EL DISEÑO DEL BLOG ESTÁ AÚN EN RENOVACIÓN. GRACIAS POR LA PACIENCIA

Capítulos

26-Hace 4 años

7:15 de la tarde

Mientras cada vez se hace más tarde, la crisis en la ciudad aún continúa. Manhattan parece caer cada vez más en la confusión total, a medida que los Fragmentos de Omega continúan haciendo estragos por donde quiera que vayan. 
Dentro de su apartamento de nuevo, Soleyu se encuentra acostado sobre su sillón, con Syrinne y Zack acompañándolo. Sobre la cómoda intenta recuperarse de las quemaduras, que por más que no hayan llegado a ser de segundo o tercer grado, le ocasionaron igualmente un gran dolor que aún persiste, como si estuviera sobre unas brasas.
También, en su hogar, se encuentra un amordazado Railo, atado en una silla y con las manos cubiertas con una bolsa de plástico, dejándolo incapaz de utilizar la electricidad para librarse. Y con lo que le queda de energías, el corredor le pregunta al muchacho:

-Oye... ¿Cuál es el verdadero nombre de Railo? ¿Raymond?

-...Sí. Bueno, no del todo. Raymond es su segundo nombre. Su nombre de pila es Elijah. Como dicho nombre le trae recuerdos a su padre, él prefería que lo llamaran Raymond...

-¿Su padre, por qué? ¿Murió? ¿Acaso lo odiaba?

-Ehm... Ambas.

-¡Era un maldito alcohólico, que se la pasaba golpeándome a mí, a mi hermana y a mi madre cuando yo era niño! - interrumpe gritando - ¡Mi madre se ha roto el lomo trabajando mientras mi padre bebía y bebía! ¡Luego de que fue a prisión, juré no ser nunca como él!

-Y vaya que no, porque ahora eres alguien peor. ¡Has matado a tu propia hermana! - le responde Soleyu, sarcástico.

-¡C-CÁLLATE! - le grita, enfurecido.

-¡Hey, no vuelvas a decir eso! - le reprocha Zack a Soleyu.

-¿Por qué? El propio líder lo ha dicho. Él mató a su hermana Sarah al convertirse en un... Fragmento de Omega.

-¡No lo ha hecho a propósito!

-¡Me da igual!

-¡No debería darte igual!

-¡Basta! - pide Syrinne con preocupación, a la vez que cuida y acaricia el rostro del corredor con ternura.

-...Tienes razón. - contesta Zack, disculpándose.

-Lo siento... Oigan, miren. ¿Acaso él está... llorando? - responde Soleyu, preguntando por Railo.

Sorprendiéndose, los tres observan a su "rehén" completamente ajeno a ellos. En silencio, éste tan sólo mira el suelo con los ojos abiertos, como si descubriera algo bastante impactante. Y si bien no está derramando lágrimas como el corredor dice, es evidente que parece mostrarse traumatizado. Traumatizado, por volver a recordar a su hermana menor tras escuchar las palabras de Soleyu.
Siendo Sarah similar a Syrinne de cara, diferenciándose de ésta con un largo cabello rubio y ojos azules, el Cuervo empieza por recordarla sonriendo. Luego, la visualiza con un rostro de horror y sorpresa, con sangre en su boca, y con su propia mano cargada de electricidad, tocando su pecho...

-No está llorando... Creo que está recordando, a Sarah... - estima Zack, quien cree que Railo no perdió del todo su humanidad. - Todavía sigue siendo él mismo...

-¿Estará recordando cuando la mató? - se dice el corredor - ...Dinos qué fue lo que pasó ese día. En el que ella...falleció.

Zack mira a Soleyu con seriedad nada más escucharlo. Jamás le agradó hablar de la muerte de su amiga.

-Por favor, dinos. - le pide la joven - Queremos saber qué pasó...

Sus palabras terminan por convencer a Zack, ya que éste, pasados unos segundos, mueve su cabeza en señal de afirmación.

