10:05 de la noche.
En la avenida Evans, y dentro de una elegante mansión, Zack y
compañía se encuentran sentados en un cómodo sofá frente a la chimenea de la
residencia, la cual desprende un fuego intenso y satisfactorio. Mirando a su alrededor, nota las
fotografías, los cuadros de arte, e incluso un piano ubicado al lado de las
escaleras que llevan hacia el segundo piso.
A los pocos minutos, el mayordomo de la casa, Alfred, aparece con una taza de té para Zack.
A los pocos minutos, el mayordomo de la casa, Alfred, aparece con una taza de té para Zack.
-Sírvase, muchacho. – le contesta el hombre con acento británico,
vestido de manera elegante.
-G-Gracias.
-Todo es sorprendente, ¿no es así, joven? – le pregunta el dueño
de la casa a Zack, cuya apariencia es la de un hombre de aproximadamente 50
años, de cabello rubio, ojos verdes, y unos anteojos negros que le dan el
aspecto de un intelectual.
-¡S-Sí, la verdad que es bastante llamativo! Y usted es el padre
de Lazarus, digo, de Dean,
¿no? ¿Pertenece también al Gobierno Astral?
¿no? ¿Pertenece también al Gobierno Astral?
-¡Oh, no, no! ¡Verás, no quiero involucrarme directamente con ellos,
pero mi hijo ha decidido hacerlo por mano propia! ¡Seguro que te lo ha contado!
¿No es así, Dean?
-Ehh… ¡Sí, sí!
-¡Bien! ¡Bueno, yo soy un “empresario”! ¡Soy el director
ejecutivo de una empresa de tecnología y bienes eléctricos para el hogar!
-Ehh... papá.
-¿Qué sucede, Dean? ¿A qué viene esa interrupción?
-¿Por qué simplemente no vas al grano? ¿Cómo está el chico ese, que trajimos aquí?
-…Bien. Ese “corredor” está descansando en mi habitación. No se preocupen, se está recuperando. Debo decir que me llama bastante la atención,
pues he visto el tatuaje de su mano izquierda en algún lugar… En fin, tuviste
suerte de que Steve no te matara. He visto todo lo que ha ocurrido en la ciudad, a
través de las cientas de cámaras que tengo distribuidas por toda Nueva York. Ignoro por qué
cree que tú eres un despiadado asesino, ya que desde el momento que te has
“unido” a los Fragmentos Blancos, Dean comentó todo lo que hacías. Y debo decir
que me agradas, muchacho.
-¿Conoce al líder de los Fragmentos de Omega?
-Oh sí. El pequeño Steve, hijo de mi amigo Gilbert Rosemberg. Lo
conocí en mi juventud, cuando el querido alcalde me invitó un día a su casa a
comer con su familia. Conocí a su esposa Giselle, a sus hijas mayores Ariadna,
María y Camille, y luego subí a la habitación de un joven Steve, que no vino a
la mesa. Recuerdo ese rostro al verlo por primera vez. Recuerdo lo solo que se
sentía el niño, que me dijo varias cosas. Que sus padres lo odiaban, que le
obligaban a realizar cosas que no quería, etcétera. Y desde que ha vuelto hace un año aquí, lamento no haber podido hacer algo para salvar a su familia. Todo por no creer que él sería capaz de hacer algo así... Hasta que me enteré que mató a varios estudiantes que festejaban su graduación en Wisconsin...
Zack esboza una triste sonrisa al escuchar sus palabras, cambiando la cara a los pocos segundos.
-¿L-Llegó hace 1 año? - pregunta Jane - ...Pero claro. Es cierto. Porque los delincuentes comenzaron a ser asesinados desde el año anterior, por ende él y los Fragmentos estaban en la ciudad. Y al mismo tiempo, la ola de delincuencia aumentó. Pero aun así, ignoro porqué esperó hasta ayer para asesinar a su familia...
-No lo sé... Pero me llamó la atención lo último que dijo mientras miraba hacia la ventana de su habitación, pensativo, cuando lo conocí por primera vez.
Zack esboza una triste sonrisa al escuchar sus palabras, cambiando la cara a los pocos segundos.
-¿L-Llegó hace 1 año? - pregunta Jane - ...Pero claro. Es cierto. Porque los delincuentes comenzaron a ser asesinados desde el año anterior, por ende él y los Fragmentos estaban en la ciudad. Y al mismo tiempo, la ola de delincuencia aumentó. Pero aun así, ignoro porqué esperó hasta ayer para asesinar a su familia...
