EL DISEÑO DEL BLOG ESTÁ AÚN EN RENOVACIÓN. GRACIAS POR LA PACIENCIA

Capítulos

19-Engañado

Pasadas unas horas de haberse marchado del Reino Unido por los aires, tras el cruento enfrentamiento contra los Fragmentos de Omega, los mercenarios y los tres Fragmentos Blancos finalmente llegan a eso de las cinco de la mañana a Francia, sobrevolando la región de Normandía hasta llegar a Île-de-France.
O mejor dicho, Isla de Francia, donde mora la capital de dicho país, París, y a la vez su más famoso monumento, la Torre Eiffel, que de la misma forma que el Big Ben es usado como símbolo del Reino Unido, ésta actúa como el símbolo de toda Francia, atrayendo a muchos turistas del mundo por su gran popularidad y atractivo visual.
Y observándola en persona por medio de una de las ventanas del hidroavión en pleno vuelo, Zack se maravilla mucho, y hasta se emociona por dentro a causa de haber llegado a dicho país, recordando enseguida la promesa que le había hecho a Sarah de ir allí junto a Ray, Jerome y Nidia. De pronto, lo que siente es tanto, que no puede evitar contenerse.

-¡¡¡Llegamos…!!! ¡¡¡Estamos en Francia!!! – exclama con bastante entusiasmo y alegría, despertando súbitamente a la gran mayoría de los mercenarios.

-¡Ahh! ¡Zack! – se despierta Jane, asustada.

-...Y pensar que había pasado algo. – comenta Laimar, que al igual que Katran, vuelven a dormir.

-¡Ups, lo siento! – se disculpa rápidamente el muchacho, con su risa característica.

-¡Ya lo sabemos! – responde molesto Lazarus, ya que se encontraba durmiendo hasta que su compañero lo despertó.

-¡Oye! ¿¡Qué te pasa!? ¡Casi me cago en los pantalones! – se queja Byron.

-Yawwwn... ¿Qué hora es? – pregunta Tabnir, bostezando nuevamente.

-Las…cinco y dos minutos de la mañana… – le avisa Jane.

-¡Lo siento, todos! ¡Es que de verdad me emociona estar en Francia! ¡Siempre quise estar ahí!

-¡Bien, felicidades! ¡Ahora déjame volver a dormir! – responde cortante Dean, volviendo a cerrar los ojos.

-Bueno… Jane, ¿en donde es que aterrizaremos?

-Según Geremaia, aterrizaremos sobre el río Sena, a la izquierda del Puente de Jena. Una vez que el hidroavión toque las aguas, saldremos del mismo y bajaremos sobre Port Debilly, y de allí avanzaremos hasta los Jardines del Trocadero, donde decidiremos nuestros futuros movimientos.

-Ya veo…

Y justo en ese momento, saliendo de una sala del hidroavión, aparece Nala, ya consciente y nuevamente en su forma humana, luego de haberse transformado de manera voluntaria en una mujer loba con el fin de matar a Finem.

-¿Oigan…qué demonios ha pasado? Recuerdo haberme enfrentado a ese vampiro…y luego, me encuentro aquí encerrada, cubierta por una red… - pide saber la mercenaria.

Cuando Zack y Tabnir la ven, los dos rápidamente quedan boquiabiertos, ahogando un grito, con los rostros enrojecidos, ya que ven a la mercenaria completamente desnuda, al haberse destruido toda su ropa durante su transformación hace horas. Y no pasan tampoco tantos segundos para que Lazarus abra los ojos y se ponga igual de colorado que sus compañeros. Sin embargo, el resto no parece sorprenderse tanto por lo que ocurre, sobre todo Byron.

-¡Dios mío, pero que cuerpazo! – dice con mucho placer, sin vergüenza alguna. - ¡Jajaja, Nala, cada vez que te transformas en una lobita pierdes toda tu ropa, pero aún así vuelves a “renacer” como toda una diosa!

-Cierra la boca Byron, o juro que te romperé los dientes para meterte cada uno de ellos por las orejas. – lo amenaza su compañera, que no parece inmutarse por estar desnuda ante los tres Fragmentos Blancos, que inútilmente intentan avisarle que se ponga algo de ropa.

