EL DISEÑO DEL BLOG ESTÁ AÚN EN RENOVACIÓN. GRACIAS POR LA PACIENCIA

Capítulos

30-A través de la oscuridad

Los Fragmentos de Omega se encuentran ya dentro del vehículo acorazado de Louis, el Caballero Rojo. Como su nombre deja entrever, su color es el rojo, y por fuera tiene la forma de la visera de un casco de caballero medieval. Pero pese a que por ser un vehículo acorazado debería pesar, logra moverse lo bastante rápido por las calles de París, pasando de largo a los demás coches, e incluso a los semáforos, sin respetarlos en absoluto. 
De hecho, su velocidad es bastante mas rápida de la que normalmente tendría, ya que Louis, quien es el que lo está conduciendo, tiene al igual que el resto de sus hermanos una gran urgencia por llegar a Alemania lo antes posible, sin importarle nada más, a fin de rescatar a su hermana mayor de Ephraim. Y a la vez, de arribar a Berlín con tal de infiltrarse en la Secta Astral Europea junto al resto de su organización.
Y al lado de la ventanilla, un silente Broken mira los edificios por los que pasa de largo, y también a las personas que miran con asombro al Caballero Rojo.

-Mmph… - se disgusta, pensando únicamente en vengarse de Soleyu.

-…Broken, Broken, Broken… Siempre tan gruñon… - dice una extraña voz, que no parece venir de ninguno de los Fragmentos. Ni vendría de alguno de ellos, al tratarse de una voz femenina. Dicha voz, en realidad, viene de su mente.

-…¡Yo debí de acabar con él! De no ser por ellos… – contesta el Erizo sin corazón, aún enfadado, y sin ningún problema vocal, ya que le está hablando a esa voz por medio del pensamiento.

-Y lo hubieras hecho. – le continúa hablando dicha voz, la cual se le manifiesta como una figura esbelta y completamente purpúrea con ojos blancos, y lo que parece ser un largo cabello ondulado del mismo color púrpura. Dicho cabello, en realidad, es su propia espalda, cubierta con lo que parecen ser agujas también púrpureas, que van desde su nuca hacia abajo, dando la impresión de ser mechones por la forma ondulada que tienen.

-Sí, Lilith, sí. Sabes que yo tengo razón.

-Pues claro. Siempre, pero siempre tienes la razón. Ni siquiera yo puedo hacerte cambiar de opinión.

-…Sólo espero, de alguna forma, encontrármelo de nuevo allí, en Alemania. Quiero hacerle pagar por todo lo que me ha hecho. ¡De verdad que deseo matarlo!

-Te entiendo perfectamente… Él nos ha hecho sufrir a ambos. ¡Y una vez que te lo vuelvas a encontrar, asegúrate de liquidarlo, en lugar de perder el tiempo forzándolo a rogar por la muerte!

-Lo sé…no volveré a cometer el mismo error. Porque me aprovecharé de tu poder, ya que te controlo. Al contrario que esa serpiente tú no puedes manipularme, por más encantadora que sea tu apariencia.

-Oh sí…no soy más que poder para ti. No puedo hacer nada contra tu gran voluntad. Si me comparara contigo no sería nada más que un pigmeo…jajaja.

Terminada la breve charla con Lilith, Broken continúa fijando la mirada hacia el exterior. Y mientras tanto, en medio del viaje, Louis continúa conduciendo y conduciendo con total furia, esquivando a cada vehículo que tiene en su camino con tal de llegar hacia Berlín.

-¿No estamos llamando demasiado la atención? – le pregunta Horus, inocente.

-¿¡Tú crees que me importa!? ¡Mi hermana ha sido secuestrada por ese maldito maniático! ¡No pienso perder el tiempo respetando las leyes de tránsito! ¡Pienso cruzar Sarre, Hesse, Turingia o incluso Brandenburgo antes que llegar tarde!

-Vaya, el conejito se enfadó. ¿Quieres unas zanahorias? – se burla Fuunra.

-¡No estoy jugando! ¡Esto es en serio!

-¡Lo sé, lo sé! ¡Sólo lo dije para calmarte un poco con algo gracioso! 

-¿¡Y cómo pretendes calmarme o hacerme reír con tu sentido del humor!? ¡Mejor cierra la boca!

-¡JAJAJA! ¡TE HAN CALLADO, PAYASO! ¡SE VE QUE ERES PÉSIMO HACIENDO CHISTES! – se le burla Lucifer.

-¡Al menos yo no luzco como un oso panda!

-¡EH!

-¡Con ese maquillaje no te creería ni hasta un actor "tabookee" como mencionó Tetsu!

-¡Ya basta! - los calla Railo, quien al igual que la mayoría se encuentra visiblemente perturbado por los secuaces de Ephraim asesinados, que de alguna forma se levantaron como muertos vivientes.

