Son casi las once de la mañana. Pasa un largo rato de palabras entre Zack y el detective Andrew Misora, luego de que el primero fuese liberado de las manos del agente Mantis por la irónica intervención, para él, del enmascarado que intentó liquidarlo junto con quienes se suponía que eran sus compañeros, Tabnir y Lazarus.
Aquel enmascarado, que por algún motivo cree que él se trate de su “hermano”, Isaac, el dichoso Zorro Blanco. A quien apenas se cruzó, si está bien decirlo, hace un momento en un bosque del Reino Unido, antes de llegar por medio de un portal a Francia.
Luego del interrogatorio, donde se supo todo por lo que ha pasado desde Inglaterra, el muchacho se entera de todo lo ocurrido a Syrinne tras los eventos de hace tres meses hasta la actualidad por medio de sus palabras.
-Así que tú y Soleyu fueron secuestrados. Si al saberlo hubiera podido hacer algo, lo hubiera intentado, pero ni siquiera pude hacer eso, ya que he sido secuestrado también, sin saberlo... - se lamenta Zack, luego de oír la historia de Syrinne.
-No te culpes por lo que nos pasó. Lo que más me preocupa a mí es el estado actual de Soleyu… - comenta con preocupación la joven.
-PERO ESTOY AQUÍ CONTIGO – le recuerda Ouroboros.
-¿No te he dicho que no me hablaras? – le habla Syrinne, con el pensamiento.
-YA HA PASADO RATO QUE NO TE HABLO. – se enfada el “alma” de Soleyu desde su interior.
-¡Pues continúa así! Yo no quiero hablarte luego de lo de la bala. ¡Pude haber muerto y aún así no me has dicho que fui herida!
-Y-YO…¡MALDITA SEA! – se calla.
-¿Sucede algo…Syginne? – pregunta el detective, mientras fuma.
-No…nada. Lo siento, Zack... Por lo que me has dicho, tú estabas con los dos Fragmentos Blancos y con la oficial Burkle…no, con Jane, que es su verdadero nombre. Y que fuiste engañado por esos dos tipos todo el tiempo, porque te toman por un asesino que también busca a los Fragmentos de Omega.
-¡No sólo eso…también tienen retenido a mi hermano gemelo desde poco antes de que decidiera “unirme” a ellos! Así que no soy el único “Zorro Blanco” para todo el mundo…
-¿Tienes un hermano gemelo…? – se sorprende Fireblast, todo oídos.
-¡Sí, sólo que es algo más bocón que yo! Además de ser completamente zurdo, tener el peinado ordenado, usar siempre vestimentas verdes…
-¿Completamente zurdo…? Entonces, de ser así, él no es Zorro Blanco.
-¡Claro que no…oye! ¡Yo tampoco lo soy! ¡Y no me llamo Isaac! ¿Y por qué crees que Jerome no es dicho asesino? Tampoco es que desconfíe de él, pero...
-¡Por que Zorro Blanco es diestro, por eso! ¡Utiliza su espada láser siempre con la mano derecha! ¡Y recordemos también que tu dichoso hermano gemelo está siendo retenido! No puede haber un tercero en el mundo igual a ti, Isaac. A menos que tengas oooootro hermano gemelo. O un trillizo.
-¡No, no lo tengo! – contesta sin mentir - ¡Y soy Zack!
-¡Si no tienes un trillizo entonces tú eres él! Ahora falta que me digas que eres igual de zurdo que tu hermano…
-¡No, soy diestro!
-¡Bueno! ¿Hace falta entonces que te dé mas razones por las que eres tú, Isaac? ¡Tú me trajiste aquí también!
-¿¡Pero qué dices...!? ¡No soy Isaac!
-¡Cielos! ¡Ni siquiera quieres mentirme, aunque de igual forma lo descubriría!
-¡Yo jamás miento! ¡Estoy siendo totalmente sincero!
