EL DISEÑO DEL BLOG ESTÁ AÚN EN RENOVACIÓN. GRACIAS POR LA PACIENCIA

Capítulos

36-El cuervo y la canguro

Berlín, Alemania. Siete u ocho de la noche. En una pequeña casa sin animales, y con algunos muebles desordenados, Allie espera a que su hermano llegue a buscarla, sintiéndose mal por tener que despedirse de Kaitlyn, de la misma manera que ella cuando le dijo por escrito que tenía que hacer algo importante.
Sentada en un sillón con sus maletas, desea volver a reencontrarse lo más pronto posible con la agente, aún sin saber qué clase de persona es en realidad. Porque el cariño que le tiene ya nadie se lo puede quitar, así como los breves momentos que gracias a ella fue afortunada de vivir, terminando así animada y alegre por seguir adelante, pese a las adversidades que la vida le trajo desde su nacimiento.
Dadas las horas que pasaron desde que llegó allí, a la casa del antiguo compañero de clase de su hermano, Friedrich Dernok, la joven comienza a aburrirse. Y en un intento de quitarse dicho aburrimiento se pone a mirar los pocos cuadros que encuentra en la sala de estar. En ellos descubre a la propia persona que la está cuidando y que la fue a buscar al hotel Rothaus, de niño, de adolescente, y ya de adulto, con su hermano y demás compañeros de Oxford, entre ellos Steven Rosemberg, Heather Taylor y Carl O’Kein. Algo que comparte en todas esas fotos es la misma cara soñolienta, el mismo cabello rubio pálido, y los mismos ojos marrones caídos con ojeras.

-Qué perezoso se ve… - se dice la joven, que empieza a escuchar los ronquidos que su guardián crea desde su habitación. – Parece que siempre fue así.

Y mientras continúa paciente en la casa de Friedrich, a medida que la noche se presenta, los Fragmentos de Omega llegan en el avión a Berlín, aterrizando sobre un pequeño espacio en el que dejan dicho vehículo aéreo.

-¿Vamos a tener a otro miembro más de la organización además del amigo de Stroyer y Antlar? ¡Pero si ya estaremos completos! – empieza a cuestionar Horus.

-¡El que estemos todos los Fragmentos de Omega con los doce elementos no significa que ya nadie más podrá ingresar a la organización, cabeza hueca! ¿¡Acaso te estás olvidando de nosotros!? – le responde Louis.

-¡Halcón torpe! – lo insultan los gemelos Tweedle.

-¡BOBO! – lo maldice ahora Max.

-¡Lo siento!

-No lo llamen así. Para él son halagos que lo impulsan a ser más idiota aún. – pide con sarcasmo Glacius.

-¡Maestro Glacius!

-¿Y quiénes serán los nuevos miembros en cuestión? – pregunta Lucifer

-¡El primero será nuestro antiguo compañero de clase en la universidad, Friedrich Dernok! – le explica Antlar, ya vestido con su chaleco emplumado, caracterizado por tener el plumaje completamente verde y ser casi idéntico al de Stroyer, al faltarle las mangas - ¡Y la segunda mi propia hermana, Allie!

-No entrará a mi organización – le avisa rápidamente Stroyer.

-¿Qué...? ¿Pero qué dices, Steven?

-Lo que has oído. Tu hermana no formará parte de la organización sólo porque tú seas mi mano derecha.

-¿Y a dónde se supone que la voy a dejar? ¡No puedo abandonarla en donde sea! ¡Sobre todo si los del Gobierno Astral la cogen y la utilizan contra mí!

-Debiste pensarlo mejor. Sabes, al igual que yo, que ella es muy joven.

-¿Joven? ¡Ya tiene dieciocho años! ¡Además, Railo se nos unió a esa edad! Oh, ya sé… ¿No te gusta ver mujeres morir, cierto?

-Así es. Y reitero, es muy joven. Y no por su edad, sino porque es muy insegura de sí misma, y lo sabes.

-Mmph…sí. Tienes razón. ¡Pero aún así no puedo dejarla sola! ¡Es mi única familia, así que por favor acéptala en la organización!

-…Como quieras. Pero de ser así, tú no serás el único responsable de su conducta. Y además, no vendrá ahora mismo con nosotros hacia la Secta Astral. Puede ser peligroso para alguien como ella.

