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29-Vivir

Las calles parisinas siguen en tránsito. La tranquilidad parece volver a paso lento después de los repentinos tiroteos y temblores ocurridos por la zona en la que Mantis intentó esconderse de Fireblast para finalmente, enfrentarle y terminar entregándole por las malas a Zack. Mientras la policía intenta esclarecer lo sucedido, la gente a su vez intenta continuar con su vida cotidiana.
Sin embargo, no sólo la policía está investigando lo ocurrido por dicha zona. Los soldados de Hidden Heaven, que se encuentran distribuidos por toda París en diferentes escuadrones hacen lo mismo, a la vez que intentan seguir los movimientos de Broken, quien se hallaba con el resto de su organización en la Catedral de Notre Dame.

-Disparos…y luego temblores… - dice uno de los soldados encubiertos, en un callejón cercano a donde el guadañero y el piquero lucharon - ¿Los Fragmentos ya tienen a su candidato para el elemento Tierra?

-¡Seguramente! – contesta otro soldado, que contempla la zona – De otro modo sería imposible que varios temblores ocurrieran de la nada aquí. Oh, y eso no es todo. Parece ser, que por aquí lucharon un agente del Gobierno Astral… y el enmascarado que asaltó los laboratorios hace tres años.

-¿Ese piquero? ¿El que podía crear fuego, al igual que el líder de los Fragmentos de Omega, de acuerdo al informe del jefe Dwayneford?

-¡Sí, el mismo! ¡Parte de nuestros hombres lo han visto salir de estos callejones tanto al agente como a ese piquero, acompañado por tres individuos!

-¿Pero que hace él aquí? ¿Quiere acaso a 41-B?

-No lo sabemos…ni siquiera se sabe por qué irrumpió en los laboratorios.

Y de repente, un tercer soldado encubierto aparece ante los dos, para informarles el siguiente mensaje.

-¡Uno de los escuadrones ha encontrado a la chica!

-¿¡Qué!? ¿Qué chica?

-¡La joven que estaba viviendo con 0-S en Manhattan! ¡Ha sido vista junto a dos civiles y el piquero en dirección hacia el noreste de París!

-¿¡Ella!?

-¡Debemos atraparla! ¡Puede que de alguna forma nos lleve a 0-S!

-¡Vamos!

Dicho este mensaje de emergencia, los tres soldados se marchan de los callejones para reunirse con los demás escuadrones, teniendo ahora como objetivo principal el raptar a Syrinne, con tal de atraer de alguna forma a 0-S, o séase, Soleyu, sin saber que lo que quieren de él, no está de hecho, con él. 
Por otro lado, encontrándose en el complejo de apartamentos frente al cementerio de Belleville, Abraham y compañía intentan averiguar a dónde pudo haber huido Syrinne, con mucha preocupación.

-Ya han pasado como cinco horas y no sabemos nada de ella… ¡Odio desear esto, pero espero que Ouroboros no la permita morir desangrada! – anhela Helena.

-No va a permitirlo, porque de lo contrario, también moriría. – responde Abraham, muy serio.

-Yo…yo no pude hacer nada. – se lamenta Stuart, con vendajes.

-Ya te he dicho que no es tu culpa, Stuart. ¿Cómo podías imaginar que ese eidolón se pasaría al cuerpo de la joven?

-No quiero ni imaginarme cómo reaccionaría Soleyu si se enterara de esto… - añade Data, quien parece escribir algo en una computadora portátil.

-¿Cómo va la búsqueda satelital, Data? – le pregunta Helena.

-¡Sigo en ello! ¡He revisado cada callejón y lugar de París, empezando desde el sur!

-¡Maldita sea, continúa buscando!

-Los Fragmentos de Omega también se encuentran por aquí, en Francia. – recuerda Abraham – Después de todo, ellos viajarán hacia Alemania por tierra… Sólo espero que Broken no la haya encontrado, ni la encuentre antes que nosotros… Ni que tampoco los de Hidden Heaven lo hagan.

-¿Pero cómo va a saber Broken de ella, maestro? – pregunta el hombre cloroformo.

-Pues…si Broken torturó emocionalmente a Soleyu con su poder elemental, en conjunto con Lilith…debió de ver profundo en su alma… Debió de descubrirla en lo más hondo de su ser y de sus memorias… Por eso. Además no olvides que él también es un Van Helsing... Puede hacer cosas que la gente ordinaria no.

-Cielos…¡Entonces Syrnina está en más peligro de lo habitual! ¡Con Ouroboros dentro de ella será una presa significativa para los de HH!

-Es “Syrinne”, Stuart… Pero ellos no saben eso aún. Sólo podrían saberlo si logran cogerla antes que nosotros, o que Broken…

-¡LO HICE! – interrumpe Data - ¡HE ENCONTRADO A SYRINNE!

-¿Qué?

-¡ESTÁ MUY CERCA DE NOSOTROS! ¡Y NO ESTÁ SOLA! 

-¿¡Quiénes están con ella, Data!? – le exige saber Helena.

-¡NO LO SÉ, NO LOGRO RECONOCER A LAS TRES PERSONAS QUE LA ACOMPAÑAN! ¡PERO TENGO MALAS NOTICIAS! ¡LOS DE HIDDEN HEAVEN ESTÁN EN MOVIMIENTO!

-¿¡Qué!? ¡Mierda! ¡Debieron de haberla visto! ¡Tenemos que ir ya a por ella!

-¡DE ACUERDO! ¡ELLA SE ENCUENTRA EN DIRECCIÓN AL NORESTE!

-¡Stuart, quédate aquí! – ordena Abraham.

-¡Sí, maestro!

Con mucha prisa, los “captores” salen en busca de Syrinne, dejando a Stuart solo en el apartamento con Soleyu, quien aún continúa solo y traumatizado en el cuarto donde permanece encerrado.
De todos modos, sería correcto decir, que está encerrado en su propia mente más que en la habitación, preso del miedo. Del miedo a querer seguir viviendo, luego de todos los horrores internos y emocionales por los que Broken lo ha hecho pasar. Si bien Ouroboros ya no se encuentra allí, eso no significa en absoluto que se sienta tranquilo en su subconsciente, ya que en su lugar están el silencio puro y el tormento del que quiere escapar.