-¡Oye, ya fue suficiente! – se molesta Syrinne con el piquero - ¡Yo le creo! ¡Él intentó rescatarme de los Fragmentos en Nueva York! ¡Tú ni siquiera estuviste allí, pero ojalá hubiera pasado lo contrario para que lo hubieses visto con tus propios ojos!
-¿Qué no estuve en Nueva York? ¡Yo he estado allí, buscándolo tanto a él como a los Fragmentos de Omega!
-¿Qué…? – se sorprende la joven, al igual que el detective Misora.
-¡Así es! ¡Me mantuve oculto por los callejones de la ciudad, buscando en los mismos a Isaac! ¡Y siempre que lo hacía, me sentía observado por las varias cámaras que habían allí!
-¿Dijiste que buscabas también a los Fragmentos? ¿Acaso fuiste tú el que incendió el casino de la ciudad? – le pregunta Zack, sin estar tan sorprendido.
-¿Qué? ¿Ese casino? ¡Yo no he sido, y no necesito demostrártelo!
-¡Tu fuego azul pudo teñirse de verde por alguna razón!
-¡Mi fuego no cambia de color!
-¿Será un efecto peculiar de tu dispositivo elemental?
-¿¡Dispositivo elemental!? ¡Yo no utilizo esa basura!
-¿Qué…? ¿Entonces cómo creas fuego?
-¡No sé!
-¡Pogque es un homúnculo! – interviene el detective, terminándose el cigarrillo.
-¿¡HOMÚNCULO!? – gritan al mismo tiempo Zack y el enmascarado, muy sorprendidos.
-¿Qué? ¿No lo sabías? – cuestiona Misora, notando la sorpresa del segundo.
-¡Yo soy un humano! ¡No sé cómo me has llamado, pero soy un humano!
-¡Un humano cueado agtificialmente pog el hombue!
-¿QUÉ?
-¡Lo que has oído! Y si dices seg “humano” como nosotuos, ¿cómo es entonces que posees ojos dogados? Mejog dicho, ¿cómo puedes cueag y contuolag el elemento Fuego? ¿Y pog qué incluso tu piel no puede seg cogtada por una guadagna como la de ese tipo con máscaga de insecto? Yo no poduía cueag fuego, y mi piel se vegía segiamente mutilada si alguien me atacase con una guadagna. ¿Tú, Zack, puedes cueag fuego?
Syrinne no puede evitar mirarlo con cierta curiosidad, al tener en cuenta que él puede fusionarse con las sombras para, de alguna forma, evitar ser visto.
-¡No! – contesta el muchacho.
-¿Tienes acaso la piel duga como el titanio?
-¡No! – reitera.
-Bien, ¿y tú, Syginne? ¿Puedes cueag fuego? ¿Posees también una piel dugísima como el diamante?
-N-no…nada de eso.
-¡CONMIGO PUEDE HACER MÁS QUE ESO! – declara Ouroboros, siendo ignorado.
-¿Ves la difegencia ahoga? – le hace notar el detective al enmascarado.
-No… ¡No lo sé…! ¡Ni siquiera sé qué es un homúnculo!
-…Como te acabo de decig, un homúnculo es un “seg humano” cueado agtificialmente pog el hombue. ¡Y es además, capaz de genegag y manipulag un elemento de la natugaleza, como lo es el fuego en tu caso! Aunque ignogo cómo es que posees una piel muy duga...
-¡Pero yo soy humano…! ¡Tuve una familia humana, la cual fue asesinada ante mis ojos por los soldados del Ala Negra! – contesta Fireblast, quien no cree lo que está escuchando.
-¿Qué? ¿Una familia humana?
-¿Ala Negra…? – se sorprende nuevamente Zack. – De acuerdo a Ray, era una organización a la que pertenecían los dos hermanos Cortéz… ¿Por eso persigues a los Fragmentos de Omega, por sus chalecos?
-¿Eh…? ¡Tú trabajas para ellos, Isaac! ¡Tú permitiste que los mataran! ¡Pese a ser mi propio hermano!
