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40-Reliquia encontrada

Un día después de los eventos acontecidos en Nueva York, Syrinne se reencuentra con su madre, a la cual abraza como nunca antes lo había hecho. Pidiéndole perdón por no haberla llamado durante todo el día, y habiéndole explicado todo lo que ha sufrido, inclusive su secuestro, le presenta a Soleyu. Reconociéndolo como el joven que solía salir con su hija mientras vivían en Blind River, la madre de la joven lo recibe con alegría, y lo invita a pasar a su casa. 
Paralelamente, una frustrada Jane, conocida anteriormente como Winifred Burkle, contempla la ciudad desde una de las ventanas de la mansión de Geremaia, donde reside actualmente. Con la policía en su busca, se resigna a vivir encerrada por un tiempo con su amigo.

Y entre tanto, los Fragmentos Blancos y los Gladios han abandonado la ciudad de Nueva York dentro de un jet negro, parecido a un avión militar de combate, con el símbolo del Gobierno Astral grabado en las alas, una estrella blanca de tres puntas. El vehículo aéreo además es lo bastante grande y resistente como para llevar más de 100 personas.
Y en uno de los asientos, y sin dormir, Zack observa a través de la ventana el gran desierto mexicano, sin mostrarse emocionado, pese a ser la primera vez que recorre el área. 
Mientras ve desde el cielo algunos zorros moverse hacia cualquier dirección, y a unos coyotes perseguir a unos correcaminos, vuelve a pensar en el momento en el que mató a Vortaxio.
Pese a que estaba en contra de sus principios, mató a una persona, sin importar lo malvada o benevolente que fuera. Aunque no fuera su intención matarlo, lo asesinó. Lo único que logra aliviarle un poco, ante esta culpabilidad, es el hecho de haberle salvado la vida a Jane, gracias a su naturaleza altruista.

-Hey, Lazarus, levántate. Ya son las 7 de la mañana.

-¡Tabnir! ¡No me despiertes! Estaba soñando que volaba...


-¡Si no lo hacía, nunca ibas a despertar! ¡Eres como un perezoso!


-¡Ya, ya! ¿Y Zaran? ¡Oye, Zaran, despierta!


-No he dormido.


-¿QUÉ? ¡TE DESMAYARÁS!


-No tengo sueño.


-¿CÓMO QUE NO TIENES SUEÑO? ...¡Ya sé! ¡El haber matado a Vortaxio debe de atormentarte aún! ¡Ya basta! ¡Déjalo!


-¡No puedo! ¡Tengo que convivir con ello! ¡Mientras luche por Ray, debo soportar cualquier...cosa! Y esto también...


-¡Pues claro que sí! ¡ESTO NO ES UN JUEGO!


-¡Ya lo sé! ¡Desde mucho antes de haberme unido a ustedes, y desde que Sarah ha muerto, comprendí todo lo que tenía que pasar! ¡Pero no quería tener que matar a alguien! ¡Yo no quiero ser un asesino!


-¡Pero lo eres! Ehm, quiero decir ...


-¡LAZARUS, CÁLLATE! - lo silencia Tabnir, enojado.


-B-Bien.... Iré con Héctor.


-¿Qué...fue lo que acaba de pasar?


-Nada, Zack. Ambos sabemos que él suele ser mezquino, aunque no esperábamos que se intentase pasar de la raya como ahora...


-¡Hemos llegado! - avisa Héctor desde la cabina del jet - ¡Vamos a aterrizar ahora!


-¿Escuchaste? ¡Llegamos a la Secta Astral Americana! ¡Conocerás una de las bases continentales del Gobierno Astral!


-Sí...qué emocionante.


-...De acuerdo.


Una vez que el jet desciende en medio del desierto, todos los pasajeros salen del aeroplano para encontrarse en medio del Desierto de Chihuahua, en pleno día, rodeados de arena y algunos roedores como liebres y ratas de la zona.

Al bajar con sus compañeros y los Gladios, Zack descubre una especie de cueva ante sus ojos, cubierta de arena por arriba. Y justo al lado descubre unos gigantescos paneles solares, iluminados por los rayos del sol.

-Muy bien entonces... Es extraño. No veo el avión en el que los Fragmentos de Omega han venido. ¿Habremos llegado antes que ellos? - se pregunta Héctor, con su pecho vendado - Siento que algo no encaja aquí...