-...No es fácil de decir... Fue hace cuatro años, durante 10 de junio de 2005. Sucedió en Wisconsin, de donde Ray y yo venimos...bastante lejos de aquí. Sarah tenía 16 años, yo 17 y Ray 18... - empieza a explicar, echando una ojeada a su amigo -...Esperen. Ahora que lo pienso, ¡todavía mantiene la misma apariencia que tenía a esa edad, como si hubiera dejado de crecer!

Este detalle de Railo sorprende aún más a los tres curiosos. Comparado con su amigo, él se ve un poco más bajito. Incluso parece un poco más joven para ser un año mayor que Zack. 

-¿En serio? ¿O sea, que tiene 22 años? ¡Pero si parece más joven que nosotros, y tú pareces ser un poco más viejo que él! - cuestiona Soleyu.

-¡Sí...no lo sé! Bueno, seguiré... Ese día celebramos nuestra fiesta de graduación en una mansión abandonada en nuestro pueblo, la mansión de Akatoikitos. Con Sarah habíamos entrado y preparado todo para la fiesta con anticipación. Se suponía que Ray vendría a ayudar también, pero nunca lo hizo. Y para cuando llegó el día de la fiesta, nunca imaginamos que todo cambiaría. Porque durante la noche, mientras estábamos celebrando, él apareció... junto a los Fragmentos de Omega. Recuerdo perfectamente que Stroyer también estaba presente, junto con Finem, Fuunra, Vortaxio, Glacius, y cuatro lacayos más. Entre ellos, el segundo al mando original de la organización.

-¿Y qué pasó? - pregunta la joven, suponiendo lo peor.

Antes de responder, Zack inhala y exhala un poco de aire.

-¡Ocurrió una masacre! Los Fragmentos empezaron a matar a todos mis compañeros. A mis amigos. A los que tenían fama de ser bravucones. ¡A todos! ¡En medio de la matanza, huí con Sarah a una de las habitaciones para escondernos, pero aún así, tres Fragmentos nos habían seguido! ¡Uno de ellos tenía un gran prejuicio contra mi amiga por el hecho de ser mujer, mientras que el otro quería ahogarnos con su elemento para no tener que ensuciarse las manos! Y el tercero creó luz, iluminando la habitación...

-¿Quienes eran esos Fragmentos?

-Nunca lo supe en aquel entonces, pero cuando me uní a cierta organización, me enteré que ellos eran Morbor del Hierro, conocido como la Bestia Misógina. Hydrust del agua, la Cabra Hermosa. Y Flashodan de la Luz, el Diablo Resplandeciente. Al parecer eran tan odiosos, que ni los otros Fragmentos de Omega, ni siquiera Stroyer, toleraban sus comportamientos. Imagino que han debido de sentirse aliviados tiempo después, cuando descubrieron que Ray los asesinó...

-Ese sujeto ha dicho que Railo los mató para salvarte la vida a ti y a Sarah... - avisa la joven, refiriéndose a Stroyer.

-Así fue. Cuando ellos nos encontraron, Ray nos descubrió. Y sin querer que muriéramos, los mató a los tres, quienes ignoraron que se encontraba detrás. Luego, con sus recién descubiertos poderes, creó un agujero en la pared por el que escapamos los tres. Y...y después... después... - musita esto último con una gran angustia.

-¿Después qué ocurrió?

-Escapamos por el bosque que estaba al lado de la mansión... Y de repente yo me detuve. Aterrado y confundido por lo que pasó, y sin pensar en las consecuencias, le exigí respuestas a Ray, ignorando que él se encontraba peor que yo... ¡Lo enloquecí tanto, que intentó matarme para que cerrara la boca! ¡Pero para mi sorpresa, Sarah se metió en medio para intentar detener a su hermano! Y así...así...murió....

Tanto el corredor como la joven terminan boquiabiertos una vez que escuchan el relato.

-Dios mío... - comenta Syrinne, devastada.

-...¿Y después? - pregunta Soleyu.