Todos se sorprenden mucho.
-¿¡HERMANO!?
-¡Sí, somos hermanos! ¡Como tú mismo me lo dices casi siempre! ¡”Hermanos de la misma sangre”!
-¿PERO QUÉ ES LO QUE DICES?
-¡Maldita sea! ¿¡Por qué esas pastillas no actúan de inmediato!? ¡Sigo a los Fragmentos de Omega porque me pueden llevar hacia tu líder, el líder del Ala Negra, responsable de la muerte de toda mi familia!
-¡Espega un momento! – interrumpe el detective - ¿Ala Negua?
Zack y Syrinne se sorprenden aún más.
-¡Exacto! ¡Y según Isaac, que es el segundo al mando, llegará un momento en el que los Fragmentos de Omega se cruzarán con los del Ala Negra! ¡Y por esa razón los sigo! Pero ya los he perdido… ¡Aunque tú puedes llevarme hacia ellos con ese Fragmentador...!
-¿¡Fragmentador!?
-¿Fuagmentadog? - se vuelve a sorprender el detective - ¡Los del Ala Negua no utilizan eso! ¡Son de esta época! ¡Te estás confundiendo con otua oganización!
-¿¡Cómo que me estoy confundiendo con otra organización!?
-¡Esperen un minuto! – interrumpe ahora Zack, molesto - ¿¡Qué es exactamente el Ala Negra!?
Al escucharlo, Fireblast se pone la palma en su cara a modo de decepción, mientras el detective Misora toce un poco para empezar a explicar.
-El Ala Negua es una especie de cagtel de México, dedicado al contuabando de agmas y de duogas. De acuegdo a lo que sé, tienen muchos miembuos ogiundos de distintos países del mundo. Y poseen una vestimenta bastante difegente al de los Fuagmentos de Omega...
-¿Oh, en serio? - protesta Fireblast, bastante serio - ¿Entonces por qué Isaac posee...poseía un Fragmentador?
-¡No lo sé! ¡Pero ese objeto que mencionas sólo puede puovenig de otra oganización, que no existe aquí en este mundo!
-¡Grr, pues habla ya! ¡Habla de esa organización!
Con un poco de desasosiego, el detective Misora comienza a explicar lo que sabe, a fin de satisfacer la curiosidad del enmascarado. Zack y Syrinne, por su parte, deciden continuar oyendo lo que él tiene para decir.
-Yo...olvidé su nombue... Cada vez que intento gecogdagla me vienen dologes de cabeza...pero sé que es una organización militag, cuyo gol puincipal es el de protegeg la Histogia, o mejog dicho, el tiempo, de vegse afectado de pagadojas tempogales en alguna de las épocas pasadas, actuales, y puóximas que lo confogman, como si el tiempo entego fuese una cogiente vital, confogmada pog los siglos. Esa oganización, al igual que los homúnculos…¡viene de otuo mundo!
-¿¡DE OTRO MUNDO!? - se sorprende Zack, más que Syrinne.
-¿Cómo, precisamente, de Otro mundo, detective Misora? - pregunta ésta.
-¡Es lo único que sé! En qué estaba... Sus miembuos de élite, mejog llamados Guagdianes de la Histogia, viajan pog el tiempo para geparag momentos histógicos, o incluso evitag que ciegtos acontecimientos que puedan alterag el tiempo ocugan, puesto que así, de alguna fogma, su existencia poduía vegse pegjudicada. ¡Y todo comenzó con los homúnculos!
-¿Por qué? – pregunta el enmascarado, interesado.
-... ¡No lo sé exactamente, pego como los estoy investigando tanto a ellos como a los Fuagmentos de Omega, tengo mis puopias teogías! ¡Y con gespecto a los homúnculos, tengo entendido que una vez que fuegon cueados por el hombue, éstos se gevelagon e intentagon destuig a los humanos, siendo por ende pegseguidos y fogzados a viajag a través del tiempo a fin de salvagse! Aunque de igual fogma siguen siendo buscados… pero lo que no me queda clago aquí es lo siguiente. ¿Pog qué tú, enmascagado, no eges buscado pog ellos?