-No lo sé... Pero me llamó la atención lo último que dijo mientras miraba hacia la ventana de su habitación, pensativo, cuando lo conocí por primera vez.
-¿De verdad? ¿Y qué fue lo que dijo?
-Argumentaba que fue “elegido” para cambiar este mundo, para
“salvarlo”, y que no sabía cómo empezar. Me sorprendió bastante, y no solamente por su
determinación y voluntad, sino por la forma en que lo ha dicho, ya que sonaba
similar a una vieja leyenda que todo el mundo ignora que existe.
-¿Leyenda? ¿Cuál leyenda?
-A ver…Alfred, ¿podrías ir a la biblioteca a buscar “ese” libro?
-Sí señor – responde el mayordomo, que va hacia allí. Pasados unos
minutos, regresa con un viejo y casi pequeño libro titulado “La creación del
mundo”, que le entrega a su amo.
-¿La creación del mundo? – dice algo curioso Zack.
-Sí. Ésta es la leyenda. Se las leeré:
LA CREACIÓN DEL MUNDO
“Hace
muchísimos años, el planeta Tierra comenzó a formarse. El cielo, las nubes, el
mar, las tierras, los volcanes y los continentes nacían, junto con la vida
terrestre y acuática. Y fuera del planeta, existían dos poderosos “Entes” que
la protegían. El Ente Alfa, conocido como “La Primera Vida”. Tenía una
apariencia angelical. Controlaba el Espacio y los elementos del Fuego, Agua,
Tierra, Aire, Rayo y Hierba. Se encargaba de “dar comienzo a todas las cosas y
de equilibrar la vida”.
Y
luego estaba su hermano gemelo, el Ente Omega, conocido como “La Última Vida”,
el cual tenía una apariencia demoníaca, y controlaba el Tiempo y los elementos
de la Luz, Hielo, Hierro, Gravedad, Sangre y Alma. Tenía el rol de “finalizar
todas las cosas y de equilibrar la muerte”.
Los
dos “Entes” trabajaban juntos cuidando el planeta, y lo hacían bien. Sin
embargo, hubo un momento, en el que el Ente Omega decidió gobernar el mundo,
dejando que su gemelo lo protegiese solo. Al brindar su hermano sólo “muerte”,
el Ente Alfa no podía permitirle dicho gusto, e intentó detenerlo. Pero en el
intento, Omega lo odió, y luchó a muerte contra su hermano por el control de la
Tierra. Tras una difícil pelea, ya que ambos eran iguales en poder, los dos
Entes perecieron, cuyos cuerpos se “fragmentaron” y cayeron sobre el planeta,
llenándolo de Principio y de Fin, y de Luz y Oscuridad…”
-¿Ente Omega? – comenta Jane - ¿Es ese el nombre del “dios” que
Stroyer dijo que quería “revivir”? Ahora entiendo por qué él y sus lacayos se
hacen llamar “Los Fragmentos de Omega”. ¡Es por esta historia! Todo comenzó por
esto… ¿Acaso Stroyer…quiero decir, Steven, leyó esta historia en algún momento,
cuando era niño?
-No. De ninguna manera. – niega Geremaia – Casi nadie tiene conocimiento
de esta leyenda en el mundo, a excepción de todos los miembros del Gobierno
Astral… Pero debo decir, que cuando tenía quince años, Steve solía venir a mi casa
a estudiar cuando no quería hacerlo en la suya, y además de ignorar los juegos
de mi pequeño hijo, encontró por curiosidad este libro en mi biblioteca, y
comenzó a leerlo de principio a fin. Como si quisiera buscar...un tipo de mensaje oculto en él.
-Así que ya sabía algo de esa historia antes de incluso descubrirla en tu casa... ¿Pero cómo es que una leyenda tan corta lo lleve a crear una
organización y a matar gente?
-Este libro contiene otra historia, aparte de la que les acabo de
leer.
-¿En serio? ¿Podrías leérnosla también?
-Claro, Jane. Aquí voy:
LOS EMPERADORES DE GHAUTUSKUS Y DE ALCHARNAM
“3500
años después de la pelea entre el Ente Alfa y el Ente Omega, “La Primera Vida”
y “La Última Vida” respectivamente, el mundo cambió. Las primeras
civilizaciones comenzaron a formarse, cada una con sus propias creencias.