-Ahh…E-Esto….Y-Yo…

-¿Y a ustedes qué os pasa? ¿Acaso nunca habéis visto a una mujer desnuda en toda vuestra vida?

-P-Pero…

-…Hmph, después de todo sois niños… En fin, volveré a preguntar, ¿Qué ha pasado?

-Los Fragmentos han escapado. No quisieron perder más tiempo con nosotros peleando, ya que no querían ser encontrados por los Gladios, por lo que decidieron marcharse de inmediato hacia Francia. – le empieza a explicar Thomas, que evita mirarla.

-¿¡Se han marchado ya a Francia!?

-Sí, pero tampoco te preocupes tanto, porque ahora mismo estamos allí. Y además hemos llegado antes que ellos. Te habrás dado cuenta ya, de que estás en un avión…bueno, un hidroavión.

-¿De verdad, Tommy? – responde curiosa, echando un vistazo a la ventana que tiene cerca por unos pocos segundos - …Sí. Y tienes razón, estamos ya en Francia. Trés bien.

-Nala… Ponte algo de ropa…- le pide Jane, teniendo en cuenta a los tres Fragmentos Blancos que continúan colorados.

-De acuerdo, de acuerdo. Iré a buscar a Connor… ¿Dónde está?

-En la cabina, con Stefan, Geremaia, y el piloto. – le indica Laimar, sin siquiera abrir los ojos.

-Bien…imagino que será allá… - dice, comenzando a caminar hacia adelante, ante la mirada de todos y la de un pervertido Byron, que mira sonriente la parte posterior de su compañera.

-Oye Nala, ¿cuántas veces te he dicho que tienes un culo maravilloso? – le expresa el mercenario, recibiendo por consecuencia otro puñetazo en la cara. – Auch…

-¡Byron! – lo reta Jane.

-¡Vale, perdón!

-...Me pregunto…si papá no se sorprenderá por su desnudez… - expresa Dean, aún impresionado.

-¡Claro que no, nenaza! ¡Además, ya sabe que Nala siempre termina sin ropa cada vez que se transforma!

-¡OYE...! Bah, tienes razón…

-¡Claro que la tengo! ¡Es lógica! Nenaza…

-¡YA CÁLLATE!

-¡Mírate! ¡No solo eres un cobarde peleando, sino que te espanta ver a una mujer desnuda! ¡Mariquita, jajaja!

-¡Eh, ya basta! – los detiene Tabnir.

-…Hmph. – se calla su compañero, al igual que Byron.

Al finalizarse la breve discusión, todos rápidamente cambian la cara. Pasan de estar algo dormidos y sorprendidos a alarmados y asustados, ya que empiezan a sentir cómo el hidroavión, que no presentaba problema alguno al volar, parece ahora sacudirse de manera brusca.
No obstante, este movimiento tan sólo dura unos pocos segundos, volviendo al ritmo normal de vuelo.

-¿¡Qué mierda ha pasado!? – se queja Byron.

-¡No lo sé! – contesta Jane, sorprendida y aliviada. – Pero por lo menos fue breve…

Una vez que todos se calman, Geremaia sale de la cabina para hablarles, limpiándose y volviéndose a poner los anteojos.

-Bonjour, et bienvenue en France! – saluda el jefe en francés - ¡Pido disculpas por este pequeño inconveniente que acaban de vivir! ¡Como verán, Nala ha entrado completamente desnuda a la cabina del hidroavión! ¡Y en cuanto nuestro piloto la vio, se impresionó tanto que perdió brevemente el control del mando!

-Tiene sentido. – afirma Laimar.

-Jajaja, que bueno saberlo. Pudo haber sido peor… - expresa Zack.

-¡PERO CLARO QUE SÍ! ¡PODRÍAMOS HABER MUERTO! – exclama Lazarus, alterado.

-Pero no ha sido así, Dean – le aclara su padre – Bueno…será mejor que se vayan levantando, ya que descenderemos sobre el río Sena, y de allí pisaremos París.

-Está bien…

Entonces, tras el aviso, todos se levantan de los asientos para terminar agrupándose con Stefan, Connor, y una nuevamente vestida Nala. En cuestión de minutos, el piloto vuela por encima de los Jardines del Trocadero, un conjunto de jardines y fuentes muy ornamentado por varias esculturas y estatuas de grandes artistas franceses, muy frecuentado además por los turistas extranjeros, cuya superficie total abarca desde el Palacio de Chaillot hasta el Puente de Jena, encontrándose este último sobre el río Sena.

