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27-Ouroboros

7:30 de la tarde

A fin de quitarse de encima los pensamientos sobre su hermano mayor, Syrinne ayuda a Soleyu a caminar hacia su habitación. Pasando por el pasillo, con dos puertas en cada lado, y con la cabeza sobre el hombro de la joven, el corredor se siente cómodo, y para su sorpresa, lo disfruta mucho. Sorprendida, ella le sonríe ligeramente.

-Ya llegamos. ¿Es esta puerta de aquí a la derecha? - le pregunta.

-N-No... Ése es el baño. - le corrige Soleyu - Es la puerta de la izquierda.

-Oh, bueno... Entremos...

Abriendo la puerta por él, Syrinne entra con Soleyu a la habitación, compuesta por un armario, otra mesita y una cama bastante ancha. Separándose de ella, el corredor se tira a la cama boca arriba, como si se preparara para ser crucificado.

-Ahora, intenta descansar. No pienses en nada. Olvídate de todo por un momento y relájate. - le pide Syrinne, que le cierra los ojos.

-G-Gracias... ZzzzZzzzzz - obedece Soleyu, quien cae dormido a los pocos segundos.

Mientras lo ve dormir, la joven se le queda mirando. De pronto, comienza a recordar la vez que lo conoció, cuando llegó a Canadá a finales de 2005, unos meses después de la muerte de su hermano mayor.

Viviendo con su madre en Blind River, un pueblito de Ontario, llamado así por el río que se encuentra a su lado en época invernal, una joven Syrinne había salido a contemplar el ambiente, donde vio a la gente caminar, a algunos niños jugar y crear muñecos de nieve. Pero sobre todo, a un joven contemplar el río, sentado sobre la rama de uno de los árboles que rodean el pueblo. Este chico le había llamado tanto la atención, que terminó por acercarse a él con timidez.

-D-Disculpa... ¿Qué estás mirando? . le preguntó, reprochándose a sí misma por saber algo tan obvio.

-El río Blind River... - le respondió el chico, sin criticarla por la pregunta.

-Jeje, discúlpame. Es que soy nueva aquí en el pueblo... No conozco mucho...¡Oh! ¿Por qué estás sentado sobre ese árbol?

-La vista...es increíble desde aquí. Puedes ver más del río desde esta altura. Y no te preocupes, no te he dicho nada. Con escucharte me he dado cuenta de que no has nacido en Canadá.

Dicho esto, el chico saltó del árbol, cayendo de pies sobre la nieve. Con ropa invernal, y con un cabello no tan largo, miró a Syrinne con el mismo interés que ella a él.

-Jeje, igual perdóname. Suelo preguntar cosas así increíblemente... E-emm...mi nombre es Syrinne. Syrinne O'Kein. ¿Tú como te llamas?

-Soleyu Van Helsing. - le respondió el chico, sonriendo y estrechando su mano con la joven.

Hecho esto, Syrinne le sonrió tímidamente a su nuevo amigo, quien compartió la misma sonrisa. A partir de ese momento, ambos comenzarían a conocerse tanto, hasta llegar al punto de salir con frecuencia en los meses siguientes. Desde verse en la escuela, ir al cine o a algunos restaurantes del pueblo, hasta perder el tiempo contemplando el río Blind River, situándose desde varias de sus orillas para contemplarlo por encima de un árbol o de un par de rocas. También, cuando podían, iban a contemplar el Lago Hurón, en compañía de sus propias familias o de algunos amigos del colegio.
Los momentos compartidos entre los dos terminaron por ser tantos, que es difícil describir cuánto comenzaron a quererse desde que se conocieron por primera vez. Ni siquiera Soleyu podría preguntárselo en el caso de no haberla olvidado, pero si de algo estaría absolutamente seguro sería de hacer lo que fuera por verla sonreír. Por hacerle ver que aún con las desgracias que la vida le había traído, todavía podía ser feliz.
Y en febrero de 2006, un año después de haberse conocido,él se lo había hecho entender mientras miraban otra vez el río de Blind River.

-Soleyu, en la mayoría de nuestras salidas, nos la pasamos observando el río Blind River... Al principio no entendía porqué quería yo verlo, pero cada vez que veía y sigo viendo el agua, el cielo y las nubes reflejadas en ella, me siento en paz... Y libre... - le había dicho Syrinne, sonriente.

-Te entiendo. En mi caso, contemplar el río me ayuda a pensar con claridad. En mi vida, en mis sueños... Con quien quiero estar...espera un segundo. ¿Porqué dices que te hace sentir "libre"?

La mención de esa sola pregunta provocó que Syrinne cambiara la sonrisa en su rostro por una expresión deprimente.

-Verás...Te he dicho antes que vengo de Irlanda... Pero la razón para vivir aquí....era para empezar de nuevo, para buscar la felicidad...después de que mi hermano falleciera en un incidente...

-Cierto... Había muerto en una manifestación, ¿verdad? Cuánto lo siento... Pero no fue tu culpa, ni de tu hermano mayor, sino de las propias fuerzas de seguridad. Y tal vez de algunos de los manifestantes también, porque creo que ambos causaron los disturbios sin pensar en ellos mismos, o en los demás... ¿Pero quieres saber algo más? Yo creo...que estás empezando de nuevo tu vida, aquí...

-No... T-Te equivocas... No lograré ser feliz aquí por mucho... - respondió la joven, comenzando a llorar.

-...¿Porqué dices eso?

