Habiendo llegado a la estación de
Charing Cross poco antes que Broken, Fuunra, Finem, y el nuevo Fragmento de
Omega, los grupos encabezados por Zack, Jane y Geremaia les han preparado una
emboscada, rodeando de explosivos la zona en la que se encuentra la entrada a
la estación de trenes, inclusive los árboles. Y también, gracias a Connor,
todos adquirieron chalecos emplumados y algunas pelucas, disfrazándose de sus
enemigos.
Los más corpulentos, Katran y
Connor, se disfrazaron de los gemelos Twidlecutt. Nala se disfrazó de Heather
Taylor. Tabnir, de Glacius. Jane, de Horus, tras peinarse un poco. Zack de su
propio amigo, Railo, poniéndose una peluca rubia. Byron, de Tetsu.
Thomas, de Louis. Stefan, de Gliam. Laimar de Max, usando un sombrero muy
grande pero no idéntico al del Sombrerero. Y Lazarus, para su pesar, imitó a
la liebre de éste, March, dentro de un disfraz de conejo de cuerpo completo, poniéndose
de rodillas.
-¿¡PORQUÉ TENGO QUE SER UNA PUTA
LIEBRE!? – se queja, sintiéndose humillado.
-Verás, Dean. No quiero que
ninguno de mis hijos salga lastimado mientras yo esté. Así que por eso decidí
que fueras la liebre, un animal igual de inofensivo que tú. Además…te ves mono
así. – le calma con sarcasmo Geremaia, quien personificó a Stroyer.
-… ¡PFFF! ¡MONO!
¡JAJAJAJAJAJAJAJA! – ríe a llantos Byron, luego de que los verdaderos Fragmentos
de Omega evitaran la explosión, ya que se estaba conteniendo.
-Byron, si no te hubieras callado
antes, los Fragmentos se hubieran dado cuenta de la trampa. Pero aún así, si no
te callas ahora, actuaré como la verdadera Reina de Corazones y te cortaré la
cabeza. – amenaza Nala a su compañero, quien hace caso omiso de su advertencia.
-¡P-P-PERO ESTO ES TAN GRACIOSO!
¡JAJAJAJAJAJAJA!
-¡CIERRA LA BOCA! – le dice
Lazarus, enojado.
-¡O-oigan, ya! ¡Los Fragmentos
acaban de salir! ¡Jeje! – pide Tabnir, quien también se empieza a reír de
Lazarus.
-¿¡T-TÚ TAMBIÉN, VINCE!?
-¡ESTO NO ES NADA GRACIOSO! –
interrumpe Fuunra, sorprendido por volver a ver las caras de Zack y Jane. -
¿¡USTEDES DE NUEVO!?
-Ha pasado tiempo Joel. ¿Cómo
está Voris? – le saluda burlonamente la ex oficial, que deshace su peinado en forma de cresta.
-¡Grr! ¿¡PORQUÉ NO SE LO
PREGUNTAS TÚ MISMA!? ¡OH, CLARO LO OLVIDÉ! ¡TU QUERIDO AMIGUITO, EL ZORRO ACOSADOR,
LO ASESINÓ!
-¿Zorro acosador? – pregunta
Lucifer, sin saber nada al respecto.
-HAHAHAHAHA, SE SUPONE QUE ES ÉL
– le dice Finem a risas, aún con su asqueo, señalándole a Zack – SE SUPONE QUE
ES UN LOCO QUE BUSCA NUESTRAS CABEZAS. PERO TODOS SON UNOS TONTOS, PORQUE NO ES
ÉL.
-¿E-Eh?
-F-Finem… - titubea Zack, con
algo de nervios al volver a ver la cara del vampiro que casi acaba con él y con
Soleyu hace tres meses, cuando intentaron evitar en vano que se llevara a
Syrinne lejos. – Y ese otro payaso debe ser un nuevo miembro de la
organización…
-… ¡JAJAJAJAJA! – se ríe el
verdadero payaso de la organización, al escucharle - ¿Lo ves, Lucifer? ¡Te dije
que te tomarían por un payaso!