-Sí, entiendo. ¡Pero luego iré a por ella!

-HAHAHAHAHA, CARNE FRESCA. – ríe Finem, mostrándose ansioso de “conocer” a Allie. 

Sin embargo su segundo líder lo escucha, y completamente furioso no duda ni un segundo en golpearle con su guadaña, pasando la hoja por su cuello una vez en el suelo.

-¡VAMPIRO ASQUEROSO! ¡NO PERMITIRÉ QUE LE PONGAS UNA SOLA MANO A MI HERMANA! – le avisa, enojado - ¡Y LO MISMO VA PARA EL RESTO, POR SI YA ESTÁN EMPEZANDO A TENER FANTASÍAS!

-Sí señor... – escuchan Fuunra y Horus, nerviosos.

Y moviéndose entre varias esquinas y callejones, los Fragmentos llegan a la casa de Friedrich. Manteniéndose en las sombras, ellos divisan la vivienda y su interior a través de las ventanas. En ella, encuentran a la joven hermana del segundo al mando en la organización, sentada y con algo de sueño.

-¡Es…hermosa! – declara Horus, sonrojado.

-¡Horus! ¡No provoques a Antlar! ¿¡Olvidas que nos va a hacer si intentamos coquetear con ella!? – le recuerda Fuunra, también sonrojado.

-¡Tienes razón, maestro Fuunra! ¡Debo cerrar la boca!

-¡Debo cerrar la boca! – repite irónicamente de manera burlona - ¡Yo también lo haré!

-El mismo cabello y los mismos ojos verdes. – comenta Tetsu. – Se parecen mucho, Antlar-sama.

-¡Claro que sí! ¡Aunque creo que Allie es más parecida a papá por su torpeza, y yo a mamá por mi inteligencia! Por cómo los recuerdo antes de morir…

-¡Señor! ¿Cuantos años tiene su hermana? – pregunta Lucifer, ignorante de que no debió hacerlo.

-¿¡POR QUÉ QUIERES SABER SU EDAD!? – le exige saber éste.

-¡P-POR NADA! ¡LO SIENTO!

-¡Así me gusta!

-Mmph… - se molesta Broken, dando la espalda - ¿En..tra-tra…remos…todos…?

-¡Sólo yo entraré a por Friedrich! ¡Ustedes vigilarán!

Dicho eso, el Segador Verde camina hacia la puerta y la toca. Escuchando que alguien llama, Allie mira por la ventana, y descubre únicamente a su hermano mayor afuera. Sorprendida de descubrirlo con ese chaleco emplumado, se marcha a buscar a su tutor. 
Al minuto pasado, con cierta pereza, el dueño de la casa abre la puerta, rascándose la cabeza, vestido con un pijama, consistente en una camisa y pantalón de rayas.

-Wer ist es? (¿Quién es?) – pregunta Friedrich Dernok, con los ojos entrecerrados.

-¿Esa es manera de saludar a un viejo colega, Friedrich?

-¿Uh? – se confunde éste, para luego abrir los caídos ojos con gran sorpresa - ¿ERRES TÚ, ANTHONY?

-¡Claro que soy yo! ¿¡Qué no te dijo mi hermana que pasaría!?

-¡P-Perrdóname! ¡Pasa, pasa! ¡Ha pasado tanto tiempo! – lo invita éste a su hogar.

-¡Alban! – lo saluda la joven, algo sonriente.

-Allie, perdón la tardanza... ¿Cómo la has pasado con Kaitlyn?

-¡EXCELENTE! ¡ESTUVE EN VARIOS LUGARES COMO LA PUERTA DE BRANDENBURGO, FUI INCLUSO DE COMPRAS CON ELLA! ¡Y HASTA COMÍ STRÜDEL...! ¡Por cierto, que abrigo más llamativo tienes!

-Jajaja… - ríe, sintiéndose en el fondo más satisfecho de haberse deshecho de su antigua compañera que de la felicidad de su hermana – Me alegro por ti. Mira, tengo que decirte algo. Pero primero, ¿podrías seguir esperando aquí? Debo hablar con Friedrich…sobre trabajo.

-Está bien…

-¿Trrabajo? ¿Cómo que trrabajo? – se confunde el perezoso alemán.

-¡Salgamos afuera!

