EL DISEÑO DEL BLOG ESTÁ AÚN EN RENOVACIÓN. GRACIAS POR LA PACIENCIA

Capítulos

33-Traición

Tres, cuatro, o casi las cinco de la tarde en Frankfurt, Alemania. Tras un largo viaje en el Caballero Rojo por las tierras germanas, Louis finalmente cae exhausto de tanto conducir, frenando sobre la ciudad más conocida del estado de Hesse.
Aglomeradas, las personas observan asombradas al semejante vehículo acorazado frente a ellas, como si fuera una especie de monstruo, ignorando a los ocupantes en su interior.
Por una de las ventanas, invisibles para la gente desde fuera, Railo mira los edificios y casas de Frankfurt. La arquitectura de éstos lo impresionan tanto que le hace creer que viajó al pasado, por el siglo XVI o XVII, guardando un poco de semejanza a la ciudad de Brujas en Bélgica.

-Ahh… No puedo parar… ¿Acaso alguno de vosotros sería tan amable de prestarme un dispositivo elemental? – pide el Conejo.

-Louis, debes descansar. Además, ¿olvidas que tenemos que parar aquí? No es prudente avanzar si sabes que te atacarán. – le recuerda Gliam, con algunas cicatrices en su rostro.

-¡No he olvidado nada por esta vez, pero Heather…!

-¡HERMANA MAYOR! ¡QUIERO A MI HERMANA MAYOR! – anhela caprichosamente Max, mientras March también lo hace en silencio.

-Descansa, Louis. Ni con el dispositivo elemental podrás seguir adelante. – le ordena Stroyer.

-¡Mmph, está bien!

-¡Oigan! ¿Por qué paramos? – pregunta ignorante Lucifer.

-Porque de seguir conduciendo, nos emboscarán. – le responde Glacius.

-La Secta Astral no nos permitirá acercarnos hacia Berlín ahora que estamos a mitad del camino. – empieza a decir Tetsu – Ya saben que estamos cada vez más cerca, como un lobo que vigila a un conejo. No sería prudente avanzar si no sólo nos pueden emboscar por tierra, sino también atacar con sus misiles.

-¡Orejas de perro tiene razón! ¡Ojos rasgados tiene razón! – afirman, al mismo tiempo, los gemelos Tweedle.

-¡Tengo una gran idea…! ¡No, si lo hacemos llegaremos más tarde! – avisa inmediatamente Louis, para luego rechazar lo dicho.

-¿Qué idea puede venir del conejito? – se pregunta Fuunra.

-¡Dilo Louis! ¡Tu eres un genio! – le pide Horus.

-Y olvidadizo como dicen. – añade Bouclier.

-¡De acuerdo, de acuerdo! A todos mis vehículos personales les agrego un piloto automático. Y en base a eso, pensaba enviar al Caballero Rojo por su cuenta hacia Berlín, con todas las fuerzas del Gobierno Astral persiguiéndolo. ¡Hasta el punto de ser volado en mil pedazos por los misiles rastreadores, claro! Lo malo es que no tendremos con qué ir a toda velocidad hacia Berlín…

-Ahí si fuiste olvidadizo cuando creaste el vehículo para esto. – lo reprocha el Gato, ya no Sonriente.

-¡Lo sé, y me maldigo por eso!

-Aún así, es una gran idea, Louis. – lo elogia su líder – De esa forma, conseguiremos distraer a nuestros enemigos. Y no te preocupes por lo que vendrá después. Sé que llegaremos de manera rápida a Berlín, aún sin este vehículo.

-¿Y cómo lo sabes, Steven?

-Tú también lo sabes, sólo que lo acabas de olvidar.

-¡Ups!

-HAHAHAHAHA, QUIERO COMERME A TODOS ESOS HUMANOS. – desea Finem, al ver por la ventana a los civiles alemanes que observan el Caballero Rojo.

-Haz…lo…y te-tendrás una…pa-paliza… - le advierte Broken, que espera en silencio llegar a Alemania.