Existieron también guerras a lo largo de los años que pasaron. Pero en esa
fecha, existían dos grandes imperios, que compartían una cosa en común. La
creencia y adoración de los dos Entes. Dichos imperios eran los reinos de
Ghautuskus y Alcharnam, cuyos emperadores eran, además de aliados diplomáticos,
primos lejanos. El emperador Moram, de Ghautuskus, era un hombre noble, que se
preocupaba por el mundo, mientras que el emperador de Alcharnam, Parkem, se
preocupaba sólo por los suyos.
Pese
a creer en la existencia del Ente Alfa y del Ente Omega, los dos reinos sólo
adoraban a uno de ellos. Los Ghautuskianos adoraban a Alfa, mientras que los
Alcharnamienses adoraban a Omega. Y una noche, mientras dormía, Parkem fue
“visitado” por el propio Ente Omega en su sueño, quien le pidió que lo “trajera
de vuelta al mundo” reuniendo los 12 elementos de la naturaleza, y que a
cambio, le daría el control del mismo. Dejándose controlar por la avaricia, el
emperador accedió, ordenando a sus tropas a la mañana siguiente de ir en busca de
dichos elementos. Luego, jactándose de su sueño, rompió los lazos que tenía con
Moram declarándole la guerra por el control de sus tierras.
Desconcertado,
el emperador de Ghautuskus no entendía lo que ocurría, hasta que en un sueño,
el Ente Alfa se le apareció. Con su visita, se enteró del plan de su gemelo, el
Ente Omega, que busca regresar de vuelta al mundo para controlarlo a través de
Parkem. Sabiendo que sólo él podía detenerlo, Moram le preguntó cómo revivirlo,
pues necesitaría su ayuda. El Ente Alfa le ordenó ir en busca de las “reliquias
astrales”, extraños artefactos que no son de este mundo, para traerlo de vuelta.
Entonces,
el emperador ordenó a sus tropas de ir en busca de dichas reliquias, a las que
llamó “amuletos del comienzo”. Y para el tiempo que las logró reunir todas,
descubrió también que su primo Parkem había logrado encontrar todos los
elementos, trayendo de regreso a La Última Vida. Sin embargo, éste no se
esperaba que su primo lograría traer de vuelta al mundo a La Primera Vida.
Y
para cuando los dos Entes resurgieron, los dos reinos lucharon entre sí. Varios
Ghautuskianos y Alcharnamienses se mataron entre sí, entre ellos los dos
emperadores, Moram y Parkem, y los mismísimos Entes, como hace 3500 años atrás.
Sus cuerpos volvieron a fragmentarse, inundando el mundo una vez más de
Principio y Fin, de Luz y de Oscuridad”.
-¿Así que… así es como piensa revivir al Ente Omega? ¿Con los
elementos de la naturaleza? Sin embargo, hay algo que no encaja…
-Stroyer anda también en busca de ciertas “reliquias”. – añade Zack.
-Quizás se traten de los “amuletos del comienzo” que menciona la
historia – apunta Geremaia.
-¿Pero por qué? ¿Acaso quiere revivir también a Alfa?
-¡O quizás está buscando las reliquias para evitar que alguien
reviva a Alfa una vez que él consiga traer de vuelta a Omega! – exclama Lazarus.
-O tal vez...quiera salvar el mundo usando también el poder de La Primera
Vida. – responde Tabnir. – Creo que eso es comprensible, ¿verdad?
-Sí, lo es – le responde Zaran - Stroyer nos ha dicho que ya tiene
todas las piedras preciosas, y que ahora irá en busca de una de las reliquias
cuando nos emboscó a mí y a Fred, digo, Jane. ¿Será que andará por aquí cerca?
-Sí, en un punto del desierto de Chihuahua. – contesta Geremaia – Se tomarán una especie de avión peculiar en el aeropuerto de la ciudad.
-¡Un momento! ¿Cómo lo sabe?
-Tengo cámaras por toda la ciudad, joven Zachary. He buscado a Railo a través de ellas por petición de Jane, e incluso a sus compañeros. Pero con respecto a los Fragmentos de Omega, puedo saber de sus movimientos aún sin mis cámaras, gracias a un "informante" que los vigila muy de cerca.
-¿Informante? Vaya... Y una vez lleguen a la sede de la Secta Astral, ¿usarán de algún modo las piedras preciosas para entrar, no? - pregunta el muchacho, adivinando.
-Sí. Las piedras preciosas, cuyo nombre real son “Tlasoltetl”, que en náhuatl significaría lo mismo, son las llaves para ingresar en la base de la Secta Astral Americana. ¿No es así, Vincent?