-Oh, monsieur Railo, ¿todavía piensa en los zombies? ¡hip! – le pregunta Bouclier, quien también piensa en ello.

-¿Cómo es que se levantaron del suelo? ¿Habrá sido obra de ese tal Ephraim?

-No lo sé… ¡hip! Pego como él ha dicho sólo manipula el tiempo, pog lo que no poduía seg posible. Sin embago, el tipo que estaba a su lado me asombuó mucho.

-¿Hablas del que tenía a una serpiente de cascabel sobre sus hombros? ¡No ha hecho nada más que observar! Aunque era tenebroso...

-¡Lo sé! Pero antes de magchagse, se quejó de que no se le pegmitiega acabag con nosotuos. Y pog su aspecto, me huelo que no es alguien ogdinagio, pog así deciglo… ¡hip!

-Tienes razón… Y sus ojos dan miedo, ya que son dorados. Es como si no fuese humano, por no mencionar que además de la serpiente, su piel, pese a estar cubierto con una capa algo harapienta, es tan pálida como la de Finem.

-¿¡Dices que da miedo!? ¿¡Y los zombies qué!? 

-¡Duminic! ¡No estoy diciendo que los zombies no hayan dado tanto miedo!

-¡Pues a mí sí! ¿¡A ti también, Deeneac!?

-¡Por supuesto, Duminic!

-¡Pero a lo que voy es que ese tipo con serpiente…!

-¡No queremos oírte, cuervito!

-¡Ese tipo con serpiente no nos atacó, por ende no nos da miedo!

-...Es inútil hablar con estos dos. – expresa muy molesto.

-Son así, Railo. – le explica Stroyer sin mirarle, todavía con algo de ira hacia Ephraim – Por otro lado, esos zombies no fueron problema alguno para nosotros. Nos deshicimos mas rápido de ellos estando muertos que cuando estaban vivos.

-Lo único que hacían era gemir por nuestra carne. Fue fácil liquidarlos. – comentó Glacius.

-HAHAHA, SU CARNE SABÍA A ESTIÉRCOL. – declaró Finem, tras haber atacado a mordiscos a varios de los zombies.

-No quiero sonar cruel, pero el cortarlos con mi katana fue como rebanar pan. – añadió Tetsu, causando involuntariamente un par de risas.

-¡JAJAJA! – ríe el metalero - ¡Mira, payaso! ¡Hasta el samurai ese dice mejores chistes que tú!

-No fue un chiste. – aclara el samurai.

-¡Me da igual!

-¡Mmph! ¡Lucifer, si no quieres provocarlo, mejor no te burles de su katana! – le advierte Fuunra, con intención de que éste lo haga, recordando que cuando lo conoció el Fragmento de Hierro le hizo un corte rápido en la mejilla al Fragmento de Gravedad, Vortaxio, al burlarse éste de su arma.

-¿De su katana? ¿Por qué lo haría…? ¡Ya sé! ¿¡Quieres que me corte, no!? ¡Maldito payaso!

-¡Carajo, lo adivinó!

-Fuunra-san… Si quieres hacer algo, hazlo bien. – le aconseja Tetsu, quien se dio cuenta de lo que pretendía nada más oírlo.

-¡Mmph!

-Ya…ca-cállen…se... – les pide Broken, molesto con la discusión.

-¡Está bien! ¡Todo sea por no caer deprimido! – accede a callarse Lucifer, temeroso del Erizo sin corazón.

-¡QUIERO REENCONTRARME CON MI HERMANAAAAAAA! – se queja con tristeza Max, mientras March intenta consolarlo.

-¡Todos nos reencontraremos con ella, Max! ¡Y gracias a que enviaste a Gray para seguirla, no nos tomará mucho tiempo hallarla en cuanto éste regrese!

-¿El…ratón? – cuestiona Glacius, curioso y asqueado.

-¡Gray tiene un olfato muy poderoso! ¡Sin importar la distancia, él con su nariz puede hallar hasta una ambulancia, logrando su principal propósito! ¡Y todo gracias a su nariz!

-¡Y ES UN LIRÓN! – le corrige el sombrerero.

-... ¿Cómo es que puede hablar y simpatizar con los animales? Como sea… Stroyer, ¿a qué quiso venir ese tipo con “despertar” los poderes de la Pluma Blanca? ¿Acaso el tiempo y el espacio son también elementos de la naturaleza?

-No exactamente.

-¿Y por qué no?

-Porque el tiempo y el espacio han existido antes que el mundo, que los doce elementos, y que los Entes.

-No te entiendo.

-Los doce elementos que conoces se los conoce como elementos de la naturaleza, porque fueron vitales para la creación del mundo. Es decir, que éste se encuentra formado por esos elementos, de ahí que sean de la naturaleza. De la naturaleza de este mundo.