A los pocos segundos, cuando la policía de Frankfurt llega a la escena para inspeccionar el gran vehículo, los ciudadanos francforteses rápidamente se alejan con espanto debido a la repentina aceleración del acorazado que avanza hacia delante. El ruido del motor encendiéndose, y el girar constante de las ruedas, así como el breve temblor de la misma "visera" del vehículo, como si se tratara de un caballero galopando a toda prisa con riesgo de caer del caballo, es lo que las autoridades recordarían de este momento al ser sus coches embestidos de en medio, y ver luego al "caballero" perderse hacia adelante...
Simultáneamente, tras arribar al aeropuerto de la ciudad, Alban camina hacia un rincón donde nadie pueda escucharlo, a fin de comunicarse con su superior.

-Wombat. He llegado a Frankfurt. – avisa. 

-¡Mantis! ¡Justo a tiempo!

-¿Qué ocurre?

-¡Son los Fragmentos de Omega! ¡Están aquí en la ciudad! ¡Deja tus cosas en el hotel y vente que te necesitamos!

-¡De acuerdo! ¡Chao! – se despide con aparente preocupación, marchándose luego a toda prisa hacia dicho hotel, tomando el primer taxi que ve. - Zum Blauhaus Hotel, bitte! (¡Hacia el hotel Blauhaus, por favor!)

Y al llegar a la habitación y dejar sus cosas, rápidamente se cambia la ropa y toma una vez más su guadaña, oculta en un largo estuche para guitarras. Luego de desplegar el mango de su arma coge su teléfono, queriendo hacer una llamada antes de hablar otra vez con Wombat.

-¡Canguro! ¿Estás ahí?

-¡Alban! ¡Eres tú!

-¡Claro que soy yo! ¿Cómo está Allie?

-¡Bien! ¡Ahora mismo está durmiendo en su habitación!

-Qué bien… ¡Oh, cierto! ¡Necesito tu ayuda!

-¿Qué? ¿Qué pasó?

-¡Los Fragmentos de Omega están en Frankfurt! ¡Voy a reunirme con los demás para emboscarlos! Siento tener que pedirte esto… ¡pero debes dejar a Allie para ayudarnos!

-¿¡Eh!? ¡Pero tú me dijiste que la cuidara!

-¡Ay, lo sé! ¡Pero escúchame, todos te necesitamos, así que vente lo antes posible para Frankfurt! ¡En avión o lo que sea! 

-¡Pero Allie está durmiendo! ¡No puedo abandonarla así de la nada!

-¡Déjale una nota o algo, pero debes hacer esto! ¡Hasta Wombat te lo dice!

-…¡De acuerdo! ¡Lo haré!

-¡Estupendo! ¡Chao! – le corta, para luego suspirar de satisfacción antes de hablar con su superior.

-¡Mantis! ¿Ya terminaste?

-¡Sí señor! ¡Dígame ahora qué debo hacer!

Y Wombat se lo dice todo. Mientras tanto, Koala y Calamar preparan sus armas para la pronta emboscada contra la organización de Stroyer, y Mako a la vez cuenta una por una las navajas dentadas de su espada sierra.

-Por fin nos reencontraremos con el favorito del jefe. – se dice éste – Quiero saber cuánto ha crecido.

-¿Qué cuánto ha crecido? Tiene la misma edad que nosotros, Mako… - le recuerda Calamar.

-Sí, pero es el más “novato” por así decirlo del equipo. Se nos unió hace casi cuatro años, mientras que nosotros llevamos juntos más de diez.

-Oh, bueno…supongo que tienes razón.

-Me pregunto cómo estará Canguro. – se pregunta Koala.

-Está ahora mismo cuidando de la hermana de Mantis. Creo que ya se están llevando bien. – le responde el agente de la espada sierra.

-¿Llevarse bien?

-Bueno, ellas tienen una cosa en común. Ambas tienen hermanos sobre-protectores. – declara, con una sonrisa falsa.

-Sí. No hay necesidad de negarlo…

-¡Muy bien! – interrumpe Wombat a sus soldados - ¡Espero que estén ya preparados! ¡Los Fragmentos de Omega y Mantis están por llegar! ¡No perdamos más tiempo y vámonos!

-¡Si señor!

Los Sin Nombre salen de su escondrijo hacia el punto de emboscada, pensando a la vez en su plan para interceptarlos. Entretanto, en la Friedbreger Landstraße, los Gladios europeos que están ocultos cerca de allí, caracterizados por su traje de color azul, vigilan la ruta con tal de encontrar al Caballero Rojo pasar. No pasa mucho hasta que éste aparece.