-¡MALDITA SEAS! ¡OYE TÚ, NO SOY
NINGÚN PAYASO, SOY UN METALERO! ¡Y MUY PRONTO OBTENDRÉ MI ELEMENTO, Y CON ÉL TE
HARÉ PAGAR POR LLAMARME PAYASO!
-¿Qué me harás pagar? ¡Mejor
escúchame! ¡Los Fragmentos de Omega quieren utilizarte! – le contesta Zack,
intentando hacerle entrar en razón - ¡No sé quien eres, pero huye!
¡Abandónalos! ¡Ellos van destruir el mundo más que salvarlo!
-¿Q-Qué? – dice el metalero,
confuso. Sin embargo, temiendo que al hacerlo, pueda ser perseguido por Broken,
el cual lo mira con cierto aire amenazador, se niega rotundamente. - ¡N-No lo
haré!
-¡No es en serio! ¡Escucha, ya
que estamos aquí, te ayudaremos a huir! ¿¡Por qué no lo haces!?
-P-Porque…ya es…u-uno
de…los…n-nuestros… - le hace saber Broken, quien se aparece en medio.
-...Tú... Debes de ser Broken, el
Fragmento del Alma. – contesta Jane, algo sorprendida por su dificultad para
hablar - ¿Acaso eres tartamudo?
-…N-no soy…n-ningún…t-tartamudo.
– replica, enojado.
-Vaya….se parece un poco a
Soleyu… - agrega el muchacho.
Al volver a escuchar ese nombre,
el Erizo sin Corazón se enfurece aún más, aunque sólo se limita a fruncir las
cejas. Por otro lado, el payaso se pone más nervioso al respecto, ya que
también lo ha vuelto a ver hace un rato.
-¡No mencionen a ese deportista
delante de él! ¡Lo odia tanto que quiere matarlo!
-¿Le conoce? – pregunta Zack.
-¡No sé de donde, pero sí! ¡Hace
un rato, lo encontramos de alguna manera en nuestro camino otra vez, y Broken
intentó matarle con su propio poder! ¡De no ser por esos tres agentes de la
organización Stroker no se qué, lo hubiera hecho! Aunque de todos modos, ese
corredor quedó bien traumatizado…
-¿S-Soleyu está aquí? ¿Y cómo que
él está traumatizado? ¿¡Qué le han hecho!?
-¡Nosotros nada! …Bueno, Finem
quería comérselo, pero Broken nos ordenó que no interfiriéramos entre él y el
corredor.
-HA…HA…HA – “gruñe” el vampiro,
mirando con rabia a Nala, y a Stefan.
-Maldita sea… ¿¡Y cómo es que
conoces a Soleyu!? ¿¡Qué te ha hecho para que lo odies tanto!? – le exige saber
a Broken.
-¿…P-Por-qué…t-tendría…que…d-decírtelo…?
-¡Porque Soleyu es mi amigo!
-…Je…je…je… ¿A-amigo? – finge
reírse, ya que no puede hacerlo de verdad.
-¡Así es!
-… ¿A-Acaso…un…a-amigo…sería…c-capaz…d-de
matarte…?
-… ¿Qué…?
De la nada, un grito interrumpe la discusión.
-¡Ahh! – exclama Jane, algo
sorprendida.
-¡Jane! ¿Qué ocurre?
-N-Nada…estoy bien. Tan sólo le
he leído la mente a Broken...por un corto tiempo. Quería saber de donde conoce
y odia a Soleyu, pero al hacerlo, es como si “algo” en su cabeza…no quería que
estuviese allí.
-¿Leer mentes? – se asombra Fuunra,
mientras que un silencioso Broken, por otro lado, ni siquiera dice nada. -¡Oh, cielos! ¡No quiero que nadie descubra que me dan miedo las serpientes!
Geremaia
interrumpe ahora la discusión.
-Bueno, basta de charla. Tenemos
que terminar con esto antes de que los demás Fragmentos vengan al rescate. Y si
acabamos con ustedes ahora mismo, Steven tendrá cada vez menos peones en su
tabla de ajedrez.
-¿Qué…? ¿Y tú quien eres, cuatro
ojos? ¡De ninguna manera dejaremos que…!