-¿Es en serio? - pregunta Lazarus - ¡SÍ! ¡POR PRIMERA VEZ ADELANTAMOS A STEVE! ¡NO DEBEMOS PERMITIR QUE TOME EL TESORO!


-¿Esto es...la Secta Astral Americana? - le pregunta Zack al Ore Gladio.


-Sí muchacho. Es aquí de donde yo y mi equipo venimos. Aquí guardamos uno de los "amuletos del comienzo" del Ente Alfa, o como nosotros lo llamamos, "Tsitsimikualotl". También llamamos a este lugar como su base.


-¿Tsitsimikualotl? ¿Está en el mismo idioma que las "Tlasoltetl"?


-Sí. El Nahuatl. Tsitsimikualotl significa "Monstruo bueno". Así llamamos al Ente Alfa, o La Primera Vida. Y con respecto a las Tlasoltetl...


-Significa piedras preciosas, lo sé. ¿Y qué hacen esos paneles solares? ¿Suministran energía solar?


-Exacto. Por fuera parece una simple cueva desértica, pero por dentro es un "mundo nuevo", que mantenemos en funcionamiento con la energía que tomamos del sol. Muchas de nuestras máquinas funcionan a base de los mismos rayos de la estrella más grande del universo.


-¿Cómo que allí hay un nuevo mundo?


Y de repente, para desilusión de todos, uno de los soldados de negro recibe un mensaje de la Secta Astral, bastante urgente. Y con una gran preocupación, se dirige hacia su superior:


-¡S-SEÑOR! ¡LOS FRAGMENTOS YA ESTÁN AQUÍ! ¡¡¡ESTÁN ATRAVESANDO LOS NIVELES DE SEGURIDAD CON FACILIDAD!!!


-¿¡QUE YA ESTÁN AQUÍ!? ¡SI NO HEMOS VISTO EL AVIÓN EN EL QUE HAN LLEGADO! - grita Lazarus.

-¿¡QUÉ, PERO CÓMO!? ¡N-NO PERDAMOS TIEMPO! ¡ANDANDO! - ordena Héctor.


-¡SÍ SEÑOR!


-¿¡Llegaron tan rápido!? - se dice Zack, mientras corre con sus compañeros y los Gladios hacia la entrada de la Secta Astral Americana. 


Encontrándola abierta, ve a un lado un panel, con un lector de tarjetas para los miembros de la base, y con 6 ranuras, donde todas las Tlasoltetl están incrustadas.
Una vez dentro, ve al superior de los Gladios bastante enfadado, frente a un ascensor destruido.

-¡MALDITOS FRAGMENTOS DE OMEGA! ¡HAN DESTRUIDO EL ASCENSOR!


-¿¡C-CÓMO BAJAREMOS HASTA EL TERCER NIVEL!? - protesta Lazarus.


-Parece que tendremos que hacerlo por los niveles de seguridad... ¡NO TENEMOS OPCIÓN! ¡VAMOS!


Ante esta situación, el grupo entero se adentra en el primer nivel de seguridad, por medio de la entrada abierta por la fuerza al alterarse el panel con alguna fuente eléctrica.


-...Ray - comenta Zack, que una vez dentro del nivel contempla, para su asombro, una completa selva - ¿E-Este es el "nuevo mundo"?


Con el techo pintado de celeste, simulando ser el propio cielo, el muchacho descubre en cada una de las nubes pintadas lo que parecen ser "rociadores", que disparan continuamente chorros de agua, que en conjunto con el violento viento manipulado por varios ventiladores, ubicados en las paredes del nivel, crean una fuerte y terrible tormenta que mueve los árboles que se encuentran en la ancha y gigantesca sala.


-¡Maldición, intenten pasar hacia adelante! ¡Luchen contra la tormenta artificial! - ordena Héctor.


-¡Es como si un huracán estuviera aquí! - exclama Tabnir.


-¿H-Hay animales aquí? - pregunta Zack, observando a unos misteriosos tucanes sobre algunos de los árboles, con lo que parecen antenas sobre sus cabezas. Éstas aves lo miran a él y a los Gladios fijamente, como si los estuvieran vigilando en medio de la tempestad.