-No lo sé. Quizás se deba a que no saben que existo...
-¿De vegdad? ¿Y pog qué entonces no eges agüesivo como el gesto de los homúnculos? …Ahoga que lo pienso, puede que sea pog el hecho de que te considegas un humano de vegdad.
-¡Lo soy! ¡Como he dicho, tenía una familia!
-¡Oigan, yo no entiendo absolutamente nada de lo que ocurre ahora! – vuelve a interrumpir el muchacho, un poco incrédulo - ¿Por qué usted investiga a personas de otra época, y por qué investiga también a los Fragmentos de Omega? ¿Acaso ellos son del "futuro" también?
-¡No, no, no! ¡Yo nunca he dicho que fuesen del futugo! ¡Pego pog alguna gazón, son buscados tanto pog los Guagdianes como pog los homúnculos! Quizás pueda debegse...a los dispositivos elementales que utilizan... ya que no pueden pegteneceg a esta época. ¡Y que conste que sólo los investigo para sabeg pog qué son buscados pog ambos bandos!
-...¿Y usted es de otro mundo también? – interrumpe ahora Syrinne.
-¿De otuo mundo? ¿Yo? - la corrige, confundido con su pregunta - Bueno...no me entendegían si les dijega mi laga histogia. ¡Se los explicagé más tagde! Ahora…me gustagía sabeg, cómo es que tú tuviste una familia “humana”, piquego.
-…Mmph. – se molesta éste, luego de ser interrumpido tres veces – Está bien…ahora se los diré. Si es que no me interrumpen.
-¡No te integumpigemos! Ahora danos el gusto de sabeg tu histogia.
-De acuerdo… - comienza a relatar su pasado Fireblast, serio, tomando un respiro.
–No recuerdo mi nacimiento, ni mi infancia, ya que debido a un accidente perdí la memoria...pero sí recuerdo que tiempo después, junto con mi padre, viajé a un pequeño pueblo rural llamado Villa Wintoom, donde la gente subsistía a base del cultivo y del ganado, pese a que casi siempre nevaba.
Dentro de su mente, recuerda al pueblito como un lugar donde siempre nevó, estando éste por delante de un gran bosque inundado de hiedras venenosas.
Allí dentro era frecuente la aparición de varios muñecos hechos de la misma nieve que caía en las casas y en todo el pueblo. También recuerda los ranchos y jardines adyacentes a cada una de las casas, cubiertos por la ya mencionada nieve, como si se tratara ésta de un alud.
-Cuando llegué, todos al principio me temían por mis ojos. Por que mis ojos eran completamente dorados, a diferencia de la mayoría de la gente y de los de mi padre. Todos ellos me temían…salvo una sola persona…Marlene.
-¿Marlene? – pregunta curiosa Syrinne.
-No le hagan pueguntas. Déjenlo tegminag. – pide Misora.
Al pensar en ella, el enmascarado visualiza a Marlene tal como la conoció. Sonriente, joven, de veinte años de edad y con un cabello negro y unos ojos azules que representaban en conjunto su carácter: sereno y obstinado.
-Marlene era una pueblerina que perdió a sus padres debido a una avalancha que consumió gran parte del pueblo, viviendo únicamente con su hermano mayor, Brandon, y su cuñada, Angela, quien vivía en cama debido a una enfermedad, hasta que finalmente murió.
Conforme va reviviendo esos tormentosos momentos, también vuelve a escuchar las palabras de terceros hacia él.
-¡Maldito bastardo! ¡Tú la mataste! ¡DEVUÉLVEMELA! – le exigió Brandon, poco después de la muerte de su amada, mientras lo agarraba del cuello, sintiéndose extrañado al sentir que éste era como el metal.