Y en ese mismo momento, antes de
que el payaso pudiera terminar, Finem salta como un feroz depredador hacia
Nala, cayendo con ella al suelo, donde intenta matarla a mordiscos. La
mercenaria, al instante, forcejea con él, mientras que al mismo tiempo, con el
corazón latiéndole, y con sus manos sangrando por las filosas garras del
vampiro, ella ve su aterradora sonrisa, conformada por sus tan filosos dientes
y sus tan abiertos ojos, que no paran de mirarla. El combate ha empezado.
-¿¡Pero qué mierda…!?
-¡HAHAHAHAHAHAHA! ¡TE MATARÉ, TE
MATARÉ! – le grita el vampiro, con cierto gozo - ¡TU SANGRE SERA MÍA!
-¡M-Mierda! – exclama Byron, con
impresión - ¿¡Eso es un vampiro!?
-¡Mejor ayudémosla en lugar de
hacernos preguntas! – le dice Tabnir, quitándose la peluca azul con la que
emulaba a Glacius.
-¡Bien, bien! – asiente el
mercenario, juntándose con el Fragmento Blanco para luchar contra el vampiro.
Pero en ese mismo instante,
Stefan Gordon, aún con la falsa máscara de Gliam, la cual tampoco se asemeja en nada
a la del Gato Sonriente, quita de encima de su compañera a Finem de una patada.
Nada más librarse del Fragmento de Sangre, ella no da las gracias y se levanta,
mirándose las sangrantes manos.
-Vampiro de mierda… Yo… ¡JURO QUE
YO TE MATARÉ!
-Yo lo haré. – le aclara Stefan,
sin mirarla. – Él es mi presa, lobita.
-Grr… ¡No, no lo es!
-¡¡¡V-VOSOTROS…ME LOS COMERÉ
VIVOS!!! – grita Finem, enfurecido, acercándose hacia los dos.
-¡MIERDA, MIERDA, MIERDA! ¡YO ME
LARGO DE AQUÍ! – grita Lazarus con horror, alejándose de la zona.
-¡Carajo, no quería pelear!
¡Lucifer, quédate atrás, y no te muevas de allí! – le ordena el payaso a su
nuevo e indefenso compañero.
-¡De acuerdo…! – obedece sin
chistar.
Activando el poder de su
dispositivo elemental, y tiñendo sus ojos de rojo, Fuunra se dispone a crear un
torbellino con el fin de arrastrar a sus enemigos lejos.
No obstante, Laimar lo “ve”, y desenfundando un revólver, le dispara antes de que pudiera originar dicho torbellino. La bala atraviesa su mano izquierda, aunque de manera milagrosa para el payaso, le roza la cara en lugar de quedarse allí y matarlo al instante.
No obstante, Laimar lo “ve”, y desenfundando un revólver, le dispara antes de que pudiera originar dicho torbellino. La bala atraviesa su mano izquierda, aunque de manera milagrosa para el payaso, le roza la cara en lugar de quedarse allí y matarlo al instante.
-¡AHHHHHHHHHHH! – grita de dolor
el payaso, con la sangre saliendo de su mano izquierda - ¡Maldita sea! ¿¡Por
qué tiene los ojos cerrados!? ¿¡Acaso está ciego!?
-…I-Idiota. – le dice Broken a su
compañero – Aún t-tienes…la…mano…d-derecha… úsala… Tú no…eres… to-totalmente...z-zurdo…como…G-Glacius…
-¡D-de acuerdo, de acuerdo!
¡Usaré mi mano derecha!
-¡No lo creo! – le dice Zack, quien
lo inmoviliza con éxito con su recién adquirido látigo, pese a usarlo por
primera vez.
-¡Mierda! ¿¡De donde has sacado
un látigo!? ¿¡Eres Indiana Jones o qué!?
-¡Es un obsequio! ¡Y vaya que lo
sé usar! – responde sorprendido.
Con su nueva arma, tanto de
defensa como de ataque, el muchacho se siente fascinado, ya que ahora sería
capaz de atacar junto a los demás. Sin embargo, de manera repentina, pasa a
sentir un gran dolor en su cara, concretamente de una patada, como si lo
estuvieran empujando a un lado. Y se debe, en realidad, a que Broken lo pateó para obligarlo a liberar
a su compañero.
