risa.

-¡Pffff! ¡Todavía conservas esa risa pese a los años!

-¡Sí, pero en fin! ¡Logramos salir, aún con esos extraños temblores! Aunque no sé que haremos ahora…

-Ahora nos marcharemos, Zack. – le responde Jane, tocándole el rostro con ternura - Geremaia nos sacará de aquí.

-¿Quién es Geremaia? – pregunta ahora Jerome.

-Es un gran amigo mío, además de aliado. Gracias a él, llegamos hasta aquí para también irnos. 

-¿Irnos? ¡Pero Jane, los Fragmentos de Omega! ¡Ray! ¡Fireblast!

-No hay nada que podamos hacer…espera, ¿quién es Fireblast, Zack?

-¡Es el enmascarado que se infiltró en el bosque de Wanderland, el que puede crear fuego como Stroyer!

-¿Y ESTUVISTE CON ÉL? ¿TE HA HECHO ALGO?

-¡No, descuida! ¡Estuve con él, junto a Syrinne y el detective Misora cuando me separé de ti! ¡Es una larga historia, pero creo que es de los buenos! ¡Gracias a él llegamos aquí por nuestra cuenta!

-Ya veo… ¿Pero qué hacen ella y ese corredor aquí también?

-Estábamos a punto de ser secuestrados por Hidden Heaven. – le explica el mismo corredor – Nos encontraron debido a los eventos desencadenados hace tres meses en Manhattan. Pese a que me querían solo a mí, como vivía con Syrinne podrían habérsela llevado conmigo. Y de no ser por mis “captores”, quienes nos sacaron a la fuerza, lo habrían conseguido.

-Jeje. Todavía nos llama así. – se dice Abraham, riendo.

-Este Soleyu. – balbucea Laia, sonriente como Alan y Stuart, que nota cómo Jerome la mira como sorprendido. Y se da cuenta al instante, de que le gusta, segundos antes de que éste de manera pícara le guiña un ojo, tras lo cual aparta su mirada de él.

-Hidden Heaven…Gere habló de esa organización. Realizan experimentos inhumanos, ¿no es así?

-Sí. Y si me hubieran capturado tal vez no seguiría vivo. Ni Syrinne…que ya nada tiene que ver en todo esto. ¿Pero cómo sabe ese de Hidden Heaven...?

-Oficial Burkle…

-No me llames así, Syrinne. Ya no soy una oficial. Tan sólo llámame Jane.

-Oh, lo siento… Zack me dijo que era tu verdadero nombre. Quiero preguntarte lo siguiente… ¿Cómo es que ustedes dos…se enamoraron?

Sin la menor intención de ofender a nadie, la joven irlandesa logra que tanto ella como Zack se ruborizen, mientras Jerome intenta seducir inútilmente a Laia con otra sonrisa, recibiendo a cambio una mirada de advertencia de Data, quien cree que sus sonrisas están dirigidas a él.

-No sabría decirtelo bien… Simplemente pasó. – confiesa, ruborizada.

-¿Pasó porque le leíste demasiado la mente, oficial? - le pregunta Soleyu, con sarcasmo.

-¡Qué molesto! Pareces no haber cambiado. – le reprende la ex oficial.

-Jajaja, que tonto eres Soleyu…¿Y qué harán ahora...Jane?

-Bueno…nosotros nos marcharemos hacia África. Y SÍ, ZACK, NOS IREMOS DE AQUÍ. Viajaremos hacia ese continente, ya que será el próximo destino de los Fragmentos de Omega. Por no decir que también nos servirá de refugio, una vez que la Secta Astral nos persiga de ahora en más...

-Entiendo… ¿Acaso las bases del Gobierno Astral están en cada uno de los continentes?

-Así es. ¿Y tú y tu novio volverán a casa?

-Ella volverá - interviene éste - Yo seguiré junto a mis amigos a los Fragmentos de Omega. Tenemos que ir a por Broken...

-¡SOLEYU! ¿QUÉ ESTÁS DICIENDO? ¡YO IRÉ CONTIGO!

-No lo harás. Tú regresarás a tu hogar, Syrinne. Si me acompañas estarás en más peligro del que has estado.

-¡Pero yo no quiero separarme de ti!

-Te entiendo, pero aún así no hay nada que puedas hacer. Serás una carga…

-¿Una carga? ¿¡Qué seré una carga para ti!? ¿¡CÓMO QUE UNA CARGA!?

-¡Serás una carga, y lo sabes muy bien! ¡Si te llevo conmigo, Broken te matará, y yo no quiero eso!

-¡Broken! ¿¡Acaso él es tu hermano, un familiar o amigo tuyo!?

