17-Descubriendo cosas

1 de la tarde.

Dentro de la fábrica de pastas abandonada de la ciudad, y en medio de una discusión, la mujer de piel pálida aparece, habiendo seguido a Soleyu desde que éste se despertó en su hogar, pese a haberse desmayado la noche anterior en medio de la calle.

-¿Qué demonios haces aquí? - le responde con ira el corredor.

Su piel, sus descalzos y deteriorados pies, en conjunto con la chaqueta que lleva puesta, la cual es bastante grande como para ser de su talla, le dan una apariencia frágil y pordiosera. Nada más verla, Syrinne se asusta un poco, mientras que Railo, por estar amnésico y algo inseguro, se asusta bastante, llegando a ocultarse detrás de ella. En cambio, Zack se compadece rápidamente de su desgraciado aspecto.

-Creo que quiere pedirnos ayuda... ¿Estás bien? ¿Cómo te llamas? ¿Vives aquí?

En lugar de responder con palabras, la mujer simplemente lo hace por medio de gemidos, intentando explicar por medio de gestos, que su nombre es Lara. Pero no todos pueden entenderla, ni mucho menos comprender porqué no habla. La verdad es, que ella no puede hacerlo, pues nació con mudez. Sólo Fred y Zack parecen ser capaces de entenderla.

-¿No puedes hablar? - le pregunta la oficial.

-¡Pobre criaturita! - se compadece Zack, en base a su apariencia joven, pero en realidad ella es bastante mayor. -¡Ven, siéntate con nosotros!

Sintiéndose feliz de ser tenida en cuenta, quizás por primera vez en su vida, Lara se junta con Zack. Sin embargo, si bien siente un poco de lástima de su aspecto, Soleyu se inquieta bastante con verla otra vez, que incluso advierte a todos que ella es peligrosa, aunque nunca le ha hecho daño alguno, ni parece querer atacarle.

-Escuchen. No sé quien es esa mujer. Sólo sé que no es de confiar. Ayer por la noche, encontré solo a ese tipo, a Railo, matando a un delincuente. Nada más verlo huí, pero estaba tan agotado y sin energías, que caí inconsciente en medio de la calle. Y sin saberlo, desperté sano y salvo en mi hogar al día siguiente. Después de despertar, cuando vuelvo a tomar un poco de aire, ¡esta mujer se me aparece en la ventana! ¡Y si está aquí, significa que me ha estado siguiendo!

-¿Y qué hacías solo la noche anterior en las calles? ¿Buscabas robar? - le pregunta con seriedad Fred. 

El corredor se enoja ante esta suposición, sin haber olvidado aún que ella lo llamó ladrón cuando se cruzaron por primera vez hace unas horas.

-¡No soy un ladrón! Estaba desplazándome ayer... Practico Parkour y Free Running en las noches. Me desplazo a través de varios obstáculos. Paso por encima de vehículos, salto a través de verjas y tejados...

-Ya veo. Así que eres un traceur. Qué hobbys tan curiosos el Parkour y el Free Running. ¿Y porqué los practicas? ¿Quieres superarte a ti mismo?

-Nom porque ya lo hice. Superé hasta mi propia velocidad, tanto, que hasta he podido quitarte tu pistolita en un abrir y cerrar de ojos - dice ante una molesta Fred.

-¿Qué? ¿Entonces porqué lo haces? - le pregunta Zack.

-Pues...porque quiero recuperar mis recuerdos. No recuerdo a mi familia, o de dónde vengo, o quién soy en realidad... Sólo sé mi nombre, Soleyu Van Helsing. Y que la doctora Hohenheim, la que me cuidó en el hospital donde solía estar, tras despertar de un accidente hace dos años, me dijo el día que me había dado de alta que si quería recuperar mi memoria, debía esforzarme mucho con el tiempo. Debía ser activo. No tenía que dejar de moverme nunca...

-Ya veo... - responde Syrinne, mirando hacia abajo, pensando que tal vez pudiera haberla olvidado por aquel accidente, del cual se acaba de enterar que ha tenido.

-Entiendo. ¿Y has recuperado algo de tu memoria? - le pregunta Fred.

-No aún. Pero cada vez que agoto mis energías, además de quedar en un estado bastante débil, suelo soñar...cosas extrañas. Escucho una voz extraña, risas siniestras... Y la noche anterior, cuando caí inconsciente,una silueta parecía estar formándose ante mí. Pero cuando finalmente lo hizo, desperté en mi apartamento... Y luego, cuando decido tomar aire en mi ventana, ¡esa mujer se me aparece ahí mismo, como si fuera un pájaro! ¡Y eso que vivo en un décimo piso!

-¿En serio? - responde incrédula la oficial, dirigiéndose ahora a Lara - Dinos, ¿te has aparecido en la ventana de su casa?

La mujer asiente con la cabeza, de manera inocente, sorprendiendo a todos los presentes.