-¡Es el acorazado de los Fragmentos de Omega! ¡Disparen los misiles! – ordena uno de ellos.

Y una vez que la señal se da, éstos observan cómo desde el norte, en cuestión de un minuto, aparecen unos largos misiles blancos, con la insignia del Gobierno Astral grabada en cada uno de ellos. Éstos impactan de inmediato contra el Caballero Rojo, haciéndolo pedazos, así también como a la misma calle, que termina rodeada de fuego. La explosión fue capaz de escucharse hasta en la ciudad.

-¡Preparen los extintores! – exige el Ore Gladio, que lidera a los soldados de negro que están presentes.

Y los preparan. Se aproximan al infierno vial con los extintores, accionándolos ante las llamas, las cuales desaparecen en cuestión de segundos. Una vez que acaban y revisan los restos del acorazado, confirman con ira sus sospechas. No hay ningún cadáver.
Paralelamente, durante la consecuente limpieza de la ruta que se llevará ahora, Wombat y su equipo se mueven hacia el punto de reunión de las fuerzas astrales en Frankfurt, discutiendo entre sí su plan.

-De acuerdo. Stroyer no es ningún iluso, ni tampoco algunos de sus esbirros. Seguramente querrán intentar confundirnos con su vehículo de alguna forma. Los de la Secta Astral ya han asegurado de antemano la Friedbreger Landstraße, para que ningún civil se adentre a ella con tal de evitar matar a cualquiera con los misiles que lanzaron, ya que Mantis los oyó decir que irán por allí en uno de sus temerarios seguimientos en Francia. Pienso que están cerca, y que irán a un lugar donde puedan tomar otro medio de transporte para llegar lo antes posible a su destino, entretanto nosotros nos concentramos con el que ya destruimos, de acuerdo a los encantadores ruidos que acabamos de escuchar. Pero eso no va a pasar.

-¿Y adonde es que irán, señor? – pregunta Koala.

-Pues…o a algún aeropuerto cercano de aquí, o a algún lugar del que no tengamos ni idea...No. Tal vez quieren emboscarnos, y robar uno de los vehículos del Gobierno Astral para pasar desapercibidos hacia Berlín. ¡Quizás hagan eso! Así que ahora mismo deben de estar buscándolos.

-¡Entonces debemos ir hacia donde nuestros vehículos están!

-¡Sí, Calamar! ¡Eso estamos haciendo!

-¿Qué no estamos yendo hacia el punto de emboscada, jefe?

-¡Precisamente! ¡Ése será nuestro punto de emboscada, Mako!

-¡Genial! ¡Pues hay que avisarle a Mantis!

-¡No es necesario, él ya lo sabe!

Con el plan ya en mente, el equipo se dirige ahora hacia donde las fuerzas de la Secta Astral Europea están reunidas, en una granja abandonada cerca de la Friedbreger Landstraße. Y cuando están cerca, encuentran a Horus en un bosque cercano al punto de reunión.

-¡Alto ahí, Fragmento de Omega! – le ordena Wombat.

-¿Eh? ¡Oh, ustedes son los enemigos! ¡Los estábamos esperando!

-¿¡Qué dices!?

-¡Lo que oíste! – responde el Fragmento de Agua, generando un gran chorro de agua que es fácilmente esquivado por los cuatro agentes.

-Debes de ser Horus, el Fragmento de Agua. ¡No te imaginé tan tonto! – le dice Mako, que se le acerca con su espada a atacarle. Pero de repente, Tetsu aparece de la nada, interceptándolo con su katana. Ambos chocan espadas.

-Mierda…debieron de encontrarnos para seguirnos, a fin de que los llevemos hacia su base. – maldice el líder Sin Nombre - ¡Pero esto no acabará así! ¡Calamar!

-¡Sí! – obedece éste, utilizando una especie de cañón unido a su mano derecha, con el que libera un chorro enorme de tinta. Sin embargo, el samurai es perceptivo y esquiva dicha tinta. Lo mismo hace Mako, pese a estar de espaldas.

-¿¡QUE ES ESO!? ¡AHHHH! – grita Horus, quedando cubierto con esa tinta, que rápidamente lo inmoviliza. - ¡No me puedo mover!

-¡Koala! – vuelve a exclamar Wombat.