-Él…era mi mejor amigo, y el de Laia y Alan. Y no es ningún familiar mío, aunque somos por así decirlo parientes de sangre por pertenecer al mismo clan.

-¡Como sea! ¡Por favor, no quiero separarme de ti otra vez, Soleyu! ¡No quiero!

-¡Syrinne, por última vez, debes volver a tu hogar! ¿¡Pretendes dejar a tu madre más sola que antes!?

-¡No, pero…!

-¡Maldición! – se lamenta el corredor, tapándose con decepción el rostro con una de sus manos – Entonces…no me dejas elección.

-¿Elección? ¿Qué vas a hacer…?

-…Terminamos.

-¿¡QUÉ!?

-Eso. Terminamos, aquí y ahora.

-Soleyu… - se sorprende Zack, siendo callado por su amada. A la vez, los amigos del corredor se lamentan de la situación. Y Jerome, todo oídos, deja de buscar ya la atención de Laia, para luego dirigirse a Nala, quien ni siquiera le mira.

-No… ¡No me puedes hacer esto, Soleyu! ¡No después de todo lo que pasamos juntos...! – se le queja Syrinne, llorando.

-Tú eres la que no me puede hacer esto. Te digo que no puedes seguir conmigo y tú, sin embargo, actúas de manera caprichosa…

Al oír esa palabra, la joven irlandesa le da una bofetada. Todos se sorprenden ante esto.

-¡Te odio! ¡Yo te odio, Soleyu Van Helsing!

-…Lo sé. Pero no me importa. Yo siempre te amaré.

Escuchándolo de nuevo, Syrinne entonces se calla, apartándose de él para llorar en silencio sobre el borde del monte. Y cuando mira hacia abajo, descubre un gran conjunto de árboles, o mejor dicho, un gigantesco árbol por el que empiezan a escalar los agentes Millos, Quinquel y Troval.

-¿Quiénes son esos...? ¡Chicos! – avisa la joven, aún con lágrimas.

-¿Eh? – se extraña el muchacho, acercándose hacia el borde, donde se sorprende - ¡Diablos, son los Fragmentos Blancos!

-¿Ellos? – se sorprende Tabnir, con ganas de acercarse a mirar.

-Tú no te vas a ningún lado. – le informa Nala, amenazante. 

Y en ese momento, Katran sale de la Secta Astral junto con Xenophim y un semidespierto Stefan por la entrada de la misma, dirigiéndose hacia el árbol.

-¿¡Cuándo me vas a soltar, mercenario!? Frei mir jetzt! JETZT! (¡Libérame ahora! ¡AHORA!)

-Parece que te debo una, gigantón… - murmura el mercenario, agradecido de que lo rescatara.

-¿Cómo es que el Maestre Wombat creó semejante árbol…? ¡Chicos, allí abajo! ¡Es Xenophim! – advierte Quinquel, que mira hacia abajo.

-¡Y dos mercenarios muy temerarios! ¿Es ese el que la salvó de los Fragmentos y evitó así que pasara por sus últimos momentos? – pregunta Troval.

-¡Vayamos a por ella! – pide Millos, bajándose de las ramas.

Y en cuanto se le acercan, Katran se pierde en los bosques, no sin antes mirar hacia la cima ante el muchacho, quien entiende lo que está haciendo.

-¡Katran nos está dando tiempo para escapar! – avisa - ¡Pero no me quiero ir!

-¡Zack, tenemos que hacerlo! ¡Tu novia y a la vez mi cuñada se enfadará si no lo haces! – le hace entender su gemelo.

-¿Cuñada...? – se sorprende Jane.

-¡Pues sí, si amas a mi hermano!

-¡Cielos, está bien! …Nos iremos. Sólo espero que Fireblast y Ray salgan bien.

-Bueno, supongo que esto es un adiós, chicos. – expresa Soleyu.

-Bueno... ¡Claro que no! ¡Nos volveremos a encontrar! – le asegura Zack - ¡Tú dijiste que también perseguirías a los Fragmentos!

-Emm, ¡sí! ¡Tienes razón!

Dicho esto, ambos se saludan con un apretón de manos. Luego, el muchacho abraza a Syrinne y saluda al resto de los compañeros de Soleyu. Y Jerome, por otra parte, se despide en vano de Laia con otro inútil pestañeo, para hacer lo mismo con Nala, quien tampoco le presta atención alguna.

-Antes de que lo olvide… ¿Qué será de usted, señor Misora? – le pregunta la joven irlandesa al detective, sólo para descubrir, con desconcierto, que ya no está - ¿DONDE SE FUE? ¡ESTABA AQUÍ HACE UN MOMENTO!