-Ya veo… Pero aún así, ¿qué hay de los Entes Alfa y Omega? Ellos controlan el espacio y el tiempo respectivamente, y el mito sostenía que crearon el mundo.

-Con los doce elementos de la naturaleza, Glacius, ya que fueron creados para eso. Se consideraría también como dos elementos más al espacio y al tiempo, pero como te acabo de decir, existieron antes que éstos, por lo que una vez creado, el planeta ya se movía por sí solo, y encerraba en sí su propia dimensión.

-Ahora sí lo capto... ¿Y cuánto tiempo tardaremos en llegar hacia nuestro destino final?

-¡El que haga falta! ¡Aunque puede que tardemos un día! – le responde Louis.

Y mientras los Fragmentos continúan dirigiéndose a toda velocidad hacia Alemania, por otra parte, también a bordo de un vehículo, en este caso un Chevrolet clásico blanco, Zack, Syrinne, Fireblast y el detective Misora conducen hacia el país germano, sin violar ninguna de las leyes de tránsito. Sin embargo, durante el viaje, una gran cantidad de autos impiden su paso.

-¡Maldita sea! ¿Qué no puedes conducir más rápido? – le pregunta el piquero.

-¡No quiego pegdeg el tiempo pagando multas de tuánsito! – contesta el detective. - ¡Intento ig lo más gápido que puedo!

-¡Oye, apenas los vehículos se dispersen podremos movernos con rapidez! – dice Zack.

-La cuestión es, CUANDO se moverán… – interrumpe Syrinne – Llevan un buen rato quietos.

-MEJOR VÁMONOS CAMINANDO – sugiere en vano Ouroboros – Y SI ALGUIEN VIENE A POR NOSOTROS, LO DESPEDAZAREMOS.

-Segugamente el tuánsito está así pog los estuagos que han causado aquellos dos homúnculos… Pego cielos, ¡debo admitig que tengo mucha puisa en conducig!

-¡Pues hazlo! 

-¡No quiego gecibig multas! – reitera el conductor, que a la vez toca la bocina, pareciendo ésta muda al no ser la única en sonar.

-Como si te escucharan. ¡No eres el único que hace ruido aquí!

-¡Tienes gazón! Mmm... A veg si hay algún atajo pog aquí…

-¿¡Cómo puedes esperar encontrar un atajo con todos estos autos impidiéndonos el paso!?

-¡Ya faltará poco para movernos, es más, nadie nos sigue! – apela el muchacho.

-¡Quien sabe, Isaac!

-¡Ey, yo soy Zack!

-¡Eso dices tú!

-¡Y estoy seguro de lo que digo!

-¡Y yo también!

-¡No se peleen! – suplica la joven, sin éxito.

Y mientras los dos continúan discutiendo, el detective aún mantiene la calma, y decide no sólo ignorarlos, sino además ponerse a mirar a los alrededores en busca de un atajo para continuar viajando...
No lo consigue. Pero en cambio divisa las sombras que los demás vehículos proyectan en pleno asfalto, mezclándose unas con otras de tal manera que parecen formar un lago o un mar. Incluso dichas sombras entran en contacto con las de su coche.

-Un buen atajo…pero no. Tengo que actuag nogmal. – se dice, apenado en el fondo.

Sin otra cosa que hacer continúa esperando, en medio de las bocinas y de las palabras que se profieren entre sí Zack, Fireblast y Syrinne, que intenta callarlos. 
Y durante la espera, el conductor mira a su alrededor, los edificios, faroles, callejones, etc. Y es ahí, cuando divisa a dos personas en la terraza de un edificio, observando la misma calle donde él se encuentra. Dos personas, a las cuales rápidamente reconoce, y por las que finalmente pierde la calma.

-Sacre merde! (¡Santa mierda!)

-¡Señor Misora, qué ocurre!

-¡Son los homúnculos! ¡Aún están pog aquí! – advierte el detective, que no duda ya en viajar por el “atajo” que encontró a simple vista entre los demás vehículos, incluyendo el suyo propio. Y para ir por dicho atajo, procede a cerrar los ojos y a “sumergir” lentamente su Chevrolet con él mismo y sus acompañantes dentro, hacia las sombras.

-¿¡Qué esta pasando!? – exclama Syrinne, ante la súbita acción que el hombre acaba de efectuar - ¡ALGO NOS ESTÁ TRAGANDO! 

-¡Mantened la calma!

Y para el horror y asombro de los demás conductores, el Chevrolet desaparece ante todos. 
Y como si de un verdadero mar se tratase, los cuatro se hallan de pronto bajo este “mar de sombras”, donde pueden ver en la superficie a través de las ventanas a los demás coches. 
A su vez, encuentran dentro de dicho "mar" una réplica exacta de la ciudad de París, de las calles y cualquier objeto o puesto como un buzón de correo. Como si todo fuera el reflejo de un espejo... O como si ellos estuviesen del otro lado de uno.