-Él al principio me odiaba…más que nada por la pérdida de Angela…pero luego me cogió cariño, después de que yo y Marlene…nos enamoráramos…y lo mismo con todo el resto de los habitantes, tras esforzarme por ser respetado, querido, y aceptado por cada uno de ellos… Y aunque más tarde Marlene y yo terminamos, yo vivía feliz…
Dicho esto, el enmascarado mira con angustia el cielo.
-¿Y qué ocurrió?
-Cierto día… Apareció Isaac. Él me dijo que era mi hermano, y que pronto lo perdería todo por orden de su líder, que andaba en mi busca… Yo no le creí al principio, pero luego de ciertos eventos particulares, como el incendio de mi casa, la casi muerte de Marlene y mía en una ocasión al caer sobre un río de aguas rápidas, no tuve otra alternativa…
-¡Yo…yo te prometo que evitaré la muerte de tus seres queridos! ¡Porque eres mi hermano! ¡Porque posees la misma sangre que yo! – le había dicho en aquel momento Isaac, totalmente serio.
-Él me dijo…No…Me prometió que haría lo posible para salvar a mi familia…¡Y no lo hizo!
-Cálmate… ¿eso es todo?
-No… Luego de un largo tiempo de haber vivido allí, yo…fui atacado por alguien…Y al despertar…encontré el cuerpo sin vida de mi padre…para después descubrir a todo el pueblo fue consumido por las llamas… Corrí y corrí, en busca de alguien que estuviera vivo…y si bien encontré a personas como Samuel, Gertrudis y Antonio, no pude ayudarlas en absoluto… Sólo pude ver, cómo el fuego consumía sus cuerpos. Cómo carbonizaba sus cabellos y ojos. Cómo terminaba con sus vidas… a la vez que ellos me pedían a gritos que los ayudara, sin que yo pudiera hacer algo…
-¡AHHHHHHHHHHHH! ¡QUEMA! ¡AHHHHHHHHHHHHHH! – había gritado por última vez Gertrudis frente a sus ojos, al mismo tiempo que aspiraba el fuego que la terminó matando.
-¿Y qué pasó…con Brandon y Marlene?
-Encontré muerto a Brandon…con un gran hueco en su pecho…como si hubiera sido atravesado por algo…Y luego…en su casa…la encontré a ella…a Marlene…viva y escondida… Nada más reunirnos, nos abrazamos y decidimos escapar…pero finalmente, el líder del Ala Negra apareció…y con total sangre fría, mató a Marlene delante de mis ojos, de un disparo en la frente…
-M-M-MAR…LENE…¡AHHHHHHHHHHHHHHHH! – había gritado en agonía, al presenciar la despiadada ejecución de su ser más querido.
-Mató a la persona que alguna vez he amado…No, que seguía amando pese a todo, delante de mí. Luego, intentó acabar conmigo, aunque de alguna manera, sobreviví.
Habiendo pronunciado estas palabras, Fireblast respira de forma reflexiva y angustiosa. A su vez, Syrinne, el detective Misora y Zack lo miran con cierta lástima.
-Sobreviví, sin poder haber hecho algo por salvarlos a todos por mi propia cuenta. Sin haberme dado cuenta en aquel entonces, de que podía crear el elemento Fuego. O incluso de que mi piel era como el acero… Sobreviví mientras que todas las personas que yo quería murieron. Así que… ¿¡POR QUÉ SIGO VIVO EN ESTE INFIERNO DE MUNDO!?
-Ya cálmate. – le pide el detective – Honestamente, lamento todo lo que te pasó, y entiendo ya todas tus gazones… Pego pog otuo lado, déjame decigte que el hecho de habeg tenido una familia no cambia el hecho de que seas un homúnculo…
-¿Por qué?
-Pog que esas pegsonas, que egan tu “familia” pog así deciglo, sólo lo egan pog lazos sentimentales, mas no sanguíneos. Y además, los homúnculos poseen una cagactegística física que los identifica fácilmente…sus ojos. Éstos poseen como ojos unos con pupilas dogadas y con págpados neguos. Y no sólo acabas de decignos que tienes esos ojos, sino que además podemos veg uno de ellos.