-¿Ese detective? - pregunta Abraham - Pues no lo sé... Debimos de haberlo visto marcharse...

-¡Oigan, no pierdan más tiempo! – interrumpe Thomas, confundido - ¡Zack, Jane, hermano de Zack, súbanse al avión, ya!

-¿¡Y ustedes qué!?

-¡Nosotros nos quedamos! Tenemos que permanecer con nuestro jefe, Zack…

-En ese caso… ¡Gracias por todo, chicos! – les termina agradeciendo, abrazándolo.

-Ya…suéltame, idiota… - le pide la mujer loba, enojada, y a la vez emocionándose con su afecto.

-¡Eh, Saco! ¡No te olvides de mí! – le recuerda Byron, que también lo abraza.

-¡No los olvidaré…! ¡Hasta entonces! – se despide el muchacho, que junto a Jerome y Jane sube al avión por la que la segunda llegó al lugar, junto a su equipo. La nave no tarda mucho en perderse en el horizonte.

-…Ya se fueron. Parece ser que ahora él estará más feliz con su hermano y Jane… - comenta Syrinne, aún dolida por la decisión que Soleyu tomó con respecto a ella.

-Syrinne… - intenta hablarle el corredor.

-¿Ustedes me llevarán a casa? – pregunta amada a sus “captores”, ignorándolo.

-Sí... – le afirma Laia, compadeciendo a Soleyu con la mirada – Hidden Heaven no te perseguirá una vez que regreses, ya que lo quieren a Soleyu. Aún así, en caso de que quieran secuestrarte, enviaremos a varios de nuestros miembros a la ciudad de Manhattan para que te protejan.

-Entiendo… ¿Y nos vamos ya?

Todos le dan la razón, mientras que su amado, o más bien, ex amado, se lamenta en silencio. Y al rato, los cuatro Fragmentos Blancos ascienden hasta llegar a la cima.

-¿Quiénes son estas pegsonas? – pregunta Quinquel.

-¡Deben de ser mercenarios! – estima Xenophim.

-¿Pero por qué están aquí? – cuestiona Millos, quien nota que el avión en el que llegaron sus dos inútiles y ahora sorprendidos compañeros ya no está - ¡El avión! ¿¡Por qué ya no está aquí!? ¡Tabnir!

-Zack escapó, junto con su hermano y… su novia.

-No…¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO! – se frustra el Querubín, cuyo grito suena muy fuerte como sus ataques. - ¡Ustedes, todos ustedes lo ayudaron a escapar!

-¡Ay de vosotros! ¡Por los problemas en los que os habéis metido, un buen castigo tendréis bien merecido! – promete Troval.

-Nosotros no hicimos nada. – justifica Abraham – Y no somos mercenarios. Somos agentes también.

-¡No me importa qué clase de personas sean! ¡Me aseguraré de arrestarlos y meterlos en la cárcel de la Secta Astral de Oceanía, la más dura del mundo!

-Eres todo un mocoso. ¡Stuart!

-¡Sí, maestro! – obedece el hombre cloroformo, que en un movimiento rápido, duerme a todos los Fragmentos Blancos, incluyendo a Lazarus y a Tabnir.

-¡Qué rapidez! – exclama la joven irlandesa.

-Gracias…Syrinne.

-¡Has dicho bien su nombre, Stuart! – se sorprende Data.

-¡Jeje! ¡Ahora podemos irnos!

Y todos bajan de la cima, junto con los mercenarios, por el mismo árbol o conjunto de árboles por el que los agentes que acaban de dormir subieron, perdiéndose ahora entre los bosques.

-¿Deberíamos perseguirlos, gigantón?

-¿Por qué? No han hecho nada.

-Bah…tienes razón.

-¿Qué te pasó Stefan? – le pregunta Nala, a modo de burla - ¿El vampirito te dio una paliza?

-Mmph. Cállate, lobita. Atrévete a decírmelo otra vez sin esos lentes.

-Te daría el gusto, pero no sería prudente hacerlo ahora mismo. – le contesta, con deseo de hacerlo.

-¡Ay, extrañaré al Saco y a Jane! ¡Pero lo bueno es que ahora estarán los dos juntos!

-Y también con el hermano gemelo de Zack – añade Thomas - Aunque... ¿Sabeis? Sospecho aún ,que alguno de los dos sea...ese asesino...

-¡Sí! ¡Pienso lo mismo! ¡O es él o el otro Saco! ¡O más bien, el “Bocón”!

-¡Byron! – lo reprende su compañera.

-¡Jajaja, vamos! ¡A ti también te hace gracia, Nala!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores (¡Sigue este blog!)