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30-Mente asesina

8:45 de la noche

En otro apartamento ubicado por Manhattan, cuyas paredes parecen estar algo deterioradas, un hombre hispano, con un pañuelo en la cabeza, yace inconsciente al lado de una inmovilizada Winifred Burkle. Aún atada de pies y manos, ésta ve cómo sus captores, Vortaxio y Fuunra, contemplan una piedra preciosa de color cían. 
El brillo que destella es tal que abarca toda la habitación, e incluso a otras tres piedras idénticas que yacen sobre una mesita. Dichas piedras, al contrario que la azul, son de color rojo, amarillo y naranja.

-¡Mira que preciosidad de piedra! ¡Pareciera que proviniese del mar! ¿Crees que podría hacerme rico si la vendiera? - pregunta Fuunra, deleitado por el brillo del objeto, guardándolo en su bolsillo.

-¡No es una joya! - le responde Vortaxio, irritado - ¡Es una Tlasoltetl, una llave para ingresar a la zona donde retienen una de las reliquias que Stroyer busca!

-¡Ya lo sé! Solo lo decía por pura palabrería. Además, con tan sólo mirar la joya, siento que entro en un mundo de fantasía, jejeje.

-¡Ya cállate! ¡Si fuese una joya, el que tendría un gran valor sería yo, por mi gran intelecto! ¡Valgo más que cualquier rubí, zafiro, esmeralda y topacio!

-Ya empezó con su soberbia... Si tuvieses gran valor, no le temerías a Finem. - declara el payaso, que comienza a hacer malabares con el resto de piedras.

-¡N-NO LE TENGO MIEDO! ¡Y DEJA DE JUGAR CON LAS TLASOLTETL!

-¡Pero me aburro!

De forma patética, los dos Fragmentos terminan peleándose, simplemente por hablar de una joya. Y Fred, simultáneamente, mira al hombre que está moribundo a su lado. 
Se trata de Manuel, hermano de Raimundo Cortez, misterioso tipo que fue asesinado por Railo la noche anterior. Completamente inmovilizada, vuelve a recordar lo indefenso que se encontró cuando ella y sus dos captores irrumpieron en su apartamento. 
Recuerda cómo el desgraciado fue sometido al instante por Fuunra, que gracias a su eoloquinesis le apartó el arma que llevaba en la mano. Y cómo después de ello terminó "sofocado" por Vortaxio, cuando éste alzó su mano hacia él y comenzó a moverla como si estuviera apretando algo. Segundos después, Manuel levitó en el aire para caer inconsciente en el suelo.

Las malas intenciones del Fragmento de la Gravedad, así como su sadismo, fueron suficientes para asustar a la oficial. Sin embargo, eso no fue lo único que ocurrió aquí, ya que ésta se había enterado, por boca de sus captores, que los hermanos Cortez no eran realmente delincuentes, sino unos "agentes del Ala Negra", como le habían informado esta mañana los forenses en la escena del crimen de Raimundo.
Ambos hermanos tenían el mismo trabajo en sus manos: el de impedir que los Fragmentos de Omega reúnan todas las Tlasoltetl, quedándose en Manhattan para custodiar las dos últimas piedras que les faltan. 
Sin embargo, para ser una misión de suma importancia, no la tomaron muy en serio. Raimundo creyó que la mejor forma de ocultar las piedras restantes de sus enemigos era vendiéndolas al casino de la ciudad. Manuel, no obstante, prefirió quedarse con una de ellas, ya que quería conservarla como si fuera un trofeo. Quizás el más valioso de todos los tomados de la gente que mataron, por pura misantropía. 

Y a fin de saber más, Fred decide leer la mente de Manuel, cerrando para ello sus ojos. 
Al principio, ve cómo éste, junto a su hermano mayor, son ordenados por un misterioso sujeto, cuyo aspecto no puede ver con claridad, de impedir que los Fragmentos de Omega tomen las llaves de la Secta Astral Americana, haciéndose pasar por miembros de ésta con el fin de tomar las seis piedras. Lo único que la oficial puede identificar en aquel recuerdo es la voz gruñona del enigmático sujeto.

-Escúchenme bien, culeros. Ahora que les he dado estas piedras, ocúltenlas en varios lugares. ¡Y asegúrense de que jamás sean encontradas! De lo contrario, lamentaré haberle pedido ayuda a su "príncipe". - les ordenó el sujeto, en español, a los dos hermanos, que accedieron de inmediato.