Los dos salen a hablar. Entretanto, Railo mira a su alrededor, junto a los demás fragmentos, con tal de no descubrir a ninguno de sus enemigos, ni a Zack. 
Y es ahí, cuando parece percatarse de una sombra, que parece ser humana, se ve proyectada desde una pared. Activando su visión perfecta, descubre que una persona los observa a todos ellos desde un callejón. Esta persona en cuestión, al darse cuenta de que fue descubierta por el anterior segundo al mando, rápidamente escapa.

-¡Veo una sombra en ese callejón! – avisa de inmediato Bouclier, que al igual que su compañero, descubrió también dicha silueta, sin hacer uso de su visión perfecta.

-¿Enemigos? Yo los aniquilaré. – expresa con frialdad Glacius, que comienza a crear una estalactita de hielo, pero Stroyer lo detiene.

-Bouclier, crea una barrera invisible. Railo, ve a por esa silueta. - ordena Stroyer para el desdén del lobo gélido.

-¡Sí! – obedece, yendo a la busca del individuo, mientras el Fragmento de la Gravedad crea una barrera con precaución. A los pocos segundos, Antlar y su amigo se reúnen con los demás fragmentos en un rincón donde Allie no pueda verlos.

-¿Quienes son estas perrsonas? – pregunta Friedrich - ¿Esa de ahí, esa de allá, esa de…ACASO ÉSOS SON STEVEN, Y LOS HERRMANOS DE HEATHERR?

-Ha pasado tiempo, Friedrich. – lo saluda éste, sin siquiera sonreír.

-¡EHHHH, FREDDY! – lo llama alegre Max.

-¡Ojos caídos! – lo llaman los gemelos Tweedle.

-¡STEVEN! ¡NO HAS CAMBIADO NADA! ¡LUCES IGUAL QUE CUANDO NOS CONOCIMOS! ¡INCLUSO PARRECES MÁS JOVEN QUE YO Y QUE ANTHONY!

-Eso te lo explicaré luego. Ahora, ¿recuerdas que en Oxford te invité a formar parte de mi organización, pero tú no quisiste?

-Sí, lo rrecuerrdo. ¿Perro y qué?

-Éstos de aquí son los miembros de ésta, incluyendo Anthony. Y ahora mismo tú serás un miembro más.

-¿Eh? ¡Pero no quierro ingresarr! ¡Ya te lo he dicho hace ya tantos años! ¡Mucho trrabajo!

-¿Ni siquiera para salvar a Heather?

-¿Heatherr? ¿¡Le ha ocurrrido algo!?

-Ha sido raptada…por Ephraim. Y necesitamos tu ayuda para rescatarla.

-¿¡De verrdad!? ¿¡Y qué puedo hacerr!?

-Unirte a mí. Eso puedes hacer. ¿Aceptarás?

-¡Si es parra salvarr a Heatherr, clarro que sí! ¡Nada me imporrta más en este momento que salvarrla! Luego me dirrás todo.

-Muy bien…ahora tan sólo dime qué alias y qué epíteto deseas usar como mi subordinado y el Fragmento de Tierra.

-¿Frragmento de Tierrra, qué es eso? Mmmm…me da perreza inventarrme todo.

-De acuerdo. Yo me tomaré entonces la libertad de darte un alias y un epíteto.

Y a la vez que el nuevo Fragmento de Omega recibe su nombre en clave y su epíteto, el cuervo corre y corre por los callejones en busca de esa persona misteriosa. La sigue por la izquierda, luego por la derecha, de manera zigzagueante. Otra vez por la izquierda, luego gira en espiral, hasta finalmente llegar a otra zona de arbustos, donde finalmente halla a su presa, escondida en una de las plantas. 
Haciéndose el tonto, pasa por al lado fingiendo no saber en dónde está, convenciéndola de moverse lejos aún, lo cual aprovecha para plantarle cara.

-¡Te tengo! – le grita.

-¡Maldición! ¡Me has descubierto, Railo del Rayo! – maldice Canguro, defendiéndose a base de puñetazos y patadas.

Ambos pelean irremediablemente. Railo esquiva con suerte algunos de sus ataques, sufriendo con mala suerte otros. La agente, en cambio, evade con perfección todos y cada uno de los golpes del Fragmento de Omega.

-¡No podrás ni tocarme!