-¡YA NO QUIERO SENTIR ESTE DOLOR! ¡DÉJENME SOLO! – grita el corredor, dentro de su mente - ¡NO LO SOPORTO! ¡QUIERO QUE ESTO TERMINE!

Muy para su pesar, mientras más quiere que esto acabe, más daño se hace a sí mismo, al volver y volver a recordar los dolores emocionales que vivió debido a Broken. Como el ver a una falsa Syrinne suicidarse ante sus ojos, por más irreal que fuese, o incluso imaginarse cómo ella sería asesinada por el Fragmento, o por alguno de sus compañeros, o inclusive por Stroyer.

-¡MIERDA, MIERDA, MIERDA! – se maldice entre lágrimas - ¡ESTO NO ACABARÁ NUNCA!

Y lamentándose cada vez más, Soleyu es víctima de su propia incapacidad para hacer frente al dolor. Dicho dolor parece no terminar, hasta que repentinamente, una voz conocida, idéntica a la suya, hace su regreso.

-Cálmate, Soleyu – le pide esa misteriosa voz, que parece disipar todas las emociones negativas de su conciencia.

-¿Eh…? ¡Eres tu! – se tranquiliza el corredor, reconociendo dicha voz - ¡SE…SE HAN IDO!

-Sólo por ahora. Pero volverán.

-No… ¿¡de verdad!? ¡NO QUIERO QUE REGRESEN!

-Soleyu, cálmate. Como Broken…no. Como Brook ha dañado tu alma, parte de ésta aún sigue manchada por su negatividad. Provocada por su odio y por su deseo de querer destruirte. Y mientras siga manchada seguirás siendo atormentado por lo que yo llamaría, “pesadillas”.

-¿Pesadillas? ¿¡Y COMO ME DESHAGO DE ELLAS!?

-Tú lo sabes.

-¿¡QUE YO LO SÉ!? ¡SI NO SÉ NADA!

-Claro que sí, sólo que lo has olvidado.

-¡TAN SÓLO DIME CÓMO DESHACERME DE ESAS PESADILLAS! ¡TE LO IMPLORO!

-…De acuerdo. Esas pesadillas no se irán por si solas. De hecho no lo harán, a menos que tú las enfrentes, sin dejarte vencer por ellas.

-¿¡QUÉ!? ¡No! No puedo…

-Claro que puedes. Siempre fuiste así de fuerte.

-¡No soy fuerte! ¡Perdí a Syrinne! ¡No pude protegerla de ese hombre blanco, ni de los Fragmentos de Omega hace meses!

-¿Que no la pudiste proteger? ¡Claro que lo hiciste! ¡Lograste rescatarla, aunque al final, fue ella la que decidió no irse con ellos, todo gracias a ti! Además, con respecto a Stuart, él no es malvado. No tuvo elección al secuestrarlos a ambos.

-¿Qué? ¿Así se llama? A todo esto, ¿¡como es que lo conoces, a él y al Fragmento de Omega que me atacó!?

-Por que tú los conoces.

-¿¡Eh!?

-Me has oído, Soleyu. Tú los conoces. Sólo que los has olvidado, por culpa de Ouroboros, quien finge ser tu alma.

-¡Ouroboros! ¿Finge ser mi alma?

-Así es. Él es, en realidad, un eidolón.

-¿E-Eidolón?

-Es un alma no convencional. Un alma sin cuerpo, creada por los científicos de Hidden Heaven a partir de un material del espacio exterior e insertada en tu cuerpo y en el de otras personas, como Brook y Stuart, con el fin de manifestar los poderes que ésta encierra…por lo que no es la única alma “artificial” en existir.

-¿¡Pero por qué finge ser yo!?

-Porque disfruta lastimar. Porque el hacer daño es su naturaleza. Simplemente lo hace porque es “malo”. Pudo alterarte la memoria al aprovecharse de tu ignorancia, y por consiguiente asumir tu identidad. Lo hizo con esos largos dedos que queman hasta el mismo metal. Afortunadamente, no pudo alterar todos tus recuerdos, porque de lo contrario, sería difícil para mi encontrarme contigo, si no tienes incluso idea de quién eres ni de cómo te llamas al menos.

-¡Él no está aquí! ¡No lo siento!

-Ya no está contigo… Está en el cuerpo de Syrinne.

-¡MIERDA! ¡Y ELLA DEBE CREER QUE ÉL ES EN REALIDAD, YO! – vuelve a lamentarse - ¿Lo ves ahora? ¡No pude protegerla!

-No podías haber hecho nada, luego de que Brook destrozara tu voluntad.

-¡MALDITA SEA, MALDITA SEA!

-Cálmate. No todo está perdido.

-¿¡Cómo que no!?

-Sigues con vida. Todo estará perdido para ti, si eliges sucumbir ante el dolor en lugar de enfrentarlo. Si eliges esperar a que alguien más enfrente en tu lugar el infierno emocional que sólo tú debes encarar.

-¡Pero Syrinne…! ¡Ouroboros está con ella! ¡No soy nada sin él! ¡Siempre lo necesité para ser fuerte!

-Eso no es cierto, Soleyu.

-¿¡Cómo que no!?

-No es para nada cierto lo que dices. ¿Fue por Ouroboros que elegiste hacer Parkour y Freerun? ¿Fue por él que amas a Syrinne? ¡No! Todo fue porque tú lo quisiste, y también por no querer rendirte nunca en nada. Por querer seguir adelante, por no dejar de ser activo con tal de esforzarte en recuperar tus recuerdos. Como te lo dijo aquella “doctora” cuando despertaste en un hospital de Nueva York. Esa doctora, quien no era nadie más que Laia.

-¿Laia?

-¿No la recuerdas? Ella era tu amiga…bueno, es. Te secuestró junto con Stuart y su maestro.

-¿Eh? ¿Ella es la doctora de aquella vez?

-Es una amiga de tu infancia…al igual que Brook y Alan.

-¿¡QUÉ!?

-Lo que has oído. Ellos eran tus amigos, antes de que conocieras a Syrinne.

-No…¡No es verdad! ¡No puede ser verdad!

-Lo es. Y eras feliz con ellos…antes de los sucesos ocurridos. ¿Por qué le temes a la verdad?

-¿Qué..?

-Eso. Ahora, permíteme ayudarte a recordar.

-¡ESPERA! ¡NO LO HAGAS!

-No tengas miedo. No soy Ouroboros. No te quemaré. ¿No quieres acaso, volver a ser fuerte?

-¡Sí! ¡Sí quiero!

-Pues, aquí voy.

Con más miedo del que estaba teniendo, Soleyu sólo puede respirar profundo mientras esa voz, que parece ser incorpórea, manifiesta una mano de carne y hueso, la cual toca la frente del corredor. En ese momento, éste siente cómo en su cabeza se cuelan varias memorias, o mejor dicho, regresan, a la vez que se calma, ya que como esa voz le acababa de mencionar, no “quema”.
Y en los primeros recuerdos que se le vienen, él se encuentra en lo que parece ser un pueblo totalmente ajeno y diferente a Blind River, su hogar, junto a una joven Helena, o mejor dicho, Laia, quien le sonríe.

-¡Soleyu! ¡Acompañame! ¡Busquemos a Brook! – le dijo ésta, corriendo por al lado de las casas.

-¡Espera! – le había contestado un joven Soleyu, quien la siguió hasta llegar a una casa de la cual, tras tocar la puerta, salió un joven y jovial Brook, que en aquel entonces no poseía ni un flequillo sumamente largo, ni una desgarradora cicatriz, ni problemas al hablar.

-¡Pero si son Laia y Soleyu! ¡Jejeje! – los había saludado - ¿Qué hay?

-¡Brook, vayamos a explorar los bosques! ¡Quiero ver a los ciervos que abundan allí!

-Oh, de acuerdo. ¡Vamos! ¡Pero antes busquemos a Alan! ¡No habrá diversión alguna si no viene! Deseo más que nada sacarle las gafas para que confunda a los animales con nosotros. ¡Mwajajaja!

-¡Qué malvado eres, Brook!

-¡El malvado es Alan de lo bromista que es! ¡Esta vez quiero vengarme! ¡Ahora, el que llegue último a la casa de Alan es un lameculos!

-¡Ey, no me gustan las competencias! – gritó el joven corredor. 

El recuerdo entonces se desvanece, para dar paso a otro recuerdo perdido. En esta ocasión, Soleyu se encuentra junto a sus dos amigos dentro de la casa de Alan, otro de sus amigos, completamente desprovista de luz. Ella, al igual que Brook, poseía una cara totalmente diferente a la que solía tener. Parecía estar muy preocupada, a la vez que afuera se estaban escuchando disparos.

-Soleyu…nuestros padres y los demás miembros del clan están peleando contra los soldados de ciertos laboratorios... Tenemos que permanecer ocultos aquí, hasta que todos esos soldados dejen de atacar… Por lo que más quieras, no me abandones… Y lo mismo va para ustedes, Brook…Alan…

-Claro Laia... Nunca lo haremos… ¡Pase lo que pase, estaremos juntos! – afirmó Brook, asustado.

-¡Eso! ¡Cielos, estoy muy asustado! – comentó Alan, mientras se limpiaba los anteojos.

-Chicos…no quiero que nadie muera… ¡No mueran!

-¿¡Qué dices, Soleyu!? ¡No lo haremos! ¡No podemos ni vamos a morir! ¡Esos soldados no nos tocarán ni un pelo!

-Sí…tienes razón Brook…lo siento…

-¡Ah! ¿¡Acaso quieres asustarnos más de lo que ya estamos, o se te da por contar una historia de terror!? – le preguntó quien años mas tarde se haría llamar Data.

-¡No! ¡No era mi intención!

Y es cuando repentinamente, se escucha una explosión, que deshace el recuerdo. Y cuando la siguiente memoria se manifiesta en su mente, el corredor se encuentra entonces en Blind River, varios años después de que su pueblo fuese atacado. Consiguió mudarse a Canadá, donde a su vez, conocería a Syrinne. Para este entonces, ya estaba saliendo con ella, cuando en cierto día, mientras la esperaba para pasear, es encontrado por Laia, a quien, por no haberla visto en años, costó reconocer al principio.

-Soleyu… ¡Cuánto has crecido! – le dijo ésta, visiblemente emocionada.

-¿Eh? ¿Quién eres tú? – le preguntó ignorante.

-¿No me recuerdas? Soy yo…Laia. Laia Seward. Tu amiga… - le continuó diciendo, al mismo tiempo que intentó hacerle recordar, mientras se acerca lentamente hacia él, todo lo que habían vivido.

-¿Laia…? 

-Sí…yo. Aquella niña a la que protegiste de unos bravucones en la escuela. Aquella con la que solías jugar junto con Brook y Alan. Soy yo, Soleyu. Por favor…

-…Laia… ¡Ah! ¡LAIA! – gritó de alegría Soleyu, abrazándola.

-¡Sabía que no me habías olvidado!

-¡Siento no recordarte, pero es que ha pasado mucho tiempo! ¡Mi familia me hizo olvidar lo sucedido con tal de empezar de nuevo, sabes! ¡Perdóname!

-No te preocupes…

-¿Y que hay de Brook y de Alan? ¿Cómo están ellos?

-Bueno…Brook…no está bien que digamos…

-¿Qué…?

-Él…fue secuestrado…junto con algunos miembros del clan…por los soldados que atacaron nuestro pueblo hace tiempo…

-¡No hablarás en serio…!

-Sí…lo digo en serio… Y temo que nosotros podamos ser los próximos en ser secuestrados…

-¿Qué?

-Iré al grano… Estoy aquí para advertirte. No vine precisamente, a reunirme contigo… Toma este anillo…y póntelo.

Confundido, Soleyu le hizo caso y se puso el anillo.

-Ese anillo contiene un interruptor, con el cual podrás advertirme en caso de que sientas que corres peligro. Te pido que nunca te lo quites.

-¿Advertirte…? ¿¡Pero qué pasó con Alan!?

-Alan está bien. Junto a nuestras familias formamos parte de una organización que busca desmantelar a los laboratorios de donde vienen esos soldados… Los laboratorios de Hidden Heaven.

-¿Hidden…Heaven?

-Es un complejo de investigación clandestino que busca realizar experimentos inhumanos con personas, especialmente con los miembros del clan Van Helsing, a quienes odian por alguna razón. Y nosotros, como miembros de la organización Stroker, hacemos todo lo posible para evitar que cumplan con su objetivo.

-¡No entiendo nada! ¿¡Me van a secuestrar!?

-No mientras tengas este anillo y lo uses cuando sea necesario... Bueno, ahora que te he dicho esto, debo marcharme…

-¡Espera, Laia! ¡No te vayas!

-Debo hacerlo Soleyu. Me necesitan… Hasta entonces, cuídate…

Dicho esto ella se marchó, pese a las protestas de Soleyu, quien se queda solo nuevamente. No obstante, pocos segundos después, Syrinne aparece finalmente, dándole un beso en la mejilla.

-¿Cómo estás? – le preguntó la joven irlandesa, quien había visto a Laia hablar con Soleyu desde lejos, sin que éste lo supiera.

-Bien…

-¿Sucede algo, mi amor?

-…No. Nada. Es sólo...que me levanté de la cama con el pie izquierdo. Tuve una mala mañana…

-Oh, ya veo… ¡Pero no es algo por lo que debas sufrir! ¿Vamos a nuestro paseo?

-¡Sí! – contestó feliz, aunque en el fondo, confundido.

El recuerdo cesa, para dar paso a otro, muy traumático, que había olvidado hace tiempo. En él, se encuentra en su casa, horas antes de ir a dormir, cenando junto a su hermana menor, a su padrastro y a su madre.

-¿Qué tal fue tu día en la escuela, Soleyu? – le preguntó su madre, quien compartió con él y con su hermana los mismos ojos y cabellos, y también la misma personalidad.

-Bien… He aprobado matemáticas.

-¿De verdad? ¡Felicidades! – lo felicitó su padrastro, quien no se parecía en nada a él, aunque pese a esto, era un hombre de familia que lo quería mucho - ¡Solías reprobar en esa materia!

-Jeje, sí…aunque he estudiado junto a Syrinne.

-¡Syrinne, Syrinne! – exclamó su hermana menor, muy alegre - ¡Siempre logras muchas cosas con ella! ¡Quiero hacer lo mismo!

-Pues consigue un novio cuando tengas mi edad. – le respondió el corredor, para luego reírse con ella y sus padres.

-¡Jajaja, claro que lo haré!

-Estoy muy contenta de que tengas una novia como Syrinne… Con su apoyo, estás logrando mucho en poco tiempo, hijo… Pase lo que pase, nunca la dejes…

-¿Qué? – preguntó con incredulidad, para luego volver a recordar lo que Laia le había dicho.

-¿Sucede algo, Soleyu? – le preguntó su padrastro.

-…No. Nada. ¡Por supuesto que no la voy a dejar! ¡La amo mucho!

-¿Mas que a nosotros? – le preguntó inocentemente su hermanita.

-¿Eh? ¿¡Qué te hace pensar que no los amo, Lucy!? ¡Son mi familia!

-¡Jeje, lo siento!

-Hijo…me alegra mucho que pienses así. También te amamos, y mucho. Siempre te querremos, pase lo que pase.

-Mamá...

En ese momento, de vuelta en su conciencia, Soleyu vuelve a llorar, al recordar de nuevo a su familia. Al recordar las palabras dichas en aquella cena, y en lo que sucedió después, mientras dormía plácidamente en su habitación después de haber cenado. Cuando un súbito tiroteo lo despertó.

-¿¡Q-QUÉ ESTÁ PASANDO!? – exclamó confuso ante la situación, luego del repentino fin de su siesta.

-¡No! ¡No tocarán a mis hijos! – gritó su madre a alguien, a la cual escuchó desde su cuarto.

-¡Silencio! – la calló ese alguien.

De repente, un disparo es escuchado. El corredor en ese momento comienza a lagrimear, temiendo lo peor.

-¡Qué has hecho! ¡Teníamos que llevárnosla viva!

-¡Mmph! ¡Nadie me habla de esa manera! ¡Subamos las escaleras!

-¡Oigan! ¿¡QUÉ LE HAN HECHO A MI ESPOSA!? – exigió saber su padrastro, a quien escuchó hablar, para luego escuchar otro disparo.

-¡Tonto, deja de disparar imprudentemente!

-¡Cállate! ¡Sigamos buscando!

-El anillo…¡El anillo! – se dijo a sí mismo, entre silenciosos sollozos. Había guardado el anillo, pese a las palabras de Laia, en un cajón. Y para cuando lo había quitado de dicho cajón, sintió a los extraños sujetos en la puerta de su habitación. Con mucha desesperación, apretó y apretó el interruptor en el anillo, mientras esperaba a que dichos tipos abrieran la puerta, sin percatarse de que no había pulsado el interruptor, sino al propio anillo en sí.

Y rápidamente su cordura terminaría por perderse, cuando escuchó a su hermanita, salir de su propio cuarto entre sollozos, habiendo sido despertada por los disparos.

-¡AAHHHHH! ¡MAMÁ…PAPÁ…! ¡AHHHHH!

Un disparo se oyó a continuación.

-¡L-L-LUCYYYYYYYYYYYYYYY! – gritó fuera de sí Soleyu, llamando la atención de los sujetos.

-¡ERES UN MALDITO IMBÉCIL! ¡NO SE PUEDE CONTAR CONTIGO PARA NADA!

-¿¡Quieres que te mate!? ¡Tan sólo entremos a por el chico!

-¿¡QUE PARTE DE SECUESTRAR ES LA QUE NO ENTIENDES?

-¡Me da lo mismo! ¡Pronto abandonaré estos laboratorios! – gritó el sujeto, que pateó la puerta de la habitación del corredor, encontrándolo despierto. Y éste, preso del pánico, no pudo ni suplicar por su vida.

Entonces, un disparo se desató. Y el tipo que había entrado, cayó herido al suelo.

-¡Aggghhh! ¡Maldito traidor!

-Si no te disparaba lo hubieras matado, maldito imbecil. ¡NO ERA NECESARIO MATARLOS A TODOS!

-Grr…ya verás en cuanto logre levantarme…

-No te levantarás. – le dijo su compañero, dándole un último disparo que acabaría con su vida.

-¡E-ESPERA…! – fue lo último que pronunció el soldado antes de ser asesinado.

Tras ese disparo, Soleyu perdió la conciencia a causa del shock emocional. Y en el próximo recuerdo se hallaría a sí mismo, encerrado en una celda frente a otra celda, en la cual se encontraba recluido un viejo amigo.

-…¿Soleyu? – preguntó Brook, habiendo crecido mucho - ¿Eres tú, Soleyu?

-¿Q-Quien eres…? – contestó éste, habiéndolo olvidado tanto a él como a Syrinne, Laia, y lo ocurrido aquella trágica noche en la que mataron a su familia, a la cual también olvidó.

-¡Soleyu! ¡Soy yo…Brook! ¡Tu amigo!

-¿Brook…?

-Maldita sea, me has olvidado… ¿Por qué solo yo puedo recordarte? ¿Será porque soporté los experimentos?

-¿Donde estamos…Brook?

-…Estamos…en los laboratorios de Hidden Heaven. ¡Somos los conejillos de indias de esos desgraciados! Y lo peor de todo es que ya han experimentado y continuarán experimentando con nosotros…y con tu compañero de celda.

-¿Eh? ¿Tengo un compañero de celda? – cuestionó, descubriendo en una cama por encima de la suya, a Stuart, que acostado, lo miraba con su monótono rostro.

-Hola…soy Stuart.

-¿Tú también?

-Sí… experimentaron conmigo. Y mi número es 9-Y. ¿Cuáles son los suyos?

-41-B – respondió Brook.

-¿M-mi número?

-Debes tener como nosotros un número en clave en tu muñeca, por ser un sujeto de prueba.

-¿Eh? – dijo el corredor, quien descubrió en una de sus muñecas lo que parecía ser una especie de pulsera metálica, con el “0-S” grabado en ella. – Cero…¿ese?

-Así que ése es tu número en clave…un cero, junto a una ese.

-…Brook, ¿dices que ya experimentaron con nosotros?

-Desgraciadamente sí… Tal vez lo hayas olvidado, y es un milagro que lo hayas hecho, ¡Pero yo estuve consciente mientras experimentaban conmigo! Los horrores a los que esos infelices me sometieron…no tienen nombre…

-Lo mismo me ocurrió a mí. – interrumpió Stuart – Como soy albino, sufrí mucho, pero de alguna forma me siento bien… Y además, siento algo dentro de mí, que no tenía antes… ¿No les pasa lo mismo?

-Sí… - afirmó Brook.

-Yo…no siento nada. – comentó Soleyu - ¿Y cuándo saldremos de aquí?

-Con respecto a eso, tengo algo que confesarte… ¡Laia está aquí, como una infiltrada!

-¿¡De verdad...!? ¿Pero quién es Laia?

-¡Ya no recuerdo casi nada de mi vida, pero sé que es nuestra amiga! ¡He hablado con ella el día que experimentaron conmigo, y me prometió que nos sacaría a todos!

-¿Incluyéndome? – preguntó Stuart, esperanzado.

-¡Sí, a ti también!

-¡Eso es genial…Brook!

-¡Pues sí, Soleyu! Aunque lo máximo que podemos hacer es esperar…

-Sí…parece que otra no nos queda…

Entonces, con la esperanza de escapar, los chicos esperaron a que llegara el momento. Y con el pasar del tiempo, el corredor se reuniría nuevamente con Laia, quien lo visitó en su celda mientras los otros dos reclusos dormían. 

-Soleyu…¿no me recuerdas? – le preguntó ésta.

-…¿Tú eres Laia? ¿La que nos va a sacar de aquí?

-…Sí. Soy yo… - confirmó, triste – Yo te sacaré de aquí, a ti, a Brook, y a ese pobre chico que está contigo…pero sobre todo, te sacaré de aquí, y estaremos juntos… Solo tú y yo…

-… ¿Eh?

-Justo lo que acabas de escuchar… aunque, espero que lo olvides… Descansa hasta entonces… - se despide, besándolo en la frente.

Luego de verla marcharse, Soleyu descubrió a Brook, que los vio desde su cama, con cierto desdén. Y a partir de ese día, él empezaría a mirar de mala gana a su amigo, sin saberse muy bien por qué. Hasta el punto de asquearle su presencia y la de su amiga. Como si ellos lo hubieran lastimado de alguna forma en sus sentimientos.

-…”Te sacaré de aquí, y estaremos juntos”… – repitió éste, con rencor, mientras dormía en una ocasión.

Y finalmente, el último recuerdo se daría lugar en su mente. En él, el laboratorio está sumiso en un gran caos, por la supuesta irrupción de un misterioso piquero en los exteriores del complejo. Aprovechando esto, Laia, bajo el alias de Helena Hohenheim. vendría a por Soleyu, Brook y Stuart, huyendo por los pasillos hasta una de las salidas de los laboratorios, reuniéndose con Abraham.

-¡CORRAN! ¡NO PERDAMOS TIEMPO! – les pide a los tres prisioneros, mientras huye por los pasillos en medio de explosiones y tiroteos.

-¡Jeje, JEJEJEJEJE! – había empezado a reír Stuart, perturbando a los demás.

-¿¡Qué es lo que te ocurre, Stuart!? – le preguntó Soleyu.

-¡Por fin soy libre! – contestó éste, mientras su piel comenzaba a teñirse de azul a la vez que sus ojos se teñían de blanco.

-Oh no… ¡Es Loki! – advirtió Laia.

Y antes de que se pudiera hacer algo, Stuart o “Loki” huiría a toda velocidad de las instalaciones, atravesando las paredes. 

-¡MIERDA! ¡ESCAPÓ!

A los pocos segundos, otra explosión se dio lugar ante sus ojos. Y en medio del humo, emergieron varios soldados. Y entre ellos, para sorpresa y horror del grupo, un enorme ser bestial, con lo que parecían ser seis ojos blanquesinos, cuyo cuerpo parecía estar cubierto de unas llamas amarillentas o anaranjadas. Nada más encontrarlos, éste rugió:

-¡RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRR!

-¡No tienen a donde ir! – les gritó, especialmente hacia Laia, un hombre de mediana edad que se aparece detrás del monstruo, a quien la mujer lo identifica como el jefe de los laboratorios.

-¡Martin Phoenix! – lo llamó, mientras pensaba en cómo escapar.

-¡No tienes adonde ir, Helena! ¿¡Pensaste que me podías tomar por tonto!? ¡Cerberus, neutralízalos!

-GGRRRRRRRRRRRRR… - gruñó el monstruo, antes de acatar la orden de su amo.

-Maldición…¿¡De verdad no hay escapatoria alguna!? – maldijo Laia.

-¡JAJAJAJAJAJA!

-¿¡Eh!?

De la nada, Soleyu comenzó a reír incontrolablemente como Stuart. Y ante todos, se tiñó de rojo, como si su piel se convirtiera en rubí. Sus manos se transformaron en garras, y una cola serpentina le creció al instante. Y en un segundo, éste se abalanzó contra Cerberus, derribándolo junto a los demás centinelas. Más, sin embargo, no consiguió dañar al líder de Hidden Heaven, puesto que escapó antes de que se diera cuenta.

-¡Soleyu…! – lo llamó Laia, preocupada, a la vez que Brook lo mira con asombro.

-¿Qué ocurrió? – preguntó con inocencia, ignorando lo que había hecho.

-¡Sigamos huyendo! ¡No perdamos tiempo…! – le dijo su amiga, continuando una vez más en su huida.

Y pasados unos pocos pasillos, para su suerte, finalmente los tres llegaron hacia la salida.

-¡Finalmente! ¡Huyamos!

-…No me iré. – se negó a abandonar Brook, que aún continuaba con su extraña actitud.

-¿QUÉ? ¡Brook, no hay tiempo!

-¿Soleyu, tú quieres deshacerte de mí, como Laia y el maestro Abraham?

-¿¡EH!? ¿¡QUÉ ESTAS DICIENDO, BROOK!? – se sorprendió éste.

-¡LO QUE ESTÁS ESCUCHANDO! ¿¡LOS DOS QUIEREN DESHACERME DE MÍ!? 

-¡Brook, no sabes lo que dices!

-¡CLARO QUE SÍ, LAIA! ¡YO…YO TE AMO! ¡NO…! ¡TE AMABA! – se corrigió.

-¡Brook…!

-¡Cállate! ¡Yo los he oído, sobre todo a ti, Laia! ¡”Te sacaré de aquí, y estaremos juntos”! ¡He escuchado cómo le decías eso a Soleyu mientras dormía en una ocasión, de cómo soñabas con estar junto a él después de escapar! ¿¡Acaso te olvidaste también de mí!? ¿¡DE AQUEL QUE ESTUVO SIEMPRE A TU LADO!?

-¡BROOK, NO ES CIERTO! ¡EL EIDOLÓN EN TU INTERIOR TE ESTÁ ENGAÑANDO! ¡LILITH ESTÁ METIÉNDOTE BASURA EN LA CABEZA!– le reprochó con nervios Laia, sabiendo que en parte tenía razón, ya que estaba y está enamorada de Soleyu actualmente.

-¡MENTIRA! ¡LILITH NO ME CONTROLA! ¡YO LA CONTROLO! ¡Y SÉ QUE USTEDES QUIEREN DESHACERSE DE MÍ, PERO NO SE LOS PERMITIRÉ!

-¡BROOK, TAN SÓLO HUYAMOS! – intentó convencerle Soleyu, sin éxito.

-¡TÚ Y HELENA SON LOS QUE QUIEREN HUIR! ¡EN CAMBIO, QUIEREN DEJARME AQUÍ! ¡QUIEREN MATARME! GRRRRRR…

-¿¡B-BROOK!?

-¡GGRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH! – gritó de manera casi inhumana el futuro Erizo sin Corazón, a la vez que su cabello y sus ojos se tiñeron de púrpura y de blanco respectivamente. Y a los pocos segundos pasados atacaría a Soleyu con una espina que salió de su espalda, hiriéndolo.

-¡SOLEYU! – exclamó preocupada Laia.

-Ahhh…..¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! – gritó el corredor, mientras sentía que sus manos nuevamente se transformaban en garras, y su largo cabello se tornaba de rojo para sorpresa de todos los presentes, habiéndose transformado nuevamente en un monstruo.

-¡OUROBOROS! – lo llamó Brook, con una voz monstruosa.

-¡OUROBOROOOOOOOOOOOOOOOOOOS! – le gritó luego, alguien que vino desde lejos, siendo Martin Phoenix.

-¡JAJAJAJAJAJA! – rió de nuevo Soleyu, u Ouroboros, que en un movimiento rápido, usaría su recién creada y afilada cola serpentina para cortarle el cuello a su adversario, en un intento de decapitarlo. No obstante, no lo consiguió, aunque en cambio, le creó su desgarradora cicatriz. 

Y en cuanto la sangre salió violentamente de su cuello, Brook se desplomó derrotado y al borde de la muerte, de tal manera que Laia lo daría por muerto más tarde junto con Abraham.

-¡NO! ¡DEBO DETENER ESTO! – se dijo el líder de Hidden Heaven, sacando de su chaleco lo que parece ser una pistola de sedantes, con la cual apuntaría a un monstruoso Soleyu. Pero antes de que siquiera pudiera jalar del gatillo, fue asesinado en segundos por éste, al ser atravesado por su filosa cola de serpiente.

-¡AHHHHHHHH! – gritó Laia, aterrorizada e indefensa – S-Soleyu…por favor…no…

-¡JAJAJAJAJAJAJA! – continuó riendo éste, sin reconocerla y pensando en asesinarla por placer.

Lastimosamente para él, o más bien, milagrosamente, Abraham llegaría a la escena, armado con su ballesta. Y dispararía una de sus flechas especiales contra el corredor, quien recibiría una herida en su pecho antes de que tan siquiera pudiera esquivarla. Pero a pesar a esto, él no pareció inmutarse, acercándose hacia el hombre con sombrero, quien rápidamente utilizaría un par de cadenas mágicas para inmovilizar a Soleyu, o más bien, Ouroboros, quien al ser tocado por éstas cadenas, finalmente sucumbe ante el efecto neutralizador de las mismas, desvaneciéndose. 