Una vez que ese recuerdo cesa, Fred descubre en la mente de Manuel otro dato relevante: que poco después de recibir las órdenes, los Cortez realizaron un viaje que los llevó por toda América del Norte e incluso Irlanda del sur, para esconder cada una de las Tlasoltetl.
Y como si fueran objetos a punto de guardarse para un uso futuro, ambos terminaron dejándolas en una casa abandonada en Wisconsin, en un cementerio en Pensilvania, en un terreno baldío en Canadá. Y finalmente, en un jardín de Dublín, la ciudad natal de Syrinne.

Este descubrimiento sorprende a la oficial, en especial por los lugares donde las piedras preciosas fueron enterradas. Y que posteriormente los Fragmentos de Omega descubrirían por sus propios medios. Esto la hace preguntarse lo siguiente... ¿fueron los lugares escogidos al azar por los dos hermanos, o no?

Entretanto, el payaso y el genio piensan su siguiente jugada.

-¿Qué hacemos con la poli? - pregunta Fuunra, que finalmente guarda en su bolsillo las piedras restantes - Al contrario que la chica emo, ella no es importante.

-¡No la mataremos! ¡Haremos que vaya a la cárcel, y para esto te necesito! - responde Vortaxio, con una sonrisa malvada - ¡Llamaré a la policía! ¡Tú finge ser Manuel y diles que esa escoria...emmm... - sacando la placa de la oficial que Stroyer le dio antes de ir hacia el bosque, se fija su nombre, luego, la tira al suelo. - ¡Diles que Winifred Burkle intenta matarte, luego de lo ocurrido en el incendio!

-¡De acuerdo! - contesta el payaso, que antes de marcar el 911 guarda las piedras nuevamente.

Y después de tres pitidos...

-Policía de Nueva York, ¿cuál es su emergencia?

-¡A-AUXILIOOOOOOOOOO! ¡VENGAN RÁPIDO, POR FAVOR! ¡AYYYYYYY! - comienza a suplicar, chillando de forma exagerada. Sin darse cuenta, logra traer a Fred de vuelta a la realidad, quien queda atónita ante lo que hace.  

-Señor, cálmese. ¿Qué ocurre?

-¡U-UNA OFICIAL LLAMADA WINIFRED BURKLE QUIERE MATARME! ¡ME CULPA POR LA EXPLOSIÓN DEL CASINO DE LA CIUDAD! ¡ME-ME ESTÁ APUNTANDO CON UN ARMAAAA! ¡AYYYYYYY!

-¿W-WINIFRED BURKLE? ¿Cómo que ella...?

-¡VENGAAAAAAAAAAAAN, ESTOY EN WASHINGTON AVENUE! ¡N-NO, POR FAVOR, NO ME DISP....! - corta la llamada.

-¡JAJAJAJAJAJA! - se ríe el Fragmento de Gravedad - ¡AHORA ELLA NO TIENE SALIDA!

Habiendo sido incriminada, la oficial se enfurece como nunca. Nadie, pero absolutamente nadie, desde "ese día", se había metido con ella como lo habían hecho Fuunra y Vortaxio, que comienzan a mirarla con malicia.
Tanto, que en venganza decide utilizar algo que le disgusta en absoluto... Usar su habilidad para controlar las mentes de los demás. No se molesta siquiera en debatir si debería usar o no dicha habilidad, ya que la ira comienza a cegarla. Así, comienza a pensar en su mente, que Manuel la desatara, para luego acabar con los dos Fragmentos de Omega lo más rápido posible, a cualquier precio. 
A los pocos segundos, Manuel Cortéz, que se suponía inconsciente, despierta y la libera de sus ataduras, y coge la pistola que se le había caído de la mano por el poder elemental de Fuunra. Entonces, comienza a disparar a quemarropa.

-¿¡QUÉ!? - exclama Vortaxio, asombrado - ¿¡HA DESPERTADO!?

-¡T-TEN CUIDADO! - advierte Fuunra, horrorizado.

El dúo intenta reaccionar, procediendo Vortaxio a utilizar su habilidad para matar a quien supuestamente había matado. Sin embargo, Fred, habiéndose librado de sus ataduras, y mientras el agente continúa disparando, empuja al genio, que cae sobre el payaso, que a su vez, al encontrarse ambos por delante de una ventana del apartamento, terminan cayendo juntos hacia el vacío. Y para su nefasta suerte, sobre un montón de basura.

-¡AHHHHHHHH! - grita al caer - ¡QUE ASCO! ¡OLOR A MIERDA, A COMIDA PODRIDA! ¿¡YO, UN GENIO, CAYENDO EN UN MONTÓN DE BASURA A CAUSA DE UN DESGRACIADO SIN CEREBRO!?