-...¿Y qué hacías allí? - le pregunta Zack

Lara intenta, con gestos, explicar que había encontrado a Soleyu la noche anterior solo e inconsciente en la calle, tras huir de alguien. Y sabiendo donde vivía, debido a que había "olfateado" el rastro de su hogar, lo llevó de vuelta allí, entrando a través de la ventana, sin que nadie, ni siquiera los Fragmentos de Omega, lo hubieran encontrado.
Lamentablemente, el muchacho ya deja de comprenderla en ese punto. Pero Fred en cambio, decide cerrar los ojos y visualizar sus hechos, aprendiendo de forma inadvertida su nombre.

Desde la perspectiva de Lara, ve cómo ella baja de la torre donde vive, para tomar a un hombre por detrás, observando con sorpresa cómo ésta "lame" su cadáver tras haberlo matado.
Luego, caminando por un callejón, ve pasar justo a su lado a un misterioso sujeto, enmascarado, cargando una especie de lanza y vestido con una especie de capa negra y roja, con una aparente "estrella" grabada en la espalda, caminando hacia un lugar desconocido. Dicho sujeto ignoró completamente su presencia.
Tras esto, la mujer sale a la calle, encontrando a Soleyu inconsciente. Fred ve ahora cómo ella, antes de cargarlo sin problemas, parece asombrarse mucho, como si lo conociera de algún lugar. Luego, lo lleva hacia su hogar "volando", abriendo la ventana y dejando al corredor sobre un sillón, para terminar marchándose.
Los recuerdos terminan, y la oficial queda bastante sorprendida con lo que vio, algo que se nota bastante cuando todos ven su rostro. Ahora, viendo que Lara es más que una "pobre criaturita", le pregunta:

-Lara... ¿Tú lo llevaste de vuelta a su casa?

La mujer asiente con la cabeza feliz.

Al verla, Soleyu se sorprende mucho, incluso se muestra incapaz de creerle.

-¿Fuiste tú...? ¿La que me llevó a casa? - pregunta incrédulo.

Lara asiente con la cabeza nuevamente.

-Pero espera... ¿Porqué la llamaste Lara, policía? No puede hablar...

-¿Es ese su nombre? ¿Cómo lo sabes? - pregunta ahora Zack, curioso.

-Ehm... Bueno, parece que tendré que decirlo en una situación así... Yo puedo leer las mentes.

-¿QUÉ? - dicen todos a excepción de Railo y Lara

-Sí. Puedo leer mentes, todo desde cierto día. De esa manera, puedo saber lo que la gente vio y no me quiere decir. Puedo saber sus nombres, sus datos más íntimos. Como policía, me ayuda mucho a atrapar criminales, y a detener lo que sea que éstos estén planeando. Pero como persona...bueno, es una maldición. Es realmente agobiante tener que escuchar pensamientos que no deseo saber. Violaría la intimidad de cada persona si escuchase todo el tiempo lo que piensan.

-¿En serio? A ver... ¡menciona algunos de mis datos! - le pide con admiración Zack, ante la mirada confundida del resto.

-Mmm... Naciste el 11 de mayo de 1988. Tienes 21 años. Eres de Tauro. Mides 1,78. Pesas 64 kg.

-Es justo...lo que pensé... - comenta sorprendido - Entonces, cuando encontraste a Railo...¿leíste su mente?

-No tanto. Cuando intenté acceder a la mente de Railo para saber sus objetivos e identidad, no pude ver mucho. Tan sólo unos pocos recuerdos, como el de una jovencita, parecida a Syrinne, pero con cabello rubio y ojos azules que le sonreía al asesino. El de un hombre misterioso, que le dio la "bienvenida". Y finalmente, cuando él mató a Raimundo Cortéz. Es como si su mente estuviese dañada, o algo esté interfiriendo entre ella y yo. ¿Será que por estar amnésico no puedo leérsela completamente?

-Ya veo... - contesta el muchacho, nostálgico ante la mención de la jovencita. Syrinne, por su parte, abre los ojos más de lo normal. - En ese caso...

De repente, Lara se levanta, presintiendo algo. Confusos, todos la siguen hasta el hall de la fábrica abandonada. Una vez allí, Syrinne mira por la ventana, y se lleva la sorpresa de ver a un hombre alto, de cabello azul teñido, que parecía estar esperando a que hicieran su movimiento.

-¡Uno de ellos está aquí! - exclama asustada.

-¿Qué? ¡No puede ser! - dice Zack.

Alarmados, todos miran a través de la ventana, pero lo pierden de vista. 

-¡Cielos, se ha ido! ¿Cómo era, Syrinne?

-E-Era alto...y tenía el cabello azul...

-¿Cabello azul...? ¡Debe de ser Glacius, el Fragmento de Hielo! ¡Tenemos que irnos de aquí!


-Esperen... ¿porqué hace frío? Brrrr...

De pronto, Syrinne siente que la temperatura está bajando, algo que todos no tardan también en compartir.

-¡AHHHHHHHHHHHHHH! - grita de nuevo Railo, porque el dolor de cabeza ha vuelto.

-¡Maldición, está viniendo! - responde Zack, cuando justo ahora...

-No. He venido - exclama ante todos Glacius, el Fragmento de Hielo de la organización...