-Super! ¡Ya estamos sobre Port Debilly! ¡Ahora salgan! – avisa Geremaia, sintiendo con gusto el aire fresco y matutino de París desde la puerta abierta del hidroavión antes de salir con los demás.

-¡Sí! – exclama con entusiasmo Zack.

Y una vez que todos se bajan del hidroavión, ven cómo éste se marcha en cuestión de minutos, siendo saludado por Gere.

-Merci pour le voyage! – agradece en francés.

-¡Finalmente ya estamos aquí! ¡Miren, allí está la Torre Eiffel! – indica el muchacho, señalando hacia dicha torre.

-Así es. Pronto iremos allá…pero primero, paseemos por les Jardins du Trocadéro, Zachary. – le informa Gere.

-¡De acuerdo!

Dado el caso todos salen de Port Debilly, y caminan hasta el Puente de Jena, guiados por Geremaia, y de allí van hacia la izquierda, donde Zack divisa con emoción los famosos jardines, visitados por unas pocas personas teniendo en cuenta la hora que es. Y pasados unos minutos se encuentra ya allí, contemplando con muchísima admiración alguna de las esculturas que encuentra.

-¡Qué belleza! ¡Con que estos son los Jardines del Trocadero! Las esculturas, las fuentes, incluso el edificio que está allí al fondo, que parece como un castillo… ¡Todo es simplemente bello en Francia!

-Ese edificio de allá es el Palacio de Chaillot, Zack. – le informa Jane – Es muy popular por albergar tres museos, el Museo de la Marina, el Museo del Hombre, y el Museo de la Arquitectura.

-¡Ya veo! Y decía yo que era como un castillo, jeje… -responde, con su propia y tonta risa nuevamente. 

Al verlo, Jane sonríe por su evidente alegría al estar en un país en el que nunca antes había estado. Y en base a eso, vuelve a recordar la promesa que él le confesó que hizo. La que había jurado hacer, de conocer Francia junto a Railo, Sarah, Nidia, y Jerome. Y por esa misma promesa, adivina, sin tener que leerle la mente a Zack, que en el fondo, él está aún triste, por más entusiasmado que pareciese en el momento.

-…Ja.

-…Parece estar muy emocionado, ¿no crees, Vince? – le pregunta Lazarus a su compañero, notando la actitud de Zack.

-¿Y qué esperas? Él nunca ha estado en Francia. Y de acuerdo a lo que nos había dicho hace poco, significa mucho para él. – contesta Tabnir.

-Sí, sí, bueno… ¡Pero nosotros tampoco hemos estado aquí! Bueno…tú sabes…yo me pondría algo así, como él… pero estamos… ¡en una misión! 

-Oh, vamos, no lo niegues. Te emocionarías ahora mismo, de no ser por la clase de persona que aparentemente es en realidad Zack… ¿no?

-…Hmph.

Tras la charla, los dos agentes parecen vigilar a su compañero, sin percatarse de que Jane les había escuchado, quien actúa por fuera como si no lo hubiera hecho, mostrándose por dentro, en cambio, muy seria. De pronto, Geremaia se pone a su lado, contemplando al joven muchacho a la vez que inicia una conversación con ella.

-¡Bueno, bueno! Es la primera vez que Zachary pisa Francia, y como que ya ama todo aquí. Aunque ya nos lo imaginábamos… podría decirse.

-…Gere… ¿Aún crees que él…sea el Zorro Blanco, verdad?

-…Bueno, como sabrás, no estoy seguro, al igual que tú tampoco lo estás.

-Siendo sincera, yo creo que tal vez no sea él… 

-¿Y por qué?

-Poco después de encontrarnos en la mansión Heart-King, fuimos descubiertos por Railo, que se encontraba oculto entre los árboles de la zona. Y como él cree también que Zack pueda ser el Zorro Blanco, le preguntó de manera cruel si acaso el hecho de que él quiera “sacarlo” de la organización, significaba en realidad matarlo por la muerte de su hermana menor, Sarah, con el fin de saber si así despertaría su “aparente” personalidad asesina… Y si bien se ha puesto nervioso y confundido, no ha enloquecido en ningún momento... Además, tras las preguntas, Railo concluyó que quien sea en realidad el Zorro Blanco pueda ser el hermano gemelo de Zack, Jerome…

-Oh, con que tiene un hermano gemelo… Bueno, ya lo sabía.