-¡Un momento! ¿Cómo lo sabe?
-Tengo cámaras por toda la ciudad, joven Zachary. He buscado a Railo a través de ellas por petición de Jane, e incluso a sus compañeros. Pero con respecto a los Fragmentos de Omega, puedo saber de sus movimientos aún sin mis cámaras, gracias a un "informante" que los vigila muy de cerca.
-¿Informante? Vaya... Y una vez lleguen a la sede de la Secta Astral, ¿usarán de algún modo las piedras preciosas para entrar, no? - pregunta el muchacho, adivinando.
-Sí. Las piedras preciosas, cuyo nombre real son “Tlasoltetl”, que en náhuatl significaría lo mismo, son las llaves para ingresar en la base de la Secta Astral Americana. ¿No es así, Vincent?
-Así es. – afirma Tabnir.
-¿Así es? ¿Por qué no me dijeron en primer lugar dónde se ubicaba la Secta Astral Americana? – pregunta el muchacho
a sus socios.
-Lo sentimos Zack, pero nosotros sólo revelamos información cuando
es necesaria.
-…Ya veo. Pero señor Friedkin, ¿cómo es que sabe de esto si no
pertenece al Gobierno Astral? ¿Y cómo es que tiene una historia como esa guardada en su biblioteca? Acaba de decir que sólo los miembros del Gobierno Astral saben de esa leyenda...
-Lo dije, joven Zachary. Pero si eres alguien como yo, y tu influencia es grande, entonces puedes conseguir lo que quieras. - explica, con una ligera sonrisa - Y con respecto a la ubicación de la Secta Astral, creo que ya sabes la respuesta.
-¿Saber? O sea... ¿Dean?
-Sí. A través de él, puedo saber todo sobre ello. Como por ejemplo, cada una de las Sectas Astrales se ubican en los siguientes lugares: en México, en el ya mencionado desierto de Chihuahua, en Alemania, en Senegal, en Nueva Zelanda. Y finalmente, en China, donde también reside la sede del Gobierno Astral.
-¿Saber? O sea... ¿Dean?
-Sí. A través de él, puedo saber todo sobre ello. Como por ejemplo, cada una de las Sectas Astrales se ubican en los siguientes lugares: en México, en el ya mencionado desierto de Chihuahua, en Alemania, en Senegal, en Nueva Zelanda. Y finalmente, en China, donde también reside la sede del Gobierno Astral.
-Entonces hay que viajar hasta la Secta Astral Americana y detener a los
Fragmentos de Omega antes de que roben la primera reliquia. Ellos han raptado a una joven que portaba una de las…Tlasoltetl,
y queremos rescatarla. - dictamina Jane.
-…Eso es cierto – responde Zack, dándole la razón -
¿Pero cómo vamos?
-Déjamelo a mí. – le dice Tabnir, o Vincent, que utiliza su radio
para comunicarse con los Gladios. No tarda en ser atendido.
-¿Tabnir, eres tú? ¡Habla Héctor! ¡Hemos advertido a la Secta
Astral Americana de la llegada de los Fragmentos de Omega! ¡Así que estamos
siendo cautelosos!
-¡Héctor, escucha! ¡Queremos ir hacia la Secta Astral con ustedes!
¿Pueden recogernos?
-¿Quieren ir? ¡Pero su trabajo es seguir a los Fragmentos en
la ciudad de Nueva York!
-¡Seguir a los Fragmentos a donde quiera que vayan es nuestro
trabajo! ¡Perdona que sea duro, pero es urgente! ¡Tienen a una rehén, y
nosotros sabemos cómo liberarla!
-… De acuerdo. Hemos rastreado la señal de tu radio cuando nos
advertiste hace unos minutos del plan de Stroyer. Ya estamos en camino.
-¡Muy bien, nos vemos en un rato! ¡Cambio y fuera! - se despide, dirigiéndose luego a los demás - ¡Ellos ya llegarán aquí, así que vayámonos!
-¡Espera, Zack tiene que recuperarse también! ¡Stroyer lo quemó al
igual que Soleyu!
-Eh…Jane. C-Creo que ya me siento mejor…
-¿Qué? ¿Cómo que te sientes mejor?