-¡Sí! – acata la agente, que saca un par de tonfas con los que intenta atacar a Tetsu para ayudar a su compañero. Pero de la nada, aparecen Lucifer y Glacius detrás de ella.

-¡TE TENEMOS, PERRA! – la insulta el metalero.

-Cállate y mátala. – lo silencia su frío compañero, a punto de atacar a Koala. Aunque rápidamente ésta se defiende muy bien de los dos Fragmentos de Omega, golpeándolos con sus armas primero en donde más les duele, para luego interceptar sus rostros.

-¡ARGH! ¡MIS HUEVOS! – gime Lucifer.

-Maldita…¡basura! – musita Glacius, que rápidamente se levanta, para ser inmovilizado como su compañero entre varios arbolitos que combinados forman una especie de jaulas, todos creados de manera súbita por su oponente.

-¿¡QUÉ!? ¿¡PUEDE CREAR UN ELEMENTO!? 

-¿Cómo?

-No me entenderían si se los dijera, pero digamos que no utilizo un dispositivo "elemental". – aclara la Sin Nombre, que de pronto se alarma - ¡Señor!

-Lo sé. – declara Wombat, que siente detrás suyo a Finem y a Fuunra, a punto de golpearle. Pero percatándose a tiempo rápidamente crea de la nada un hoyo por el que se sumerge, terminando los dos Fragmentos de Omega golpeándose el uno contra el otro.

-¡AGH, FINEM, SOY YO!

-¡HAHAHAHAHA, HUMANO TONTO! ¡SE NOS ESCAPARON!

Y sin que se lo esperasen, el propio líder Sin Nombre regresa del mismo suelo por el que se esfumó, golpeándolos con sus propias manos. La fuerza física que demuestra es suficiente para tumbarlos.

-Dos menos. – comenta Wombat.

-¡Ustedes busquen a Stroyer! ¡Yo me enfrentaré al samurai! – pide Mako, que continúa luchando contra Tetsu.

-De acuerdo. – afirma su líder, que junto a Koala y Calamar continúan hacia delante.

-No se los permitiré. – avisa con calma el Fragmento de Hierro.

-Claro que no, pero no eres de abandonar una pelea, ¿o sí, samurai?

-No. Tengo que darte la razón, Same-san .

Moviéndose por el bosque, los tres avanzan hacia la morada de las fuerzas del Gobierno Astral, a fin de detenerlos si están por llegar, o si ya están allí. No obstante, al llegar a cierto punto, son detenidos por una fuerza invisible que los estampa contra el suelo, del cual rápidamente se levantan.

-¡No pasagán! – declara Bouclier, habiendo creado una pared invisible con su gravedad.

A la vez, Railo y Broken se preparan para pelear contra ellos, mientras Stroyer aparece de detrás de un árbol, observando con su típica mirada indiferente a sus enemigos.

-Pero si es el mismísimo Stroyer... – musita Wombat, en un tono sarcástico de adulación.

-Con que son los famosos Sin Nombre... Uno de los equipos más poderosos del Gobierno Astral. ¿Debería darles un nombre? Considerando que, irónicamente, fueron ustedes quienes nos dieron nuestros epítetos, como por ejemplo, el “Águila ardiente” en mi caso. – les pregunta éste.

-No te molestes. Nos gusta el no tener un "nombre".

-Muy bien. Railo, Broken, mátenlos.

Con nervios, el primero obedece, interceptando a Koala, mientras el segundo avanza hacia Calamar sin dudarlo una vez que el nuevo Fragmento de Gravedad deshace la pared invisible.

-Vaya…eres atractivo con esa barbilla. – le coquetea la agente mientras esquiva sus golpes - ¿Cuántos años tienes, veinte?

-¿¡Eh!? ¡No tengo veinte! – responde el cuervo, atacándola con sus rayos en vano.

-Entiendo… El dispositivo elemental te hace ver de veinte, aunque creo que eres más joven que yo de igual manera, así que perdón. No hubo necesidad de decir eso. – se disculpa, golpeándolo en la cara con sus tonfas.

-¡Agh! – gime de dolor, levantándose rápidamente.

-Eso sí fue necesario, ya que tengo que vencerte.

-¡No me hagas enojar!

