12-Vida depende del gatillo

10:15 de la mañana

Ante Syrinne, Fred, y un inconsciente Cuervo Eléctrico, Soleyu, luego de haber sido atacado por un extraño sujeto apodado "Zorro Blanco", se sorprende bastante de que la joven supiese su nombre, aún en medio de la situación. De una sorpresa, parece que ha venido otra.

-¿Qué haces aquí...? ¿Vives en Nueva York también? - le contesta Syrinne, tan sorprendida como él.

-...¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres? - responde Soleyu, confundido.

-¿Qué? ¿No me recuerdas? ¿Acaso... has olvidado nuestra promesa?

-...¿Qué promesa?

Syrinne no sabe qué responder tras escucharlo, quedando triste pero a la vez alegre de verlo de nuevo, aún en una situación como esta. De pronto, Fred interrumpe la conversación, preguntándole:

-¿Sabes quién es él?

-Era...mi novio. Pero ahora que lo pienso no sé si estaré confundiéndome. ¡No sabe quién soy!

-...¡Identifícate con las manos arriba! - le ordena, apuntándolo con su revólver. Syrinne se asombra más de lo normal ante su acto. - ¿Qué viniste a hacer aquí?

-¡OIGA, ESPERE! ¿¡NO LE VA A DISPARAR, O SÍ!?

Sintiéndose amenazado, Soleyu le responde, sin intención de cumplir con su orden:

-¿Eres una poli? ...No tengo porqué decirte quién soy, aunque seas una policía y me lo ordenes. Pero te diré esto. Ese tipo es un asesino. - asegura, señalando al Cuervo - He visto cómo ha asesinado a un hombre la noche anterior, y posiblemente ha causado esta explosión. Y he venido a advertirles que en cuanto recobre la memoria, las matará creando electricidad. Así que en lugar de apuntarme a mí con un arma, ¡dispara al pecho de ese hombre y mátalo antes de que las haga picadillo!

-Sé que es un asesino. Es el Cuervo Eléctrico, un asesino que ha estado matando delincuentes desde el año anterior en la ciudad de Nueva York. - declara, sorprendiéndolo aún más. Soleyu, al igual que ambas mujeres, desconocía la existencia de este supuesto vigilante -  Ha matado a un tipo que no sabemos si realmente era un delincuente, y a un montón de personas inocentes haciendo explotar el casino de la ciudad. Pero por más vil que sea, no lo mataré. Debo hacerle muchas preguntas. Y en cuanto a ti...no sé si eres un gamberro o un ladrón de poca monta por tu manera de vestir, pero de cualquier forma ya me sé tu verdadero nombre. Y si no quieres que te arreste por interferir en mi trabajo, será mejor que te largues.

-¿Gamberro? ¿Ladrón de poca monta? ¡Jajaja! Eres graciosa, pero no me pienso ir. Si no lo matas ahora mismo, yo lo haré. Te aseguro que ese tipo nos matará a todos en cuanto despierte.

Y antes de que la oficial comenzase a advertirle nuevamente que la obedeciera, en un abrir y cerrar de ojos, Soleyu le arrebata el revólver con gran rapidez. Entonces, poniéndose delante de ella y de una aterrada Syrinne, apunta con el arma al Cuervo.

-¡SOLEYU! ¿¡QUÉ HACES!? ¡BAJA EL ARMA! - implora Syrinne con preocupación.

-¡S-Si disparas, te aseguro que irás a la cárcel después de esto! - advierte la oficial, sorprendida.

-No. Me lo agradecerás. Mataré a esta inmundicia, antes de que acabe con nosotros y más gente.

Seguro de lo que va a hacer, Soleyu procede a tirar del gatillo, apuntando hacia el corazón del Cuervo. Pero de la nada, repentinamente, aparece un joven hombre, de cabello castaño, gritándole:

-¡Detente! ¡No lo mates!

Al verlo, el corredor rápidamente se pone nervioso, aunque no tanto como para soltar el arma, porque ese tipo...parece idéntico al que acaba de cogerlo del cuello hace unos minutos...