-Cuando tomé esta taza de té…me sentí como nuevo. Sentí que mis
heridas desaparecían…
-¡El té está hecho de una planta especial, que permite la reanimación
total o parcial del cuerpo en base al estado de ánimo! –
afirma Geremaia – ¡Alfred le acaba de ofrecer un sorbo de esta infusión a aquel otro chico!
Pero creo que tardará mucho en recuperarse de todas formas…
-Ya veo...
-Muy bien.... Ehm, Geremaia, ¿puedo hablar contigo un segundo?
-Por supuesto Jane. Vamos a la cocina.
-Ehm, yo iré a ver a Soleyu, ¿está en el piso de arriba, verdad? – dice
Zack.
-Sí, a la derecha.
-Bien. Gracias – agradece, subiendo ya las escaleras, a la
vez que Geremaia y la oficial van hacia la cocina a hablar de un tema personal. Una vez allí, comienza la charla:
-¿Has averiguado algo de Aina?
-He intentado buscarla otra vez en Texas y en Minneápolis, incluso
en los lugares cercanos, pero no he podido encontrar algún rastro de ella, lo
siento.
-Está bien… Ojalá no hubiera desaparecido aquel día.
-Jane, no te culpes. Por algún motivo tu hermana ha desaparecido,
pero ya la encontrarás.
-Eso espero… Me pregunto, si en algún momento…cuando vivía
en Minneápolis con ella... Me pregunto si acaso deseé que desapareciera en mi
mente….
-No creas eso. Aunque puedas hacerlo, tú no serías capaz de controlar involuntariamente a otras personas.
-¡Sí soy capaz! Cuando fui raptada hace unas horas por los
Fragmentos de Omega, junto a el hermano de Raimundo Cortez, el hombre asesinado
hace una noche, “deseé” involuntariamente que se librara de mis captores. ¿Y
qué pasó? Los sorprendió y luchó contra ellos. Y aprovechando la oportunidad,
yo los empujé a los dos por la ventana del apartamento, cayendo hasta un montón
de basura. Y en lugar de fijarme yo misma si habían muerto o no… usé a Manuel… y
una vez que se asomó a la ventana y disparó con su arma, recibió un balazo en
la cabeza…
-No me digas…
-¡Por más mala persona que fuera, no se merecía un final así!
¡Yo no quiero utilizar mi don para matar! ¡Ya es una maldición tenes que leer y manipular
las mentes todo el tiempo, sin que yo lo desee!
-Jane, cálmate. – le pide, cogiéndola de los hombros – No te culpes.
Por más involuntario que fuera, tuviste que hacerlo. Si te hubieras asomado por
la ventana con un arma a fijarte si tus captores habían muerto, tal vez habrías
recibido un balazo y hubieras muerto en lugar de ese tipo. Y con respecto a él,
sé que no quisiste manipularlo a propósito. Seguramente algo te hizo enojar e
impidió que usaras la conciencia, ¿me equivoco?
-…Ahora que lo dices, escuché como Vortaxio y Fuunra me
incriminaron con la explosión del casino…y la muerte de Manuel…y eso me sacó
de quicio…..
-No te culpes entonces. Si te han hecho enojar, ellos son los
responsables.
-Está bien… Oye "Gere", ¿sabes algo del “Ala Negra”?
-No. ¿Es una especie de organización?
-No lo sé con exactitud… He escuchado por parte de ellos que
Raimundo y Manuel pertenecían a dicha organización, y cuando encontré a Soleyu
y a Zack por primera vez, escuché al primero mencionar el nombre, al
preguntarle al otro si era un miembro del Ala Negra”.
-Entiendo. Pues no sé qué es eso, pero si encuentro algo te lo
avisaré.
-De acuerdo… ¡Casi lo olvido! La policía me busca, y no puedo
estar por siempre disfrazada…
-Lo sé. Yo conozco una forma de que te dejen de buscar, pero para
ello, tendrás que decirle adiós a “Winifred Burkle”.
-¿Adiós...? ¿Acaso intentas decirme... que me crearás otra identidad?
-Así es. He pensado en otra identidad para ti en el momento que te
conocí, cuando recurriste a mí en busca de ayuda. Cuando te “bauticé” con el
nombre de “Winifred”, tenía otras identidades reservadas en caso de no gustarte
esa que terminaste escogiendo. Así que dime… ¿Qué te parece este nombre? Zoe
Dominé.
-¿Zoe…Dominé? …Suena algo francés, pero supongo que me gusta.
-¡Me alegra entonces, mademoiselle! Merci beaucoup!
Ante dicho comentario, los dos comparten una risa.
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