-¡No! ¡Esos tucanes son en realidad cámaras de vigilancia que vigilan el nivel! Si nuestros compañeros del último nivel nos están viendo, ¿porqué no detienen esta tormenta? - responde Héctor


-¡QUIZÁS ESTÉN LUCHANDO CONTRA LOS FRAGMENTOS DE OMEGA! ¡NO PERDAMOS MAS TIEMPO!


Escuchando al Ore Gladio, todos se adentran hacia adelante, cayendo y luchando contra el violento aire que pasa de largo. Al mismo tiempo, en el último nivel de la Secta Astral Americana, dentro de una gran sala rodeada de computadoras, los Gladios que allí se encuentran se mantienen ocupados fortaleciendo las defensas del tercer nivel, ignorando a sus compañeros que intentan llegar hacia ellos.


-¡Cierren las compuertas! ¡No dejen que pasen por el largo pasillo hacia nuestro líder y el amuleto!


-¡El líder de la base debe estar seguro! ¡Que algunos vayan a protegerle!


-¡Si los malditos "guardianes" no hubieran desaparecido esto tal vez no estaría pasando...!

-¡Escuchen...! - el sonido de una "explosión" se escucha desde donde están - ¿Qué ha sido eso?


Y tras muchas caídas en charcos de agua y varios tropiezos con los árboles, Zack y el resto logran llegar hasta la salida del primer nivel, para pasar el segundo. 

Una vez allí, abren la puerta, que lleva hasta una sala completamente rocosa, ya que las paredes y el suelo están compuestas de piedras, llevando más de 40 metros de largo y 20 de ancho.

-¡Me he mojado bastante! ¡Y ME HE GOLPEADO CONTRA LOS MALDITOS ÁRBOLES A CAUSA DEL VIENTO!


-¡Lazarus, calma, ya hemos salido! Aunque yo también me he golpeado...


-¿Y...este lugar? - pregunta con curiosidad el muchacho.


-Es el segundo nivel. Y también el más peligroso. Debajo de estas piedras que vamos a pisar...hay cuchillas muy filosas. ¡Es un lugar lleno de trampas!. Si no sigues los pasos correctos, serás cortado en mil pedazos. - informa Héctor, viendo cómo él respira hondo de los nervios - ¡Pero no te preocupes! ¡Yo conozco como pasar este nivel! ¡Tan sólo observa!


Dando un paso adelante, Héctor comienza a caminar en zig zag, dando 9 pasos adelante. Luego, camina 3 pasos hacia la derecha, para avanzar 2 pasos adelante, y tomar 7 pasos en diagonal hasta la izquierda. Y finalmente, tras dar 9 pasos hacia adelante, da 11 pasos finales hasta una puerta de bronce, con una especie de monstruo grabado en ella. Dicha puerta lleva hasta el nivel final.


-¿Lo ven? Imiten mis pasos. Abriré la puerta.


Al hacerlo, avanza hacia adelante. Y el resto, siguiendo los mismos pasos que el Ore Gladio, llegan hasta el final sin haber activado algunas de las trampas. Siendo el último en pasar, Zack contempla a la criatura grabada en la puerta. En cuestión de segundos, la reconoce como la misma que ha visto grabada en las Tlasoltetl.


-¿Es...Tsitsimikualotl...digo, el Ente Alfa? 


-Sí, lo es. - se lo confirma Héctor.

Y de pronto, para su sorpresa, siente cómo la sala se sacude un poco. Todos los presentes, tras salir, sienten un extraño temblor, y a la vez, el sonido de una explosión. El temblor es tan fuerte, que el muchacho pierde el equilibrio y cae al suelo, tocando una de las piedras que componen el suelo con su mano izquierda.

Alarmado, Tabnir lo toma del brazo derecho antes de que cayera completamente al suelo, y tirándolo rápidamente como si fuese una cuerda, lo salva, a la vez que las cuchillas salen de manera repentina del suelo y de las paredes.

-¡AHHHH! - grita del susto Zack - ¡Gracias! Sigamos hacia adelante...ya.


-¡Ten cuidado! ¡Estuviste a un segundo de tener media cabeza! - le contesta su compañero - ¡No puedes morir!


-Está bien...


Saliendo del segundo nivel, Zack va junto con el resto, bajando por unas escaleras en forma de espiral hasta el último nivel de la base.


-¿Qué pasó que se han atrasado? - demanda saber Lazarus.