-¡Eso lo veremos! – responde, comenzando a crear rayos azules de su mano derecha, lanzándolos hacia su adversaria. Sin embargo, ésta también los esquiva sin problemas. -¡Mierda! ¿¡Cómo es que puedes esquivarme!?

-¡Es mi habilidad especial! ¡Mi cuerpo automáticamente lee tus movimientos, y responde a éstos cada vez que me atacas! ¡Ahora, intenta golpearme de nuevo! – le explica y a la vez provoca, haciéndolo enfadar.

-¡No me provoques! – responde, propinándole un puñetazo que instantáneamente es bloqueado por otro puñetazo de la Sin Nombre. Sorprendido, no lo acepta, y le propina entonces una patada que es bloqueada por otra patada de su enemiga. Sin creerlo aún, continúa dándole patadas y golpes varias veces.

-¡Es inútil! – le asegura, a la vez que detiene todos sus movimientos, dándole finalmente una patada en la cara que lo termina tirando contra el suelo.

-¡Argh!

-Fiu…por fin.

-¿¡Quien eres, y qué es lo que quieres!?

-¡Soy Canguro, una de los Sin Nombre! ¡Debería vengarme de ustedes y de Mantis…es decir, Antlar de la Hierba, por derrotar a mi equipo! ¡Pero mi principal prioridad es Allie! ¡No permitiré que se la lleven!

-¿¡Una Sin Nombre!? ¿¡Y cómo nos encontraste!? ¿¡Para qué quieres a la hermana de Antlar?

-¡Luego de que él me distrajera para traer a Allie hasta esa casa, salí de inmediato en su busca! ¡Pregunté a cada transeúnte que encontré en la calle si han visto a una joven de cabello anaranjado acompañada de un señor o señora! ¡Y gracias a sus respuestas pude orientarme! Pero realmente fue por ustedes, que he logrado encontrar el lugar.

-¿¡Por nosotros? – pregunta desconcertado.

-A medida que oscurecía, descubrí en el cielo a uno de los vehículos del Gobierno Astral. Inmediatamente lo seguí hasta dar con el mismo. Y de allí llegué finalmente a la casa del querido amigo de tus malditos líderes. – contesta ya con furia.

Apenas la escuchó, Railo intenta crear otra vez electricidad, pero de nuevo, Canguro lee su movimiento y le pisa la mano derecha.

-¡Argh! ¡Detente!

-¡Detente tú! – le vuelve a contestar, para finalmente sentir un leve dolor en sus piernas. Había caído en su truco. El Fragmento esperaba que ella lo tocase para así lastimarla con su poder elemental. - ¡No…!

-¡Sí! – responde el cuervo, tomándola de la pierna para hacerla caer al piso. Inmediatamente la toma de los brazos, mirándola cara a cara.

-¡Mierda! ¡Me has sometido!

-¡No juegues conmigo!

-…Bueno. Debo confesar al menos que eres bastante guapo con esa barbilla.

-¿QUÉ...? ¡ME ACABAS DE DECIR LO MISMO QUE AQUELLA AGENTE CON MÁSCARA DE KOALA!

-¿Karen te dijo eso también…?

-¿¡Eh!?

-¡La agente Koala es mi hermana mayor! – le revela, dándole una patada en la entrepierna.

-¡URGH! – gime de dolor, para rápidamente cambiarle el lugar, estando él ahora en el suelo.

-¿Cómo te sientes? ¿Mejor, ahora que yo te tengo? – se le burla, inmovilizándolo de manos y pies.

-¡Yo también te tengo!

-Oh, pero ahora tú eres el sometido, Railín. ¿Cuántos años tienes, veintidós?

-¿¡Cómo lo sabes!?

-¡Simplemente adiviné! ¡Supuse que pese a lucir como un adolescente por tu dispositivo elemental, eres mucho más viejo, aunque también más joven que yo!

-¿¡Y tú qué!? ¿¡Tienes acaso treinta!?

-¡No soy tan vieja! ¡Tengo veintiséis!

-¡Lo eres!

-¡Jajaja! ¡Puedo ver que no eres tan cruel como tus otros compañeros de lo “niño” que eres!

-¡Vete a la mierda!

-¡Me iré en cuanto tenga a Allie!

-¿¡Y para qué la quieres!?