-¡Se ven borrosos! ¡Parece como si estuviéramos bajo el agua, en unas ruinas acuáticas! – exclama el muchacho, sorprendido.

-…Eres alguien muy raro, viejo.

-¿Estamos en…las sombras? – pregunta asombrada la joven.

-¡En la oscugidad total, Syginne! ¡Las sombuas nada más sigviegon de puegta! – explica Misora, que para sorpresa de todos, conduce hacia delante sobre la calle de la oscuridad, pasando por debajo de los demás vehículos, aún con los ojos cerrados. - ¡Hice lo mismo que cuando nos ocultamos de tus captoges!

-¿Y…y por qué nos metió aquí?

-Pog eso. - declara con seriedad, señalandoles sin siquiera ver, la superficie, donde los tres pasajeros observan con horror una escena completamente caótica, como si estuvieran en medio de una guerra.
En el mundo real, los autos comienzan a sacudirse y compactarse violentamente, para luego temblar y finalmente explotar.

-¡Todo se hizo pedazos! – exclama con horror el muchacho.

-No puedo creerlo… ¿Eso han hecho esos homúnculos?

-¿HOMUNCULOS? ¡DÉJAME MATARLOS EN CUANTO VOLVAMOS A LA SUPERFICIE! – le pide su “amado” otra vez en vano.

-¿¡Un homúnculo es capaz de hacer algo así!? – se pregunta Fireblast, sólo para conseguir sin quererlo, una mirada irónica de Zack y Syrinne hacia él en medio del caos - ¡Oigan!

-Pues sí… Y pog cómo se compogtagon con nosotuos dos, digía que lo hiciegon pog pugo placeg, Syginne… - responde el detective, ignorando al enmascarado.

-Detective Misora... ¿Es usted una especie de…sireno? – cuestiona Zack.

-¿Sireno? ¿Es en serio? – interrumpe el piquero - ¿Acaso le vez la cola de pez?

-¡Qué gidícula puegunta, muchacho! ¡Además, la palabua cogecta es “tuitón”!

-¿Y es usted un tritón?

-¡Clago que no! ¡Soy humano!

-¿¡Entonces por qué puedes sumergirte en la oscuridad!? – vuelve a interrumpir el enmascarado.

-¡No lo sé! ¡Solo sé que puedo haceglo, ahoga déjame conducig! Tenduemos que viajag pog en medio de un desastue ya…

-¡Pues adelante…! ¿¡Acaso tienes los ojos cerrados!?

-¡Cuando estoy en la oscugidad total, ésta geemplaza a mi vista! ¡Oh, hasta aquí llegan las sombuas de los coches! ¡Prepagaos que volvegemos al asfalto!

Y al llegar al límite de su viaje “oscuro”, el detective abre los ojos. Y al abrirlos, desvela brevemente unos completamente blancos, como los de los eidolones, que no son vistos por sus acompañantes. 
Es ahí cuando el Chevrolet comienza a emerger de la oscuridad total hacia el mundo real, hallándose muy por delante de los dos homúnculos, y de la catástrofe hecha por éstos, la cual es vista con indignación por los cuatro.

-Maldición... todas esas personas…

-Zack, no había nada que pudiéramos hacer… - explica Syrinne.

-…Oye, ¿sabías que el viejo puede hacer cosas así? – le pregunta el enmascarado.

-Sí…

-¿Pog qué es que me dices viejo? ¡Tengo sólo cuagenta agnos! – responde el detective con seriedad y desdén.

-¡Lo pareces! En fin, ¿tú puedes sumergirte solo en la oscuridad, o también a cualquier otra cosa?

-Yo, y cualquiega que esté conmigo…

-Ya veo, porque de no ser así, pudiste haber salvado a todos los que murieron.

-De cualquieg fogma, no hubiega podido... ya que cuando los descubuí estaban a punto de atacag. No hubo tiempo de geaccionag… Ahora tenemos que seguig.

Dándole la razón, Fireblast se calla, junto con los otros dos. Y en un amargo silencio espera llegar hacia Alemania, pasando de largo de los demás conductores y transeúntes que los vieron emerger de las sombras.
Y pocos minutos después de haberse marchado, llegan a la escena Soleyu, Stuart, Helena, Data y Abraham, totalmente sorprendidos por lo ocurrido, manteniéndose ocultos en un edificio con tal de que los demás soldados de Hidden Heaven, que rondan también a escondidas por la zona, no los descubriesen.

-¿¡Que ha pasado aquí!? ¿¡Es por esto que sentimos grandes temblores!? – declara el corredor.

-No lo sé…Debió de haber sido obra de los Fragmentos de Omega… - le responde Stuart, sorprendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores (¡Sigue este blog!)