-¿En serio? Pero qué digo, si eso es típico de ti.

-Así es. Como te imaginarás, he investigado sobre él, descubriendo que tiene dos hermanos, entre otras cosas generales, jejeje. Pero bueno… ¿Crees que Zachary no sea el Zorro Blanco sólo por eso?

-Bueno…como sabes, siempre que le leo la mente, con tal de saber si miente o no, descubro que dice la verdad. Y además él es un joven muy sincero, porque dice cosas suyas aún en los momentos menos oportunos… Él de verdad quiere sacar a su amigo de allí, y no con la intención de tomar venganza y matarle… Incluso, hace tres meses, Steven lo quemó, y de ser en realidad un asesino no sólo habría reaccionado y evitado el ataque, sino que ante el peligro, debió de haberse vuelto loco en caso de ser esquizofrénico, pero no lo ha hecho… 

-Entiendo… He visto a través de una de mis tantas cámaras que tengo esparcidas por toda Nueva York lo que ha pasado entre él y Zachary. Pero con respecto a esto, ¿sabes una cosa? Encuentro evidente, que poco a poco, te estás enamorando de él.

-¿Q-Q-QUÉ? – pregunta Jane con mucha sorpresa, sin esperarse esa pregunta. - ¿Por qué dices eso...?

-Porque tú misma me lo estás diciendo, de manera indirecta. Y además, cuando Steven le quemó, lloraste porque no quería que muriera, luego de salvarle la vida hace meses, claro. Y fue a partir de allí, que empezaste a cogerle aprecio, por evitar que tuviera el mismo destino que Manuel Cortéz, y que las demás víctimas del propio Steven. Y ese aprecio, eventualmente, se está convirtiendo en amor.

-¡P-Pero eso fue porque estaba devastada en aquel momento! T-Tú sabes…cuando tuve que utilizar mi poder mental para librarme de Fuunra y Vortaxio… 

-Llevando sin querer al propio Manuel Cortéz a su muerte. Pero sabes, de todas formas, creo que él siente algo por ti también, ya que te protegió de Vortaxio, aunque tuviera que matarle en el acto, “involuntariamente”. De todos modos no te preocupes. Te comprendo perfectamente. - le dice en un tono "burlón" - A tu edad no tiene nada de malo enamorarse, por más que seas un par de años mayor que Zachary. Aún así, mantén los ojos abiertos. El amor suele…nublar el juicio a veces. 

-… Con respecto a Aina, ¿no has averiguado nada aún? – pregunta, cambiando de tema.

-No, lo siento. Sigo trabajando en ello siempre que puedo, Jane.

-Está bien… ¿Y ahora qué haremos exactamente?

-Los Fragmentos de Omega ya deben estar de camino hacia aquí, por lo que tenemos mucho tiempo libre. Aprovechemos algo de ese tiempo para descansar un poco o contemplar París hasta que ellos lleguen. Además, estoy seguro de que Zachary estará más maravillado aún con conocer París.

-¿Solo él, jefe? – interrumpe Byron - ¡Tengo muchas ganas de conocer a una francesita y decirle cosas como “Je t’aime” o “Voulez vous coucher avec moi” !

-¡Byron! – exclama, sorprendida, pensando que pudo haberlos escuchado.

-¿Qué? – pregunta, fingiendo que no escuchó nada.

-Oh…¿Qué es lo que quieres?

-¡Pues lo que dije! ¡Conocer a una francesita, o mejor dicho, a una “mademoiselle française”!

-Jeje. Byron, tú siempre quieres conocer chicas, por más que halagues o coquetees con otras. – le dice Geremaia, sonriendo - ¿Por qué no te vas a Moulin Rouge?

-¿Moulin Rouge? ¿El famoso cabaré, como el de la película?

