Escuchándolo entrar, su caprichosa madre lo vio, y cuando estaba a punto de regañarle por la vestimenta gris que llevaba puesto, observó con horror el cadáver del guardaespaldas y la siniestra mirada de odio por parte de su hijo antes de morir. Mientras caminaba por la casa, el muchacho se encontró con unos niños que corrieron a abrazarlo, reconociéndolos como sus sobrinos. Ante la ternura que éstos le daban, él se mostró incapaz de matarlos, ordenándolos que abandonen la casa de inmediato. A los pocos minutos, sus tres hermanas mayores le encuentran, y comenzaron a despreciarlo por llegar vestido de esa manera a su casa, diciéndole que debería comportarse como un verdadero ciudadano de clase alta. Sin embargo, como respuesta, su hermano menor les dispara cruelmente, matándolas.
Ante tal alboroto, el alcalde de Nueva York, Gilbert Rosemberg, sale del living donde se encontraba sentado, bebiendo una copa de vino. Cuando llega, ve horrorizado los cadáveres de sus hijas, y al lado de ellas, a su hijo Steven. Dándose cuenta de que su hijo mató a casi toda su familia, huye asustado, sólo para ser detenido rápidamente por su muchacho, quien le llama cobarde y estúpido. Con el arma, Steven le dispara en los brazos y en las piernas para que no pudiera moverse, diciéndole con una voz monótona a su padre que por todo el sufrimiento que le causó, y por haber sido el responsable de la muerte de su amada, merece morir lentamente, sufriendo en un infierno distinto al de él, pero mucho peor.
Mientras mira con odio a su padre, el muchacho levanta la mano hacia arriba, originando un gran fuego en el techo, que comienza a extenderse por toda la casa, y que también quemaría vivo a Gilbert, a la vez que su hijo se marcha de su antiguo hogar....
Ante tal alboroto, el alcalde de Nueva York, Gilbert Rosemberg, sale del living donde se encontraba sentado, bebiendo una copa de vino. Cuando llega, ve horrorizado los cadáveres de sus hijas, y al lado de ellas, a su hijo Steven. Dándose cuenta de que su hijo mató a casi toda su familia, huye asustado, sólo para ser detenido rápidamente por su muchacho, quien le llama cobarde y estúpido. Con el arma, Steven le dispara en los brazos y en las piernas para que no pudiera moverse, diciéndole con una voz monótona a su padre que por todo el sufrimiento que le causó, y por haber sido el responsable de la muerte de su amada, merece morir lentamente, sufriendo en un infierno distinto al de él, pero mucho peor.
Mientras mira con odio a su padre, el muchacho levanta la mano hacia arriba, originando un gran fuego en el techo, que comienza a extenderse por toda la casa, y que también quemaría vivo a Gilbert, a la vez que su hijo se marcha de su antiguo hogar....
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