-¿Sintieron el temblor? ¡A causa de él, Zack perdió el equilibrio y casi cae al suelo rocoso de no ser por mí! Tuve suerte de tomarlo justo en el momento que activó de manera accidental una de las trampas. ¡La sala se llenó de muchísimas cuchillas!


-¿¡QUÉ!? ¡ZACK, TUVISTE SUERTE DE NO HABERTE CONVERTIDO EN PICADILLO DE CARNE!


-¡Es una suerte que estés vivo! ¡Ahora sigan bajando, estamos por llegar! - habla Héctor, bajando a toda prisa con los Gladios.


-¿Q-Qué hay en el tercer nivel? - pregunta Zack


-¡Nada de trampas, no se preocupen! ¡Sólo están los dormitorios, los almacenes donde guardamos las armas y suministros, y la sala del líder de esta base! ¡También hay compuertas bastante blindadas y resistentes, una tras otra, que impiden el paso de intrusos hacia dicha sala! ¡Probablemente los Fragmentos de Omega están intentando pasar!.


Y finalmente, todos llegan a la puerta final. Al abrirla, encuentran por fin a Stroyer y sus esbirros frente a la primer compuerta, bastante dañada por las explosiones que el Fragmento de Fuego desató para intentar abrirla. Pero en lugar de enfrentarlos, observan la escena:


-HAHAHAHAHA, ESOS HUMANOS INTENTAN DETENERME. PERO NO PUEDEN ESCAPAR DE MÍ HAHAHAHAHA. - responde Finem, riendo desquiciadamente.


-...Antlar tenía razón. Las compuertas son muy resistentes. - dice Glacius


-¡Y de acuerdo a la información que consiguió de esta Secta Astral, también hay otras 4 compuertas detrás de ésta, una tras otra! - recuerda Fuunra, atento.


-¿Oigan, quién es Antlar? - pregunta inocentemente Horus.


-...Es el Fragmento de la Hierba - le revela Railo - La mano derecha de Stroyer.


-¿La mano derecha? ¿No lo eras tú? ¿Acaso él ha muerto, como Vortaxio?


-Por ahora soy la actual mano derecha. Y él no ha muerto. Simplemente no está con nosotros en este momento...como Broken.


-¿Y donde está ahora? ¿Quien es ese tal "Broken"? ¿Está de algún modo, roto?


-¿¡PUEDES PREGUNTAR LUEGO!? ¡ESTAMOS EN MEDIO DE UNA MISIÓN SI NO TE HAS DADO CUENTA!


-¡Me llena de curiosidad ese "Broken"!


-Silencio - interrumpe Stroyer - Sí. Estas compuertas son muy fuertes. Tanto, que ni hasta Tetsu ha podido destrozar la primera con su katana.


-Lamento eso, Stroyer-sama - se disculpa el samurai - Aún fortaleciendo el filo de mi katana con mi elemento, no he podido crear ni una grieta.


-No tienes que disculparte, Tetsu. Ninguno de nosotros ha logrado abrirlas, ni siquiera yo, con las explosiones que he creado... Bien. Parece que tendré que recurrir a un "método violento".


-¿Método...violento? - se inquieta el Halcón Cobarde.


-¡Háganse a un lado, todos! - advierte el Cuervo, consciente de lo que hará su líder.


Situándose ante la compuerta, con sus sirvientes detrás suyo, el Fragmento de Fuego alza su mano derecha hacia adelante. A los pocos segundos, todos los otros miembros de la organización comienzan a sentir calor. Mucho calor. La temperatura aumentando a más de 20 grados. Y a la vez, el cabello de Stroyer parece levantarse, como si fuese una llama ardiendo. Y con sus ojos brillando completamente en rojo, crea de su mano derecha una gran onda de fuego caliente, que atraviesa, para sorpresa de todos, las 5 compuertas del tercer nivel, dejando un agujero en cada una de ellas por los que pasan después.


Al observar tal impactante escena, Zack y los demás se sorprenden, y a la vez se aterran del poder del Águila Ardiente. Además, su sorpresa sobrepasa al del resto, pues es el único de todos en observar, que el brazo derecho del Fragmento envejeció rápidamente luego de haber usado esa destructiva habilidad.