-¡Por supuesto, mi pequeño zoquete! ¡Y está aquí, en París, en la zona roja del barrio de Pigalle! Pero claro está, que de ir no tendrás mucho tiempo de diversión, ya que estamos tras los Fragmentos de Omega. Ni siquiera sé si a estas horas estará abierto, o quizás sí, pero si es que un día te tomas vacaciones y regresas aquí, puedes ir cuando te dé la gana.

-¡Tiene razón! …Pero de todos modos, si veo a una francesita por aquí, le pediré el “numéro de téléphone”.

-Mmph, tú tan mujeriego. – se le queja Nala, que contempla el Palacio de Chaillot con cierto interés.

-¡Jaja, cómo me conoces Nala! ¡Por eso te quiero tanto!

-Y yo te aborrezco tanto. – le recalca su compañera – Aunque a Stefan lo aborrezco mucho más…

-El cariño es mutuo, lobita. – le responde el mercenario, habiéndola escuchado.

Y en ese momento, los dos se miran con mucho desprecio, como si fueran un gato contra un perro, o en cierto sentido, un hombre lobo contra un vampiro. Tan despreciativa es la mirada que se dan mutuamente, que pareciera que irían a pelearse, aunque no lo harán en realidad, ya que son conscientes de que no deben armar un alboroto. 

-Jeje, oigan, ¿por qué se odian tanto aquellos dos? – pregunta Zack, que vuelve con los demás tras contemplar los jardines.

-¿De verdad? ¿Has visto a Nala convertirse en una mujer loba y no te has dado cuenta? – le pregunta Byron.

-¿Cuenta…de qué? ¿De que Nala es una mujer loba y le odia por algo personal entre los dos? 

-No precisamente algo “personal”… Ahora que lo pienso, no conoces a Stefan. Él es…algo parecido a Finem. Te debes de haber dado cuenta en Londres por qué ella quiso acabar con aquel Fragmento de Omega, o mejor dicho, por qué él intentó matar a Nala.

-¿Por ser una mujer loba? Bueno, sí, claro. Que yo sepa, en la mitología, los hombres lobo y los vampiros son enemigos naturales. Pero con respecto a Stefan, ¿cómo que él es algo parecido a Finem? – contesta extrañado, sorprendiéndose a los segundos siguientes - ¿¡Acaso él es un vampiro también!?

-Sí, algo así. Él es por así decirlo, un “vampiro humano”.

-¿Vampiro humano?

-Eso mismo. Un vampiro que es como un humano, o mejor dicho, un humano con habilidades de vampiro. Para sobrevivir no tiene que consumir solamente sangre. Puede satisfacer su hambre y sed como un humano normal, aunque si le da la gana, puede tomar la sangre de cualquier ser vivo, para aumentar su esperanza de vida, o recuperarse a mayor velocidad de las heridas que tenga.

-Entonces…por eso odia a Nala… aunque no tiene lógica... ¡Ni siquiera es un vampiro! Tal vez sea por cuestiones de rivalidad...

-Sep. Y Stefan odia también al mismísimo Finem, ya que fue él quien lo convirtió en lo que es. Por esa razón quiso matarlo antes que Nala. 

-¿En serio?

-Es en serio, mocoso. – le afirma el propio Stefan, que comienza a explicarle su historia, dejando de mirar a Nala – Sucedió hace ocho o nueve años, en América. Antes de que ese vampiro fuese reclutado por el desgraciado que me quemó hace horas, yo era un simple joven al que le gustaba deambular por la calle a oscuras, en busca de un respiro nocturno. Y sucedió que, en cierta noche, le encontré de espaldas en una zona apartada, comiéndose a una persona. Como era alguien ordinario en aquel entonces, eché a correr aterrorizado, aunque no conseguí huir de él.

-¿Y cómo fue que sobreviviste? Digo, una mordida de Finem puede ser fatal.

-Claro que sí. Esa cosa es como un tiburón. Apenas logró cogerme, mordió mi pecho a una gran velocidad. Todo fue rápido. Perdí mucha sangre, y lo peor de todo es que no me desmayé. Me mantuve consciente todo el tiempo con mucho miedo. Y fue entonces, que un auto nos iluminó a ambos, ya que estábamos obstruyendo la calle. La luz alcanzó a Finem, que al ser sensible a ella echó a correr asustado. Luego, el conductor de aquel auto me encontró moribundo y llamó a una ambulancia. Así fue que conseguí sobrevivir…aunque ya cambiado. Tiempo después, conocí a Geremaia, convirtiéndome en uno de sus guardaespaldas desde entonces.