Enfadado, Railo se abalanza otra vez contra la agente. Por otro lado, Calamar intenta inmovilizar a Broken con su tinta, pero en cada intento hecho no lo consigue, y Wombat crea un hoyo para rápidamente tomar por sorpresa a Bouclier e incapacitarlo, llevándoselo a su lado para evitar ser atacado por el líder.

-¡Oh no! ¡He sido atuapado! ¡hip!

-Quédate quieto y no te haré daño.

-¿Por qué no hablas? Oh, cierto. Con esa cicatriz no puedes hacerlo, ¿verdad? – le pregunta a su silente adversario el agente de rastas.

-…I-Iluso… - lo maldice el Fragmento del Alma, pateándolo.

-¡Justo como te quería, cacahuete! – se alegra, tomándolo del pie para luego mancharlo con su tinta.

-G-Grr… B-Bas…tardo… -vuelve a maldecirlo, retrocediendo. Y con esfuerzo, logra quitarse el chaleco emplumado a fin de poder moverse.

-BROKEN, USA MI PODER. DESPEDÁZALO. – le aconseja Lilith, desde su interior.

-No me digas qué hacer. – le contesta a su “compañera” con el pensamiento. – Aún puedo vencerlo.

En ese instante, Railo retrocede de un golpe por los ataques de Koala, aunque todavía se mantiene de pie.

-¡No me he rendido! – responde éste – ¡Aunque de verdad no quiero hacerte daño!

-Eres más lindo al decir eso, Railo. – le dice su enemiga sonriendo, volviendo a atacarle.

Y de manera simultánea, su compañero procede a atacar varias veces al inmovilizado erizo. Tras un par de puñetazos y patadas recibidas, Broken aprovecha para poder tocarle la cabeza en un descuido del agente, y hacer uso de su habilidad elemental.

-¿¡Q-QUÉ ES ESTO!? – comienza a exigir saber su víctima, presa de una tristeza enorme.

-Es…el po-poder…de la…T-Tris…teza – le informa el cruel Fragmento de Omega, alejándose.

Y dentro de su cabeza, Calamar comienza a escuchar voces que lo atormentan. Voces de lamentos, insultos, e incluso gritos. Voces de la negatividad que Broken le transmitió con tal de verlo sufrir. La subsecuente depresión hace que el Sin Nombre se vea incapacitado para pelear, dándole la victoria al Erizo sin corazón.

-BIEN HECHO, BROKEN. – lo elogia Lilith.

-Tú no creíste que ganaría, así que cállate.

Entretanto, Koala continúa peleando contra Railo, aunque de repente ambos se detienen, por la súbita llegada de alguien, que se aparece delante del Fragmento de Fuego. Al identificar quién es, todos se sorprenden. Sin Nombre, y Fragmentos de Omega por igual, a excepción de Stroyer.

-¡Mantis! ¡Justo a tiempo! – se alivia Wombat, mientras aún mantiene a Bouclier atrapado en un hoyo. - ¡Acaba con Stroyer!

-¿¡Mantis!? – dice Railo, al verlo con su máscara de ya mencionado insecto. Pese a la misma, lo reconoce inmediatamante. - ¡Pero si él es…!

Nada más verlo, Broken intenta patearlo, pero su líder lo detiene a tiempo con la mano. Ante la situación, el líder Sin Nombre termina confundido.

-¿Qué está pasando aquí? ¡Mantis! – lo llama Koala, siendo ignorada.

-…Wombat. – empieza a responder su más poderoso subordinado.

-¿Qué…? – alcanza a decir, antes de ser pateado, en un giro inesperado, por el propio Alban, perdiendo su propia máscara de Wombat en el acto.

-¿¡MANTIS, QUÉ ESTÁS HACIENDO!? ¡NO HABÍA NECESIDAD DE ESO! – le echa en cara su estupefacta compañera, que no puede creer lo que acaba de ver.

-¿Tú crees? – le contesta, para luego apartarla de Railo de un golpe con el palo de su guadaña.

-No….Koala….Señor… - murmura apenado Calamar.

-…No hay necesidad alguna de golpearte, viendo lo triste que estás. – le avisa su traicionero compañero.

-Argh…Mantis… ¿¡Tú estás con ellos!? – le pregunta Wombat, totalmente encolerizado.

-Son mis compañeros. No puedo atacarlos.