-¡Agradece que no has muerto! Y que no has caído sobre una fuente de caca...

-¡TU HUMOR NO AYUDA EN NADA!

-¡A-ARRIBA! - exclama con sorpresa el payaso, mirando hacia la ventana por donde cayeron.

Y Manuel, desde la ventana de su apartamento, con el arma en mano, procede a dispararles a mansalva. Increíblemente desesperado, Fuunra utiliza la eoloquinesis para cambiar, con el aire, la trayectoria de las balas, invirtiendo así su dirección. Hecho esto, el agente recibe sus propios disparos en la cabeza, muriendo en el acto.
Viéndolo caer de espaldas, muerto y con una herida de bala en su frente, la oficial se asusta bastante, quedando perpleja ante esto.

-N-No... ¡NO! ¡He matado a alguien otra vez! - se dice Fred, a punto de quebrarse, pues el haber usado su habilidad enojada le costó la vida al desgraciado, convirtiéndose de manera no intencional en una "asesina" de nuevo. -¡Yo no quería que pasara esto!... ¡D-Debo huir de aquí cuanto antes!

Su nerviosismo, por suerte, dura tan sólo unos segundos, debido a la situación. Moviendo la cabeza para reorganizar sus sentidos, toma el arma de Manuel y se marcha de inmediato del apartamento - ¡Malditos sean, Fragmentos de Omega!

Por otro lado, tras haber caído, los dos Fragmentos discuten:

-¡P-P-POR LOS CIELOS! ¡HE MATADO A ALGUIEN! - grita horrorizado el Fragmento del Aire.

-¿Y porqué te sientes mal? ¡IBA A MATARNOS, Y ERA UNA ESCORIA! - le responde agresivamente Vortaxio.

-¡P-PERO YO JAMÁS HE MATADO, NI QUIERO HACERLO! ¡DIOS MÍO!

-¿¡Entonces para qué te unes a la organización!?

-Silencio.

-¿¡Q-QUÉ!?

Ante los sucios individuos aparece Stroyer, con el rastreador de dispositivos elementales en su mano, quien encuentra a sus dos lacayos sobre el montón de basura.

-¡Stroyer! - exclama Vortaxio.

- No culpes a Fuunra por lo que ha hecho, Vortaxio. En su desesperación mató a Cortez para salvar su vida y la tuya. No tenía otra opción, pero lo que ha hecho tampoco está mal. Y en cuanto a ti, Fuunra, ya llevas casi 5 años en mi organización. Eres uno de los primeros Fragmentos en unirte a mí. Desde el primer momento sabías que tú tendrías que matar a nuestros enemigos así como nosotros lo hacemos. No te sientas mal por ello.

El payaso no le contesta, aunque poco a poco deja de estar afectado por lo que ha hecho.

-¿Qué hay con Glacius y los nuevos miembros? ¿Y Finem? - pregunta Vortaxio.

-Finem ha ido a por Railo y la chica, y ahora está regresando con él. Y he ordenado a Glacius a reunirse con nosotros aquí, junto a los nuevos Fragmentos del Agua y del Hierro.

-Entiendo... ¡L-LA MUJER! ¡LA MUJER POLICÍA DEBIÓ DE ESCAPAR! ¡ELLA NOS EMPUJÓ POR LA VENTANA CUANDO CORTEZ COMENZÓ A DISPARARNOS! ¡DÉJAME DESTRUIR EL EDIFICIO CON MI BOMBA DE GRAVEDAD!

-Ni lo pienses. Hay un montón de gente que no se ha entrometido en nuestros asuntos allí, ¿y quieres matarlos sólo por una policía?

-¡P-PERO SEÑOR, USTED LO HA DICHO! ¡LOS SACRIFICIOS SON NECESARIOS! ¡CONSEGUIRÉ MATAR A LA ESCORIA AUNQUE MATE A TODA ESTA GENTE EN EL ACTO! ¡TODO SEA POR ESTO!

-Vortaxio. He dicho que no. - le responde seriamente - Los sacrificios innecesarios son estúpidos. Ella no será capaz de moverse libremente por la ciudad. Imagino que la habrán incriminado con la muerte de Cortez Manuel antes de matarle.

-Oh sí. ¡Casi lo olvido! Pero quisiera matarla...¡ESA PERRA HA HECHO QUE UN GENIO COMO YO CAYERA EN UN MONTÓN DE CHATARRA!

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