-Mi madre...quiere marcharse a Nueva York el año próximo por motivos económicos, ya que encontró un empleo que nos beneficiará a ambas. Aún así, yo no me quiero ir... ¿pero qué puedo hacer? No he podido hacer nada para ayudar a mi hermano...

Devastado, Soleyu no hizo esperar su reacción.

-¡No digas eso, Syrinne! S-Si tú no puedes hacer nada para quedarte aquí... ¡yo lo haré!

-¿Qué...? - respondió Syrinne, asombrada - ¿D-De verdad...lo harías? ¿Por mí?

-...Claro.

-¿Y...por qué?

-Porque...cuando veo el río, y pienso en algo que me hace feliz... Yo... te veo reflejada en el agua...

Nervioso, Soleyu se calló, mirándola con un poco de vergüenza. Syrinne, por su parte, no dijo nada. Pero entonces, lo mágico ocurrió. Como si vieran, con sus propios ojos, lo más bello del mundo, los dos compartieron un abrazo, sin estar dispuestos a perder aquello que aprecian más que nada en el mundo. Y bajo la nieve, sobre la orilla del río de Blind River, se besaron.

Y como ocurre con cualquier momento efímero, la joven vuelve a la realidad. Ahora, tras haber vuelto a ver a Soleyu sin que éste la recuerde, Syrinne comienza a llorar otra vez, tapándose el rostro con una de las almohadas de la cama. Durante ese tortuoso llanto, se debate qué fue peor: que Soleyu la haya olvidado, o que poco tiempo después de haberla besado, desapareciera sin dejar rastro...
Al mismo tiempo, el corredor se encuentra dentro de su cabeza, solo, en una oscuridad absoluta. Como en la pesadilla que había tenido la noche que cayó inconsciente.

-¿O-Otra vez...? - se pregunta éste, confundido - ¿Qué es este lugar?

-ESTÁS EN LO PROFUNDO DE TU MENTE. - le recuerda la extraña voz, de nuevo presente.

-¿¡Quien eres!? ¿¡Dónde estás!?

-¿DONDE ESTOY? ESTOY JUSTO AQUÍ, DONDE ESTÁS TÚ.

-¿¡Pero qué dices!? ¡Si no te veo!

-ESO ES...PORQUE YO SOY "TÚ".

De repente, ante Soleyu, una figura antropomórfica se materializa, formándose por medio de luces. A diferencia de la pesadilla anterior que había tenido, el corredor no despierta en el momento que la figura se completa. Ahora, la ve formarse completamente, tomando la apariencia de una figura roja, humanoide, con una gran cola larga, ojos totalmente blancos, y una inquietante sonrisa.

-¿E-Eres..?

-¿LA VOZ? SI. PERO EN REALIDAD, SOY TÚ. SOY TU ALMA, TU VERDADERO SER. ¡YO SOY SOLEYU!

-¿¡QUÉ...!? ¡Eso no es cierto!

-¡SÍ! ¡YO SOY TU! ¡SOY SOLEYU VAN HELSING! PERO SI TE SIRVE DE CONSUELO, PUEDES LLAMARME "OUROBOROS".

-¿Ouroboros...? ¿¡QUE SIGNIFICA ESTO!? - exige el corredor, asustado - Si tú eres yo, ¿¡entonces "yo" qué soy!?

-TU ERES EL CUERPO. EL CUERPO QUE CONTIENE AL ALMA DEL SER. ERES EL CUERPO DE SOLEYU. ERES MI CUERPO.

-¡No entiendo lo que dices! ¡Tú no eres Soleyu, yo soy Soleyu!

-¿SEGURO? NI SIQUIERA ERES CAPAZ DE RECORDAR A SYRINNE. EN CAMBIO, YO SÍ. RECUERDO PERFECTAMENTE TODOS LOS MOMENTOS QUE PASAMOS JUNTOS. SI NO ME CREES, TE LO HARÉ VER... JAJAJAJAJAJA.

Riendo de forma psicótica, la figura conocida como "Ouroboros" extiende uno de sus dedos, hasta alargarlo como si fuese una aguja, y con él toca la frente de Soleyu. Aterrado, e incapaz de moverse, el corredor siente como si le estuvieran quemando con un metal caliente, hervido al rojo vivo.

-¡M-MI FRENTE! ¡ME DUELE, ME DUELE, ME DUELEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

A la vez que es tocado por su "alma", una angustiada Syrinne ve cómo éste, estando aún dormido, empieza a gritar de dolor.

-¡SOLEYU! ¿¡QUE OCURRE!? - grita preocupada, mientras intenta ayudarlo.

Y dentro de sí mismo, mientras continúa sufriendo, el corredor de pronto comienza a recordar varias cosas. Su familia. Su madre. Su padrastro. Su hermana menor. Su hogar, Blind River. El momento en el que fue secuestrado en medio de la noche por sujetos desconocidos. Y finalmente, a la chica que amó, a Syrinne.

-AHORA, VUELVE A LA REALIDAD. JAJAJAJAJA...

En ese momento, el dolor desaparece, y a la vez que escucha a Ouroboros reírse, Soleyu despierta.

-¿S-SOLEYU? - titubea Syrinne, mirándolo.

Al mirar a la joven, y recordar quién era ahora, el corredor rápidamente se quiebra, buscando consuelo en sus brazos.

-¡S-Syrinne...! ...snif... ¡L-Lo sientoooooo! - alcanza a decirle antes de llorar.

-¿M-ME RECUERDAS? ¡SOLEYU! - le responde Syrinne, abrazándolo de nuevo, pasando a llorar de felicidad.

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