-Ya me da igual. Todos ellos están muertos. Gracias a ti, Isaac.
-Yo...de verdad lo siento. ¡Pero entiende que yo no soy Isaac! ¡Al igual que tú, he perdido a muchas personas! ¡Entre todas ellas he perdido a mi amiga, y tuve que abandonar tanto a mi familia como a los amigos que aún me quedan para ir en busca de su hermano, mi mejor amigo, que es actualmente uno de los Fragmentos de Omega!
-¿Pero qué dices...?
-¡Lo que estás escuchando! ¡Voy en su busca para sacarle de la organización, que es lo que hubiera querido su hermana! ¡Y tengo que hacerlo, sino Sarah…habrá muerto por nada!
-Tú…¿la querías, como yo quise a Marlene?
-¡Sí!
-¿Y los Fragmentos la asesinaron?
-Sí… de hecho, la mató por accidente su propio hermano…¡por culpa de ellos…no! No…no por culpa de ellos…¡sino mía! – se corrige, con total pena.
-¿Por tu culpa?
-¡Yo…yo estaba huyendo junto con Sarah de los Fragmentos aquella noche…Ray…ahora conocido como Railo…nos salvó la vida a ambos de tres de sus compañeros, a quienes él mismo mató! ¡No obstante…esa noche yo estaba tan y tan aterrorizado…que en lo único que pensaba era en pedirle explicaciones a mi amigo de lo que ocurrió! ¡Sólo pensaba en preguntarle por qué todos nuestros compañeros habían sido asesinados por un grupo de personas a las que él se había unido!
-Zack… - intenta pararlo, sin éxito, Syrinne.
-¡Sólo pensaba en preguntarle por qué estaba con ellos, sin que me importaran la vida de Sarah, la mía propia, o incluso cómo se sentía Ray al haberlos matado para salvarnos! ¡Y lo único que conseguí fue enloquecerlo! ¡Enloquecerlo hasta el punto de intentar asesinarme con fin de cerrar mi boca! ¡Con fin de que yo dejara de hacerle preguntas! Y entonces…entonces…Sarah se metió entre nosotros…en un intento de detener a su hermano mayor… Y lo único que ella consiguió…fue su muerte… Una muerte que era destinada para mí… Por no cerrar la boca… Por ser un maldito egoísta…pese a que sólo lo había sido en aquel momento…
Tras explicarle su tormento personal al piquero, el muchacho intenta no llorar, pero la presión emocional es tanta que no lo consigue. Al verlo, la joven irlandesa intenta consolarlo en silencio. El detective Misora, por otro lado, se apena de la situación, al igual que Fireblast, quien se sorprende de la crisis emocional de Zack.
-¿Por qué se comporta así?
-Pues…pogque es humano. – le contesta el detective.
-¡Pero si yo también soy…mmph! ¡Está bien! ¡Me iré hacia Alemania! ¡Todos ustedes no me volverán a ver nunca más! Aunque quizás él sí… - termina declarando, refiriéndose a Zack.
-¿Alemania? ¿Acaso los Fuagmentos están en camino hacia allí?
-¡Quieren la reliquia de la Secta Astral Europea! ¡Por supuesto que van a estar allí!
-Ahoga que lo dices... ¡Es ciegto! ¡Allí está la Secta Astral Europea!
-¡Espera un minuto! ¿Cómo sabes eso?
-¡Soy detective!
-¡Pero eso no explica...!
-¡Yo también iré hacia allá! – interrumpe Zack, totalmente calmado. Su súbita tranquilidad sorprende a todos.
-¿Eh? ¿Cómo que irás allá? – le cuestiona el enmascarado, nuevamente asombrado.