-¡Deberías saberlo, estúpido! – le responde, pasando ahora a estar triste - Ella no tiene idea de la clase de persona que es su hermano. Y éste busca meterla en su organización, ya que no quiere que nadie la cuide por él. Allie es una chica muy inocente, que apenas está comenzando a vivir la vida. Sería muy triste que alguien así terminase metido en algo que lo llevará a ser odiado por todo el mundo. ¿Es que no puedes ni imaginarlo?

Escuchándola, mientras aún es sometido por la agente, Railo recuerda nuevamente de inmediato la vez que se unió a la organización. Y cómo Zack, tras la matanza de la mansión Akatoikitos, en lugar de haber seguido adelante en la vida sin él, terminó metiéndose en un problema en el que no debió meterse, como Jerome años después, sin siquiera desearlo. Por eso finalmente se da una idea, preocupándose por la hermana menor de su segundo al mando.

-Tienes razón… - termina afirmándole, con un leve rostro depresivo.

-¿Lo ves? ¿De verdad crees que sería justo para alguien como Allie, terminar así?

-Ella me recuerda a mí…y a mi mejor amigo…

-Lo sé... De hecho, lo sé todo sobre ti, Elijah Raymond Corwin.

-¿Pero qué dices...?

-Los Sin Nombre sabemos todo sobre ti. Tu historia, tu identidad, tu fecha de nacimiento, tu familia, el pueblo donde te has criado, tus amigos, todo. Incluso investigamos a Zachary y Jerome Anderson por ser sospechosos de ser Zorro Blanco, el asesino del anterior líder de la Secta Astral Europea, muerto durante su ceremonia de abdicación.

-…Bueno, ya sabía eso. Aunque me acabo de enterar hace horas que Jerome también fue perseguido.

-Pero no puedes creer que sea ninguno de ellos, ¿cierto? Porque los aprecias. Y por ese aprecio quieres alejar a tu mejor amigo de ti. Quieres que se olvide de ti para que no corra peligro al intentar buscarte. Precisamente, porque lo quieres como a un hermano, así como quisiste a tu hermana en vida, a la que no querías matar, y que sé que te arrepientes todos los días de haberlo hecho...

-Cállate... - le pide, enojado.

-Y a fin de castigarte por ello, elegiste servir por alguna razón a Stroyer. Al principal responsable de la muerte de todos tus compañeros de clase y de tu hermana…aunque eso no cambia que la hayas matado tú mismo. ¿Qué pensaría tu hermana de ti, si estuviera viva, cuando descubra lo que has hecho? Estás insultando su memoria...

Las palabras de la agente terminan por afectar su mente. Ya no puede tolerarlo más. 

-Por favor…detente… - le suplica, a punto de llorar.

-Quieres creer que fue culpa de Zack que Sarah haya muerto…pero en el fondo sabes que fue culpa tuya, y solamente tuya. Porque en aquel trágico momento pudiste haber elegido no intentar matar a tu mejor amigo, para al final acabar con la vida de ella...

-¡No podía...! – le grita, ya entre lágrimas - ¡ESTABA FUERA DE MÍ! ¡YO…YO MATÉ A TRES DE MIS COMPAÑEROS A FIN DE SALVARLOS! ¡ESTABA LOCO POR ELLO, FUERA DE MÍ! ¡Y DESPUÉS ZACK , IGNORANDO COMO ME SENTÍA EN AQUEL MOMENTO, ME EXIGIÓ QUE LE DIJERA POR QUÉ ME ENCONTRABA CON LOS ASESINOS DE NUESTROS COMPAÑEROS, SIN IMPORTARLE NADA MÁS!

Y notando ya su honestidad, Canguro entonces lo suelta, aunque continúa encima de él. 

-Elijah, sabes que eso no es cierto…

-Y-Yo…Ya cállate de una puta vez… Si nada de esto…hubiera pasado… yo seguiría en casa…con mamá y con Sarah…Seguiríamos los tres juntos…No…Seguiríamos TODOS juntos… Yo…Zack…Sarah…Jerome…y Nidia…Nidia…

-¿Nidia? Sí…tu novia…

-Es la luz de mi vida…Era… - contesta entre sollozos, tapándose la cara con vergüenza para que su enemiga no lo continuara viendo llorar.