Habiéndolo ignorado, Zack se levanta, siendo ayudado por una preocupada Jane, que corrió hacia él para socorrerlo.
Habiéndolo ignorado, Zack se levanta, siendo ayudado por una preocupada Jane, que corrió hacia él para socorrerlo.
-¡Zack! ¿Te encuentras bien?
-¡Auch, no debí de ignorarlo!
-A-Así…es… Mmph, de
ser…p-posible... u-utilizaría…m-mi poder…c-contigo… - le dice el Fragmento, con
una mirada más que seria.
-¿El poder del Alma? ¿Acaso vas a
crear o manipular un alma para atacarme?
Escuchando al cruel Fragmento de
Omega, Geremaia se inquieta, preocupándose por Zack y Jane.
También lo hace Laimar, quien se abalanza sobre Broken en un intento de derribarle con puños. Sin embargo, el Erizo lo esquiva, para luego golpearle en el pecho con una gran fuerza, enviándolo al suelo en cuestión de segundos.
También lo hace Laimar, quien se abalanza sobre Broken en un intento de derribarle con puños. Sin embargo, el Erizo lo esquiva, para luego golpearle en el pecho con una gran fuerza, enviándolo al suelo en cuestión de segundos.
-¡Laimar! – grita Jane.
-…No es nada. – dice el
mercenario, sacudiéndose la ropa.
-¡Él es otro de los sujetos de
prueba que han escapado de Hidden Heaven! – advierte Geremaia - ¡Aléjense de
él! ¡No permitan que utilice tanto su habilidad especial como su poder
elemental sobre ustedes!
-¿¡Su habilidad!? ¡Zack,
aléjate de Broken!
-¡De acuerdo!
Y tras levantarse, él y Jane se
alejan lo más rápido posible del Fragmento del Alma. No obstante, éste no tiene
deseos de usar su poder, ya que sabe que no puede utilizarlo, debido a la droga
que Abraham le aplicó anteriormente por medio de una flecha en su espalda.
-No se…p-preocupen… N-no
puedo…u-utilizar…mis p-poderes…por ahora… P-pero les…a-aseguro…q-que serán…los
p-primeros…en sentir…e-el p-poder…de la…t-tristeza…la próxima v-vez…
-¿Tristeza? ¿Acaso eso es otro
elemento? – pregunta Zack de manera ingenua.
-No, Zachary. Debe referirse a su
poder elemental. El elemento Alma es el más poderoso de los elementos de la
naturaleza, y es el único que no se puede “crear”, sino más bien manipular por
medio de un dispositivo elemental. Y cuando alguien manipula un alma, puede
mancharla con emociones negativas, o dominar también la voluntad de cada ser
viviente.
-¿En serio? ¿Y cómo es que él
no puede utilizarlo ahora mismo?
-Puede que los tipos con los que
él ha dicho que se ha encontrado lo dejaran incapacitado… ¿A propósito, donde
está Dean? No me digas que se marchó del susto…
-¿Eh, Lazarus?
-Está aquí. – dice alguien de la
nada.
-…Mierda, ¡son ellos!
Todos, incluyendo los cuatro
Fragmentos de Omega, de inmediato se sorprenden al escuchar aquella voz, ya que
se dan cuenta a quien pertenece. Dirigiendo la cara hacia donde provienen
dichas palabras, los dos bandos ven a Stroyer, junto al resto de los Fragmentos
de Omega, a excepción de Heather y Gliam.
Y estando por delante de sus subordinados, éste mantiene retenido con su propia mano a un aterrado Lazarus, disfrazado de liebre. A su lado, Horus y Louis no pueden evitar reírse del desafortunado Fragmento Blanco.
Y estando por delante de sus subordinados, éste mantiene retenido con su propia mano a un aterrado Lazarus, disfrazado de liebre. A su lado, Horus y Louis no pueden evitar reírse del desafortunado Fragmento Blanco.
-¡JAJAJAJAJAJA, PARECE UN CONEJO
DE PASCUA! – llora de la risa Horus.
-¡JOJOJO! ¿ACASO QUERÍA IMITAR A
MARCH? ¡JOJOJO!
-Es bastante irónico, que ustedes
dos se rían de aquel agente del Gobierno Astral. – les critica Glacius, que ni siquiera ríe.