-¿¡PERO QUÉ ES LO QUE ACABA DE PASAR!? - grita Dean, confuso.


-Dios...¡Oh! ¡Ray! - grita Zack, adelantándose de forma temeraria.

-¡Zaran, espera! - responde Tabnir, siguiéndolo junto con todos.


-¡VUELVE AQUÍ! - le pide Lazarus, adelantándose.


-¿¡Pero qué cree que hace!? - grita Héctor, en español, incrédulo de lo que ve.

Viendo por medio de las cámaras lo que acaba de suceder, los nerviosos Gladios que se encuentran en la sala final preparan las armas y deciden confrontar a Stroyer, con el fin de evitar que éste llegue hacia su líder y el amuleto.

-¡STROYER! ¡NO DEJAREMOS QUE TE LLEVES EL TESORO DE ESTA BASE! - gritan los soldados, apuntándole con sus rifles.


-Han visto lo que acabo de hacer...¿y aún así creen poder detenerme con unas simples armas de fuego como esas? Debieron rendirse y huir en cuanto pudieron. Sin embargo, justo ahora acaban de sellar su destino... Ataquen.


Obedeciendo, los Fragmentos de Omega atacan a los Gladios violentamente, a excepción de Fuunra y Horus, que observan cómo Glacius congela a algunos de ellos, para dejar que Tetsu los corte por la mitad. Y con horror, también miran al vampiro abalanzarse sobre sus enemigos, matándolos y arrancando brutalmente sus extremidades a mordiscos.


-¡AAAAAHHHHHH! ¡NO QUIERO VER! - grita el Fragmento de Agua, tapándose los ojos.


-¡Ni yo! - responde el payaso, cerrando también los ojos.


Entre tanto, Railo acompaña a su líder hasta otra sala dentro de la misma, donde encuentran a 5 soldados más, protegiendo a un hombre de edad avanzada, de ojos azules y que además de vestir una extraña túnica, lleva puesto un extraño Collar de Oro, con la letra griega "α" inscrita. Dicho anciano es en realidad el líder de la Secta Astral Americana, Alberto Pizarro, que mantiene un rostro completamente serio ante todos.


-¡IMPOSIBLE, HAN LLEGADO! ¡PROTEJAN AL LÍDER A TODA COSTA! - exclaman los Gladios, que rápidamente son quemados vivos por la mano izquierda de Stroyer.


Luego, el resto de los Fragmentos ingresa a la sala.

-Stroyer, hemos acabado con todos - avisa, que llega hacia él junto a sus compañeros.


-Hijos de puta... - maldice el anciano - Parece que no tengo escapatoria... Así que tú eres el líder de los Fragmentos de Omega. El Águila Ardiente, Stroyer. Dicen que buscas salvar al mundo por cualquier medio. ¿Qué has venido a hacer aquí? De acuerdo a Héctor, quieres tomar uno de los amuletos de Tsitsimikualotl. ¿Por qué quieres revivirlo? ¿No buscas sólo revivir al diabólico Ente Omega?


-Quiero salvar este mundo. Le daré un fin a todas las cosas que lo perjudican con el poder de Omega. Y luego le daré un nuevo inicio con el poder de Alfa. Ahora, líder de la Secta Astral Americana, entrégueme ese Collar de Oro que trae puesto.


-¿Y si me niego? ¿Vas a matarme? ¡Hazlo pues, jovencito! ¡Soy viejo después de todo! ¡Moriré en cuestión de años!


-No soy de matar ancianos. Pero a cambio mi mano derecha acabará con usted. Hasta nunca.


Con nervios, Railo alza su mano derecha hacia Pizarro, y al instante, cerrando los ojos, le electrocuta. Tras caer éste al suelo, el Fragmento de Fuego camina hacia su cuerpo y toma el Collar de Oro.


-Listo. Ya tenemos una de las reliquias. Es hora de irnos.


Al mismo tiempo, intentando detener a su compañero en vano, Zack contempla la sala con horror, viendo los cuerpos de los Gladios asesinados, incluyendo los que han sido desmembrados por el vampiro. Sin embargo, el gran cuadro que hay allí le llama la atención. En dicho cuadro, de estética azteca, ve al Ente Alfa, luchando contra tres monstruos desconocidos en medio de unas pirámides.


-¿Qué son...esos monstruos?