-¿¡COMPAÑEROS!? – se sorprende enormemente el agente - ¡ENTONCES TÚ…!

-Jejeje, lo has adivinado, Wombat. – responde, con una sonrisa de satisfacción, quitándose la máscara para arrojársela junto a su radio – Yo soy el misterioso Fragmento de Omega que tú y los del Gobierno Astral andaban buscando. El que había desaparecido hace cuatro años tras la matanza de Hudson. ¡Soy el Segador Verde, Antlar de la Hierba!

-¡MALDITO SEAS! ¡ASÍ QUE LA AMISTAD CON LOS DOS GLADIOS ASESINADOS EN LA MANSIÓN AKATOIKITOS…!

-Así es. Todo era mentira. Supe sus nombres al revisar sus placas tras matarlos. Y con sus radios pude comunicarme con ustedes. Todo con el fin de meterme en la Secta Astral y sacar información valiosa de la misma, como la ubicación de cada una de las reliquias astrales en todo el mundo. ¡Pero cielos! Confieso haber tenido algo de nervios con respecto a toda la historia inventada con esos Gladios, y sobre todo por mi supuesta desaparición. Si todos ustedes se hubieran enterado de que en realidad Antlar de la Hierba desapareció antes de que yo me les uniese, me habrían descubierto. Supongo que tengo algo de suerte.

-Mmph…- se calma - ¡Vas a pagarlo muy pero muy caro, Alban Scythe!

-Pffff. ¡Prefiero que me llames Anthony, Anthony Alban Bileog Zanfield! ¡Alban Scythe murió en este mismo instante, con esa máscara! Por cierto, creo que me quedaré con la guadaña.

-Grrr… Hablando de suerte, ésta te va a abandonar, “Anthony”. ¡Fue tu error dejar a Canguro con tu hermana! ¡En cuanto sepan tu traición y quién eres en realidad…!

-Puedes ahorrarte la molestia. Yo le he pedido que venga justo hacia aquí con tal de “ayudarnos”, por lo que mi hermanita estará sola el tiempo suficiente hasta que yo vaya a buscarla, ignorando todo a su alrededor. Debo decir que Canguro es lo bastante confianzuda como para no preguntarte a ti si de verdad era necesitada.

-No… ¡Tú…!

-Ay, Wombat, tan sólo sé bueno y cállate… Steven, dame mi dispositivo elemental.

-Aquí lo tienes. – le dice su antiguo compañero de clase, amigo y líder, quitando dicho dispositivo de su chaleco para luego arrojárselo. Y en cuanto éste lo atrapa, se lo pone de inmediato en su brazo.

-¡Oh, sí! ¡Extrañaba esta sensación! ¡Extrañaba volver a sentir el gas Vexus en todo mi cuerpo! ¡Extrañaba no cansarme ni envejecer nunca, ASÍ COMO TAMBIÉN EXTRAÑABA HACER ESTO! – exclama el segador, que con su dispositivo elemental crea una gran enredadera del suelo que inmoviliza a sus antiguos compañeros de la Secta Astral, como si fueran crucificados. Sus ojos brillan de rojo en el acto.

-¿Los vas a matar? – pregunta Railo.

-¡Nah, no pueden hacer nada ahora! ¡Prefiero que los de la Secta Astral descubran a uno de sus mejores equipos de combate así! ¿Sabes la humillación que tendrán por esto?

-Te falta uno… ¡Y está con Tetsu! – recuerda al instante.

-¿Oh, en serio? ¿Quién es Tetsu?

-Es el nuevo Fragmento de Hierro. Pero no hay que preocuparse por el otro Sin Nombre. – avisa Stroyer.

Al oírle, los dos Fragmentos de Omega y Bouclier, que aún sigue atrapado en el hoyo, miran cómo de atrás viene el samurai cargando a un inconsciente Mako, al que arroja hacia el suelo justo al lado de sus derrotados compañeros. Y detrás de éste, los demás Fragmentos se acercan.

-¡Mako! – lo llama preocupado Wombat.

-¿Todavía sigues hablando? ¿Tengo que meterte acaso una planta en la boca? Parece que sí. – se queja el Fragmento de Hierba, creando a partir de la enredadera una pequeña planta que termina en la boca de su ex superior.