-¡MALDITOS, MALDITOS! ¡MARCH Y YO
ESTAMOS FURIOSOS! ¡MIRAD Y MIRADME! – exclama con ira Max, enseñando lo enojada
que está su liebre, la cual hace movimientos bruscos con la cabeza, como si
estuviera insultando a todo el mundo y a Lazarus.
-¡Dios mío! ¡Si nuestra hermana
estuviera aquí, explotaría de ira! ¿No lo crees, Deeneac?
-¡Claro que sí, Duminic! ¡No se
controlaría ni por un segundo, aún con Gliam a su lado!
-¿Q-QUE…? ¿¡P-POR QUÉ TE
DISFRAZASTE DE MÍ, ZACK!? ¿¡PRETENDISTE ENGAÑAR A LOS DEMÁS!? – le demanda
saber Railo, furioso y asombrado de ver a su amigo con una peluca rubia.
-¡Ray! ¡De hecho todos nosotros
pretendimos engañarlos, para evitar que llegaran hacia ustedes! – responde el
muchacho, quitándose la peluca al igual que el resto de sus compañeros.
-Me supuse que te volvería a ver
algún día, Geremaia. – declara el líder de la organización, serio.
-Ay Steven, cuánto has
crecido…Bueno, podría decir algo así. Desde que usas ese dispositivo elemental,
dejaste de envejecer, manteniendo tus veinticinco años de edad, ¿no es así? Y
pensar que lo utilizaste desde mucho antes.
-¡JEJE, OYE STEVE! ¿ME DEJARIAS
QUITARME ESTE DISFRAZ? – implora Dean, siendo ignorado tanto por su padre como
por él.
-He utilizado desde antes de los
veinticinco el dispositivo de fuego. Pero fue a partir de esa edad que decidí
dejármelo insertado en mi cuerpo, con tal de nunca cansarme y nunca tener que
comer. El saciar las necesidades corporales interfiere en mi misión, aunque no
sea cosa de mucho tiempo.
-¿Y tu misión es la de salvar al
mundo, no es así? Pues dime, ¿acaso todas las personas que has
asesinado, entre ellas, a tu querida familia, eran un estorbo para tu misión?
-Así es. Y con respecto a mi
supuesta familia, yo no la llamaría “querida”. Las personas que se hacían
llamar mis parientes me han maltratado por no ser como ellos.
-No mientas. Ellos te querían
mucho, Steven. Es más, se preocuparon mucho por ti, en base a tu supuesta
locura, odio e indiferencia hacia ellos.
-Yo no miento. Pero de cualquier
forma, ahora no tiene ningún caso que me convenzas de eso. Ya han muerto hace
tres meses. Y que yo sepa, tú vigilabas toda Manhattan y Nueva York con todas tus cámaras.
¿Pudiste haberlos salvado, no es así?
-…Sí. Pude haberlo hecho. De
haberte detectado a tiempo, lo hubiera hecho. Pero como tú dices, ahora no
tiene ningún caso. Es más, lo que haces no me agrada en absoluto. ¿Decidiste
empezar todo esto tan sólo porque Julia, tu supuesta novia, falleció a causa
del guardaespaldas de tu padre?
-…No. Y aún si no la hubieran
matado, yo lucharía por salvar este mundo de todas maneras, ya que el Ente Alfa
se apareció ante mí aquel día de 1987, cuando no tenía más que diez años.
-Vaya. Con que aquel día, ¿eh? ¿Y
cómo es que se te ha aparecido La Primera
Vida sin que nadie lo notara?
-Por medio de esto.
En respuesta a la duda de
Geremaia, su antiguo “amigo” y tutor, Stroyer saca de su chaleco emplumado una
especie de pluma blanca, revelándola ante todos. Dicha pluma, del tamaño de una
cabeza, llama bastante la atención de todos por su blancura y su
resplandeciente brillo, pareciendo más que una simple pluma un pedazo de metal,
similar a la plata.
-¿Qué es eso…una pluma? –
pregunta Zack.
-Oh… ¿Así que se te ha aparecido
por medio de la simple pluma de alguna paloma?
