-HAHAHAHAHA – ríe Finem, poniéndose una capucha en la cabeza para protegerse de los futuros rayos de sol.
-…Así que ya estamos en Francia… - se dice Railo, con cierta nostalgia, observando desde la playa algunos edificios y casas cercanos.
-¡Tú lo has dicho! – le contesta Fuunra - ¡Y todo gracias a mí y a Stroyer! ¡Si no fuera por los dispositivos elementales estaríamos más cansados que una mula!
-Sí, como sea…
-Mira Steven…ya hemos llegado juntos a Francia – expresa Heather, contenta de pisar el país – Y ver el amanecer en la playa es algo muy…hermoso…
-Lo es – afirma el líder, mirando hacia el mar – Pero no vinimos aquí de vacaciones ni de turistas.
-Tienes razón… - contesta con cierta frustración
-¡Siiiiiiiiiiii! ¡Estamos en Francia! – exclama Horus, al salir del barco junto a los demás Fragmentos de Omega.
-¡WIIIIIIIIIIIIII! ¡FRANCIA, FRANCIA!– festeja a su lado Max, junto a March.
-…Idiotas. – les insulta Glacius, molesto por su actitud infantil.
-… ¿Y en donde es que estamos? – pregunta Lucifer, sorprendido e igual de molesto.
-¡Estamos en Lion-sur-Mer, y de aquí nos moveremos ahora mismo hacia París! ¡Y de París, hacia Alemania! – añade Louis, emocionado por haber llegado a Francia. ¡Así que venga, empecemos a conducir!
-¿Qué? ¿Cómo que conducir, conejo de pascua?
-¡Soy el Conejo Blanco! ¡Y así es, conduciremos hasta el aeropuerto de Caen! ¡Ahora todos, apartaos del Señor Morsa ahora mismo!
Haciendo caso al Conejo Blanco, todos los Fragmentos lo escuchan. Y una vez que se distancian de la proa del barco, ven cómo Louis quita otro control remoto de su bolsillo, el cual acciona de inmediato ante su propio navío. Entonces, todos ven con gran deleite, salvo Stroyer, Broken y Tetsu, que mantienen el rostro serio como siempre, cómo de la parte delantera del barco, la enorme cabeza de morsa como mascarón de proa abre su boca, para expulsar de su interior dos vehículos idénticos, con la misma ametralladora en la parte delantera, el mismo color cian y los mismos ocho asientos, muy familiares para todos los Fragmentos de Omega, sobre todo para Glacius.
-Es…la Oruga Azul… – se sorprende el Fragmento, recordando cuando condujo dicho vehículo hace tres meses en Nueva York.
-¡Son LAS Orugas Azules! – le corrige Louis - ¡Las he preparado para esta ocasión, con tal de movernos a toda velocidad hacia París!
-…No te importará que conduzca una de ellas, ¿verdad?
-¡Adelante! ¡Sería mejor que tú y tus compañeros tomen el volante, ya que a diferencia de vosotros, no poseemos dispositivos elementales! Y debido al viaje, ya nos estamos cansando un poco…
-Yawwwwn… - bostezan al mismo tiempo los gemelos Twidlecutt - ¡Queremos volver a comer esas ostras!
-Perfecto. – responde Glacius, satisfecho por dentro de volver a conducir dicho vehículo.
-Yo conduciré el otro vehículo. – avisa Stroyer.
-Muy bien, entonces... "esconderé" al Señor Morsa antes de marcharnos… - aclara, sabiendo que no volverá a utilizar su vehículo.
Usando el mismo control remoto, Louis hace que el barco se distancie un par de metros de la playa por cuenta propia, para pasar a sumergirse en el mar, como si de repente se convirtiese en un martillo en el agua.
-¡Espera un momento! – exclama Fuunra - ¿No se deteriorará bajo el agua, como el Titanic?
-¡No lo hará! ¡Lo he diseñado para que no se oxide ni se pudra, literalmente! ¡De hecho, así lo he escondido en Londres! ¡Ahora subamos y marchémonos!
-Espera un minuto Louis… - interrumpe Gliam – Tenemos que quitar las dos Orugas de la playa. ¿Olvidaste que la misma arena puede estropear las ruedas y el motor de ambas?
-…Cierto. – afirma con vergüenza.
Dicho esto, los Fragmentos de Omega con dispositivos elementales proceden a quitar a las dos Orugas Azules de la playa antes de subirse a ellas y marcharse.
Y en algún lugar desconocido, en algún país de Europa, aislados completamente del mundo exterior, un grupo de personas, conformada por tres hombres y dos mujeres, comienzan a discutir sobre las actividades que los Fragmentos de Omega han llevado a cabo en América, y ahora en Londres.
-De acuerdo a los Gladios que patrullaron por Westminster, y a dos de los Caballeros Blancos, los Fragmentos de Omega lograron escapar por el río Tamesis hasta el mar en una especie de barco, que fue ocultado de alguna forma con éxito hasta el momento que ellos lo han usado para viajar hasta Francia. – explica el líder de estos, un hombre adulto de cabello castaño canoso que lleva en sus manos la máscara de un Wombat, un marsupial australiano.
-¡Esos Fragmentos de Omega son realmente increíbles! ¡Son muy diferentes a los demás enemigos que hemos enfrentado en nombre del Gobierno Astral! – se queja una de las mujeres, de cabello castaño rojizo y siendo la más joven en edad, portando la máscara de un canguro entre sus dedos.
-Así es… - le da la razón la otra mujer, de cabello negro, voz tímida, y con la máscara de un koala –…pero sabemos que son una amenaza para el mundo… Son capaces de crear y manipular elementos de la naturaleza…como en la profecía que ha dictado Damos hace casi mil años…
-¿Damos? ¿Quién era él? – pregunta la otra mujer con ignorancia.
-Uno de los varios profetas que han existido en la historia de las Sectas Astrales, ¿lo has olvidado? Como el gran Zao Long, el fundador del Gobierno Astral hace miles de años. – le aclara uno de los hombres, de tez morena y cabello negro con rastas, con la máscara de un calamar.
-¡Ups, lo siento! …¿Puedo escuchar toda la profecía?
Todos se decepcionan en silencio por la pregunta de la joven mujer.
-¿Calamar, quisieras grabarle en la cabeza a Canguro la profecía de Damos? Es increíble que no la haya escuchado nunca. – pide el líder del grupo.
-…Sí jefe. – asiente el hombre con rastas, tosiendo un poco antes de recitar dicha profecía a su compañera, quien se siente algo avergonzada otra vez.
-¿Y bien...? ¿Cómo es?
-"Llegará el día, en el que los Entes, deidades del universo, cuyos extraordinarios y sobrenaturales poderes que van más allá de la imaginación, no serán los únicos en el mismo universo en poseer dichas habilidades. Porque luego de un largo tiempo, sean décadas, siglos o milenios, llegará el momento en el que surgirán humanos. Humanos, con los poderes de los Entes, que de la nada aparecerán y cambiarán la vida como se conoció, se conoce y conocerá, sea para bien o para mal"
-...Vaya. Ya entendí. Lo siento…
-Deberías, Canguro. – le recalca Wombat – En mi equipo detesto la ignorancia, así que después de esta charla volverás a leer sobre la historia del Gobierno Astral hasta que se te quede la información en la cabeza. Sólo porque seas la hermana menor de Koala no significa que hagas lo que te dé la gana.
-¡Pero jefe...!
-¿Pero qué? – interrumpe de manera cortante.
-…Nada. Lo siento.
-Bien… Con respecto a lo que estaba diciendo, en este mismo momento los Fragmentos de Omega deben estar viajando a toda velocidad hacia Francia, y no lo digo solamente por lo especial que sea su barco…
-Lo dice también por sus elementos… - contesta Mako, el último hombre del grupo, cuyo cabello de color beige, junto con las ojeras que presenta, le dan un aspecto algo tétrico.
-Exacto.
-¿Sus elementos? – pregunta nuevamente con ignorancia Canguro.
-Piensa Canguro. Con sus elementos ellos pueden acelerar el viaje, teniendo en cuenta también que nunca se cansan. Por ejemplo, ahora mismo Stroyer, o quizás Fuunra, deben usar respectivamente el poder del Fuego o del Aire como un acelerador para aumentar la velocidad del barco en el que están viajando hacia Francia, mucho antes del tiempo estimado, que sería a eso de las 8 o 9 de la mañana.
-Ya veo… - comprende con decepción hacia sí misma - …¡pero esperen! ¿Sabemos en qué parte de Francia desembarcarán? Mejor dicho, ¿en qué región con salida al mar desembarcarán? ¿Alta Normandía, Baja Normandía?
-Buen punto, Canguro. Las fuerzas de las Sectas Astrales creen que los Fragmentos de Omega pueden llegar hasta una de las regiones más cercanas al país de Alemania. En otras palabras, creen que tal vez desembarquen en Nord-Pas-de-Calais o en Picardía. Y que desde allí podrían ir hacia su destino final, por Bélgica y Luxemburgo, o en el caso de ir desde Picardía, por Champagne-Ardenne y Lorena, a Alemania. Aún así no están muy seguros, y por dicha razón han mandado a un montón de Gladios en ambos sitios.
-¿Pero…y que tal si los Fragmentos quieren engañar a las Sectas Astrales? Usted sabe, jefe…
-Entiendo lo que dices. Es una posibilidad muy grande, teniendo en cuenta que Stroyer no es ningún tonto, ni tampoco un megalómano, aunque cueste creerlo. Pero de todos modos, no digo que de verdad sea un “salvador”.
-¿Salvador?
-Como ahora sabes, Damos había predicho que surgirían humanos con los poderes de los Entes, los únicos seres en el universo con la habilidad de crear y controlar los elementos de la naturaleza, aunque como sabemos, no lo son. Pero de todas formas, que los Fragmentos posean dichas habilidades no significa que realmente sean “salvadores”, teniendo en cuenta los actos atroces que han cometido, como la masacre de la mansión Akatoikitos en 2005, donde mataron a varios estudiantes inocentes que quería festejar su graduación en dicha mansión; la matanza de Hudson en 2006, cuando mataron a varios Gladios que querían emboscarlos durante su regreso de Groenlandia; o incluso cuando hace tres meses estuvieron en Nueva York…
-Sí, entiendo…
-De verdad espero que hayas entendido esto. ¿Ves ahora cuan inteligente eres al quitarte esa ignorancia de encima?
-Sí, jeje.
-Bien…Ahora, con respecto a los Fragmentos, pienso que ellos no pretenden desembarcar en realidad en Nord-Pas-de-Calais o en Picardía, sino que nos quieren hacer creer eso, y que en realidad desembarcarán en alguna otra ciudad con salida al mar como dijiste hace unos segundos, con tal de ir desde allí por toda Francia hasta Alemania lo mas rápido posible, sin ser detectados ni emboscados a tiempo.
-Entonces, ¿tenemos que avisar a las fuerzas especiales?
-Ya lo he hecho. Y con la reputación que tengo entre el Gobierno Astral de seguro tendrán en cuenta mi teoría, aunque es seguro también que no preparen ni envíen a tiempo los suficientes Gladios por todas las demás ciudades con salida al mar de la república francesa.
-¿Pero entonces qué haremos nosotros?
-¿No es obvio? Los esperaremos aquí, en Alemania… – le dice Mako – Después de todo, somos los Sin Nombre, uno de los mejores equipos de asalto y estrategia del Gobierno Astral, pequeña torpe.
-¡Oye, yo no soy tor...!
-¿Qué eres entonces, una genio?
-…Mmph.
-Mako…creo que no hay necesidad de una pelea… - expresa Koala.
-…No. No hay necesidad alguna.
-Muy bien… ¿Jefe, qué hay de Mantis?
-¡Eso! ¿Cuándo llegará aquí? – interrumpe nuevamente Canguro, pensando en él con sonrojo.
-Como sabrán, él ha ido a retirar a su hermana menor, Allie, de la Universidad de Oxford. De acuerdo a él, el motivo no parece ser otro que la torpeza de la joven con los estudios, y también la soledad que ésta sentía allí, ya que, para sorpresa de Alban, ella detesta esa universidad, aunque personalmente creo, que como los Fragmentos de Omega habían estado hasta ahora allí en el Reino Unido, más no en la región de Oxford, pudo haberse asustado un poco, pero bueno. De todas formas, como ya la ha sacado de allí justo ayer, nos encontraremos posiblemente con ambos hermanitos en cuestión de horas…
-¡Pero esperen! ¿No lo…van a descubrir con ella?
-No, Canguro, no. Él no es tonto como para delatarse mientras esté a su lado.
-Oh…perdón.
-Nadie sabe nuestras verdaderas identidades, Canguro…somos muy buenos ocultándolas… por ello somos los “Sin Nombre” en parte… - le replica Koala.
-Así es…y además, Mantis es el mejor miembro del grupo. Nunca comete un error. Desde que ha estado con nosotros ha mostrado ser muy metódico e inteligente. Me recuerda en cierto modo…a mí.
Dicho esto, el líder y fundador de los Sin Nombre se queda pensativo, frente a sus cuatro subordinados. Habiéndose "formado" desde pequeño en la Secta Astral de Oceanía como un Gladio, Wombat, o en aquel entonces Langdon Crowford, impresionaría a sus superiores, e incluso ganaría fama entre el Gobierno Astral por sus habilidades de estratega, inteligencia y sigilo, lo cual lo llevaría a convertirse en poco tiempo en un gran agente con la labor de formar a más agentes como él.
Vuelve a recordar el momento en el que, en 2005, encuentra junto a su equipo a un Alban de veintiséis años retenido en medio de las luminosas y enormes paredes de bronce de la Secta Astral de Europa, donde había logrado tener contacto con ella pese a su gran clandestinidad, por medio de una radio que sólo los Gladios podían tener, siendo en poco tiempo, “invitado” por los agentes a la sede, por no decir que fue secuestrado. Nada más verlo, Wombat decide llevárselo a una sala de la sede para interrogarle.
-¿Quién eres tú, de donde vienes y cómo ingresaste aquí? – le preguntó Wombat.
-¡Es muy guapo! – comentó Canguro, sonrojada.
-¡Canguro, cállate! – le ordenó Calamar.
-¡Me llamo Alban Scythe, señor! ¡Soy de la región de Irlanda, concretamente de Belfast! – se presentó con algo de nervios.
-No has respondido mi última pregunta. ¿Cómo ingresaste a este lugar? ¿Sabes acaso qué clase de lugar es este?
-¡Sí señor! ¡Estoy en la Secta Astral Europea, una de las cinco sedes del Gobierno Astral, cuya labor es la de proteger el mundo desde las sombras de aquellos que lo perjudican, como los que mataron a mi amigo y a los demás estudiantes!
-Sigues sin responder dicha pregunta.
-¡Lo siento! ¡Es que solía tener un amigo que solía servir al Gobierno Astral, y que en su lecho de muerte…me pidió que lo vengara, deteniendo a aquellos que lo han asesinado a él y a su compañero! ¡Antes de morir, me dijo cómo encontrar la Secta Astral Europea!
-¡Oh! – se asombró Canguro, callándose a la vez.
-¿Un amigo? ¿Y cómo se llamaba?
-¡Damian Sorgtis, señor!
-Damian Sorgtis… - se sorprendió Wombat - …Es uno de los dos Gladios asesinados por los Fragmentos de Omega en la mansión de Akatoikitos hace dos meses… ¿Pero cómo se conocían?
-¡Éramos amigos en la escuela, y no nos volvimos a ver hasta unos días antes de que ocurriera dicha masacre, en la fiesta que han organizado aquellos pobres estudiantes asesinados!
-Tiene algo de sentido que se conocieran de niños, ya que ambos son irlandeses. ¿Y tú que hacías allí, en aquella fatídica fiesta? Primero que todo, ¿qué hacías en Wisconsin, si tú eres irlandés?
-¡Siempre quise conocer América de niño, lo cual he podido hacer este año! Aunque ahora pienso que no debí hacerlo por ahora…
-¡Pobrecito! – se lamentó en voz baja Canguro.
-De acuerdo. Ahora responde la otra pregunta que te he hecho. ¿Qué hacías en aquella fiesta donde ha ocurrido la masacre?
-¡Sonará loco, pero fui invitado por Damian! ¡A él le gustaban las fiestas y las discotecas!
-…Ya veo. No sé lo que pasó allí, en aquella mansión, pero sí sé que Damian era algo extrovertido y descuidado de acuerdo a sus compañeros. Y seguramente por ello encontró la muerte… ¿Has dicho que querías vengarlo?
-¡Sí señor!
-Muy bien… pues te invito a formar parte de mi equipo. Pero primero, debes demostrarme que quieres pertenecer a él, con tal de detener a los Fragmentos de Omega. Y también, debes tener en cuenta, que no sólo me servirás a mí, sino también al Gobierno Astral, y que este trabajo durará toda tu vida. No podrás jubilarte hasta que tengas al menos setenta años. Y además, ten en mente que cualquier acto de traición que cometas contra la organización, como por ejemplo el revelar secretos de ella, tendrá como castigo la muerte. ¿Has entendido?
-…Sí señor. Pero si me lo permite, quisiera hacerle una pregunta…
-Adelante.
-… Mis padres han muerto en un accidente de tránsito en 1991, dejándome a mí y a mi pequeña hermanita solos en el mundo, sin ningún tío, ni tía, ni abuelos. Ella es todo lo que me queda, y la quiero a morir, pese a la sobreprotección a la que la suelo someter por ser doce años más joven que yo. Y he tenido cuidado de dejarla con una niñera antes del momento en el que los Gladios me raptaron y me trajeron aquí, ya que no quiero que interfiera en este camino que elegí tomar… Pero bueno, a lo que voy es si recibiré a cambio de mis servicios al Gobierno Astral mucho dinero, tanto para mantenerla a ella como para mí… - expresó Alban con calma y tristeza a la vez.
-¡Que ternura! – dijo Canguro nuevamente en voz baja, a punto de lagrimear.
-Oh, ya veo. Tienes una hermana menor a la que mantener… ¿Y cómo se las han arreglado para subsistir por su cuenta? Cuéntame algo de ti.
-Bueno… después de que nuestros padres murieran, quedamos a manos de los servicios sociales... Así que hasta que pude cumplir la mayoría de edad, vivimos con varias familias, tanto disfuncionales como estables… Una vez que cumplí dieciocho, recibí una beca por mis altísimas notas en la escuela, la cual utilicé tanto para mantenerme, con cierta ayuda social también, como para ingresar a Oxford, donde posteriormente me recibiría en ciencias y botánica...
-Entiendo…En ese caso, sí. Evidentemente recibirás una remuneración por tus servicios. Normalmente, al servir a las Sectas Astrales, tendrías que dejar a tu familia atrás por el bien de todo el mundo, pero como ella es la única familia que tienes, está bien. Mientras no sepa que trabajarás para nosotros.
-Gracias señor… Ahora, ¿cómo le demuestro…que debo pertenecer a su grupo?
-Debes seguir un gran entrenamiento. Pero te lo advierto, no es fácil. A menos que seas alguien con mucha materia gris y estamina como para aprender en cuestión de minutos distintas técnicas que te enseñaré.
-Entiendo… ¡pues no se preocupe!
Luego de este primer encuentro, Alban sería liberado de la Secta Astral Europea para volver al lado de Allie, ya como un reciente miembro de los Sin Nombre en aquel entonces. Y en los meses siguientes del 2005, se reuniría con ellos en ciertos lugares ocultos para entrenarse, consiguiendo de manera eventual ser uno de ellos por su inteligencia y sus habilidades de combate.
De hecho, por dichas habilidades se ganó el nombre de “Mantis”, ya que en una ocasión, mientras peleaba contra Calamar y Mako, no sólo adoptó el estilo de lucha de la mantis para lograr vencerles, sino que también manejó como si fuera dicho insecto una guadaña creada por Wombat, cuyo filo, semejante a la hoja de una planta cualquiera, es tan agudo que puede cortar hasta la más dura piedra.
Y conforme pasaron los siguientes años, él resolvió junto a sus compañeros, con quienes formó grandes lazos de aprecio, varios crímenes sin resolver, e incluso derrotó a algunas organizaciones terroristas menores que pretendían gobernar el mundo y acabar con el Gobierno Astral. Sin embargo, durante todo ese tiempo, siempre anheló, además de la seguridad y el futuro de su hermana menor, que llegara de una vez el momento en el que pudiera confrontar a los Fragmentos de Omega cara a cara, con tal de obtener su “venganza”.
Y después de haberse marchado del Reino Unido junto a Allie, Alban se levanta de la habitación del hotel en donde se alojó tras bajar del avión. Se levanta de la cama, semidesnudo, caminando en dirección hacia el baño para bañarse. Antes de entrar, abre la puerta del cuarto donde su hermana aún continúa durmiendo, viéndola por unos segundos.
Luego, en el baño, mientras se cepilla los dientes, recuerda que los Fragmentos de Omega se están dirigiendo a Alemania por mar y por tierra, y que ahora mismo deben de estar en Francia, ya que, al igual que su superior, estimó que ellos llegarían al país antes de lo que esperado por el Gobierno Astral para evitar confrontar a los Gladios y a sus demás fuerzas.
-Vaya…extraño a mis compañeros… - se dice a sí mismo.
Una vez que termina de cepillarse los dientes, se quita lo que le queda de ropa. Y ya desnudo, se mete en la ducha, dejando salir el agua caliente que lo cubre por completo, gota por gota.
Y una hora después, una soñolienta Allie se despierta. Y mientras se rasca los ojos, camina hacia el comedor, donde encuentra a su hermano ya vestido, con camisa, corbata y chaqueta, tomando una taza de café con leche.
-Buenos días… - le dice con sueño.
-Buenos días, Allie. – le responde con una sonrisa Alban, bebiendo su taza - ¿Has dormido bien?
-Eso creo... Soñé...que estaba jugando con varios animales hechos de felpa.
-Entonces sí, dormiste bien.
-Jajaja... ¿Qué estás bebiendo? ¿Té?
-No. Café au lait.
-¿Qué? ¿Café olé? ¿Quisiste decir café?
-Es café con leche. ¡En Francia es habitual beberlo en los desayunos!
-Pero nosotros estamos en Alemania, Alban…
-¿Estás segura? Échale un vistazo a la ventana...
Sorprendiéndose por lo que dice, Allie le hace caso, y se acerca a la ventana más cercana que tiene para mirar los alrededores. Y se sorprende aún más al descubrir a lo lejos, aparte de algunos edificios y anuncios visibles, a la mismísima Torre Eiffel, a los ojos de toda París y de los suyos en este momento. Siente, de manera inconsciente, que se encuentra en una especie de paraíso terrenal.
-¿Q-Q-QUÉ? ¿ESTAMOS EN FRANCIA?
-Oui!
-¿Pero cómo...? ¿No dijiste que iríamos a Alemania?
-Lo dije. Pero recordé que desde que eras pequeña, siempre quisiste conocer Francia.
-Sí, pero…
-Y bien, como últimamente he sido un mal hermano mayor, quise recompensártelo de esta forma. Así que puedes contemplar París.
-¿Pero no dijiste que tenías que ir a Alemania por trabajo?
-¡Puede esperar! Mi trabajo como científico no es tan exigente que digamos, jeje…
-E-Está bien…si tú lo dices…
-…Allie, tienes que dejar de mostrarte tan insegura. Así no seguirás adelante. Ni siquiera conseguirás un novio, por más que a mí no me agrade verte con chicos.
-Lo siento Alban…y gracias por llevarme a Francia…jejeje… No te di las gracias…
-Descuida…todo sea por verte feliz.
Tras dichas palabras, la joven sonríe, y a su vez encuentra en la mesa otra taza de café con leche, o mejor dicho, Café au lait, junto a dos croissants. Al sentarse, prueba uno de ellos, deleitándose de lo exquisito que está.
-¡Es delicioso! ¡Pienso que es mejor que el Ulster Fry!
-¡Oye, ese es mi desayuno favorito! ¡Jajaja!
-Lo siento…
-¡No te pongas así!
-¡Lo siento!
-¡Allie! ¡Deja de decir lo siento!
-¡Jajaja! Tienes razón…
-¡Así me gusta! A propósito, si bien el Ulster Fry es delicioso, no cabe duda de que también la comida francesa lo es más, como la comida china. Dios santo, de tan solo pensar en ella me siento como si de verdad fuese chino… ¡Ni hao! ¡Wo bu zhi dao!
-¿EH? ¿Sabes también chino?
-¡No tanto! ¡Nunca he estado en Asia, pero te prometo que ambos estaremos allí algún día!
-Jeje… ¡Sí!
-¡Bien! Bueno…a desayunar. Una vez que te termines esos croissants y el café con leche, ve a bañarte, que en unas horas saldremos a conocer París.
-¡De acuerdo!
Finalizada la charla, los hermanos continúan su desayuno.
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