La explosión del casino se hace escuchar por toda la ciudad de Manhattan. La gente se aterra y comienza a pedir ayuda, a quejarse de la tardanza de los bomberos y de la llegada de los policías, alegando que debería ser al revés, mientras que unos pocos contemplan las extrañas llamas verdes que salen del establecimiento.
En medio de su trabajo, Syrinne, al igual que sus compañeros y los clientes del restaurante donde es camarera, escucha la explosión. Es la primera de todos ellos en divisar la gran línea de humo verdoso saliendo de la zona donde se halla el casino.
Los nervios rápidamente vuelven a dominar su razón, mientras comienza a escuchar a uno de sus compañeros de trabajo informar la situación.
-¡El casino ha explotado en llamas! ¡Los policías ya se encuentran allí! Pero digo yo, ¿que pueden hacer sin los bomberos?
-¿Que el casino qué...? - contesta Syrinne, incrédula, poniéndose a pensar en el hombre que la ayudó a levantarse hace casi una hora. Se pregunta si de alguna forma, podría estar involucrado en este suceso, debido a su inquietante apariencia, y al hecho de que según esa oficial, Winifred Burkle, sea un asesino que ha estado matando delincuentes desde el año anterior.
Y mientras sus compañeros continúan atónitos, discutiendo sobre la explosión, ella echa un vistazo a su alrededor. Entre los clientes y las demás personas que se muestran sorprendidas por lo ocurrido, cree haber escuchado a alguien en particular, decir algo que bastaría para darle un gran susto.
Algo como "la he encontrado".
-¿¡Quién... quién ha dicho eso!? - exclama de inmediato, bastante asustada, hasta dejar caer al suelo una bandeja que estaba sosteniendo.
-Syrinne, ¿te ocurre algo? - le pregunta uno de sus compañeros
-Perdonadme, pero regresaré a mi casa... No me siento bien...
Creyéndose el blanco principal de alguien, ella decide marcharse del restaurante sin pensárselo dos veces, con la intención de llegar a su hogar, tranquilizarse, y descansar, con esperanzas de olvidar al día siguiente todo lo que está sucediendo hoy.
Por otro lado, en un parque de la zona, Soleyu se encuentra sentado en un asiento, en busca de un poco de aire fresco. Hace un rato, pensaba por qué esa misteriosa mujer se había aparecido en su propia ventana, aún viviendo a más de diez pisos del suelo. Se preguntí si aún continuaba metido en un sueño. Hasta ahora.
Hasta ahora se encontraba sumiso en sus pensamientos, porque como todas las demás personas, también escuchó la explosión. Y el humo que ve salir del área donde se encuentra el casino le confirma que nada de esto es un sueño.
Y al igual que Syrinne, tiene la misma hipótesis del siniestro:
-Maldición... ¿Ese tipo tendrá algo que ver?
Levantándose de su asiento, sale del parque, dirigiéndose hacia su destino, saltando a través de una de las verjas del parque. Desde lejos, la mujer que se le había aparecido en su ventana intenta detenerle, pero finalmente lo pierde...
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