-No es sólo una simple pluma. Es
la pluma blanca del Ente Alfa. - revela, sorprendiendo a todo el mundo.
-¿¡QUÉ!? - exclaman Zack y Jane, tan sorprendidos como el resto.
-Hace veintidós años, apareció de la nada ante mí cuando solía jugar de niño en el parque de Manhattan. Me llamó tanto la atención, que la toqué. Y al hacerlo, en mi mente,La Primera Vida apareció ante mí,
explicándome, además de su existencia, la del Ente Omega, y la de los otros Entes,
que una fuerza maligna acabaría con este mundo, y que yo era el elegido para
impedirlo.
-¿¡QUÉ!? - exclaman Zack y Jane, tan sorprendidos como el resto.
-Hace veintidós años, apareció de la nada ante mí cuando solía jugar de niño en el parque de Manhattan. Me llamó tanto la atención, que la toqué. Y al hacerlo, en mi mente,
-¿O-otros…entes? – vuelve a
preguntar el muchacho, siendo ignorado.
-Con que sí, ¿eh?. Parece brillar
demasiado para ser una simple pluma, Steven, pero da igual. Sorprende que desde
mucho antes ya supieras sobre la existencia de las Sectas Astrales, cosa que
sólo saben pocos. Pero de acuerdo a lo que yo sé, el Ente Alfa sólo se les
aparecerá a las personas que tengan un corazón puro, libre de maldad.
-Así es. Y se me ha aparecido
ante mí, para encomendarme esta misión. Aunque no ha vuelto a hacerlo más
tarde.
-Pues así parece, ¿no? Sólo hay un
pequeño detalle… Tú no tienes un corazón puro, ni libre de maldad. Tan sólo
tienes odio en tu interior. Y con ese odio destruirás el mundo en lugar de
salvarlo.
-Nadie tiene el corazón puro en
este mundo hoy en día. Ni siquiera tú, Geremaia. Utilizas a tus mercenarios y a
tu propio hijo para saber sobre el Gobierno Astral y sus actividades, e incluso
sobre las mías. Sólo los niños nacen con un corazón sin maldad, manteniéndolo
intacto hasta que maduran. Hasta el momento que ven lo cruel que es la realidad.
Esta realidad, que impurifica los corazones blandos de todas las personas
cuando se muestra como verdaderamente es.
-¡Jajaja! Yo también investigo
por mi cuenta sobre el Gobierno Astral, Steven, e incluso sobre tu organización.
Pero al igual que tú, necesito ayuda para lograr mi objetivo. No puedo lograr
nada en poco tiempo si lo hago solo, sabes. Y si bien la realidad no es tan
bonita, eso no quiere decir que no valga la pena vivir, ya que existe gente que
lucha por un mundo mejor, pese a los problemas que puedan acarrear, sean
personales o no. Y debo decir que tú y tus esbirros no son parte de esa gente.
Es más, me apuesto a que los has engañado con la falsa promesa de ganar
reconocimiento por esta “misión” que llevas a cabo.
-¡CIERRA LA BOCA ! – le grita Max, muy enfadado.
-¡Steven no nos ha engañado
nunca! ¡Nos ha salvado en varias ocasiones!- aclara Louis, defendiendo a su
líder -¡La gente que no entiende sus motivos e intenta detenerle no es más que
una multitud de enemigos que no se preocupan ni por cambiar el mundo, dejándolo
como está! ¡Y es irónico que cuando alguien como él quiere hacer algo, se vea
rechazado y perseguido!
-¿¡COMO PUEDES DECIR ADEMÁS QUE
MATÓ A SUS PADRES!? – gritan a la vez los gemelos Twidlecutt.
-Cálmense. – los silencia Stroyer,
volviendo luego a Geremaia – Nosotros somos parte de esa gente, si bien no se
nos reconoce como tal aún. Y no he engañado a nadie. El Ente Alfa me ha dado el
poder para buscar gente que desee pelear junto a mí por la salvación del
planeta, y convencerlas de lo importante y necesaria que es esta misión. Y una
vez que logremos completarla, seremos venerados como héroes en todo el mundo.
-¡SIIIIIIIIIIIII! ¡HEROES! –
exclama de alegría el sombrerero.