-Entiendo… ¿Pero la luz no te afecta también?

-Lo creí en un principio, pero como te habrá dicho Byron, soy un humano con habilidades de vampiro. Luego de ser mordido por Finem, en lugar de transformarme en algo pálido, feo, y sensible a la luz como él, adquirí su fuerza, su agudo sentido del olfato, y además la capacidad de sanarme consumiendo sangre. Y con respecto a la luz, no sé en realidad. Supongo que será por ser aún humano, o por no haber adquirido su debilidad hacia la luz.

-Vaya. Me recuerdas un poco a “Blade”… ¿Y aún le temes a Finem?

-¿Bromeas? Le detesto con toda mi alma. Acabaré con él, y a decir verdad, pude haberlo hecho hace horas de no ser por la interferencia de aquella lobita.

-Imbécil. – le insulta la mercenaria, escuchándolo – No es mi culpa que ese monstruo decidiera fijarse en mí primero. Además, creo que no te recuerda en absoluto.

-Que me recuerde o no me importa un bledo. De hecho, puedo ahorrarme la molestia de tener un “momento dramático” con él antes de matarlo. Y la próxima vez que lo encuentre, me aseguraré de que no estés en medio.

-¿Acaso me estas amenazando?

Los dos mercenarios se vuelven a mirar con odio, a punto de pelearse. Ante tal desprecio, los demás se preocupan de que se produzca un alboroto completamente innecesario. Pero para suerte de todos, Geremaia interviene y detiene a ambos rivales antes de que estallasen.

-Oigan oigan, ya cálmense. No queremos sufrir ninguna baja, ¿cierto? Sobre todo por cosas así. On sommes en France. Oui? Calmons-nous, qui je veux marcher pour les française rues! (¿Estamos en Francia, si? ¡Calmémonos, que yo quiero pasear por las calles francesas!)

-Bien, bien. – asiente Stefan, cerrando la boca.

-…Je suis désolé, jefe. – se disculpa Nala, con un tono sarcástico.

-Super! ¡Ahora, contemplemos París todos juntos! – ordena con alegría Gere, caminando hacia la Torre Eiffel.

-S-Señor Friedkin. ¿Acaso se dirige hacia la Torre Eiffel? – le pregunta Connor.

-¡Así es, Connor! ¡No hay nada como contemplar el edificio más simbólico de toda Francia!

-Pero apenas son las cinco y cuarto de la mañana. No podrá subirse a la torre hasta que sean las nueve.

-Jeje. No dije que me iba a subir a la torre, sino que la iba a contemplar. Ahora… ¿me harían todos el favor de acompañarme, s’il vous plaît?

-Sí señor – asiente Connor.

-Très bien!

-… ¿Por qué tiene que hablar en francés casi siempre? – se cuestiona Lazarus, algo molesto con la actitud de su padre.

Ante su pedido todos obedecen, accediendo a acompañarle, abandonando tanto los Jardines del Trocadero como el Palacio de Chaillot. Teniendo en frente de sus ojos a la misma torre a una gran pero no lejana distancia, ellos cruzan por el Puente de Jena, fluyendo por debajo de ellos las aguas del río Sena, contempladas por Zack, quien simplemente se emociona mucho por todo lo que ve. 
Pasados unos minutos todos pasan al lado del muelle de Quai Branly. Cruzan la calle, y finalmente llegan a situarse por debajo de la mismísima Torre Eiffel. 

-¡La Torre…Eiffel! – grita Zack, completamente maravillado. - ¡F-Finalmente…estoy aquí! Q-Qué pena que no pueda subir a ella por ahora…

-¡Tan grande, y nosotros tan pequeños! ¡Incluso es mucho más grande que el Big Ben! – comenta Thomas, asombrado.

-No me digas. – le responde Byron con sarcasmo – Si la Tour Eiffel fuera una persona, nosotros seríamos insectos comparados con ella, je.

-Que sarcástico eres, Byron.

-¡Soy “sincero”! Jeje… Espera un minuto, ¿qué le ocurre al Saco?

-¿Saco? ¿Quién es el Saco…te refieres a Zack?

-¡Sí, mírale!