-Mis respetos, Antlar-sama. – se le presenta Tetsu, inclinándose – Soy el Fragmento de Hierro, Tetsu. El samurai honorable.

-¡Jejeje, pues es todo un honor conocerte, samurai! Con tu apariencia, puedo encontrarte más genial que aquel bastardo de Morbor. ¡Ni siquiera respetaba a Steven!

Monsieur Antlar! ¡Aquí abajo! ¡Yo soy Bouclier de la Gavedad, el Escudo Invisible! ¿Poduía sacagme de aquí? ¡hip!

-¿Eres el Fragmento de la Gravedad? – le pregunta curioso, ayudándolo a librarse con su elemento como si estuviera desenterrando un cofre - ¿Qué pasó con Vortaxio?

-Está muerto. – le informa Railo, con ciertos nervios – Lo mataron nuestros enemigos hace tres meses. 

-Precisamente, Zorro Blanco acabó con él. – aclara Stroyer.

-Oh…ya veo. Ese canalla sigue suelto. ¿Sabíais que tiene un hermano gemelo, que está siendo retenido en Alemania?

-¿¡JEROME!? – se sorprende Railo, más que sus compañeros, para luego callarse.

-¡Y yo que lo tenía de no ser por aquel piquero que puede crear fuego llamado Dragón...no, Fireblast!

-¿Fireblast? ¿Así se hace llamar? Luego me contarás todo sobre él. Y déjame decirte que el Zorro Blanco no es el único que está suelto…Ephraim también.

-¿¡Ephraim Decken!? ¿¡Qué no lo mataste!?

-Creí hacerlo, pero es igual de especial que nosotros. Controla el elemento Tiempo, y aprovechándose de eso…raptó a Heather.

-¡MALDITA SEA! ¡ENTONCES SÍ PUEDE VER EL FUTURO! ¿¡Y A DONDE SE LA LLEVÓ!?

-A Berlín. Y allí nos espera.

-Entonces tendremos que ir cuanto antes hacia la Secta Astral Europea… Y hablando de “especial”, me he topado con un tío extraño en cuanto encontré al zorrito. Esa persona, además de quererlo para sí, también podía crear un elemento, siendo el hielo en su caso.

-¿Cómo lucía?

-Bueno, poseía ojos dorados, como aquel piquero. Lucía un aspecto como de andrajoso, por no mencionar que llevaba a una gran serpiente encima.

-¿Te refieres al socio de Ephraim?

-¿¡Lo conocen!?

-Estuvo con él cuando nos lo enfrentamos en Vincennes. Tan sólo nos miró pelear.

-¡Cielo santo! ¡Ya larguémonos a por Heather antes de que me enfade!

-Pero antes, buscaremos a Friedrich, y lo meteremos en la organización. Con él estaremos completos.

-Sí. Tienes razón.

-¡EYYYYY, MIREN! ¡TENEMOS UN NUEVO COMPAÑERO! – grita maravillado Horus, que rápidamente se asombra por la planta que inmoviliza a los Sin Nombre. -¿¡DE DONDE SALIÓ ESTA ENREDADERA!?

-¡Horus, no es nuestro nuevo compañero! – le aclara Fuunra, muy sorprendido de ver a Antlar tras mucho tiempo.

-¿Eh, quién es entonces? – pregunta Lucifer, ignorante.

-Es nuestro segundo líder, par de imbéciles. – responde Glacius.

-¡AHHH! ¡En ese caso, yo soy el nuevo Fragmento de Luz! ¡El Metalero, Lucifer!

-HAHAHAHAHA, ASÍ QUE HA VUELTO. – expresa Finem.

-Mmph… - se molesta Broken, en silencio.

-¿Nuestro…segundo líder? ¿Qué la mano derecha de Stroyer no es Railo? – pregunta el Fragmento de Agua, ignorante como el metalero.

-Lo era. Hasta este momento… – le responde el propio cuervo, todavía consternado por descubrir lo que es de Jerome.

-¡Jeje, cuánta razón tienes, Railo! ¡Espero que hayas disfrutado estar en mi lugar! Ahora…dejemos para después las conversaciones. ¡Tenemos que ir a por Heather y la reliquia astral!

Y en cuanto se marchan, el Segador Verde se despide de sus antiguos camaradas con un último “chao”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores (¡Sigue este blog!)