Y así, los recuerdos finalmente terminan. Y sabiendo toda la verdad, Soleyu se expresa:

-Ahora…lo sé todo… He recuperado mis recuerdos. Recuerdo a toda mi familia, mi infancia, y a mis amigos. Laia y Brook, quienes se hacen llamar Helena y Broken… A ambos los conocí en la escuela. Ellos iban unos grados por delante de mí al ser mayores que yo en edad. A Laia la conocí en una ocasión, cuando la había protegido de unos bravucones…y a Brook, en cuanto me hice amigo de Laia, junto con Alan…

-¿Recuerdas también tu hogar? – le pregunta la voz.

-Sí… Yo vivía en un pueblo junto con algunos miembros de la organización Stroker. Por lo que no era coincidencia que Laia, Brook y Alan fueran también mis vecinos… Aunque en aquel entonces, los soldados de Hidden Heaven intentaron secuestrarnos, cosa que no lograron, pero al final lo sucedido nos obligó a los cuatro a tomar caminos separados. Por mi parte terminé en Blind River, donde conocí a Syrinne. Y también, donde fui finalmente secuestrado por ellos, pocos días después de haberme reencontrado con Helena, digo, Laia…

-¿Y sabes qué ocurrió luego de los sucesos de Hidden Heaven?

-Creo…que Laia y aquel tipo de sombrero me protegieron de los laboratorios. Me dieron suficiente dinero para subsistir por mi cuenta sin tener que trabajar y algunas pertenencias tras salir del hospital. Se aseguraron de que viviese en Manhattan con tal de no ser encontrado por Hidden Heaven... Hasta hace poco, ya que ellos, probablemente por los actos cometidos por los Fragmentos de Omega en Nueva York, me descubrieron…

-Estupendo. Efectivamente, recuerdas ya todo… Ahora, ¿puedes decirme quién eres en realidad?

-Soy Soleyu Van Helsing… Nací el 28 de octubre de 1988…Tengo 21 años…y sé quienes son mis amigos…mis enemigos…y también sé quien es…la persona que más quiero en el mundo...

-¡Eso es! Ahora, ¿qué harás con respecto a las “pesadillas"?

-… ¡Las enfrentaré, al igual que todos los problemas que vengan en la vida! ¡De hecho, la vida misma es como el Parkour! ¡Con tal de superarme a mí mismo, o seguir adelante, debo atravesar varios obstáculos en el camino!

-¡Sí! ¡Excelente! ¿Y qué vas a hacer ahora?

-Quiero…detener a Brook, y salvar a Syrinne. ¡Y lo lograré, porque después de todo, soy fuerte! ¡Y no gracias a Ouroboros!

-¡Claro que no! Y lo más importante a tener en cuenta, es que las ilusiones que Brook realice, son sólo eso. ¡Ilusiones! No son reales, ni jamás lo serán. Por más que toquen tu alma.

-Sólo lograrán dañar mi alma…si sucumbo ante ellas.

-Así es… Ahora mismo siento cómo las manchas en tu alma están desapareciendo poco a poco, debido al regreso de tu fuerza de voluntad.

-Y todo, porque me ayudaste a descubrirme a mí mismo…

-Tú sólo te has descubierto… Me has descubierto, de hecho...

-...¡Ya sé quien eres!

-Oh ¿De verdad? ¿Y quién soy?

-Tú… ¡eres yo!

-…Y tú también eres yo. Eres Soleyu. Ambos somos Soleyu. – afirma la voz, que rápidamente se manifiesta como el propio corredor, al ser ésta su verdadera alma.

-Sí…

-Y bien, ¿qué es lo que harás ahora? ¡Repítelo!

-Yo… ¡Salvaré a Syrinne, y detendré a Brook!

Y al repetir su meta actual, tras recuperarse de la depresión y el miedo a vivir, Soleyu vuelve a la realidad, encontrándose en un cuarto vacío, solo, y sin ataduras. A los pocos segundos, un sorprendido Stuart entra a la habitación, descubriendo al corredor despierto y completamente animado, estando únicamente deseoso por saber en dónde es que se encuentra.

-¡Soleyu! – lo llama, confundido.

-…Stuart. – lo nombra Soleyu, sorprendiéndolo aún más.

-¿Eh? ¿Me recuerdas?

-Sí…ya recuperé mi memoria…aunque lo único que ignoro es cómo Laia y el tipo del sombrero te encontraron después de que fueras controlado por tu eidolón.

-¡Cielos! ¡Pues, luego de que Loki y yo escapáramos se durmió, ya que en aquel momento no tenía muchas fuerzas! Por ende yo caí dormido también, para luego ser encontrado por Helena y el maestro Abraham.

-¿Abraham...? ¿Así se llama?

-¡Sí! ¿Acaso nunca lo has conocido?

-No que yo recuerde…

-Entiendo… Escucha, con respecto a lo que les hice a ti y a Syrian en Manhattan…

-Descuida, ya sé todo. Hidden Heaven estuvo por secuestrarnos, y de no ser por tu interferencia y la de los demás, lo hubiera logrado. Y por cierto, el nombre de mi novia es “Syrinne”.

-¡Ups! ¡Lo siento!

-No te preocupes… Ahora, quisiera saber en dónde me encuentro...y en dónde está Syrinne…

-¡Estás en Europa! ¡Concretamente en Francia! ¡Y tu novia… escapó! ¡Con Ouroboros, hace cinco horas! ¡Y lo que es peor, el maestro la hirió con su revólver, cargado con balas especiales, a fin de incapacitar al eidolón de utilizar sus poderes! 

-¿¡Qué!? ¿¡Entonces está herida!?

-¡Sí! ¡Pero de alguna forma sigue viva! ¡Lo más probable es que Ouroboros debió de hacer algo!

-¿¡Pero por qué ese tipo pensó en dispararle con un arma así!?

-¡Para neutralizar a Ouroboros! ¡Además, se suponía que ella no iría lejos con esa herida! ¡El maestro y Helena la iban a sanar apenas la consiguiesen, pero por alguna razón logró escapar!

-Mierda… - se enfurece el corredor, aunque se tranquiliza un poco – Espero que no corra peligro de morir con Ouroboros... ¿Pero dónde está?

-¡Oh, cierto! ¡Helena, el maestro Abraham y Data la han encontrado cerca de aquí, en dirección al noreste! ¡Parece que está acompañada por tres sujetos!