Los dos, seguidos de los demás mercenarios, observan a Zack de espaldas, contemplando la Torre Eiffel con su evidente emoción. Sólo que lo hacen, porque éste comienza a temblar involuntariamente, mientras continúa fijando sus ojos hacia el gigantesco edificio. El resto, sobre todo Jane, no tardan ni siquiera un segundo en percatarse de que en realidad, él está llorando. Ante esto, Tabnir, Lazarus y Geremaia parecen preocuparse un poco.

-¿Zack…? ¿Te encuentras bien? – le pregunta Jane, tocando su hombro.

-…Ja. No es nada… Simplemente…estoy aquí…en Francia…por fin… - responde el muchacho, sin dirigirle la mirada.

-…Zack, mírame a la cara.

-¿Por qué...? Estoy contemplando...la Torre…Eiffel…

Ante su respuesta, ella decide ponerse en frente suyo para llamar su atención, aunque el muchacho continúa mirando la Torre con sus ojos llorosos. Preocupada y un poco molesta, le baja la cara con una mano para que la mire, manchándosela con las lágrimas de éste en el acto.

-…Jane…

-…Es la promesa… Lloras porque sientes que no pudiste cumplirla…

-...Si bien yo estoy aquí…y Ray pronto lo estará…Nidia y Jerome no están…ni siquiera Sarah… Sé que algo significa el estar aquí, pese a todo…pero me duele…

-...Zack…Que estés aquí en Francia significa algo… Significa que, de continuar viva Sarah, tú habrías cumplido la promesa de viajar todos juntos hasta aquí…

-...Tal vez…  - contesta con tristeza, comenzando a dudar un poco de si podrá sacar a su amigo de la organización de Stroyer. Si no ha podido hacer algo para salvar a Sarah, ¿qué podría hacer para salvar a Ray de la organización?

-…No digas “Tal vez”…Tú lo habrías hecho. Y con respecto a tu meta actual, no dudes nunca. Tú lograrás sacar a Railo…es decir, a Raymond, de las manos de Stroyer… - le responde Jane, habiéndole leído la mente, y a la vez, sintiéndose algo nostálgica en cuanto a su hermana mayor, preguntándose también si acaso la volverá a ver algún día.

-...Yo…

-¡Oye, Saco, veo lo mucho que te emociona estar aquí! – le dice Byron.

-Byron, cállate. – le pide Geremaia, algo serio.

-¿Eh? Como diga, jefe…

-Este Byron… - rezonga Jane - ...Escúchame. No quiero que llores más. Si lo haces...te golpearé.

-¿¡Qué!? ¿D-De verdad? – se sorprende Zack, dejando de lado su tristeza.

-¡No, sólo bromeo! Pero me harás sentir mal… Y además, estamos tras los Fragmentos de Omega. No podemos permitirnos que las emociones negativas nos afecten. ¿De acuerdo?

-…Bien.

Escuchando su respuesta, Jane le sonríe cariñosamente. 

-Quisiera…tomarme un respiro. Quiero despejar mi mente por un momento, solo… - contesta mientras se seca las lágrimas.

-Claro. Como quieras, Zack.

Dicho esto, el muchacho se aleja de Jane y de los demás, marchándose hacia delante, pasando por debajo de la Torre Eiffel hasta cruzar la avenida Gustave Eiffel, llamada así en honor al creador de dicha torre. 
Nada más verlo, Lazarus y Tabnir, sobre todo el primero, parecen alterarse. Tanto, que lo siguen sólo hasta la avenida, en donde lo ven de cerca junto a los demás mercenarios.

-¡EH! ¿¡A DONDE CREE QUE VA!? – demanda saber Lazarus.

-¡Se está alejando! – se queja Tabnir.

-¿¡PORQUÉ SE ESTÁ ALEJANDO DE NOSOTROS!? ¿¡QUÉ LE DIJISTE, JANE!?

-¿Qué es lo que esta pasando? ¡Él me ha pedido de ir a tomar un respiro! Lo necesita, ¿no crees?

-¡Yo la apoyo! ¡Tanta emoción nubla el juicio, sobre todo si estamos en una misión! – interfiere Byron.

-Byron… - lo vuelve a callar Gere, todavía serio por Zack.