Y por orden de su líder, los Fragmentos de Omega avanzan hacia un pequeño pasillo de la sala, en el que se encuentra un ascensor que lleva hasta la superficie. Con la reliquia en sus manos, y dirigiéndose hacia el elevador, Stroyer de pronto es sorprendido por Lazarus.


-¿¡Q-QUÉ ES LO QUE TE HA OCURRIDO, STROYER!? - le pregunta Zack, por el brazo envejecido de éste.


-...Veo que han llegado. Seguramente creyeron que, al no haber visto el Galimatazo al lado de la entrada a esta base, han logrado adelantarnos. Pero no. Llegaron tarde. Ya tengo lo que quería. - responde el líder de la organización, dándoles la espalda y marchándose con el resto en el ascensor. 


Y tras marcharse, Héctor y el resto de los Gladios llegan a la escena.

-¡MIERDA, LLEGAMOS TARDE! ¡HAN TOMADO UNA DE LAS RELIQUIAS! - se maldice Héctor, 
que al ver en el suelo a su líder corre a socorrerlo - ¡Señor...!

-¡ZACK! ¿¡POR QUÉ HAS PERSEGUIDO A STROYER!? ¿¡QUERÍAS MORIR!? - lo reprende furioso Lazarus.

-¡P-Pero es...que...!


-¡DA IGUAL, HAN ACABADO HASTA CON EL LÍDER DE LA SECTA ASTRAL! ¡MALDITA SEA!


-...A-arrgh... E-Estoy vivo...güerito.


-¿Q-QUÉ?

-¿¡M-Maestro Alberto!? - se sorprende Héctor - ¿¡Pero cómo...!?


-No sé, Héctor... El Fragmento que iba con Stroyer me electrocutó...pero la descarga eléctrica que sufrí no fue letal...


-¡Railo! - interrumpe Zack - ¡Ha sido él! Y si no lo mató... ¿quiere decir eso que...?

-¿Quién es este muchacho?


-...Zachary Anderson. O más bien Zaran, de acuerdo a Lazarus y Tabnir.


-Oh, ya veo... Parece que conoce a ese Fragmento...


-Es su mejor amigo. Y según él, quiere "sacarlo" de la organización de Stroyer...


-¿Pero acaso se da cuenta de lo peligroso que es esto? ¿Cómo es que se ha unido a nosotros? Luego hablaré con Saecar sobre esto... Ahora que ellos se han llevado ese Collar de Oro, ya no hay nada más que hacer aquí, salvo recoger a los muertos, honrarlos, y seguir persiguiendo a esos pendejos... 


-Tiene razón.


-Supongo que ahora irán a por la siguiente reliquia en Alemania. Héctor, prepárense para ir hacia Europa. Quien sabe lo que ellos harán allí, además de reclutar a más miembros de los que ya tienen. Ahora... ayuda a este viejete a levantarse.


-¡Sí...lo haré! - cumple de inmediato su sirviente.

Al mismo tiempo que todos conversan, en el desierto, un agujero se abre al lado de la entrada de la Secta Astral. Y de él, salen Stroyer y sus esbirros. A los pocos segundos, un gran dragón se aproxima hacia ellos desde el cielo. El Galimatazo, al que nuevamente se suben, tomando vuelo y abandonando el continente americano.

Y avanzando hacia el norte, los Fragmentos de Omega ignoran que en el desierto, en medio de los coyotes, liebres, lagartos y aves que allí abundan, se encuentra un felino. El mismo felino blanco de ojos dorados que apareció en la ciudad de Nueva York, sonriendo. Y que de alguna forma, apareció allí.

-Nya nya nya... - "ríe" el minino, mientras contempla el vuelo.


De pronto, a su lado, una especie de "fantasma" aparece. Una figura espectral, más transparente que un vidrio, y de un aspecto tan sombrío, más que el de los miembros de la organización de Stroyer, dice unas palabras en un extraño idioma:


-
Los has seguido incluso hasta aquí, Fi. Esos dos humanos creen que revivirán a Omega, pero se equivocan. Ni siquiera saben la verdad. Hasta en las sagradas Sectas Astrales, las mentiras son usadas como herramientas.

Sin mostrar algún miedo por la presencia de ese "fantasma", el gato de ojos dorados maúlla, aún con esa sonrisa suya, mientras mira hacia la dirección...

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