-...Luego de aquello, él escapó aterrorizado, y jamás lo volví a ver, hasta ahora... Y es más. Sarah todavía se encontraba consciente tras el ataque, sufriendo. Y antes de morir, me hizo jurarle que traería de vuelta a Ray a casa, sin saber en qué se había metido....

De repente, Railo vuelve en sí, dirigiendo su mirada hacia su mejor amigo.

-Tendrías que haber cerrado tu puta boca aquella vez, Zack... ¡HICISTE QUE MATARA A MI HERMANA, A SARAH! ¡Y DE LA NADA VIENES A BUSCARME POR ARREPENTIMIENTO! - le contesta furiosamente Railo - ¡ERES UN MALDITO ESTÚPIDO!

-Lo sé... ¡Pero aún así, es por Sarah que voy a sacarte de esa organización! ¡Ella me lo hizo prometer, y cumpliré esa promesa a como dé lugar!

-¡Entiende esto! ¡Las promesas, además de estar hechas para cumplirse, están hechas también para romperse! ¡Podrías haberte olvidado de mí en lugar de tener que arriesgar tu vida por algo que jamás lograrás! ¡Estoy seguro de que los demás ya lo habrán hecho!

-¡No pienso olvidarte, porque eres mi amigo! ¡Si te olvidara, olvidaría la promesa de Sarah, y no me lo perdonaría! ¡Además no soy el único que quiere que regreses! ¡Nidia no te ha olvidado! ¡Sufre todo el tiempo por tu ausencia! ¡Y en el fondo, Jerome también quiere verte otra vez! ¡Y no hablemos de tu madre!

Ante la sola mención de su madre, Railo guarda otro angustioso silencio. 

-Tu amigo aún cree en ti, en que todavía tienes algo de humanidad. ¿Y aún así piensas darle la espalda, pese a que arriesga su propia vida para encontrarte? Eres un cretino egoísta. - lo maldice Syrinne, enfureciéndolo aún más.

La opinión de Syrinne, su propio objetivo, lo saca de nuevo de sus cabales.

-¡Y TU ERES UNA PERRA!  ¿¡AHORA TU NOVIECITO SE LEVANTARÁ Y ME GOLPEARÁ AÚN CON EL DOLOR QUE TIENE!? - le grita Railo, enojado.

Escuchando dicha grosería, la joven queda sorprendida al igual que Zack. Soleyu, por su parte, intenta levantarse de todas formas para darle su merecido. Pero para su sorpresa, Syrinne se levanta antes. Y de pie ante Railo, procede a golpearlo en la cara ella misma con un puñetazo.

-¡Agh! - gime el Cuervo al sufrir el golpe, que le duele mucho. - ¡MALDITA INGLESA!

-¡SOY IRLANDESA, CRETINO! - le responde la joven, siendo detenida por Zack. Luego de unos segundos, ella logra recobrar la calma. Y Railo, por su parte, deja de mirar a sus captores bajo un vergonzoso silencio.

-Yo...no debería preguntar esto ahora, pero... ¿eres de Irlanda? Supuse que no eras americana al escuchar el acento de tu voz. - le pregunta el muchacho, curioso.

-Oh...sí. Hasta hace cuatro años también, solía vivir en Dublín con mi madre y mi hermano Carl. No sé que fue de nuestro padre, ni siquiera lo conocimos, por lo que él fue la cabeza de la familia junto con mamá. Hasta el día que falleció...

-Lo...lo siento... ¿Qué le pasó?

Tomando aire, la joven empieza a relatar, de la forma más rápida posible, su pasado.

-El día de su muerte, hubo una protesta pacífica contra la deforestación en las calles de Dublín. El gobierno había decidido talar gran parte de los árboles para la construcción de varios edificios. Carl participó en ella, ya que era amante de la naturaleza. Al poco tiempo comenzaron a haber disturbios, y la policía repelió por medio de la fuerza a todos los protestantes, utilizando balas de goma en sus armas...