-…¿Qué le pasa a ese sombrerero?
– pregunta Geremaia, algo molesto y extrañado por la actitud de Max.
-Debes disculparle. Max solía ser
un chico común y corriente, con un gusto especial por el té. Hasta que un día,
su “padre adoptivo” insertó un poco de mercurio en su taza, y como
consecuencia, si bien sobrevivió, su estado mental cambió de manera permanente.
-Déjame adivinar…Ephraim Nataniel Decken. Ese
peligroso criminal europeo, que es conocido también como el Rey de los Tahúres.
Era la antigua pareja de tu amiguita Heather Taylor, y un gran maestro en el
uso de picas y lanzas. Con tal de conseguirla, la “adoptó” junto al resto de
sus hermanos en el orfanato de Londres.
Al escuchar ese nombre, todos los
aliados británicos de Stroyer parecen perder los nervios, aunque lo resisten,
excepto Max.
-¡MALDITO BASTARDO! ¡ES UN
MALDITO BASTARDO!
-Parece que es muy recordado con
cariño por ellos. – comenta con sarcasmo Geremaia, notando la actitud de los
Fragmentos Maravillosos presentes.
-Los trataba a todos como
esclavos. – explica Stroyer – No les importaba en absoluto sus existencias,
salvo la de Heather, su “Reina”. La deseaba tanto, que estaba dispuesto a matar
a todos sus hermanos con tal de tenerla para sí solo. Incluso amenazó con
matarme para tomar el control de mi organización. Pero ni siquiera con sus
picas pudo hacerme frente.
-Ya veo. Y supongo que ayer
volvió a la mansión Heart-King a saldar cuentas, ¿no?
Todos los Fragmentos de Omega se
sorprenden. Y recordando que el intruso que se había infiltrado en el Bosque de
Wanderland portaba una pica bastante familiar, Louis se maldice por ser tan
olvidadizo.
-¡¡¡Aquel enmascarado portaba
una de las picas de Ephraim!!!
-¿¡QUÉ!? – exclama con
incredulidad Duminic.
-¿¡ESE ENMASCARADO ERA ÉL!? –
responde Deeneac.
-¿¡PERO CÓMO FUE CAPAZ DE CREAR
FUEGO!? – cuestiona Horus, sin entender.
-…No creo que sea él, pero no
estoy seguro. Aunque puede que exista otro dispositivo elemental de Fuego en
el mundo, además del mío. ¿No es eso cierto, Geremaia?
Ahora son los
mercenarios y los Fragmentos Blancos los más sorprendidos.
-¿¡Papá!?
-No lo creo, Steven. Sólo existen
en el mundo doce dispositivos elementales, con todos los doce elementos de la
naturaleza encerrados en cada uno de ellos. No puede existir otro del mismo
elemento. Y desde que me robaste todas las nanomáquinas no he podido crear más,
ya que si bien conservo los antiguos planos, en los cuales se explica
metódica y detalladamente su fabricación, carezco ya del material esencial.
-Lo sé. Hablas del gas Vexus. Sin
él, no puedes crear un dispositivo elemental, ya que no existe otro gas
idéntico que pueda canalizar y mantener el poder del elemento. Como si de una
fruta se tratara, dicho gas se podía “recolectar” de aquel meteorito que cayó al
planeta hace veinte años. Pero ha desaparecido, ¿cierto? Y además, ¿de donde
sacaste esos planos? ¿Acaso alguien te los ha dado? De cualquier forma, sé que
los tienes contigo en este momento, y si no quieres que mate a Dean, será mejor
que me los entregues. Ahora.
Al escuchar la advertencia, Dean
ahoga un grito, y mira con desesperación a su padre, implorando en silencio por
su inmediato rescate. El resto de sus compañeros, en cambio, se mantienen
inmóviles.
-Eres muy inteligente por saber
que los llevo conmigo. El mejor lugar para esconder un “tesoro” es dentro de
uno mismo, con tal de hacerle creer al resto de la gente que puede estar en
cualquier otro lugar. Pero si de verdad los quieres, entrégame ileso a mi hijo
en este instante. De lo contrario, quemaré estos planos, únicos en todo el
mundo, y tus posibilidades de crear más dispositivos elementales desaparecerán
para siempre.