-¡No importa! ¡Él no irá solo a contemplar el pasto y los árboles que tiene por delante! ¡O a tomarse un “respiro”!

-¿¡Oye, qué te pasa Dean!? – le echa en cara Jane, enojada. - ¡Siempre les preocupa a ti y a Vincent que Zack se aleje de ustedes o haga algo que no sepan! ¡Oh, pero claro! ¿¡Creen acaso que es el Zorro Blanco, no!?

-¡Pues claro que sí! ¿¡NO ES OBVIO!?

-¡Debí imaginármelo! ¡Pero pese a esto, él es su compañero! ¡Lo convencieron de unirse al Gobierno Astral para ir en busca de su amigo!

-¡Sí claro, eso lo tiene entendido él! ¡No sabe nada, y eso es bueno!

-¡DEAN! ¡CÁLLATE!

-¿Q-Qué…? – se asombra Jane, curiosa de no saber eso, tal vez por no andar leyendo las mentes de todas las personas todo el tiempo - ¿Cómo que lo tiene entendido?

-¿Qué me calle? …Mierda.

-Maldición…ahora tenemos que decirle la verdad.

-¿Y POR QUÉ SE LA VAMOS A DECIR?

-Porque puedo leer tu mente. – le responde, furiosa – Será mejor que me digan de inmediato la verdad o me aseguraré de distorsionar sus recuerdos con mis habilidades.

-¡Nenaza! – le insulta Byron, como siempre.

-¡CÁLLATE! …Mmph, bien. Vince, cuéntaselo tú. Yo no tengo intención de hacerlo.

-…En 2006, un año después de la masacre de la mansión Akatoikitos, en Little Moon, Wisconsin, encontramos a Zack allí, frente al monumento dedicado a las víctimas de la masacre, construido sobre el mismo lugar en el que se situaba la abandonada mansión tras su demolición. Lo encontramos triste, quejándose de no saber por donde empezar a buscar a los Fragmentos de Omega. Fue entonces, cuando lo conocimos. Le dijimos que somos agentes del Gobierno Astral, una organización que existe desde tiempos antiguos, y que anda tras las personas que mataron a sus compañeros de clase y amigos. Tras explicarle qué clase de terroristas eran los Fragmentos, lo “invitamos” a ser nuestro compañero. Y así, él “accedió” a convertirse en un Fragmento Blanco más, con la falsa promesa de que podría seguir y traer de vuelta a su amigo.

-Así que lo han engañado. Le han hecho creer que era uno de los suyos, ¿pero por qué?

-¡PORQUE ÉL ES EL ZORRO BLANCO! ¡Y A PARTIR DE ESA MASACRE, DESARROLLÓ ESA PERSONALIDAD ASESINA! ¡Y POR LLORIQUEAR HACE UNOS SEGUNDOS, PUEDE QUE ESTÉ POR CAMBIAR DE PERSONALIDAD Y HUIR GRACIAS A TI!

-¡No es el Zorro Blanco! Yo leí su mente cada vez que él negaba serlo, ¡y tiene razón! Además, ¿¡olvidas que cuando nos encontramos a Railo en el Bosque de Wanderland, luego de que él torturara emocionalmente a su amigo para saber si era él, Zack no cambió de personalidad si bien se alteró un poco!?
¡Mírate a un espejo, por todos los cielos!

-¿¡QUE ME MIRE A UN ESPEJO!? ¡TIENE QUE SER ÉL! ¡EL CRIMINAL MÁS BUSCADO POR EL GOBIERNO ASTRAL, JUNTO CON LOS FRAGMENTOS DE OMEGA! ¡EL ASESINO DEL LÍDER DE LA SECTA ASTRAL EUROPEA, BERTRAM WERMOND...! ¿¡QUÉ!?

-¿¡Qué es lo que te ocurre!?

-¡YA NO LO VEO! ¡YA NO VEO A ZACK ALLÍ, NI EN NINGUNA OTRA PARTE!

-¿¡QUÉ!?

-¡SE HA ESCAPADO! ¡Y TODO POR TU CULPA!

-¡D-Dean, cálmate! – le calla Tabnir, retomando la charla, asombrado al igual que el resto -…Jane…dado el caso, te diré porqué lo convencimos de unírsenos a nosotros hace tres años…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores (¡Sigue este blog!)