-¡Lo que has oído! ¡Me da lo mismo ya si nunca fui un Fragmento Blanco como les he dicho, pero de todas formas sacaré por mi cuenta a mi amigo de la organización de Stroyer! ¡Y no sólo eso! ¡También sacaré a mi hermano de la Secta Astral!
-¿Y cómo puedes estar seguro de eso? Si es que no eres “Isaac”.
-¡Pues...porque iremos juntos!
-¿QUÉ? ¿LO DICES EN SERIO?
-¡Claro que sí! ¡Iremos todos juntos! ¡Tú, yo, y el detective Misora queremos a los Fragmentos de Omega! Y en cuanto a ti, Syrinne…¡algo me dice que persiguiéndolos encontraremos también a Soleyu!
-¿Qué…? Sí. Tienes razón…¡Yo también pienso lo mismo! ¡Además quiero encontrar a aquel que lastimó a Soleyu!
-Que detegminación tienes, muchacho. – le elogia Misora – Eges alguien fuegte después de todo.
-¡Es que no puedo rendirme! ¡No después de haber llegado tan lejos! Aunque en realidad estaba siendo arrastrado sin saberlo hacia la Secta Astral… ¡pero da lo mismo!
-Vaya vaya, qué emocionante. ¡Bravo! - responde el enmascarado, aplaudiendo con sarcasmo - ¿¡Pero qué te hace pensar que iré contigo y con ellos hacia Alemania!?
-¡Por que tú también quieres seguir a los Fragmentos! ¡Y además…yo quiero demostrarte que no soy Isaac!
-Grrr. Está bien. Tú ganas…”Zack”. ¿Y cómo pretendes ir hacia Alemania?
-¡Iremos a Berlín! ¡Allí está la Secta Astral Europea!
-¿PERO CÓMO IRÁS ALLÍ?
-…Ups. – se calla el muchacho, al no saber contestar esa pregunta.
El resto, que parecía mirar a Zack con cierto ánimo e inspiración, rápidamente se decepcionan.
-Me lo imaginé... No tiene ni caso que te pregunte otra vez por el “Fragmentador” que usas para viajar a través del tiempo y del espacio, ya que no lo debes ni tener…
-¡Ahoga que lo gecuegdo...yo he estado en Alemania! – recuerda el detective, levantando la mano para llamar la atención – ¡Y mi sentido de la ogientación es tal, que puedo decig ahoga mismo que está al nogeste de aquí! Sonagá loco, pero no tenemos otua opción más que…tomag un vehículo.
-¿Y qué vehículo vamos a tomar? ¿Un taxi? ¿Posees acaso mucho dinero francés?
-¡Hahaha! ¡No necesitamos eugos, tipo con máscaga! ¡Poseo mi propio auto!
-¿En serio...? ¡Entonces no perdamos tiempo! ¡Vayamos de inmediato hacia tu vehículo!
-¡Muy bien! ¡Tan sólo seguidme todos hacia mi depagtamento!
Dicho esto, los cuatro deciden unirse para viajar hacia Alemania con tal de buscar a los Fragmentos de Omega. Y mientras todos ellos salen de los callejones hacia las calles parisinas, son observados desde la terraza de un edificio por una mujer con parche, y un hombre corpulento con máscara que los miran con total preocupación.
-¡ISAAC! ¿¡QUE SE SUPONE QUE ESTÁ HACIENDO!? – grita Oni, incrédulo al ver a Zack.
-¡Se suponía que había ido a por unas pastillas! – protesta Odín - ¡Estábamos tras el rastro de unos homúnculos, y lo hallamos a él, junto a un enmascarado y dos civiles!
-¡NO PODEMOS PERMITIR QUE SE VAYAN! ¡HAY QUE DETENERLOS AHORA MISMO! – declara el enorme Guardían, esgrimiendo con fuerza su garrote.
-¡Espera, Oni! ¡No podemos dejarnos ver! Tenemos que ir con cautela…
-¡TIENES RAZÓN! ¡Pues sigámoslos con cautela, pero rápido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario