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15-Planos antiguos

Habiendo llegado a la estación de Charing Cross poco antes que Broken, Fuunra, Finem, y el nuevo Fragmento de Omega, los grupos encabezados por Zack, Jane y Geremaia les han preparado una emboscada, rodeando de explosivos la zona en la que se encuentra la entrada a la estación de trenes, inclusive los árboles. Y también, gracias a Connor, todos adquirieron chalecos emplumados y algunas pelucas, disfrazándose de sus enemigos.
Los más corpulentos, Katran y Connor, se disfrazaron de los gemelos Twidlecutt. Nala se disfrazó de Heather Taylor. Tabnir, de Glacius. Jane, de Horus, tras peinarse un poco. Zack de su propio amigo, Railo, poniéndose una peluca rubia. Byron, de Tetsu. Thomas, de Louis. Stefan, de Gliam. Laimar de Max, usando un sombrero muy grande pero no idéntico al del Sombrerero. Y Lazarus, para su pesar, imitó a la liebre de éste, March, dentro de un disfraz de conejo de cuerpo completo, poniéndose de rodillas.

-¿¡PORQUÉ TENGO QUE SER UNA PUTA LIEBRE!? – se queja, sintiéndose humillado.

-Verás, Dean. No quiero que ninguno de mis hijos salga lastimado mientras yo esté. Así que por eso decidí que fueras la liebre, un animal igual de inofensivo que tú. Además…te ves mono así. – le calma con sarcasmo Geremaia, quien personificó a Stroyer.

-… ¡PFFF! ¡MONO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! – ríe a llantos Byron, luego de que los verdaderos Fragmentos de Omega evitaran la explosión, ya que se estaba conteniendo.

-Byron, si no te hubieras callado antes, los Fragmentos se hubieran dado cuenta de la trampa. Pero aún así, si no te callas ahora, actuaré como la verdadera Reina de Corazones y te cortaré la cabeza. – amenaza Nala a su compañero, quien hace caso omiso de su advertencia.

-¡P-P-PERO ESTO ES TAN GRACIOSO! ¡JAJAJAJAJAJAJA!

-¡CIERRA LA BOCA! – le dice Lazarus, enojado.

-¡O-oigan, ya! ¡Los Fragmentos acaban de salir! ¡Jeje! – pide Tabnir, quien también se empieza a reír de Lazarus.

-¿¡T-TÚ TAMBIÉN, VINCE!?

-¡ESTO NO ES NADA GRACIOSO! – interrumpe Fuunra, sorprendido por volver a ver las caras de Zack y Jane. - ¿¡USTEDES DE NUEVO!?

-Ha pasado tiempo Joel. ¿Cómo está Voris? – le saluda burlonamente la ex oficial, que deshace su peinado en forma de cresta.

-¡Grr! ¿¡PORQUÉ NO SE LO PREGUNTAS TÚ MISMA!? ¡OH, CLARO LO OLVIDÉ! ¡TU QUERIDO AMIGUITO, EL ZORRO ACOSADOR, LO ASESINÓ!

-¿Zorro acosador? – pregunta Lucifer, sin saber nada al respecto.

-HAHAHAHAHA, SE SUPONE QUE ES ÉL – le dice Finem a risas, aún con su asqueo, señalándole a Zack – SE SUPONE QUE ES UN LOCO QUE BUSCA NUESTRAS CABEZAS. PERO TODOS SON UNOS TONTOS, PORQUE NO ES ÉL.

-¿E-Eh?

-F-Finem… - titubea Zack, con algo de nervios al volver a ver la cara del vampiro que casi acaba con él y con Soleyu hace tres meses, cuando intentaron evitar en vano que se llevara a Syrinne lejos. – Y ese otro payaso debe ser un nuevo miembro de la organización…

-… ¡JAJAJAJAJA! – se ríe el verdadero payaso de la organización, al escucharle - ¿Lo ves, Lucifer? ¡Te dije que te tomarían por un payaso!

-¡MALDITA SEAS! ¡OYE TÚ, NO SOY NINGÚN PAYASO, SOY UN METALERO! ¡Y MUY PRONTO OBTENDRÉ MI ELEMENTO, Y CON ÉL TE HARÉ PAGAR POR LLAMARME PAYASO!

-¿Qué me harás pagar? ¡Mejor escúchame! ¡Los Fragmentos de Omega quieren utilizarte! – le contesta Zack, intentando hacerle entrar en razón - ¡No sé quien eres, pero huye! ¡Abandónalos! ¡Ellos van destruir el mundo más que salvarlo!

-¿Q-Qué? – dice el metalero, confuso. Sin embargo, temiendo que al hacerlo, pueda ser perseguido por Broken, el cual lo mira con cierto aire amenazador, se niega rotundamente. - ¡N-No lo haré!

-¡No es en serio! ¡Escucha, ya que estamos aquí, te ayudaremos a huir! ¿¡Por qué no lo haces!?

-P-Porque…ya es…u-uno de…los…n-nuestros… - le hace saber Broken, quien se aparece en medio.

-...Tú... Debes de ser Broken, el Fragmento del Alma. – contesta Jane, algo sorprendida por su dificultad para hablar - ¿Acaso eres tartamudo?

-…N-no soy…n-ningún…t-tartamudo. – replica, enojado.

-Vaya….se parece un poco a Soleyu… - agrega el muchacho.

Al volver a escuchar ese nombre, el Erizo sin Corazón se enfurece aún más, aunque sólo se limita a fruncir las cejas. Por otro lado, el payaso se pone más nervioso al respecto, ya que también lo ha vuelto a ver hace un rato.

-¡No mencionen a ese deportista delante de él! ¡Lo odia tanto que quiere matarlo!

-¿Le conoce? – pregunta Zack.

-¡No sé de donde, pero sí! ¡Hace un rato, lo encontramos de alguna manera en nuestro camino otra vez, y Broken intentó matarle con su propio poder! ¡De no ser por esos tres agentes de la organización Stroker no se qué, lo hubiera hecho! Aunque de todos modos, ese corredor quedó bien traumatizado…

-¿S-Soleyu está aquí? ¿Y cómo que él está traumatizado? ¿¡Qué le han hecho!?

-¡Nosotros nada! …Bueno, Finem quería comérselo, pero Broken nos ordenó que no interfiriéramos entre él y el corredor.

-HA…HA…HA – “gruñe” el vampiro, mirando con rabia a Nala, y a Stefan.

-Maldita sea… ¿¡Y cómo es que conoces a Soleyu!? ¿¡Qué te ha hecho para que lo odies tanto!? – le exige saber a Broken.

-¿…P-Por-qué…t-tendría…que…d-decírtelo…?

-¡Porque Soleyu es mi amigo!

-…Je…je…je… ¿A-amigo? – finge reírse, ya que no puede hacerlo de verdad.

-¡Así es!

-… ¿A-Acaso…un…a-amigo…sería…c-capaz…d-de matarte…?

-… ¿Qué…?

De la nada, un grito interrumpe la discusión.

-¡Ahh! – exclama Jane, algo sorprendida.

-¡Jane! ¿Qué ocurre?

-N-Nada…estoy bien. Tan sólo le he leído la mente a Broken...por un corto tiempo. Quería saber de donde conoce y odia a Soleyu, pero al hacerlo, es como si “algo” en su cabeza…no quería que estuviese allí.

-¿Leer mentes? – se asombra Fuunra, mientras que un silencioso Broken, por otro lado, ni siquiera dice nada. -¡Oh, cielos! ¡No quiero que nadie descubra que me dan miedo las serpientes!

Geremaia interrumpe ahora la discusión.

-Bueno, basta de charla. Tenemos que terminar con esto antes de que los demás Fragmentos vengan al rescate. Y si acabamos con ustedes ahora mismo, Steven tendrá cada vez menos peones en su tabla de ajedrez.

-¿Qué…? ¿Y tú quien eres, cuatro ojos? ¡De ninguna manera dejaremos que…!

Y en ese mismo momento, antes de que el payaso pudiera terminar, Finem salta como un feroz depredador hacia Nala, cayendo con ella al suelo, donde intenta matarla a mordiscos. La mercenaria, al instante, forcejea con él, mientras que al mismo tiempo, con el corazón latiéndole, y con sus manos sangrando por las filosas garras del vampiro, ella ve su aterradora sonrisa, conformada por sus tan filosos dientes y sus tan abiertos ojos, que no paran de mirarla. El combate ha empezado.

-¿¡Pero qué mierda…!?

HAHAHAHAHAHAHA! ¡TE MATARÉ, TE MATARÉ! – le grita el vampiro, con cierto gozo - ¡TU SANGRE SERA MÍA!

-¡M-Mierda! – exclama Byron, con impresión - ¿¡Eso es un vampiro!?

-¡Mejor ayudémosla en lugar de hacernos preguntas! – le dice Tabnir, quitándose la peluca azul con la que emulaba a Glacius.

-¡Bien, bien! – asiente el mercenario, juntándose con el Fragmento Blanco para luchar contra el vampiro.

Pero en ese mismo instante, Stefan Gordon, aún con la falsa máscara de Gliam, la cual tampoco se asemeja en nada a la del Gato Sonriente, quita de encima de su compañera a Finem de una patada. Nada más librarse del Fragmento de Sangre, ella no da las gracias y se levanta, mirándose las sangrantes manos.

-Vampiro de mierda… Yo… ¡JURO QUE YO TE MATARÉ!

-Yo lo haré. – le aclara Stefan, sin mirarla. – Él es mi presa, lobita.

-Grr… ¡No, no lo es!

-¡¡¡V-VOSOTROS…ME LOS COMERÉ VIVOS!!! – grita Finem, enfurecido, acercándose hacia los dos.

-¡MIERDA, MIERDA, MIERDA! ¡YO ME LARGO DE AQUÍ! – grita Lazarus con horror, alejándose de la zona.

-¡Carajo, no quería pelear! ¡Lucifer, quédate atrás, y no te muevas de allí! – le ordena el payaso a su nuevo e indefenso compañero.

-¡De acuerdo…! – obedece sin chistar.

Activando el poder de su dispositivo elemental, y tiñendo sus ojos de rojo, Fuunra se dispone a crear un torbellino con el fin de arrastrar a sus enemigos lejos. 
No obstante, Laimar lo “ve”, y desenfundando un revólver, le dispara antes de que pudiera originar dicho torbellino. La bala atraviesa su mano izquierda, aunque de manera milagrosa para el payaso, le roza la cara en lugar de quedarse allí y matarlo al instante.

-¡AHHHHHHHHHHH! – grita de dolor el payaso, con la sangre saliendo de su mano izquierda - ¡Maldita sea! ¿¡Por qué tiene los ojos cerrados!? ¿¡Acaso está ciego!?

-…I-Idiota. – le dice Broken a su compañero – Aún t-tienes…la…mano…d-derecha… úsala… Tú no…eres… to-totalmente...z-zurdo…como…G-Glacius…

-¡D-de acuerdo, de acuerdo! ¡Usaré mi mano derecha!

-¡No lo creo! – le dice Zack, quien lo inmoviliza con éxito con su recién adquirido látigo, pese a usarlo por primera vez.

-¡Mierda! ¿¡De donde has sacado un látigo!? ¿¡Eres Indiana Jones o qué!?

-¡Es un obsequio! ¡Y vaya que lo sé usar! – responde sorprendido.

Con su nueva arma, tanto de defensa como de ataque, el muchacho se siente fascinado, ya que ahora sería capaz de atacar junto a los demás. Sin embargo, de manera repentina, pasa a sentir un gran dolor en su cara, concretamente de una patada, como si lo estuvieran empujando a un lado. Y se debe, en realidad, a que Broken lo pateó para obligarlo a liberar a su compañero. 
Habiéndolo ignorado, Zack se levanta, siendo ayudado por una preocupada Jane, que corrió hacia él para socorrerlo.

-¡Zack! ¿Te encuentras bien?

-¡Auch, no debí de ignorarlo!

-A-Así…es… Mmph, de ser…p-posible... u-utilizaría…m-mi poder…c-contigo… - le dice el Fragmento, con una mirada más que seria.

-¿El poder del Alma? ¿Acaso vas a crear o manipular un alma para atacarme?

Escuchando al cruel Fragmento de Omega, Geremaia se inquieta, preocupándose por Zack y Jane. 
También lo hace Laimar, quien se abalanza sobre Broken en un intento de derribarle con puños. Sin embargo, el Erizo lo esquiva, para luego golpearle en el pecho con una gran fuerza, enviándolo al suelo en cuestión de segundos.

-¡Laimar! – grita Jane.

-…No es nada. – dice el mercenario, sacudiéndose la ropa.

-¡Él es otro de los sujetos de prueba que han escapado de Hidden Heaven! – advierte Geremaia - ¡Aléjense de él! ¡No permitan que utilice tanto su habilidad especial como su poder elemental sobre ustedes!

-¿¡Su habilidad!? ¡Zack, aléjate de Broken!

-¡De acuerdo!

Y tras levantarse, él y Jane se alejan lo más rápido posible del Fragmento del Alma. No obstante, éste no tiene deseos de usar su poder, ya que sabe que no puede utilizarlo, debido a la droga que Abraham le aplicó anteriormente por medio de una flecha en su espalda.

-No se…p-preocupen… N-no puedo…u-utilizar…mis p-poderes…por ahora… P-pero les…a-aseguro…q-que serán…los p-primeros…en sentir…e-el p-poder…de la…t-tristeza…la próxima v-vez…

-¿Tristeza? ¿Acaso eso es otro elemento? – pregunta Zack de manera ingenua.

-No, Zachary. Debe referirse a su poder elemental. El elemento Alma es el más poderoso de los elementos de la naturaleza, y es el único que no se puede “crear”, sino más bien manipular por medio de un dispositivo elemental. Y cuando alguien manipula un alma, puede mancharla con emociones negativas, o dominar también la voluntad de cada ser viviente.

-¿En serio? ¿Y cómo es que él no puede utilizarlo ahora mismo?

-Puede que los tipos con los que él ha dicho que se ha encontrado lo dejaran incapacitado… ¿A propósito, donde está Dean? No me digas que se marchó del susto…

-¿Eh, Lazarus?

-Está aquí. – dice alguien de la nada.

-…Mierda, ¡son ellos!

Todos, incluyendo los cuatro Fragmentos de Omega, de inmediato se sorprenden al escuchar aquella voz, ya que se dan cuenta a quien pertenece. Dirigiendo la cara hacia donde provienen dichas palabras, los dos bandos ven a Stroyer, junto al resto de los Fragmentos de Omega, a excepción de Heather y Gliam. 
Y estando por delante de sus subordinados, éste mantiene retenido con su propia mano a un aterrado Lazarus, disfrazado de liebre. A su lado, Horus y Louis no pueden evitar reírse del desafortunado Fragmento Blanco.

-¡JAJAJAJAJAJA, PARECE UN CONEJO DE PASCUA! – llora de la risa Horus.

-¡JOJOJO! ¿ACASO QUERÍA IMITAR A MARCH? ¡JOJOJO!

-Es bastante irónico, que ustedes dos se rían de aquel agente del Gobierno Astral. – les critica Glacius, que ni siquiera ríe.

-¡MALDITOS, MALDITOS! ¡MARCH Y YO ESTAMOS FURIOSOS! ¡MIRAD Y MIRADME! – exclama con ira Max, enseñando lo enojada que está su liebre, la cual hace movimientos bruscos con la cabeza, como si estuviera insultando a todo el mundo y a Lazarus.

-¡Dios mío! ¡Si nuestra hermana estuviera aquí, explotaría de ira! ¿No lo crees, Deeneac?

-¡Claro que sí, Duminic! ¡No se controlaría ni por un segundo, aún con Gliam a su lado!

-¿Q-QUE…? ¿¡P-POR QUÉ TE DISFRAZASTE DE MÍ, ZACK!? ¿¡PRETENDISTE ENGAÑAR A LOS DEMÁS!? – le demanda saber Railo, furioso y asombrado de ver a su amigo con una peluca rubia.

-¡Ray! ¡De hecho todos nosotros pretendimos engañarlos, para evitar que llegaran hacia ustedes! – responde el muchacho, quitándose la peluca al igual que el resto de sus compañeros.

-Me supuse que te volvería a ver algún día, Geremaia. – declara el líder de la organización, serio.

-Ay Steven, cuánto has crecido…Bueno, podría decir algo así. Desde que usas ese dispositivo elemental, dejaste de envejecer, manteniendo tus veinticinco años de edad, ¿no es así? Y pensar que lo utilizaste desde mucho antes.

-¡JEJE, OYE STEVE! ¿ME DEJARIAS QUITARME ESTE DISFRAZ? – implora Dean, siendo ignorado tanto por su padre como por él.

-He utilizado desde antes de los veinticinco el dispositivo de fuego. Pero fue a partir de esa edad que decidí dejármelo insertado en mi cuerpo, con tal de nunca cansarme y nunca tener que comer. El saciar las necesidades corporales interfiere en mi misión, aunque no sea cosa de mucho tiempo.

-¿Y tu misión es la de salvar al mundo, no es así? Pues dime, ¿acaso todas las personas que has asesinado, entre ellas, a tu querida familia, eran un estorbo para tu misión?

-Así es. Y con respecto a mi supuesta familia, yo no la llamaría “querida”. Las personas que se hacían llamar mis parientes me han maltratado por no ser como ellos.

-No mientas. Ellos te querían mucho, Steven. Es más, se preocuparon mucho por ti, en base a tu supuesta locura, odio e indiferencia hacia ellos.

-Yo no miento. Pero de cualquier forma, ahora no tiene ningún caso que me convenzas de eso. Ya han muerto hace tres meses. Y que yo sepa, tú vigilabas toda Manhattan y Nueva York con todas tus cámaras. ¿Pudiste haberlos salvado, no es así?

-…Sí. Pude haberlo hecho. De haberte detectado a tiempo, lo hubiera hecho. Pero como tú dices, ahora no tiene ningún caso. Es más, lo que haces no me agrada en absoluto. ¿Decidiste empezar todo esto tan sólo porque Julia, tu supuesta novia, falleció a causa del guardaespaldas de tu padre?

-…No. Y aún si no la hubieran matado, yo lucharía por salvar este mundo de todas maneras, ya que el Ente Alfa se apareció ante mí aquel día de 1987, cuando no tenía más que diez años.

-Vaya. Con que aquel día, ¿eh? ¿Y cómo es que se te ha aparecido La Primera Vida sin que nadie lo notara?

-Por medio de esto.

En respuesta a la duda de Geremaia, su antiguo “amigo” y tutor, Stroyer saca de su chaleco emplumado una especie de pluma blanca, revelándola ante todos. Dicha pluma, del tamaño de una cabeza, llama bastante la atención de todos por su blancura y su resplandeciente brillo, pareciendo más que una simple pluma un pedazo de metal, similar a la plata.

-¿Qué es eso…una pluma? – pregunta Zack.

-Oh… ¿Así que se te ha aparecido por medio de la simple pluma de alguna paloma?

-No es sólo una simple pluma. Es la pluma blanca del Ente Alfa. - revela, sorprendiendo a todo el mundo.

-¿¡QUÉ!? - exclaman Zack y Jane, tan sorprendidos como el resto.

-Hace veintidós años, apareció de la nada ante mí cuando solía jugar de niño en el parque de Manhattan. Me llamó tanto la atención, que la toqué. Y al hacerlo, en mi mente, La Primera Vida apareció ante mí, explicándome, además de su existencia, la del Ente Omega, y la de los otros Entes, que una fuerza maligna acabaría con este mundo, y que yo era el elegido para impedirlo.

-¿O-otros…entes? – vuelve a preguntar el muchacho, siendo ignorado.

-Con que sí, ¿eh?. Parece brillar demasiado para ser una simple pluma, Steven, pero da igual. Sorprende que desde mucho antes ya supieras sobre la existencia de las Sectas Astrales, cosa que sólo saben pocos. Pero de acuerdo a lo que yo sé, el Ente Alfa sólo se les aparecerá a las personas que tengan un corazón puro, libre de maldad.

-Así es. Y se me ha aparecido ante mí, para encomendarme esta misión. Aunque no ha vuelto a hacerlo más tarde.

-Pues así parece, ¿no? Sólo hay un pequeño detalle… Tú no tienes un corazón puro, ni libre de maldad. Tan sólo tienes odio en tu interior. Y con ese odio destruirás el mundo en lugar de salvarlo.

-Nadie tiene el corazón puro en este mundo hoy en día. Ni siquiera tú, Geremaia. Utilizas a tus mercenarios y a tu propio hijo para saber sobre el Gobierno Astral y sus actividades, e incluso sobre las mías. Sólo los niños nacen con un corazón sin maldad, manteniéndolo intacto hasta que maduran. Hasta el momento que ven lo cruel que es la realidad. Esta realidad, que impurifica los corazones blandos de todas las personas cuando se muestra como verdaderamente es.

-¡Jajaja! Yo también investigo por mi cuenta sobre el Gobierno Astral, Steven, e incluso sobre tu organización. Pero al igual que tú, necesito ayuda para lograr mi objetivo. No puedo lograr nada en poco tiempo si lo hago solo, sabes. Y si bien la realidad no es tan bonita, eso no quiere decir que no valga la pena vivir, ya que existe gente que lucha por un mundo mejor, pese a los problemas que puedan acarrear, sean personales o no. Y debo decir que tú y tus esbirros no son parte de esa gente. Es más, me apuesto a que los has engañado con la falsa promesa de ganar reconocimiento por esta “misión” que llevas a cabo.

-¡CIERRA LA BOCA! – le grita Max, muy enfadado.

-¡Steven no nos ha engañado nunca! ¡Nos ha salvado en varias ocasiones!- aclara Louis, defendiendo a su líder -¡La gente que no entiende sus motivos e intenta detenerle no es más que una multitud de enemigos que no se preocupan ni por cambiar el mundo, dejándolo como está! ¡Y es irónico que cuando alguien como él quiere hacer algo, se vea rechazado y perseguido!

-¿¡COMO PUEDES DECIR ADEMÁS QUE MATÓ A SUS PADRES!? – gritan a la vez los gemelos Twidlecutt.

-Cálmense. – los silencia Stroyer, volviendo luego a Geremaia – Nosotros somos parte de esa gente, si bien no se nos reconoce como tal aún. Y no he engañado a nadie. El Ente Alfa me ha dado el poder para buscar gente que desee pelear junto a mí por la salvación del planeta, y convencerlas de lo importante y necesaria que es esta misión. Y una vez que logremos completarla, seremos venerados como héroes en todo el mundo.

-¡SIIIIIIIIIIIII! ¡HEROES! – exclama de alegría el sombrerero.

-…¿Qué le pasa a ese sombrerero? – pregunta Geremaia, algo molesto y extrañado por la actitud de Max.

-Debes disculparle. Max solía ser un chico común y corriente, con un gusto especial por el té. Hasta que un día, su “padre adoptivo” insertó un poco de mercurio en su taza, y como consecuencia, si bien sobrevivió, su estado mental cambió de manera permanente.

-Déjame adivinar…Ephraim Nataniel Decken. Ese peligroso criminal europeo, que es conocido también como el Rey de los Tahúres. Era la antigua pareja de tu amiguita Heather Taylor, y un gran maestro en el uso de picas y lanzas. Con tal de conseguirla, la “adoptó” junto al resto de sus hermanos en el orfanato de Londres.

Al escuchar ese nombre, todos los aliados británicos de Stroyer parecen perder los nervios, aunque lo resisten, excepto Max.

-¡MALDITO BASTARDO! ¡ES UN MALDITO BASTARDO!

-Parece que es muy recordado con cariño por ellos. – comenta con sarcasmo Geremaia, notando la actitud de los Fragmentos Maravillosos presentes.

-Los trataba a todos como esclavos. – explica Stroyer – No les importaba en absoluto sus existencias, salvo la de Heather, su “Reina”. La deseaba tanto, que estaba dispuesto a matar a todos sus hermanos con tal de tenerla para sí solo. Incluso amenazó con matarme para tomar el control de mi organización. Pero ni siquiera con sus picas pudo hacerme frente.

-Ya veo. Y supongo que ayer volvió a la mansión Heart-King a saldar cuentas, ¿no?

Todos los Fragmentos de Omega se sorprenden. Y recordando que el intruso que se había infiltrado en el Bosque de Wanderland portaba una pica bastante familiar, Louis se maldice por ser tan olvidadizo.

-¡¡¡Aquel enmascarado portaba una de las picas de Ephraim!!!

-¿¡QUÉ!? – exclama con incredulidad Duminic.

-¿¡ESE ENMASCARADO ERA ÉL!? – responde Deeneac.

-¿¡PERO CÓMO FUE CAPAZ DE CREAR FUEGO!? – cuestiona Horus, sin entender.

-…No creo que sea él, pero no estoy seguro. Aunque puede que exista otro dispositivo elemental de Fuego en el mundo, además del mío. ¿No es eso cierto, Geremaia?

Ahora son los mercenarios y los Fragmentos Blancos los más sorprendidos.

-¿¡Papá!?

-No lo creo, Steven. Sólo existen en el mundo doce dispositivos elementales, con todos los doce elementos de la naturaleza encerrados en cada uno de ellos. No puede existir otro del mismo elemento. Y desde que me robaste todas las nanomáquinas no he podido crear más, ya que si bien conservo los antiguos planos, en los cuales se explica metódica y detalladamente su fabricación, carezco ya del material esencial.

-Lo sé. Hablas del gas Vexus. Sin él, no puedes crear un dispositivo elemental, ya que no existe otro gas idéntico que pueda canalizar y mantener el poder del elemento. Como si de una fruta se tratara, dicho gas se podía “recolectar” de aquel meteorito que cayó al planeta hace veinte años. Pero ha desaparecido, ¿cierto? Y además, ¿de donde sacaste esos planos? ¿Acaso alguien te los ha dado? De cualquier forma, sé que los tienes contigo en este momento, y si no quieres que mate a Dean, será mejor que me los entregues. Ahora.

Al escuchar la advertencia, Dean ahoga un grito, y mira con desesperación a su padre, implorando en silencio por su inmediato rescate. El resto de sus compañeros, en cambio, se mantienen inmóviles.

-Eres muy inteligente por saber que los llevo conmigo. El mejor lugar para esconder un “tesoro” es dentro de uno mismo, con tal de hacerle creer al resto de la gente que puede estar en cualquier otro lugar. Pero si de verdad los quieres, entrégame ileso a mi hijo en este instante. De lo contrario, quemaré estos planos, únicos en todo el mundo, y tus posibilidades de crear más dispositivos elementales desaparecerán para siempre.

-Si quemas esos planos, quemaré vivo a tu hijo. Y por lo que veo, ese disfraz que lleva puesto está hecho de poliéster, así que tendrá una muerte lenta y muy dolorosa si no me los entregas ya.

-¡P-Papá…! – titubea con mucho miedo.

-…Muy bien. Tú ganas. ¿Qué te parece si nos repartimos lo que ambos queremos al mismo tiempo?

Tras haber dicho eso, Geremaia espera unos cortos segundos para que Stroyer rápidamente empujase a Dean hacia él. Y en ese mismo instante, saca de su gabardina un pergamino enrollado y algo arrugado, arrojándoselo a su antiguo amigo. Al final, ambos obtienen lo que desean respectivamente.

-Quítate ya ese disfraz. No tiene caso que lo sigas usando.

-¡Y-YA ERA HORA…! – grita Lazarus, con más alivio de estar vivo que de poder quitarse ya su traje de liebre.

Tras obtener el pergamino, Stroyer lo desenrolla, y ve grabadas sobre el largo papel viejo varias figuras humanoides y de animales, con varios detalles y textos escritos en una especie de lengua muerta, conformada por unos jeroglíficos o caracteres, que se asemejan un poco a los de la Piedra de Rosetta. Luego de revisarla, el líder mira con seriedad a su viejo mentor.

-¿Sabes egipcio?

-Tengo buenos egiptólogos. – se justifica Gere – Bueno, creo que ahora vas a marcharte con el resto de tus Fragmentos. Todos vivos y felices.

-¿Qué te hace pensar que los dejaré vivir?

-¿¡Q-QUÉ!? – exclama Lazarus, mientras su padre se mantiene en silencio.

-Me has entregado los planos con tal de que no matara a Dean al instante. Pero de todas formas todos ustedes me van a seguir. Para eso están aquí en Londres. Y no olvidemos a ese chiquillo de allí. – declara, señalando a un asombrado Zack – Ambos sabemos que es el Zorro Blanco. Y que probablemente te esté utilizando a ti y al resto con tal de llegar hacia mí…o hacia Railo. ¿Y crees que sabiendo esto yo lo voy a dejar vivir?

-¡Yo no soy el Zorro Blanco! – protesta el muchacho.

-Mataste a Vortaxio. E intentaste masacrarnos varias veces antes. Sólo porque ya no utilices tu máscara de zorro y no lleves esa cicatriz en tu ojo izquierdo, no significa que puedas ocultarte de mí.

-¿¡Ah sí!? ¿¡Y qué me dices de Finem!? ¡Él sabe que no soy él!

-HAHAHAHAHA

-Es cierto que Finem puede identificar a cualquiera por medio del olfato a la propia sangre. Y aparentemente es capaz de identificarte a ti también. Pero la razón por la que justifica que no eres el Zorro Blanco, es porque no sabe que ya no tienes en tu cuerpo el gas Vexus.

Todos se sorprenden por la declaración de Stroyer, sobre todo Railo y el propio Finem, que comienza a reír lentamente, con los ojos apuntando al suelo, como si estuviera dudando de sí mismo.

-¿¡Pero qué dices!? ¿¡El gas Vexus, en mi propia sangre!?

-Bueno, tú mismo me lo has dicho. Cuando nos enfrentamos en la isla de Groenlandia hace tres años. Has dicho que llevabas en tu propia sangre dicho gas. Y que por eso mismo tus habilidades con la espada láser son tan letales y veloces como en un parpadeo. Y en base a eso, concluyo que el Vexus parece cambiar el “olor” de la sangre. E imagino que por eso mismo debes de usar algún dispositivo elemental.

-¿¡EH!? ¡Eso es imposible!

-Es posible. Ahora muere con el resto.

Y en ese mismo momento, se desatan alrededor de los dos bandos una serie de explosiones, provenientes de los explosivos que habían sido colocados por los mercenarios. Los Fragmentos de Omega rápidamente se alarman por ellas, y aprovechando eso, sus enemigos se lanzan al ataque.

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