Los recuerdos sobre ese día vuelven a atormentarla con tan sólo pensar en ellas. La multitud de personas con banderas, pidiendo por la protección de los árboles. Su hermano mayor, los amigos de su hermano mayor, condenando las medidas del gobierno, sin miedo de correr algún tipo de peligro. Al fin y al cabo, se trataba de una protesta pacífica, sin incitación a la violencia.
Pero en un simple parpadeo, todo se desmoronó. 
El gobierno no tardó en mostrar su hartazgo con la gente, mediante la represión. Hubieron muchos alaridos, así también como muchos disparos. Pero Syrinne, que también estaba presente allí, no había movido ni un solo músculo de su cuerpo. El miedo le impidió moverse de su lugar, haciéndole creer que no sobreviviría por más que lo intentara.

-¡Syrinne! ¡SYRINNE! - la llamó un hombre, preocupado por su bienestar que por el suyo propio. - ¡Vete de aquí de inmediato! ¡No puedes...!

Desgraciadamente, no llegó a terminar sus palabras. Una cobarde bala de goma lo golpeó en la frente, tirándolo de espaldas contra el suelo. Y es que, a pesar de que este hombre había comenzado a agitar a Syrinne para hacerla entrar en razón, la propia bala se tomó finalmente la molestia de hacerlo.

-¿CA...CARL...? - titubeó ella, ante el cuerpo inerte de su hermano. En ese momento, la desesperación terminaría por apoderarse de su cordura. - ¡¡¡CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRLLLLLLLLLLLL!!!

De vuelta en la realidad, Syrinne derrama un par de lágrimas ante Zack y Soleyu, que la miran sorprendidos. Al mismo tiempo, ignoran que Railo mira con cierta atención a la joven, como si la compadeciera.

-¿Tú...estabas allí? . le pregunta el corredor, sólo para conseguir una mirada triste de la propia joven a modo de respuesta. Como si él ya lo supiera.

Luego de enjugarse los ojos, Syrinne se sienta nuevamente en el sofá, cubriéndose el rostro con sus pies. Y en cuanto su llanto no se hace esperar, rodea sus propios pies con sus brazos.

-Carl...Carl murió ante mis propios ojos... Sin que yo hiciera nada... No sé que...qué pasó después, pero logré salir con vida....L-Luego, mi madre y yo viajamos a Ca-Canadá...donde conocí a Soleyu...aunque ya no me recuerda... Entonces, tiempo después, nos mudamos a Estados Unidos...para encontrar otra vida que vivir... pero parece ser...que lo que hemos encontrado son a estos...Fragmentos de Omega... snif...

Viéndola lagrimear, Soleyu se siente mal por todo lo que ha tenido que pasar. De igual forma aquello cuya voz lo atormenta.

-ESTÁ LLORANDO, Y TÚ NO LA CONSUELAS. TE HA VUELTO A VER Y TÚ LE DAS LA ESPALDA ¿QUIEN TE CREES QUE ERES? ¡ESTÚPIDO!

-¿¡Q-Quién anda ahí!? - grita el corredor, sorprendiendo a todos.

-¿¡Hay alguien aquí!? - dice Zack alarmado, mirando alrededor - N-No...Parece que no...

-Oh...snif... S-Soleyu...creo que debes descansar...Ven...te llevaré a tu habitación...Dime donde está... - le dice una melancólica Syrinne, que lo ayuda a levantarse. Pese a que al principio se niega, Soleyu accede de todas formas a ir hacia su cama con ella. 

De esa forma, Zack y Railo permanecen solos en la sala de estar. Ambos pasan a mirarse con la más absoluta seriedad.

-...Bueno, Ray... Ya que estamos los dos solos aquí, comencemos a hablar de los planes de tu organización. Pero antes, tomaré un par de cosas que tienes en tu chaleco.

-¡EY! ¿¡QUÉ CREES QUE HACES!? ¡NO...! - protesta ínutilmente Railo.

Levantándose, el muchacho quita de los bolsillos de su amigo la piedra preciosa que éste tomó del casino, y una radio como la de los otros Fragmentos de Omega, la cual arroja por la ventana. A través de la misma, ve cómo el aparato se hace añicos al tocar el suelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores (¡Sigue este blog!)