-Ya, ya. No llores más, aunque pareces un lindo bebé al hacerlo. – le dice, quitando sus temblorosas manos para limpiarle los ojos y acariciarle la cara en el acto.

-Realmente te odio…

-Lo sé, pero también estás de acuerdo conmigo. Tampoco quieres que Allie pase por una situación así.

-…No. No quiero que…le pase lo mismo que a mí…o que a Zack…

-Y no lo hará. Tan sólo déjame ir a por ella, Elijah.

-¡No me llames así! ¡Mi alcohólico y abusivo padre también se llamaba Elijah!

-Lo siento…Eli. Olvidé que eso es cierto. Lo siento también por golpearte…

-Tú…

-Sé quién es tu padre también…pero no es el momento para decírtelo, viendo como estás. Ahora, quiero escuchar tu respuesta. ¿Me dejarás rescatar a Allie?

-…Sí.

-Gracias. Muchas gracias, Eli. – le agradece, con un beso en la mejilla. – Sabía que en el fondo aún posees un buen corazón.

-Ve a por ella apenas nos marchemos hacia el norte. Hacia la Secta Astral Europea…

-Eso voy a hacer… - le contesta de frente, para luego aproximarse a su cara…a fin de darle un mordisco en la otra mejilla.

-¡AAAAHHHHHH! ¿¡QUÉ CARAJO HACES!? – le grita, sorprendido.

-Los Fragmentos te preguntarán qué seguiste, y por qué te tardaste tanto. Tú diles que la sombra era sólo la de un perro gruñón. Ahora déjame morderte el cuello y el brazo.

-¡ESPERA! ¡AAAAHHHHHH! – vuelve a gritar de dolor.

Hecho esto, la Sin Nombre finalmente se levanta para que Railo se ponga de pie y se marche. Pero antes de hacerlo, éste la mira con cierta curiosidad.

-¿Por qué mencionaste que conocías a mi padre?

-Porque yo y mi equipo lo conocemos.

-¿Conocen? ¡Está muerto! ¡Se suicidó en prisión!

-¿Crees que realmente se suicidó?

-¿¡Eh…!?

-No te tardes demasiado. Vete ya. Sabrás la verdad algún día.

-Yo… ¡Mierda! – maldice, para finalmente marcharse, ante los ojos de la agente, que esboza otra serena sonrisa.

Y ya de regreso, los Fragmentos lo reciben extrañados junto con el tan esperado y reciente Fragmento de Tierra.

-¡Railo, por fín! – expresa Horus.

-¿Por qué tardaste tanto? – le pregunta Stroyer.

-…Aquella sombra resultó ser la de un perro callejero. En cuanto lo encontré, me atacó…

-¿Un pegüo? Yo estaba segugo de habeg visto a una pegsona. – protesta Bouclier.

-¿Usaste acaso la visión perfecta?

-Oh…no. No lo hice. ¡Pegdón!

-No pidas perdón, Bouclier. – le dice su líder, que con cierta sospecha activa la visión perfecta para ver los mordiscos que Railo posee, a fin de comprobar que son los de un canino. Increíblemente, los toma como verdaderos.

-¡Muy bien, hora de irnos hacia el monte Grünmeer! – anuncia Antlar - ¡Luego iré a por Allie!

-¡Horra de irr a porr Heatherr! – exclama Friedrich.

-¿Él es…el nuevo Fragmento? – pregunta el cuervo.

-Sí. – afirma el Fragmento de Fuego – Él es el Soldado Perezoso, Schlafdat de la Tierra. Con él, ya dominamos los doce elementos en la organización.

-¡Exacto! ¡Ahora vayamos hacia el monte, que me impaciento!

-Espera, Anthony. Primero hay que ir a por Heather. No sabemos dónde puede estar. – le recuerda Gliam.

-¡Pero obviamente debe estar allí! ¿A qué otro lugar querría ir Ephraim para pelear?

-No lo sé, pero lo descubriremos en cuanto el ratón de Max aparezca.

En ese mismo momento, todos oyen un ruidito extraño, similar al de una golondrina. Cosa imposible, ya que no rondan por ahí dichas aves.

-¿Y ese ruido? – se inquieta Glacius.

-¡ES GRAYYYYYYYY! – grita de alegría Max, invocándolo ante su simple mención de un cercano arbusto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores (¡Sigue este blog!)