-¿Data…? Quiero decir, ¿¡de verdad!? ¡Llévame hacia ella!

-¡Pero…!

-¡Por favor, Stuart! ¡No quiero que se vaya!

-... ¡Está bien! ¡Sígueme!

Estando de acuerdo, los dos salen del complejo de apartamentos hacia las calles de París, por donde rápidamente corren en busca de Helena, Data y Abraham. Dan varias vueltas por alrededor del complejo del que acaban de salir, hasta terminar en la esquina del cementerio de Belleville, sin lograr encontrarlos.

-¡No conozco esta zona! ¡Mierda!

-¡Pues debemos seguir buscando! ¡O esperar a que regresen, con o sin Syra!

-¡Es “Syrinne”…! ¡Pero claro! ¡Ya lo tengo!

-¿Eh? ¿Qué tienes?

-¡Sígueme, Stuart, vamos a escalar un poco!

-¡Espérame!

Con una idea en mente, Soleyu entonces decide aproximarse hacia unos edificios cercanos en dirección al noreste, junto con su antiguo compañero de celda. Tras cruzar la calle, se adentra por las veredas hasta encontrar un local, donde nota que el techo del mismo no es tan alto, por lo que decide subirse a él por medio de un callejón adyacente, pateando las paredes de éste hasta lograr estar encima de la parte superior de dicho local.

-¡Ayúdame! – le pide Stuart, tendiéndole la mano.

El corredor entonces lo sube, y luego salta con él hacia otro tejado cercano, algo más alto por unos centímetros. Y al instante de haberlo cruzado, ayuda nuevamente a Stuart a subirse, luego de que por resbalarse al momento de brincar casi se cae al suelo.
El dúo continúa saltando de edificio a edificio hasta llegar a otro complejo de apartamentos, algo más pequeño comparado con el lugar de donde salieron. Entonces, notando que hay algunas cosas adheridas a las paredes exteriores, como escaleras, máquinas electrónicas, o incluso ornamentos como gárgolas, Soleyu se sube por encima de ellas con tal de escalar hacia el tejado. Y Stuart, con suerte, evita caerse, hasta llegar con su compañero hacia la cima.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que pretendes, Soleyu?

-¡Buscarlos, eso pretendo! – responde, mirando desde una gran altura las calles de Belleville, para él desconocidas. Y pasados unos segundos de mirar por todos lados, el corredor finalmente encuentra a Laia y compañía en un callejón, atacando por sorpresa a un escuadrón de soldados de Hidden Heaven. - ¡Allí están ellos, vamos!

-¿Qué? ¡Espera!

Y de la misma manera que subieron hacia el tejado del edificio, los dos terminan bajándose del mismo por medio de las escaleras y ornamentos adheridos a las paredes por los que escalaron, apresurados.
Ya en la calle, corren y corren hasta llegar finalmente al callejón, donde encuentran a los tres, quienes acabaron ya con los soldados. Sin embargo, Syrinne no está por ninguna parte.

-¿¡Donde está Syrinne!? – pregunta con preocupación el corredor, sorprendiendo todo el mundo.

-¡S-SOLEYU! – grita Laia, completamente asombrada.

-...Has vuelto en sí… – le dice Abraham, sonriendo con alivio.

-¡E-Ey, Soleyu! – lo saluda Alan, pensando en el fondo que no lo reconocería.

-Díganme, por favor… ¿Dónde está Syrinne?

-Ella…se nos escapó. ¡Pero no te preocupes! ¡La tenemos en el radar satelital! ¡Tan sólo tenemos que ver en donde se detendrá, para luego encontrarla!

-¿¡Pero la han secuestrado!?

-¡No, no! Bueno, al menos Hidden Heaven no…aunque desconozco con quiénes está ahora mismo…

-Maldición… Sólo espero que no corra peligro, hasta que la hallemos.

-Tan sólo ten fe en ello… Ahora, quisiéramos saber, ¿cómo es que lograste volver en sí?

-Bueno…Lo recuerdo todo.

Sus dos amigos se sorprenden, sobre todo Laia.

-¿De verdad? ¿Entonces, ya nos recuerdas? ¿Cómo…?

-Mientras estaba solo, atrapado en mi propia mente, me encontré a mí mismo por así decirlo. Así recuperé mi memoria. Sé por qué nos “secuestraron” a mí y a Syrinne. Sé quien es Stuart. Sé lo que es Ouroboros. Y también, sé que tú, Laia, eras mi amiga…al igual que Brook y Alan.

-¡Eh! ¿¡Cómo que éramos!? -protesta Data.

-¡Lo somos! – le corrige Laia, quien lo abraza con alegría, si bien mantiene su preocupación y sus sentimientos profundos hacia él ocultos.

-Lo siento…fue mi error. De todos modos no sé quien es él. El tipo con sombrero.

-¿Te refieres a Abraham? ¡Pero si él…!

-Laia. Detente.

-Oh…lo siento.

-¿Eh? ¿Qué está pasando aquí?

-Nada que debas saber por ahora, muchacho. 

-¿Nada que deba saber? ¡No me jodas! ¡Dime todo!

-…Je. Tan sólo te diré que yo soy un miembro del clan Van Helsing, como tú… y quien alguna vez fue Brook.

-…Broken.

-Exacto. Además, soy también uno de los líderes de la organización Stroker. Y por ende, mi trabajo es evitar que Hidden Heaven ponga sus manos sobre Stuart y sobre ti… Bueno, sería correcto decir que en cuanto descubran que Ouroboros está con tu chica, ellos pondrán sus manos sobre ella.

-¡Lo sé! ¡Tengo que evitarlo! ¡Así que…ayúdenme a encontrarla! ¡A cambio haré cualquier cosa que me pidan, por favor!

-Bueno, bueno…en ese caso te ayudaremos. Aunque luego nos ayudarás a ir tras Broken, ya que debemos extraerle su eidolón con tal de evitar que haga daño a las personas, y de que Hidden Heaven lo atrape antes que nosotros.

-…Lilith.

-Así es, muchacho… Ese eidolón es el responsable de su conducta actual. De su renacimiento como quizás, el más cruel de los Fragmentos de Omega. Broken del Alma…el “Erizo sin corazón”.

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