-Si quemas esos planos, quemaré
vivo a tu hijo. Y por lo que veo, ese disfraz que lleva puesto está hecho de
poliéster, así que tendrá una muerte lenta y muy dolorosa si no me los entregas
ya.
-¡P-Papá…! – titubea con mucho
miedo.
-…Muy bien. Tú ganas. ¿Qué te
parece si nos repartimos lo que ambos queremos al mismo tiempo?
Tras haber dicho eso, Geremaia
espera unos cortos segundos para que Stroyer rápidamente empujase a Dean
hacia él. Y en ese mismo instante, saca de su gabardina un pergamino enrollado
y algo arrugado, arrojándoselo a su antiguo amigo. Al final, ambos obtienen lo
que desean respectivamente.
-Quítate ya ese disfraz. No tiene
caso que lo sigas usando.
-¡Y-YA ERA HORA…! – grita
Lazarus, con más alivio de estar vivo que de poder quitarse ya su traje de liebre.
Tras obtener el pergamino,
Stroyer lo desenrolla, y ve grabadas sobre el largo papel viejo varias figuras humanoides y de animales, con varios detalles y textos escritos en una especie de lengua
muerta, conformada por unos jeroglíficos o caracteres, que se asemejan un poco a los de la Piedra de Rosetta. Luego de
revisarla, el líder mira con seriedad a su viejo mentor.
-¿Sabes egipcio?
-Tengo buenos egiptólogos. – se
justifica Gere – Bueno, creo que ahora vas a marcharte con el resto de tus
Fragmentos. Todos vivos y felices.
-¿Qué te hace pensar que los
dejaré vivir?
-¿¡Q-QUÉ!? – exclama Lazarus,
mientras su padre se mantiene en silencio.
-Me has entregado los planos con
tal de que no matara a Dean al instante. Pero de todas formas todos ustedes me
van a seguir. Para eso están aquí en Londres. Y no olvidemos a ese chiquillo
de allí. – declara, señalando a un asombrado Zack – Ambos sabemos que es el
Zorro Blanco. Y que probablemente te esté utilizando a ti y al resto con tal de
llegar hacia mí…o hacia Railo. ¿Y crees que sabiendo esto yo lo voy a dejar
vivir?
-¡Yo no soy el Zorro Blanco! –
protesta el muchacho.
-Mataste a Vortaxio. E intentaste
masacrarnos varias veces antes. Sólo porque ya no utilices tu máscara de zorro y no lleves esa cicatriz en tu ojo izquierdo, no significa que puedas ocultarte
de mí.
-¿¡Ah sí!? ¿¡Y qué me dices de
Finem!? ¡Él sabe que no soy él!
-HAHAHAHAHA
-Es cierto que Finem puede identificar a cualquiera por medio
del olfato a la propia sangre. Y aparentemente es capaz de identificarte a ti
también. Pero la razón por la que justifica que no eres el Zorro Blanco, es
porque no sabe que ya no tienes en tu cuerpo el gas Vexus.
Todos se sorprenden por la declaración
de Stroyer, sobre todo Railo y el propio Finem, que comienza a reír lentamente,
con los ojos apuntando al suelo, como si estuviera dudando de sí mismo.
-¿¡Pero qué dices!? ¿¡El gas
Vexus, en mi propia sangre!?
-Bueno, tú mismo me lo has dicho.
Cuando nos enfrentamos en la isla de Groenlandia hace tres años. Has dicho que
llevabas en tu propia sangre dicho gas. Y que por eso mismo tus habilidades con
la espada láser son tan letales y veloces como en un parpadeo. Y en base a eso,
concluyo que el Vexus parece cambiar el “olor” de la sangre. E imagino que por
eso mismo debes de usar algún dispositivo elemental.
-¿¡EH!? ¡Eso es imposible!
-Es posible. Ahora muere con el
resto.
Y en ese mismo momento, se desatan
alrededor de los dos bandos una serie de explosiones, provenientes de los
explosivos que habían sido colocados por los mercenarios. Los Fragmentos de
Omega rápidamente se alarman por ellas, y aprovechando eso, sus enemigos se
lanzan al ataque.
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